Como cambió mi vida, Capítulo 29. Intercambiando

Las vacaciones en las cabañas hacen que Claudio se tope con un nuevo tipo de parejas y al término de estas vacaciones debe enfrentar un nuevo desafío. Hay intercambios, interracial, orgías, voyerismo, o sea de todo un poco

Capítulo 29  Intercambiando…

Habrían pasado unas dos horas, diría que casi era como a la hora para un buen lunch, y a una considerable distancia de nuestro punto de partida, pues estábamos navegando cerca de la boca de la bahía, en eso Roberto nos señala una pequeña cala de la que aparentemente no se tenía acceso por tierra. Rápidamente nos dirigimos al lugar, el cual era muy bello y con un suave oleaje que llegaba a una playa de arenas de un color amarillo claro y sin muchas piedras. Roberto nos comentó que conocía el lugar por unos amigos españoles. Cazamos las velas y nos acercamos al fondeadero usando un pequeño motor del velero, a unos cincuenta metros de la playa anclamos… efectivamente no se veía un acceso evidente a la playa y toda se veía muy solitaria.

Roberto me pidió inflar un pequeño bote de caucho que servía para bajar a tierra cuando el velero se encontraba en lugares así, la tarea de usar el fuelle de pié era realmente agotadora por lo que nos turnamos para hacerlo, entre los cuatro nos tardaríamos unos treinta minutos en dejarlo operativo y en el agua con todo su aparejo.

Mientras descansamos del agotador inflado, Roberto sacó unas cervezas y refrescos de una nevera portátil y comenzamos a conversar de lo hermoso que era el lugar. Todo fluía en forma natural, pese a que veía venir, no esperaba que Roberto abordara el tema con tanta premura, es así que él sabedor del acuerdo que ya tenían las féminas invitó a tía Dani a nadar, haciéndole un notorio guiño a Eneida la que dijo que por seguridad nosotros nos quedaríamos a bordo.

Cuando el negro se iba a lanzar al agua, tía Dani dijo que ella prefería quedarse a bordo, pues le daba miedo nadar tan lejos de tierra... El hecho de que como todo plan puede cambiar después del primer paso, me reí a mis adentros, pero rápidamente Eneida propuso que ella y yo invertimos los papeles… yo pese a que no quería dejarlos solos, le seguí aguas y de un momento a otro me vi nadando tras el mejor culo que existe en el universo. ¡Sí el de Eneida!, la sirena morena.

La verdad es que la distancia no era grande por lo que en menos de dos minutos estábamos en la orilla de esta hermosa playa, serían unos 80 metros tal vez un poco menos. Miré hacia el velero y ya no se divisaban Roberto ni tía Dani… Según Eneida probablemente estaban preparando la merienda, pero la verdad es que por lo acontecido, en la cabina con ellas dos estaba seguro que tía Dani estaría catando al negro.

La idea de que mi tiita estuviese con Roberto me molestaba. Como les dije soy muy posesivo con mis chicas, los celos me atormentaban pese a que en el fondo los cuatro  estábamos de acuerdo con intercambiar las parejas. Comenzamos a ver la pequeña pero hermosa playa, pero Eneida tampoco iba por la hermosura del lugar, por lo que después de unos minutos de caminar por la playa y tras algunas insinuaciones de Eneida  la abracé sin miramientos y tomé esas nalgas perfectas con ambas manos y le enterré mi hombría a través del bañador y nos morreamos sin misericordia… en verdad la mulata tenía un culo irreal.

No me gustaba la idea de follarla en la arena y en un lugar que si bien era de difícil acceso no dejaba de ser público, por lo que decidí regresar a bordo. Eneida no quería regresar pero después de decirle que lo podíamos hacer a bordo ella se convenció de regresar, por lo que fui escoltado por mi bella acompañante, la cual estaba más locuaz que nunca mientras nuevamente nos metíamos al mar, cuando ya las aguas nos llegaban al cuello ella se detuvo y me volvió a besar, yo reaccioné correspondiéndole el apasionado beso y le enterré en su coño dos dedos que la hicieron berrear.

Como les dije no habíamos llevado el bote que tanto había costado inflar, por lo que nadamos de regreso… Eneida abordó primero y cuando por fin subí al velero, vi a tía Dani con las tetas afuera mientras le mamaba la verga a Roberto. ¡Efectivamente era enorme!, la verdad es que yo con mis 20 centímetros de verga me sentí ridículo ante una boa de unos 25 a 30 centímetros que tía Dani apenas y con dificultades podía meter parcialmente en su boca… creo que solo el glande de Roberto cabía en esa boca llena de verga aquella boca que yo había besado en tantas oportunidades.

  • Roberto: Hola Claudiño… estamos… con Dani…
  • Eneida: Teniendo sexo, por lo que… ¿qué te parece que nosotros…?
  • Claudio: ¡Eh!.. la verdad es que…
  • Eneida: Vamos ven acá chiquillo, dijo besándome con inusitada intensidad y atrayéndome hacia ella, tratando de hacer ver como lo más normal que la gente cambie de pareja

Pese a que ya me había imaginado todo, no podía dejar de asombrarme que tía Dani hubiese sucumbido a la primera de cambios al apuesto negro, y ahora sin cortarse un pelo se estuviera tragando esa inmensa boa. La verdad es que me dio un furor que apenas puede controlar y disimular. No sé cómo me había metido en esto… aún cuando era lo acordado hacía solo un par de horas antes… Pero en términos naúticos solo podía decir que ya estaba embarcado en la situación.

Pasada esta primera impresión, decidí que follaría a Eneida por todos lados y con la máxima entrega posible, de tal forma demostrar que “yo era lo mejor para ella”. Si bien mi verga era minúscula al lado de la de Roberto no estaba mal, además, ¡usaría todo lo aprendido para volver loca a la mulata!, resaltando lo que sin dudas creo y puedo defender ante cualquiera, ¡El hecho de que mi resistencia es superior al promedio!... No soy un súper hombre pero sí soy como el conejo de eso que en un famoso comercial usa unas pilas casi inagotables, jajaja.

