Como conocí a mi esposo 1

Encantada de conocer a Juan un chico que me ha tocado amaestrar como a un animal.

Mi nombre es Loren, soy una mujer latina de 1,50cm de alto, senos grandes, talla 36c y un trasero bien formado, con las nalgas grandes. Mi cuerpo tiene forma de guitarra.

Desde muy joven he tenido una afición especial por el sexo. Me inicié desde los 15 años con el amor de mi vida y desde esa época no he parado de aprender cosas nuevas, tengo una mente muy abierta.

Esta larga historia comienza cuando comencé la universidad, me toco cambiarme de ciudad, mis padres vivían a 5 horas de la capital, pero estaba decidida a estudiar. Tenía 18 años y no estaba muy segura de que estudiar. Me gustaban todas las carreras, pero la única a la que pude ingresar fue a turismo, me gustaban mucho los viajes y los idiomas, además que disfrutaba mucho aprendiendo de culturas y otras cosas. Estaba segura que me iba a ir bien.

Nunca he sido muy sociable, de hecho, no tengo amigas solo amigos, y cuando fui a las inscripciones el 90% de los inscritos eran mujeres. En fin, ya me imaginaba que iba a ser una carrera un poco difícil por los compañeros. Sortearon los horarios y me toco estudiar en la noche, estaba acostumbrada a estudiar en la mañana, pero de seguro ya podría arreglármelas.

Mis padres siempre me daban todo lo que yo necesitaba, siempre estaba en contacto y les llamaba muy a menudo para contarles como me iba.

- ¿Alo? ¿Madre como estas? Te llamo para contarte que los horarios de la universidad son en la noche desde las 16h00 hasta las 21h00.

- Lore, no pasa nada, a casa si hay autobuses. Debes ir con cuidado.

- Bueno mama, le cuentas a mi padre. Un beso

- Besos cuídate mucho.

Vivo con mi hermana que trabaja todo el día, no me llevo muy bien porque es un poco rara. No se parece nada a mí, tiene otros gustos y lo único que hace es estar de mal humor todo el tiempo.

Mi casa está ubicada cerca del parque las julianas como a 1 hora de la universidad, mis padres habían comprado esa casa hace algunos años cuando comenzó a estudiar mi hermana y así no tenían que pagar alquiler, además que podían venir cuando deseaban porque tenían su habitación.

Es una casa de dos pisos con un patio delantero con un jardín muy bonito, el parqueadero lo utilizaba mi hermana con su auto comprado por mis padres.

La sala es grande tiene unos muebles de color marrón combinado con dorado, continua el comedor y la cocina con un arco para la entrada.

Mi habitación queda en el segundo piso, subiendo las gradas de frente, tengo mi baño propio con tina y tiene una ventana grande con unas cortinas largas, una cama de dos plazas, el escritorio con la computadora en la esquina y el armario enorme para toda mi ropa y zapatos.

Mis padres me compran todo lo que yo quería así que problemas de dinero nunca teníamos.

Comencé la universidad y el primer día de clase fue con una salida de campo un poco, lejos de la ciudad y tenía que compartir la habitación con otras chicas, ya me había resignado a que me toque con alguna muchachita idiota. En fin, sortearon las parejas y me tocaron dos compañeras la una ya tenía sus años, unos 35 y la otra casi de mi edad. Entre ellas la diferencia de personalidad era abismal pero lo que tenían en común es que les gustaba mucho tomar licor.

La más vieja se llamaba Soledad y la menor Lucia.

Soledad era alta, de la zona de la costa un poco desinhibida con un trasero normal, pero tetas muy pequeñas. Lucia era un poco más alta que yo, sin nada de trasero, parecía una tabla de picar, pero tenía unas tetas enormes, junto a ella yo parecía una tabla. Usaba unos escotes que parecía que si respiraba muy fuerte se le saldrían los senos. No soy lesbiana pero solo al verle las tetas me daba unas ganas de quitarle la blusa y dejarle las tetas al aire, quería ver sus pezones, cosa que nunca sucedió…Ambas eran de tez blanca, y de ojos claros. Me hice muy amiga de ellas, aunque con mis recelos de joven nunca les contaba nada personal.

En el viaje no hubo ninguna novedad, todos ebrios y las mujeres dejando salir sus lados más oscuros, mostrando más piel de lo normal incluso más de lo que acostumbran ver los hombres.

Yo solía vestir de manera muy normal con camisetas de color negro, muy flojas y pantalones muy ajustados, casi no se notaba la forma de mi cuerpo, es mas muchos pensaban que era gorda…

Los días pasaban con normalidad hasta que un día Soledad llevó a su novio a clases, era un chico no tan alto de 1.65 ojos verdes y cabello claro un poco largo, vestido de negro se notaba que le gustaba la música pesada. Tenía una voz muy sexi súper gruesa. Le calculaba unos 25 años.

- Ella se llama Lore, dijo Soledad.

- Hola, soy Daniel mucho gusto. Y me di un beso en la mejilla.

- Mucho gusto , le dije viéndole esos ojazos verdes.

- Él es mi novio desde hace algunos años y estamos en planes de casarnos.

- Que guay y ¿tienen los mismos gustos en la música?

- No, para nada, a Daniel le gusta el Rock

- A Soledad le gusta el reggaetón, dijo Daniel con una cara de descontento.

- A mí también me gusta el rock, le dije y comenzamos a hablar como que hubiésemos sido amigos hace muchos años.

Me sentía muy a gusto conversando con Daniel. Me reía y él no dejaba de mirarme a los ojos.

- Bueno voy a casa, un gusto conocerte.

- Chao Loren, un placer conversar contigo.

Regrese a casa con normalidad, aunque en mi mente no dejaba de pensar en Daniel. Como alguien como Soledad tenía un novio así de interesante y con esa voz que derrite. De seguro Soledad será muy buena en la cama, aunque Daniel tenía un aire de ser un animal en el sexo. La verdad yo no lograba encontrar la lógica.

Así fueron pasando los días en la universidad, algunas veces veía a Daniel. cuando nos encontrábamos hablábamos de música y cosas así, hasta que llegaba Soledad y nos cortaba la conversación. Supongo que se ponía celosa.

Soledad decidió retirarse en segundo año y ya no sabía nada de ella, algunas veces iba a beber cerveza en la universidad, pero ya no era lo mismo, luego de un tiempo por casualidades de la vida me contó que le había puesto los cuernos a Daniel con otro chico y que ya habían terminado. Yo no me imaginaba poniéndole los cuernos a Daniel, me pasaría haciendo el amor todo el día con él, pero bueno, él no era mi novio y no tenía planes de buscarme problemas metiéndome con el ex de mi amiga.

Con el tiempo conocí a Juan, un compañero del curso, de un 1.60, era feo, dientes separados, tenía una nariz muy grande, cabello largo y muy rizado, una risa media tonta similar a la de Bob esponja, un hombre para nada agraciado. Era muy atento conmigo, pero no me llamaba la atención, siempre me invitaba a tomar algo, pero yo siempre lo despreciaba.

Eran las fiestas de la universidad, así que me dio ganas de ir a tomar cervezas con mis amigos de la preparatoria, tomé un poquito más de lo normal y me sentía toda entonada y mareada. Tenía que ir a casa, así que tome el autobús a la estación central, luego tenía que tomar otro bus de conexión. Estaba en la estación esperando y me encuentro a Juan.

-          ¿ Hola Lore, como estas?

- ¿Todo bien y tú?

- ¿Bien, a dónde vas? Me preguntó todo entonado

- A casa, ¿dónde vives tú?

- Vivo por el norte cerca del parque de las Julianas. Le dije molesta

- Yo vivo al otro lado, si quieres te acompaño.

- No es necesario, sé el camino.

- Vamos te acompaño, ya es tarde y te puede suceder algo.

- bueno, vamos. Le dije con recelo .