Comenzamos a magrearnos con Eneida mientras su esposo seguía dando satisfacción a mi tía que se comportaba como una puta mamadora. Abracé a Eneida y rápidamente le saqué  las tetas del sujetador de la diminuta tanga, mientras ella tomaba su propia iniciativa y sacaba a mi erecto amiguito del bañador. Junto con comerle las tetas, amasaba el apretado culo de la mulata… el que sin lugar a dudas era ¡un sueño de culo!... incluso podría decir que superaba al de Rosalinda el más cercano en perfección que hubiese conocido. Estaba de lo más entusiasmado en atender a la mulata, cuando noto que Roberto acuesta sobre cubierta a tía Dani para ensartarla en su descomunal lanza.

  • Tía Dani: Uy que grande, ¿no sé si me entrará?
  • Roberto: Não se preocupe, si a Eneida le entra a ti también gatita muito gostosa dijo en una mezcla de castellano y portugués o “portoñol”.
  • Eneida: Es grande pero te acostumbras, después no puedes dejarla, jejeje.
  • Tía Dani: ¡Ahhh!, cabrón es muy grande alcanzó a decir cuando ya iba por la mitad de la carrera hasta el fondo.
  • Roberto: Mira Eneida, Claudio también tiene una buena herramienta, jejeje, dijo mirando a mi amiguito cuando yo colocaba a Eneida en cuatro para darle su merecido.

Comencé un suave pero profundo mete saca, la chica gozaba casi sin decir o expresar muchas emociones, solo miraba a su pareja mientras yo tomado de sus caderas la follaba sin pausa. En tanto Roberto que le daba a tía Dani, la muy puta gozaba y gemía como loca, pese a que ella intentaba mantener controlada la cadera del negro para que no la empalara viva. No sé por qué me dio por mirar lo insistente de su intercambio de miradas, era extraño, ella lo miraba a él y el a mí. Finalmente decidí no preocuparme más de esas peculiaridades y continué con mi tratamiento a Eneida, dándole profundamente para que sintiera a mi amiguito… las paredes de su coño se adaptaban perfectamente a mi verga. Por un momento había pensado que su coño estaría como “desbocado” al ser sometido periódicamente a la enorme verga de su pareja, ¡pero no!, podía sentir las húmedas paredes de la mulata apretaban mi verga.

Pasado unos minutos de duro mete y saca la mulata comenzó a moverse por su cuenta con una cadencia cada vez más acelerada. Yo por mi parte le intentaba controlar el culo y lo único que conseguía era amasar sus duros cachetes… hasta que de un momento a otro pasó de un asombroso silencio a gritar y maldecir en portugués… o eso creo. Sentí como su coño cobraba vida propia y apretaba mi verga en espasmódicos movimientos… luego exhausta cayó derrengada a mi lado en la cubierta. Entonces casi sincronizado a su mujer, Roberto comenzó a correrse en tía Dani, afortunadamente para ella, la sacó solo instantes antes de inundar su desbocado coño, increíblemente la pareja se había corrido al unísono.

Yo por mi parte aún estaba  caliente por haber follado tan deliciosa mulata, por lo que al ver a tía Dani tan cerca del orgasmo pero aún insatisfecha del todo me apiadé de ella, y reemplazando a Roberto en la faena me situé entre sus piernas y se la metí de un golpe, sé que ella lo sintió ¿no sé cómo?, pero lo sintió. Comencé a darle duro a mi tiita, la que prontamente me seguía el ritmo moviendo su culo para profundizar mis estocadas, ella casi delirante comenzó a pedirme que le diera más duro, en eso Eneida se apoderó de una de sus tetas y comenzó a comérsela con devoción, diría que la devoraba siendo imitado por Roberto el que se colgó de la otra enorme ubre de mi tiita, mientras su boa aún dejaba su leche en cubierta.

Al igual que unos instantes antes, por un momento temí que mi verga no fuera suficiente para cubrir el coño de tía Dani, pues pensaba que había sido perforado por una tremenda boa. ¡Pero no!, la sentía como siempre, cosa que confirmé cuando tía Dani gemía de calentura y me ayudaba a profundizar mis estocadas, días después me confesaría que la verga de Roberto era casi inolvidable, pero la mía era la mejor ¿no sé si creerle?

  • Dani: Ahhh mi vida me corro, sigue… sigue….
  • Roberto: Que buzeta mas quente voce tiene Dani
  • Eneida: Y una tetas preciosas….
  • Yo: Aguanta tía que me voy a correr luego
  • Dani: No puedo ahh… ahhh… ahhh.

Tía Dani se corrió como una burra y yo que estaba pronto a hacerlo salí de su coño y sus piernas y derramé parte de mi leche en sus tetas, y otra parte en la cara de Eneida, la que se sorprendió un poco pero rápidamente esbozó una sonrisa. Acto seguido pasó algo que me impactó más… ya cuando dejé de proyectar mi simiente en tía Dani y Eneida, la mulata y Roberto comenzaron a limpiar mi leche de las tetas de mi tía, la cual se dejaba hacer pues estaba casi sin sentido por el tremendo orgasmo alcanzado.

Después de la tremenda follada, los brasileños sacaron la merienda y unos refrescos y comenzaron a comentar lo bien que lo habían pasado, mientras tanto yo como tía Dani aún estábamos sorprendidos por lo acontecido. Eneida con toda naturalidad y aún con su coño al aire repartía la merienda sonriente… obviamente todos comimos lo que habíamos preparado para recuperar fuerzas.

Por la tarde zarpamos de la cala y mientras tía Dani le comía la boa a Roberto que se encontraba al timón y Eneida le comía el coño a mi tía… Era una pareja de libidinosos cariocas, jejeje. Por lo que no pasaron ni tres segundos y yo ya estaba tan caliente como ellos, por lo que le pasé la lengua por el culo a Eneida, el cual aún tenía el salobre gusto a mar, cosa que me encantó y sin esperar más la ensarté con todas mi fuerzas y metiéndole un dedo en el culo de tía Dani le di duro a la mulata, la cual se corrió entre jadeos al igual que su maridito que había sucumbido a las caricias orales de Tía Dani.