Nos subimos al bus y nos sentamos juntos.

- Me gustas mucho, ¿quieres ser mi novia?

En ese momento estaba tan mareada que me dio ganas de probar que pasaba si aceptaba, le dije que sí, además a veces me sentía sola porque mis amigos de la prepa estudiaban por las mañanas y yo en las noches, no había un punto de encuentro a menos que lo hayamos planeado con mucha anticipación.

Nos bajamos del autobús y fuimos hasta mi casa. En la puerta me beso, pero fue el beso más horrible que me habían dado, sin lengua y con la boca abierta.

-        Me reí y le dije ¿no sabes besar?

Se puso rojo como un tomate y me dijo:

- no, es que eres la segunda novia que tengo.

Entonces le dije, déjame te beso yo...

Lo besé, le metí la lengua muy delicadamente y le chupaba el labio inferior, le volví a meter la lengua. Cuando de repente me agarra de la cintura y me apega a él, sentí con la cintura su pene erecto, pero lo alejé inmediatamente.

- Juan por favor estamos recién de novios, ten un poco más de respeto. Otro día podemos ver que pasa

Cerré la puerta y entre a casa.

Al siguiente día fui a la universidad y nos encontramos, él les había dicho a todos que éramos novios. Si yo quería mantenerlo en secreto ya era tarde. Íbamos un poco lento, pero me encantaba enseñarle a besar, aprendió muy rápido, ya me besaba muy bien.

Casi al finalizar el año me fui de vacaciones a la playa, y estuve allá como un mes, me encanta broncearme y dejarme las marcas del bikini.

No le dije nada a Juan de mi viaje, porque no lo tomaba en serio, era uno más de la lista y además él tampoco le ponía interés.

Cuando regresé me acordé de llamarle:

- Hola buenas tardes, ¿se encuentra juan?

- Si ya le comunico.

- ¿Alo?, ¿con quién hablo?

- Juan, soy Lore, ¿cómo has estado?

- Lore, todo bien. Estaba viendo la TV. ¿Paso algo?

- No, quería ver si venias a verme a mi casa y de paso íbamos juntos a la universidad.

- Claro Lore, almuerzo y salgo para allá, ¿está bien a las 14h00?

- Ok entonces a esa hora te espero.

Lo invité antes para tener tiempo de besarnos un poco y magrearnos a gusto, cosa que hasta ese momento no había sucedido porque no le tenía mucha confianza.

Si no sabía besar peor sabía hacer el amor, pensaba yo… así que mi idea era divertirme un poco con él

- Hola Juan, ¿cómo estás? Le di un besito en la boca.

- Hola mi Lore, ¿cómo has estado?

- Todo bien, pasa.

Entramos a la casa y comenzó a besarme muy despacito, comenzó a bajar las manos y me acariciaba el trasero, poco a poco íbamos subiendo de tono. Se notaba que no se podía aguantar las ganas de desnudarme.

Me sacó la camiseta y me saltaron las tetas, estaban bronceadas por el sol y se venían morenas y la areola color rosa, al parecer Juan nunca había visto unos senos, así que me los cogía como unas pelotas, se quedó pegado sin moverse y me besaba muy apasionadamente, con suerte ya besaba rico así que yo me dejaba llevar.

Agarré mis pantalones y me los quité, me quite las bragas y me quede totalmente desnuda frente a él.

Le miré a los ojos y le dije:

- te gusta lo que ves?

- Claro, estas muy hermosa.

Lo tumbé sobre el sillón y me senté encima, le pasaba las tetas por la cara mientras el intentaba meter sus dedos entre mi vagina y mi culo, no sabía que hacer solo me tocaba de la manera más torpe.

Le saque la camiseta y puse mis tetas en su pecho, lo besaba muy lentamente, le besaba el cuello, alzaba un poco el trasero para que pudiese tocarme mejor.

- Lore te puedo meter un dedo en tu vagina?

- Claro papi, méteme todos si quieres...

En ese momento me metía los dedos como desesperado, no sabía cómo masturbarme, así que decidí quitarle todo, lo puse de pie y lo dejé solo en calcetines.

Era la primera vez que veía su pene, no era grande ni gordo, apuntaba muy bien hacia arriba, no creo que se haya depilado nunca, tenía una mata de pelos enorme, así que pensé que no iba a disfrutar, se lo agarré con la mano y lo comencé a masturbar, me encantaba ver su cara de deseo y placer.

Lo volví a empujar sobre el sillón y me senté sobre su pene, lo restregaba en mi vagina sin dejar que me penetrara, me movía muy lento, todo su pene y sus vellos estaban llenos de mis flujos. Yo estaba que pedía verga a gritos, así que cogí lo puse en la entrada de mi vagina y de un sentón me lo metí todo, él dio un grito

- ahhh que rico.

Me quedé quieta y le pregunté al oído:

- esta es tu primera vez?

- Sí, Lore esta es mi primera vez y lo estoy pasando muy rico.

Era muy inocente a pesar de que era mayor que yo.

No me decía nada sucio me trataba como una princesa.

Me comencé a mover muy lentamente de arriba abajo, cuando en eso sentí que se vino dentro.

- Ahh, Lore que rico, terminé… lo siento!

Yo estaba molesta porque no habíamos ni comenzado y él ya estaba al otro lado.

Me quede encima de él y su pene se fue haciendo pequeño.

Seguía con ganas..., sí que no iba a dejar que nos vayamos a clases sin que yo haya terminado.

Me saqué el pene de la vagina, subimos las gradas y lo llevé a mi habitación.

Cerré la puerta y me arrodillé y se la comencé a chupar.

Desde más joven había aprendido a mamar vergas como una profesional, me lo metía a la boca hasta el final de la garganta, le masturbaba muy rápido, hasta que se volvió a parar.

Él mientras tanto estiraba sus manos para apenas cogerme las tetas, y me decía:

- que rico me lo haces Lore.

Cuando ya sentí que lo tenía grande, lo senté en la cama, me volví a subir y me lo metí de nuevo.

- Ahh, ahh que rico papi , le decía en la oreja.

Agarrada de su cuello le apegaba mis senos y él emocionado me chupaba las tetas sin cansarse, me las aplastaba me las estiraba, no sabía lo que hacía, pero yo estaba disfrutando como una perra. Me movía como loca, de arriba hacia abajo, hasta que le dije:

- Juan me voy a poner en 4 y me vas a dar por la vagina, no por el culo que soy virgen. ¿Entendido?

- Si Lore lo que tú me digas.

me agache y se me veía todo el culo, mis tetas colgaban y el sin pensarlo me metió la verga de un solo golpe

- Ahh Juan que rico, sigue, sigue moviéndote. Pero vaya decepción él no sabía cómo moverse, estaba muy nervioso.

Me saqué el pene de la vagina, me puse de frente a él y comencé a moverme como hacen los hombres

- Así Juan, ¿así tienes que moverte para que tu pene entre y salga entiendes?

- Si Lore, pero es que nunca lo he hecho y me da miedo lastimarte.

- Juan por favor trátame como a tu novia no tengas miedo que esta no va a ser la última vez que lo hagamos y si quieres disfrutar vas a tener que hacérmelo bien.

- Si Lore, como tú me digas.

Me volví a poner en 4 y esta vez Juan entendió todo, se movía muy bien. Sentía como entraba y salía su verga, mi vagina estaba chorreando su semen y mis fluidos.

En eso Juan se comienza a excitar mas y plaf me da una nalgada.

- Discúlpame Lore, me deje llevar no fue mi intención hacerte daño.

Me saqué el pene de nuevo y me puse de frente, le di un beso muy intenso, y Juan respondió con la misma pasión, me besaba riquísimo.

Me acerqué a su oído y le dije:

- desde ahora me vas a decir cosas muy sucias en la cama, quiero que me digas todo lo que se te pase por la mente, trátame como a tu puta.