Nuevamente me encontraba a un “tris de correrme”, pero lo tomé con calma y enfocándome en tía Dani le puse mi amiguito en el orto y se la clavé dándole por el culo por ser tan puta. Eneida al darse cuenta de cómo culeaba a tía Dani se metió por debajo de mi tiita que estaba en cuatro para comerle el coño… creo que la mulata le dio una comida de coño de antología por que la puta de mi tía se corrió entre estertores y profundos suspiros.

Con mis últimas fuerzas tomé a la mulata también la puse en cuatro y mirando a Roberto le apunté mi verga en el perfecto orto de Eneida, en eso el me dijo algo como lo siguiente:

  • Dê-lhe um por conta própria porque sua oração é virgem... nunca me permitiu colocá-lo lá.
  • Yo: ¿En serio?
  • Eneida: Sí, por lo que tómalo con calma, por favor.
  • Yo: O sea nunca…
  • Eneida: Una vez lo intentamos pero Roberto no pudo meterla…
  • Yo: Sí es muy grande lo entiendo, lo haré despacio.

La verdad es que no fui tan bruto como con tía Dani, pues efectivamente no estaba acostumbrada a ser culeada, por lo que tía Dani muy cooperativa me untó mi verga en crema humectante… solo entonces se la metí hasta la empuñadura a la mulata. Mientras inauguraba ese pequeño y apretado orificio Eneida gritaba algo que no entendía y su marido le acariciaba la cabeza y le decía palabras que sonaban a consuelo. Finalmente me corrí en ese culo maravilloso, Eneida se levantó y le puso su orto en la boca a Roberto para que el negro se lo besara… aún creo que Roberto necesitaba ir a un psiquiatra.

Casi llegando a nuestro destino, Eneida junto a tía Dani me invitaron a la cabina donde entre las dos me dieron una tremenda cubana a cuatro tetas y luego se montó sobre mí como si fuera una gaucha de Río Grande do Sul arreando ganado, debo reconocer que es una mujer candente, incluso creo que más allá de lo común. Esa calentura después de todo lo que la había follado y culeado me sorprendió tanto que le pregunté:

  • Yo: ¿Cómo está tu culo?
  • Eneida: Me duele un poco pero quiero repetir, jejeje

Cansados de nuestro paseo, llegamos con ganas de “flojear”, por lo que solo fuimos a la playa a por los últimos rayos de sol, incluso no jugamos el eterno encuentro de futbol. Casi al anochecer y después de ver como el sol se ocultaba fuimos a la cabaña a iniciar el típico proceso de la ducha, en esta oportunidad me duché con Flo, la cual se mostró tan cariñosa como inquisitiva, interrogándome por nuestra navegación mientras me frotaba el pecho con sus tetas y tomaba mi verga con una mano… junto con contestarle y narrarle someramente lo sucedido, la folle bien follada, hasta que Ani nos apuró para saliera de la ducha ya que estaba cansada de esperar y sin más nos dijo:

  • ¡Fóllala afuera!, que tengo que sacarme la sal y la arena de la playa.

Por la noche los brasileños nos invitaron a todos a una barbacoa estilo gaucho, pues Eneida era proveniente de una pequeña ciudad fronteriza con Uruguay y parte de sus costumbres era hacer “asados” los cuales por cierto eran muy alabados por Roberto.

En esta velada fuimos todos incluyendo a las inglesitas y Tomy, todo era muy agradable hasta que Eneida y Dani comenzaron a comentar con Ann y mamá lo grande que era la verga de Roberto… ¡no sé cómo!, pero  al poco rato en esa sórdida conversación estaban incluidas Miranda, Mary, Ani e Isa… Si me preguntan por Tomy, él estaba con Flo conversando en un rincón de la cabaña muy apartados del grupo.

Lo que más me molestaba es que hablaban de la verga “boa”, como si cada una deseara ser partida por ella, ¡es más!, si no fuera porque estaba mi madre e Isa me hubiese ido del lugar, pues me parecía de pésimo gusto discutir del tema como si yo no existiese.

  • Dani: ¡Sí Eneida! el amiguito de tu hombre es un verdadero ¡amigote!, jajaja
  • Eneida: ¡Es cierto! ¡cuando la vi por primera vez no lo podía creer!
  • Mamá Julia: ¿Si es tan grande como te entra?
  • Eneida: Como le entró a Dani… jajaja… con paciencia….
  • Dani: ¡Vamos Julia! como te entraría a ti también, jajaja
  • Ann: Las que hemos tenido hijos podemos con cualquiera, jajaja.
  • Isa: Sí el canal uterino permite eso sin problemas, dijo en forma docta.
  • Mary: ¡Mamá!, no digas esas burradas…
  • Miranda: Puede decir burradas cuando se está hablando del burro, jajaja
  • Ann: ¿Y Claudio como es la tuya?
  • Yo: Diría que normal….
  • Isa: Yo no diría eso, la tuya es más que  normal, pues tienes unos buenos 20 centímetros y el promedio es de unos 16 centímetros dependiendo de la raza.
  • Miranda: ¿Cómo lo sabes?
  • Isa: Estudio medicina…
  • Miranda: ¡Ahh!
  • Ani: Y le mira la verga al hermano, jajaja
  • Isa: Y tu se la comes, jajaja
  • Ani: Bueno fui su novia.
  • Eneida: ¿¡O sea ustedes follan en familia!?
  • Dani: Bueno… es un poco duro decirlo así, pero es verdad.
  • Ann: Vamos Dani… nosotras hemos catado a Tomy y le enseñamos todo ¿o no niñas?...
  • Mary: Mamá no debes andar contando eso… a todo el mundo
  • Eneida: Pero lo más impresionante de Claudio no es el tamaño… el que si bien es bueno, no es lo más extraordinario, la verdad lo que me asombró fue su resistencia digna de actor porno.
  • Ann: ¿En verdad?
  • Isa: Sí es muy superior a la media…
  • Tía Dani: Yo también creo que si hubiese sido más grande te deja inválida después de culearte, jajaja
  • Eneida: Oye Dani, no seas mal hablada…
  • Mamá Julia: ¿Mi hijito también te culeó?
  • Roberto: ¡Sí el chico es increíble!, dijo metiéndose en la conversación mientras traía unos finos trozos de asado desde la parrilla.