Se encendió más y su pene se puso más duro, la cabeza se puso roja. Ma agarro y me puso en cuatro, me cogió de las caderas y comenzó a bombearme muy duro

- Ahh, ahh, ah, juan así así pero más duro

Comencé a tener un orgasmo y Juan también conmigo.

Terminamos exhaustos. Lo abracé y le di un beso.

- Que rico papi, así me gusta que saques ese macho que tienes dentro.

Al parecer desperté al monstruo sexual que llevaba dentro.

Me besaba con una pasión, me lamia las tetas, me mordía los pezones.

Y nuevamente se le volvió a parar.

Yo sorprendida del tipo feo y narizón que tenía frente a mí, era un animal en la cama, solo tenía que adiestrarlo.

Estando acostados de frente, levante mi pierna y deje libre para que me pueda penetrar, lo hizo ahora si con una furia, me cogía de la cintura para acercarme más a él y no dejar que me separe, me lo metía tan rico, y ahora si me comenzó a hablar al oído.

- Eres una puta, nunca pensé que tenía una zorra de novia, te voy a venir a dar verga todas las tardes antes de la universidad y te vas a ir así chorreando mi semen.

Me seguía penetrando tan rico y yo en las nubes con su verga y sus embestidas.

Me agarro y me puso boca abajo, se sentó en la parte de atrás de mis muslos, me metió su verga sin respirar y seguía con sus embestidas. Comencé a sentir que me iba, los ojos se me nublaron y comencé a respirar más rápido.

- Ahh ahh mas papi más, y seguía con las embestidas.

Él no tenía ni rastro de que iba a terminar, y yo ya no avanzaba más, no respiraba y mi vagina no pudo más y sentía como terminaba, mi vagina se comenzó a estrechar y le apretaba la verga a Juan.

Plaf las nalgadas

- que rica puta que eres, tu vagina se estrecha cuando terminas.

Plaf otra nalgada

-         eres una putota que rica que eres, pídeme más verga, pídeme.

Ya sin fuerzas, le gemía:

- mas papi, mas, dame mas no acabes.

Me levantó y me puso otra vez en 4, me cogió de las caderas y plaf la nalgada,

- eres una puta, ¿mereces que te de verga?

- Si papi, si dame de tu verga,

Me la metia con tanta fuerza que mis tetas no dejaban de rebotar con cada embestida

Ya no podía estar en 4, ya me desmayaba del tremendo orgasmo que me había hecho tener.

Saco su pene y me levanto de la cintura,

- siéntate, quiero que me la mames como hace un rato. Quiero que me la chupes con esa boquita mamona.

Recuperé un poco las fuerzas y le comencé a mamar la verga, que rico olía, a mi sexo su semen y mis fluidos. La lamia desde los huevos hasta la punta sin dejar de masturbarlo.

- Eso puta, déjamela limpia.

- Putota y tetona, plaf me pegaba en los senos, y se me movían rico.

- Con esas tetotas quiero que me amamantes.

- Si mi macho lo que tú digas.

me sentó encima de él y me hizo ponerle las tetas en la cara.

- ¡Metete mi verga, ahora!

- Si papi,

Tomé su pene y me lo metí, antes que lo meta todo me cogió de los hombros y me halo para abajo, y me lo metió hasta lo más profundo de mi vagina.

Yo como perra no dejaba de gritar

- si papi, sí.

el agarrado con una mano mi teta derecha, y con la boca me mordía el pezón de la izquierda.

Me movía de adelante para atrás subida en su miembro.

- Si si si que rico lo haces, papi.

Me mordía tan duro los pezones que parecía que me los iba a sacar.

- Tienes unas tetotas de puta, esas areolas son enormes, no me entran en la boca. Que ricas estan. Pégame en la cara con tus tetas

mientras me lo seguía metiendo, yo me cogía las tetas y le daba cachetadas en la cara.

- Eso puta eso, así tienes que hacer conmigo

Se recostó en la cama, dejando sus piernas colgadas en el filo

- móntame como a caballo quiero ver desde aquí como te mueves.

Me seguía moviendo de adelante para atrás sin sacarme la verga, y el estiraba la mano y me comenzó a tocar el clítoris.

me lo tocaba de manera muy torpe casi me hacía doler, pero yo seguía entusiasmada en su verga.

- no tan duro papi, me haces doler.

- Si puta quiero darte verga hasta por las orejas.

Sentía que iba a terminar

- ¿Papi siéntate sí? Quiero que me chupes las tetas mientras termino

Se sentó, y con mis piernas le rodeé la cintura, con ambas manos le apreté la cabeza contra mis pechos.

- Me seguía moviendo de delante para atrás sin parar y él me decía, eso puta báilame en la verga. Báilame.

Sentía que me iba, el orgasmo era tan intenso y él aprovecho y me seguía mordiendo los pezones.

- Ahh, ahh ah, papi muérdeme ahhh que me voy.

Me cogió de la cintura para que su pene no se salga mientras terminaba y el comenzó a gemir:

- ahhh putota que me voy, sígueme bailando.

Ambos acabamos juntos.

Se acostó y yo seguía sobre su pene, que latía muy rico.

- Que rico Papi, y le pasaba las tetas por la cara.

Me acosté junto a él y nos quedamos dormidos, nos despertamos a eso de las 5 de la tarde.

Entrabamos a clases a las 6, todavía podíamos ir.

Entramos a mi baño y nos duchamos juntos, mientras nos bañábamos le mame la verga de nuevo, pero ya no se paró.

Pero yo estaba muy contenta con esa sesión de verga que me habían dado.

Nos vestimos y salimos

- Lore, ¿te parece bien si todos los días vengo como a las 14h00 y lo hacemos y luego vamos a la U?

- Claro papi, lo que tú me digas.

En serio que el tipo era feo, pero se le quitaba todo cuando pensaba en lo bien que me culeaba.

Llegábamos a la uni y era como si nada había pasado.

Juan era como mi perrito, lo tenía a disposición cuando yo quería, me lo montaba cuando deseaba y donde yo deseaba, el jamás me decía que no y yo a cambio me dejaba hacer lo que el quería jamás le dejaba insatisfecho. Disfrutábamos mucho el sexo juntos.

Todas las tardes venia, silbaba y yo corría a abrirle la puerta.

A veces ni siquiera le saluda, le daba un beso con lengua y le decía,

- Juan hoy viniste más tarde.

- Si mi vida, pero es que la subida hasta tu casa es larga.

- No importa ven

lo cagarraba de la mano, subíamos las gradas de la casa y cerraba la puerta del cuarto, entraba y me agachaba a mamarle la verga, él ya sabía para que venía, así que yo me mojaba muy rápido, es más antes de que llegue ya estaba mojada pensando en que me iba a culear tan rico.

Le chupaba la puntita, lo masturbaba, me metía la verga hasta la garganta, sentía que ya vomitaba, pero me calentaba más pensando en lo que venía luego.

Juan, con la experiencia que iba adquiriendo ya sabía que me gustaba, asi que me ponía en 4, me lamia el culo, me metía los dedos en la vagina y me hacía chillar como una loca, era una maravilla. Todas las tardes mi ración se verga para ir a la uni.

Un día yo venía con más ganas de sexo, había estado tomando cervezas con unos amigos y estaba un poco ebria, así que le llame para que me fuese a ver en bar en el que estaba, eran casi las 12 del medio dia.

- ¿Juan puedes venir a verme, estoy en el bar de la esquina de la uni?

- Si mi vida ya voy.

Llego al bar, saludo con mis amigos y me llevo a casa. En el bus solo alcance a recostarme sobre sus piernas. Llegamos a mi casa y el muy aprovechado comenzó a hacerme de las suyas, me subió a mi habitación cargándome en los brazos, me recostó sobre la cama y me comenzó a desnudar.