Debo reconocer que todo lo hablado fue una sorpresa algo incómoda para mí, pero indicaba que las inglesitas no eran unas santas y que misteriosamente encajaban en el grupo de furcias, la verdad es que Tomy al igual que yo era un chico con suerte.

Pero el recato y los celos que me daba hablar ese tema, me ponían mal, pese a que ellas lo tomaban con casi total naturalidad y desenfado, cosa que me hacía enfurecer.

Pese a mi reticencia, me porté lo más normal posible, mientras la velada y el vino siguieron corriendo, tanto que no sé como al rato Ann y mi madre le comían la verga a Roberto, mientras Mary y Miranda hacían lo mismo conmigo…. Por otro lado pude divisar como Tomy le deba duro a Flo que no paraba de alabar al afortunado chico, cosa que me molestaba in extremis.

Furioso porque Tomy se follara a Flo, levanté a Mary y montándola a horcajadas sobre mí, la empalé con mi amiguito y mientras la hacía berrear de goce con cada envestida… también le amasaba las tremendas tetas que se gastaba... la chica eraq un tiro al aire y le gustaba follar. Por su parte Eneida y tía Dani se comían el coño mutuamente, haciendo un espectacular sesenta y nueve, la mulata sin dudas era una de las mujeres más candentes que había conocido en mi vida.

La orgía se había desatado pues Ani y Miranda imitaron rápidamente a las otras, magreándose ferozmente, y desnudándose a tirones para después hacer un sesenta y nueve en uno de los sofás de la cabaña, la verdad es que era un revoltijo de furcias por todas partes... De pronto sentí un beso en la mejilla y vi que era Isa que se despedía y me decía que no llegara muy tarde a su cama que debíamos hablar.

Las dos golosas que le comían la verga al negro pronto se las arreglaron para montarlo a su regalado gusto, su desenfreno por domar a la tremenda boa hizo que prontamente Roberto boqueara y se corriera dentro de la inglesa. Por su parte mi madre se montó en la cara del negro y este a fuerza de su lengua hizo que mamá se corriera… fue duro ver a mamá comportarse como una puta caliente, pero ella inconsciente de mis pensamientos siguió animando la boa que tenía a su alcance, indudablemente le “picaba el bichito” y quería probar algo así de descomunal.

En algún momento mi preocupación fue por las otras… entre ellas Mary a la que tenía ensartada hacía rato, ella se corrió como burra y quedó casi en éxtasis… era la primera vez que follaba a una mujer sin preocuparme de cómo estaba, solo la follé. Terminada la corrida, me levanté depositándola a un costado casi como si fuera una muñeca.

De pura mala leche me levanté y fui en dirección al sofá donde Ani y Miranda estaban aún en un intenso sesenta y nueva, me paré tras Miranda y haciendo a un lado la boca de Ani tomé por el culo a la inglesita ensartándola… quería partirle el culo a la segunda de las hermanas inglesas. Miranda dio un respingo pero pronto comenzó a mover sus caderas en forma cadenciosa. A los segundos Ani se recuperó de mi sorpresa, y continuó pasando su lengua por el peritoneo de la inglesita, a la cual ya la habían comido el coño un buen rato, por lo que comenzó a correrse tras unas pocas pero profundas estocadas de mi verga.

Nuevamente no me preocupé de nadie y sin parar a mirar nada, me fui a por la madre de mis dos primera “víctimas”, o sea en busca de Ann, la cual recién se recuperaba del orgasmo que le había dado Roberto, llegué a sus pies le abrí de piernas y sin pedir permiso se la metí. Ella al principio se sorprendió y reaccionó con un poco de enojo, pero ya a las tres estocadas su actitud cambió, realmente le gustaba ser perforada y se puso muy colaborativa… le fui dando duro, sin pausas. La furcia inglesa se puso a decir todo tipo de frases que por la situación no pude y no quise entender.

Por su parte la puta de mamá a base de caricias y lametones había conseguido una nueva erección de Roberto, quizás no la más dura como la inicial, pero igual se las ingenió para meterse gran parte del culebrón del negro y comenzar a cabalgarlo… al ver eso me subió el furor mezclado con algo de ira y más duro le di a la inglesa, la que ya deliraba de goce, se notaba que lo rudo le venía bien.

En el rincón de la cabaña Tomy logró que Flo se corriera por lo que se paró y rápidamente ya se estaba follando a Eneida, la que rebotaba sobre él gritando cosas que tampoco podía entender, pero a todas luces se veía que disfrutaba… debo reconocer que el mirar a la mulata me tenía loco, ese culo merecía algo más, por lo que cuando logré por fin hacer correrse a Ann, la dejé como una muñeca inanimada por el agotamiento y me dirigí donde estaba, colocándome tras la mulata a la que empuje hacia adelante escupiendo en su orto  y mi amiguito.

Es así que la enculé por segunda vez en su vida (según ella), mientras seguía follando con Tomy. La sensación fue algo extraña ya que los cojones de Tomy y los míos se topaban en las estocadas y podía sentir como nuestras vergas dilataban tanto el canal vaginal como el recto de la bella mulata, la cual no paraba de berrear de placer y dolor. De pronto noté como Tomy se tensaba y corría en Eneida, pues cada pulsación de la verga de él se transmitía por las paredes interiores de mi “víctima”. Ella ni corta ni perezosa se sacó mi verga de su culo y la enfiló a su coño… la muy puta se la fue metiendo sin dejar de estar arriba de Tomy que le comía las tetas pese a estar exhausto de las folladas anteriores.

Yo después de tanto follar y de lo caliente que estaba me corrí inundando el coño de la mulata que ya tenía en su interior la leche de Tomy. Eneida era un loca desatada y su maridito creo que peor, pues cuando salí de atrás de ella, él se fue a comerle el coño enlechado a mulata… Que puedo decir, le gustaba que a su mujer otro la enlechara y más le gustaba el sabor a leche ajena, así y todo era un amante excepcional que volvía loca a todas incluyendo a mi otrora “Santa Madre”.