Me saco las botas, luego me fue sacando el pantalón, lo halaba despacio sin hacerme daño. Me vio en tanga y me la bajo con ambas manos, yo solo ayudaba moviendo las caderas para que la saque más rápido. Cogió mi tanga y la olio.

- Mmmm, que rico hueles, esta mojadita, y estiro su mano y me metió un dedo en la vagina

- Si, estas completamente mojadita, que rico. Ahora te voy a dar tu ración de verga

- Si papi dame un poquito de tu verga , hablaba estando ebria.

- Le dio una lamida a mi vagina por encima.

Se subió a la cama me tomo las piernas me las abrió, puso una en cada brazo y me lo metió muy rico, comenzó a bombearme, me lo metía muy profundo y yo gemía como una poseída.

-          Ahh, papi si

-          Sácate la camiseta, putita.

-          Si amor lo que tú digas

no llevaba brasier solo un bividi de encaje todo transparente.

- Mmm que ricas tetotas, quítate esa cosa.

-          Si papi, me quite el dividi inmediatamente

Ya me tenía desnuda solo estaba en calcetines

-          Cógetelas y muéstrame como te manoseas

Yo muy obediente me las comencé a aplastar, le mostraba como me gustaba que me magreen los senos, me cogía con la punta de los dedos y me aplastaba los pezones, los juntaba y los soltaba, estiraba los pezones y me las amasaba.

Mientras tanto juan estaba que me lo metía sin parar, y yo me sentía como una puta, ebria y dejándose culear en ese estado. Sentía como subía y bajaba con cada envestida

perdí la cabeza por completo y le dije:

-          Papi, hoy es el día quiero que me desvirgues mi culito.

- No fui virgen cuando te conocí, pero ahora te voy a dar mi culo, ¿quieres?

-          ¿ En serio Lore?

- Si, papi quiero que me des verga como nunca, estoy muy cachonda

Me seguía metiendo su verga y yo gritaba como una loca sin parar

- si papi, sí...

tuvimos un orgasmo tan rico…

Me levanté y puse contra la pared de un sillón de mi cuarto saque un poco el culo,

  • ahora papi métemelo si?

- ahora te lo voy a meter.

- si papi, pero despacio.

Lo puso en la entrada y comenzó a meterlo poco a poco. Como estaba tan ansiosa de verga y ebria su pene entró de un solo empujón, ahh grite. Se quedó quieto y me dijo.

- Lore quieres que lo saque?

- no papi, lléname en culo de leche.

Así se excito más y me comenzó a dar verga sin parar,

- yo gritaba, papi papi más mas y el comenzó a darme nalgadas

- plaf, plaf, plaf, así puta o más?

- Así papi así, que rico

tener esa verga en el culo era lo mejor que me habían hecho, me sentía en el cielo y con lo borracha que estaba sentía todo el doble me sentía la mujer más puta y deseada

El seguía dándome verga hasta que me dijo

-          Lore, voy a terminar,

-          si papi sí, quiero sentir tu semen.

Acabo y yo acabé con él, que rico un orgasmo con una verga clavada en el culo, es una sensación de morbo tan rica y sentir el semen calientito uff no sabía lo que me había estado perdiendo.

Fuimos al baño, y le comencé a lavar muy bien su pene. Regresamos a la habitación y como seguía ebria yo seguía cachonda ansiosa de más verga. Juan no perdía el tiempo así que saco su verga y me dio otros ricos orgasmos más.

Ese día me dolía tanto el culo no podía caminar bien, pero que rico que me hizo sentir que me fui orgullosa a la Uni, con el culo lleno de leche. Sabía que ninguna de mis compañeras se deleitaba con una faena de sexo anal todas las tardes y desde ese día iba a ser mi ración diaria.

En el camino le decía en la oreja- papi mañana me haces lo mismo ¿sí? Me encanto tu verga en mi culo. Él se ponía rojo en el autobús.

Dejenme sus comentarios o si desean me pueden escribir sus comentarios al correo Loren.durand21@gmail.com