Las horas fueron pasando, Tomy se folló también a mamá Julia y a Ani, la cual también probó la boa de Roberto, yo por mi parte le di duro a Flo, pues ya sabía que con lo puta que era no sería nunca solo mía, a esas alturas yo estaba decidido a no tenerla como mi amante nunca más, la verdad es que no me gustaba ni aún me gusta compartir mis mujeres. Terminadas mis fuerzas y reservas de semen me fui a dormir, llegué y mi Isa me recibió con su calor y afecto, estaba tan cansado que me acomodé a su lado y me dormí.

Al otro día después de la tremenda orgía todos estaban agotados, por lo que solo Isa y yo nos levantamos algo temprano a entretenernos para aprovechar nuestra estadía. Tomamos un rápido desayuno y fuimos a andar a caballo, lo pasamos muy bien con “Rocinante” y “Moro”, dos caballos muy mansos (ideales para nosotros), para luego dar un paseo por la playa… como les dije la noche había sido dura y en las otras cabañas también estaban en silencio con la excepción de los ancianos ingleses que disfrutaban de un tímido sol que asomaba por entre las nubes.

  • Yo: ¿Isa por qué te fuiste anoche?
  • Isa: No necesito probar una tremenda boa como la de Roberto para quedar satisfecha, jejeje
  • Yo: Pero las otras.
  • Isa: Ellas son ellas, y yo sé que a ti no te gusta compartir el cariño de tus mujeres…
  • Yo: ¿Eso piensas?
  • Isa: Vamos hermanito, está más que demostrado y se leer tus caras, jajaja
  • Yo: Tienes razón…
  • Isa: ¿Qué piensas hacer?
  • Yo: Follar solo con las que quieran ser mías y de nadie más…
  • Isa: ¿Y yo?... tengo novio…
  • Yo: Lo quieres y lo hablamos, no estás saltando de cama en cama como las otras furcias.
  • Isa: ¿En esas furcias incluyes a mamá?
  • Yo: Hasta ayer no, pero sucumbió a la boa de Roberto… ¡sí ahora lo es! Dije algo molesto
  • Isa: ¿Y qué harás al respecto?
  • Yo: Con todo el dolor de mi corazón, creo que debo buscar a las chicas que sean solo para mí.
  • Isa: No creo que exista, pero debes buscarla.
  • Yo: Existe, el problema es que no solo debe ser como quiero que sea, si no que debo quererla… Tú eres lo más próximo a “esa chica”.
  • Isa: ¿Y Paula?...
  • Yo: Paula es mucho mayor que yo…
  • Isa: Pero solo folla contigo… y con mamá, pero con ella es algo obligado…
  • Yo: Es una buena chica y con un cuerpo digno de pecado… dije sin agregar nada más.
  • Isa: A Paula le gustas…
  • Yo: ¿Tú crees?
  • Isa: No tengo duda de eso… ¡tal vez ella podría ser una de tus chicas!

Al medio día cuando regresamos a la cabaña y nos juntamos con las “furcias” para un lunch. A esa hora  ellas ya estaban en pie y con hambre (sin dudas por las energías gastadas), por lo que se sentaron rápidamente a devorar todo, mientras comentaban todos los pormenores de la orgía, y obviamente todo sobre la verga de Roberto y alguno que otro comentario sobre Tomy, siempre comparando a este último conmigo.

El único consuelo fue que Ani y Mamá coincidieron que nadie me podía superar en satisfacer a una mujer, pues si bien Roberto era gigante, duraba lo que dura el promedio de los seres humanos, incluso menos que Tomy el cual según ellas se había portado muy bien. Todo este dialogo me hastiaba, lo único que quería era irme y no volver a hablar del tema.

Por la tarde todos fuimos a la playa como si nada hubiese pasado, jugamos al mismo juego de fútbol de siempre, nos bañamos y jugamos en el agua como siempre, nada extraño hasta que Miranda me dijo al oído que quería más de mi verga, luego Eneida me dijo lo mismo y Ann también solicitaba mis servicios ¿¡es que no se cansan!?... Aún pensando en si las follaba o no, escuché por lo que decían a la pasada, que solo Mary le pidió a Roberto que le partiera en coño… tal vez no lo había catado, la verdad es que no lo recordaba. Por otra parte, ¿no sé qué sería de Tomy en cuanto a lo mismo?, pero lo vi que se iba a algún lado con Flo y Ani, bien por él, ya que era un tipo simpático y mis primitas eran unas furcias que lo harían ver las estrellas.

Finalmente dejando a mamá Julia y a tía Dani en la plata fui con Eneida, Ann y Miranda a nuestra cabaña, ellas iban muy alegres, casi diría como de paseo al zoológico donde yo era la bestia a admirar. Tan solo entrando Eneida se me abalanzó y mientras me besaba le decía con gestos a las otras que me desnudaran. Es así que partimos con algo más  simples caricias, sobre todo gracias a que Eneida muy entusiasta me ayudó a calentar a punto de ebullición a la madre y la hija. Las inglesitas como les decía de cariño tomaron tal temperatura que por primera vez hicieron un incestuoso 69, las dos además de comerse los coños, se amasaron sus tetas como si en eso se les fuera la vida, mientras yo me turnaba con Eneida en satisfacerlas… yo con mi amiguito, Eneida con un pepino que algún día sería una sabrosa ensalada para la familia. Terminada la mini orgía, tomamos un café o té (dependiendo de la opción de cada uno) y conversamos de trivialidades mientras nos recuperamos de tanta acción.

Los días de vacaciones que nos quedaban en el lugar, aún cuando fue más de lo mismo, con la sola diferencia que cuando mamá, tía Dani, Ani o Flo pedían mis servicios, yo me hacía el desentendido o simplemente me negaba, ya estaba hastiado de que yo fuera la alternativa a la boa negra. En esas ocasiones que me buscaban, les decía que debía follar a Isa la cual no se quejaba de que la prefiriera a ella, o simplemente follaba a las inglesas y en última instancia a Eneida la cual evitaba de ser posible, pero no siempre podía a causa de ser una mulata demasiado candente y rara vez aceptaba un no por respuesta… claro que Tomy en más de una oportunidad se alegró de mi determinación.

Finalmente nuestra estadía en la cabaña terminó, todos los que estuvimos en ella con la excepción de mí, quedaron de volver a encontrarse con los otros vacacionistas el año próximo. Creo que en gran medida fue que por lo íntimo de la situación, pues no solo habían compartido la diversión de la playa si no que también la cama… La amistad de alguna forma se consolidó, pero dentro de ellos con el único que intercambié correo electrónico fue con Tomy, pues pese a ser una “dura competencia”, con el siempre nos llevamos bien, era y es un buen sujeto… pensándolo bien creo que era calcado a mí, ¡claro que en versión anglosajona!

Ya todos embarcados en el coche y de camino de regreso, fue tía Dani la que rompió el fuego contra mí, al preguntarme directamente que me pasaba… obviamente con la sola excepción de Isa, las otras se agregaron a la inquietud que en los últimos días flotaba en el ambiente y siguieron hostigándome con preguntas tales como:

  • Ani: ¿Por qué no follaste con nosotras después del día…?
  • Flo: ¿Estas celoso?
  • Mamá Julia: Hijo debes entender que no podíamos perder la oportunidad.
  • Yo: ¿De catar al negro… o de follar con el inglesito?
  • Tía Dani: ¿De qué te quejas?... te follaste a Eneida y la inglesitas ¿O no?
  • Yo: Yo no me quejo de nada, son ustedes las que me están preguntando… creo que hicieron lo que querían y nunca se los impedí.
  • Ani: Pero nos evitaste desde la noche en que todos…
  • Yo: ¿Cuándo follamos todos contra todos?
  • Flo: Sí, desde ese momento ya no lo hiciste con nosotras.
  • Yo: Pensé que con la boa del negro les era suficiente.
  • Tía Dani: Sabes que no. El era grande, pero tú eres especial.
  • Yo: No me sentí muy especial.
  • Mamá Julia: No te pongas borde, sabes que entre la boa y tú no hay punto de comparación, tú eres único, no creo que exista mujer en el mundo que no quiera repetir contigo después de follarte.
  • Yo: Lo lamento, pero no estoy dispuesto a que después de follar a otros vuelvan buscarme como premio de consuelo o porque o por que el otro no alcanzó para todas… sé que algún día si seré superado por otro negro y simplemente me reemplazarán.
  • Ani: Eres un imbécil borde, tú te lo pierdes.

Así dimos por terminada esta extraña conversación, tras la cual mantuve silencio hasta llegar a casa. En las vacaciones gracias a todas las cosas que hicimos me había divertido, no lo puedo negar, pero con la excepción de Isa, mis parientas me habían desilusionado, buscando una verga como si solo fuera un dildo. Mi Isa en todo el trayecto tampoco abrió la boca si no fuese para preguntar si faltaba mucho para la siguiente parada.

Luego de dejar a mi tía y primas regresamos a casa donde me tocó descargar el coche y obviamente desempacar todo lo mío. No me molestó la poca cooperación de mamá e Isa, por lo que rápidamente intente iniciar el retorno a la “normalidad”. Lo primero que hice, fue tratar de contactar con mis amigos y por supuesto que mis “otras chicas”,  entre ellas a mi Ainhoa, ella me contestó desde Palmas y me dijo que aún no regresaba. Como estábamos a mediados de agosto aún estaba la mayoría de vacaciones, solo estaban en la ciudad doña Montserrat y Montse, la primera aún trabajando en su tienda de modas y la segunda al igual que yo, había regresado recién de pasear con su noviecita por las islas griegas… ¡Uff, que envidia! En cuanto a Paula, aún no regresaba de trabajar, pues la tienda cerraba pasada las siete.

Cuando hablé con doña Montserrat, rápidamente me dijo que pasara por ella el viernes a la hora del cierre, pues necesitaba que conversáramos, casualmente estaba con Montse, pero antes de llamar a su hija al teléfono, me dijo que Montse luego estaría sola, ya que su novia saldría de vacaciones con sus padres una semana. Al tomar el teléfono Montse me saludo con su acostumbrado entusiasmo, al igual que su madre me informó que estaría sola por lo que tal vez podríamos ir a divertirnos a algún lugar. Me pareció que su idea era más por cumplir que por su deseo de verme. Así y todo era claro que no me quería ver estando con su novia, por lo que acepté esa vaga posibilidad, pues me daría la oportunidad de ir preparando el terreno para terminar con uno de los favores pedidos por su madre, que para mi gusto era como una de las “doce tareas de Hércules”.

Finalmente Paula sabedora que llegaríamos de las vacaciones por la tarde, llegó al atardecer apenas unos minutos después de la hora de cierre (había tomado un taxi), bajó presurosa y al verme me abrazó y me dio un beso francés de escándalo, tanto que Isa entre risas le dijo que no me matara, ¡por fin alguien que me extrañaba!, la verdad es que estaba muy atractiva pese a vestir solo ropa de trabajo, conversamos en la cocina mientras bebíamos unos refrescos, mamá e Isa trataron de meter conversación, pero Paula no estaba muy interesada en ellas y yo menos.

Como les dije, mis relaciones con mamá no estaban en buen pie, e Isa estaba más que satisfecha al haber concentrado todas mis energías en ella y casi no las distribuyera con las otras chicas, por lo que rápidamente quedamos en que pasaríamos la noche juntos para ponernos al día y contarnos lo acontecido en el tiempo que no nos habíamos visto. Esto último fue “divertido”, sobre todo por ver la cara de mamá, la cual aún mal humorada por mis continuos rechazos después de follar con “Roberto la Boa”. Mamá aceptó el hecho sin muchos reparos, sería que estaba cansada del viaje pues había manejado la mitad del camino o más.

Cenamos una deliciosa paella de conejo que nos tenía Paula y comentamos gran parte de los pormenores de nuestras vacaciones, todo iba bien hasta que salió el tema de Roberto (el cual no quería yo tocar) y su boa. Entonces Paula comprendió gran parte de mi malestar, pues ya sabía de mi lado “celoso”, por lo que me miró sonriendo y rápidamente desvió el tema hacia otras cosas intrascendentes, tanto que solo le faltó hablar del clima y lo sofocante del calor de la ciudad.

Hablando de calor, a eso de la hora de dormir me di una “feroz ducha” de agua helada y casi sin secarme me dirigí a mi cuarto, donde para alegría mía, estaba una preciosa Paula vestida con unas picardías que no solo resaltaban sus curvas que son imposibles de ocultar, si no que la hacían verse muy sensual. La verdad es que estaba de infarto, entonces recordé las palabras de Isa sobre ella, a lo que sumando a su alegría y deseos de verme, me reconfortaron mucho. Entonces pensé que si bien era mucho mayor que yo, ella podría ser mi chica, por lo que sin más me fui a por ella.

  • Paula: ¿Me extrañaste?
  • Yo: Sí, la verdad es que lo pasé bien, pero en algunos momentos pensé en ti.
  • Paula: ¿En mí o en mi cuerpo?, jejeje
  • Yo: En ti completa, jejeje
  • Paula: Yo también en ti completo, incluyendo a tu amiguito, jejeje
  • Yo: ¿Pero quieres más a mi amiguito o a mí?
  • Paula: Al principio, a tu amiguito, pero ahora creo que más a ti, jejeje

Se levantó de mi cama donde yacía en una pose como la “maja no muy vestida” y abrazándome me besó con ternura sin dejar de exudar la sensualidad que la caracteriza. Sentí el calor de sus pechos que traspasaba la delicada tela que los cubría, eso me excitó como pocas veces me había sucedido (mentira siempre me excito con ella). Reaccioné abrazándola también, el movimiento casi por automático dejó que mi toalla resbalara cayendo al suelo, haciendo que mi entusiasmado amiguito saltara situándose entre sus piernas y la rajita del coño… ¡Uff… que sensación!!

Nuestro abrazo comenzó a transformarse en dulces pero fogosas caricias, se notaba que no nos veíamos hace tiempo… mis manos pasaron rápidamente a acariciar su precioso culo, el cual no sería el de Eneida, pero era un manjar de primer nivel, lo amasé mientras simulábamos follar pasando mi amiguito por su rajita del coño. Un coño que exudaba mucha humedad, los dos estábamos que hervíamos de deseo. Mientras  yo avanzaba en la conquista de ese cuerpo, ella me dio un morreo de padre y señor mío, su lengua paseaba por mi boca buscando su deleite y luchaba con la mía para darnos placer. Estaba en eso cuando me dice…

  • Me voy a vivir a un apartamento…
  • Yo: ¿¡Qué!?
  • Paula: Me voy a vivir a un apartamento, ahora gano bien y encontré un lugar para mí.
  • Yo: ¿Cuándo te vas?
  • Paula: Este fin de semana… ¿te irías conmigo?
  • Yo: Pero Paula no me puedo ir, mamá no me dejaría, además pronto entro a la universidad.
  • Paula: El apartamento queda a cuatro o cinco cuadras de ella, y tu madre no creo que deje de pagar la universidad…
  • Yo: Puede ser, pero sabes que soy menor de edad, mamá tiene mi custodia y además tengo novia…
  • Paula: Pronto serás mayor y no me importa si quieres seguir follando con ellas, solo quiero que estés conmigo… que me acompañes
  • Yo: ¿Pero lo has pensado bien?
  • Paula: Sí, todo este tiempo… pero no me respondas ahora, solo fóllame.

Después de su sorprendente propuesta, Paula retomó sus caricias, y sin demora se sacó el sujetador para que yo sintiera sus tetas… ¡esas maravillas insuperables!...  comenzó a estrechar el abrazo, luego las restregó por mi torso como queriendo impregnarme de ella por todo mi cuerpo, el sentir su suavidad contra mi piel me tenía loco y apabullado de sensaciones.

Como les decía, el sentir su piel y voluptuosidad sobre mi cuerpo ocasionó que mi excitación llegara al máximo… como nunca mi verga pugnaba por entrar en algún lugar… ¡fuese cual fuese!, por lo que noté ella estaba igual que yo, lo puedo afirmar por que comenzó con un cadencioso movimiento de sus caderas que me mataba… Se notaba que estaba ansiosa y luego de unos segundos, corrió su tanguita a un lado descubriendo su coñito, casi como por automático subió una pierna a mi cama para que la penetrara sin demora. Todo lo que les cuento lo realizamos sin decirnos nada, no era necesario… ella me deseaba y yo a ella.

La penetré con lentitud, abriéndome camino con mi ariete por su rajita del coño, separando los labios uterinos sin dificultad, ella suspiraba sin dejar de besarme. Seguí adentrándome en su vagina, la humedad y tibieza de ella era casi de otro mundo… subí una de mis manos por su voluptuoso cuerpo hasta llegar a sus pechos enormes, firmes, grandiosos, sublimes… ¡me tenían loco!… Le amasé una de sus tetas mientras mi boca dejaba sus labios y se engolosinaba con la otra… ¡Uff! Que delicia, en especial con esos duros pezones rodeados de sus grandes areolas, por supuesto muy en armonía con el conjunto…  Tal como recordaba ¡eran unos melones pesados pero suaves al tacto!

Paula era una hembra de bandera y sin ser la más bella de cara de todas mis conquistas, la exuberancia de su cuerpo mataba a cualquiera, como también el hecho que junto con Isa era por lo más, la más dulce y amable de ellas… Paula pese a ser un monumento al deseo erótico pasional y libidinoso, es mas bien tímida y bastante sumisa.

Como les decía su voluptuosidad engaña a todos, pues al verla solo piensan que es una diosa sedienta de sexo, la más candentes de las mujeres que alguien pueda conocer… por solo el hecho de que su físico sea como es, asumen que es una ninfómana, o simplemente una furcia. Pero ella no lo es, Paula simplemente es una chica normal de espíritu, dulce, cariñosa y amable, cosa que mamá había descubierto al poco andar.

Mientras realizábamos un afiebrado mete saca, la levanté tomándola del culo y la senté en mi cómoda para poder usar mis manos en ¡amasar, acariciar y comer! sus deliciosos melones… ella me miraba y sonreía. Entonces Paula en un acto casi circense puso sus piernas sobre mis hombros y me llevó a una dimensión desconocida… su coño ahora me apretaba como nunca, simplemente sabía que me tenía a su merced… por mi parte yo solo deseaba complacerla. Sin duda se sabía ganadora del diálogo que habíamos tenido solo minutos antes.

Esa noche la disfrutamos como nunca al no tener a mamá encima de nosotros (lo que muchas veces fue literal), como también al hambre que nos teníamos. Follamos como nunca, ella se corrió a lo menos tres veces y yo otras tantas, le pasé a mi amiguito por todo su lujurioso cuerpo, nuestro sudor se mezcló con nuestra saliva y otros fluidos, es decir nos pringamos de nosotros, ¡que deliciosa sensación!

Por la mañana Paula salió temprano a su último día antes de las cortas vacaciones que le correspondían. Como yo estaba agotado del viaje y de tanto sexo de la noche que había llegado a su fin, no la sentí salir… para cuando desperté ya no estaba… solo me quedaba su aroma. Mientras me duchaba recordaba y meditaba la oferta que me había hecho, la verdad es que tenía miedo de no dar la altura para el desafío de ir a vivir con ella y por otro lado tenía pánico de decirle a mamá que quería irme de casa con Paula y que ella se enojara conmigo.

Cuando llegué a la cocina solo me encontré con Isa, la que con gusto me preparó unos huevos con chorizo y me sirvió una taza de café con leche. Esta amabilidad que agradecí fue en consideración a todo lo que le había hecho a Paula, por lo que supuso que debía de estar hambriento (no era mentira, lo estaba). Nos sentamos a conversar y le conté lo de la oferta de Paula, ella con su lógica y madurez impropia de una joven, me respondió que era una locura, pero valía la pena intentarlo si es que no me desviaba de los estudios.

Estábamos terminando el desayuno con Isa cuando pareció mamá, ella me saludó muy afectuosa y me regaló un montón de besos, en esos momentos pensé (son besos de la misma boca que habían catado al negro y al inglesito), eso me enfureció por unos instantes, pero así como me asltó la furia, así se fue como por arte de magia y me tranquilicé… ¡eran besos de mi madre! Debía de estar contento… del otro lado de la mesa Isa sonreía y me miraba como incitándome a decirle lo de la propuesta de Paula.

  • Yo: Mamá, debo decirte algo…
  • Mamá Julia: ¿Qué sería mi niño?
  • Yo: Paula quiere que vivamos juntos en un apartamento cercano a la universidad
  • Mamá Julia: ¿Pero qué?... ¡esa furcia te quiere llevar de mi lado!....
  • Yo: Calma mamá, ella me lo pidió siempre que cuente con tu autorización, ¡es más! ella me alimentará y cuidará de mí, tú solo tienes que cubrir mi matrícula…
  • Mamá Julia: Si claro, lo hará mientras la folles como anoche ¿o no?
  • Yo: Claro mamá, seremos una pareja….
  • Mamá Julia: Sí una con diez años de diferencia, tú un chiquillo y ella una puta madura, ¡primero me quitó al marido y ahora quiere arrebatarme a mi hijo!….
  • Isa: Calma mamá, Paula no te quitó al marido, el la buscó solito, además deja que Claudio experimente un poco el mundo real.
  • Mamá Julia: En lo de tu padre tal vez tengas razón pero en cuanto a Claudio…
  • Isa: Mamá ella no te está quitando a Claudio, siempre será tu hijo y podrás verlo cuando quieras…
  • Mamá Julia: ¿¡Tú que sabes Isa!?.. ella es una puta madura, hará lo que quiera con él.
  • Isa: No lo creo mamá, mira como Claudio nos tiene a su merced a todas, no creo que sea capaz de hacer lo que quiera con él. Además Paula tiene alma de sumisa, tú lo sabes…
  • Yo: Mamá, lo que dice Isa es cierto, ella es sumisa y sé que me quiere.
  • Mamá Julia: ¡Pero la quieres tú?
  • Yo: Sí como quiero a Ainhoa, Montse y las otras… si a eso te refieres.
  • Mamá Julia: No, me refiero a amor…
  • Yo: No, no creo que la ame, si la quiero…
  • Mamá Julia: ¿Pero qué pasa si ella se enamora de ti?
  • Yo: No lo sé, creo que igual nos llevaríamos bien…
  • Mamá Julia: Pero si se embaraza y…
  • Isa: Serías abuela, jajaja…
  • Yo: Es cierto, jajaja… y me tendría que hacer responsable por el chaval, pero eso no quiere decir que nos casaremos….
  • Mamá Julia: Yo de abuela ¡jamás!, jajaja…. No, solo tía, jajaja
  • Yo: Viviría con ella de lunes a viernes, los fines de semana vendríamos aquí.
  • Mamá Julia: No te lo voy a impedir, no quiero que después me eches la culpa a mí. Además los fines de semana yo tendré prioridad…
  • Isa: ¿Y yo?, jajaja
  • Mamá Julia: Bueno tú también, jajaja

Ese es el resumen de las casi dos horas de conversaciones con mamá, la verdad es que fue agotador y si no hubiese sido por Isa, creo que mamá no lo hubiese aceptado nunca, lo bueno es que en ese momento, mi tirante relación con mi progenitora mejoró como por arte de magia. Tanto que follamos casi de inmediato, intenté llagar a la habitación, pero no pasamos de la sala.

Mamá invitó a Isa a unírsenos mientras yo la tenía tomada por la cintura y le apoyaba mi verga en el culo y la sobajeaba toda, incluso subiendo una mano para magrearle también las hermosas tetas que se revelaban en el escote del vestido, como me calentaba mamá. Isa nos miraba y reía como dudando de participar.

  • Mamá Julia: Mmm que rico Claudio que me pones loca, recuerda que tienes que venir los fines de semana y follarme.
  • Yo: Mamá, eso es exactamente lo que deseo, y sabes que te quiero, dije sacándole una de las tetas del vestido y comenzándola a chupar con lujuria.
  • Isa: Me convencieron, ¿me puedo unir a ustedes? dijo sacándose rápidamente el vestido y quedando en solo su sexy ropa interior.
  • Yo: Por supuesto hermanita dije, mientras le desabrochaba el vestido a mamá Julia, la que quedaba en topless pues no vestía sujetador.

Yo, continué chupando las hermosas ubres de mamá mientras le agarraba el culo a Isa y la atraía hacia mí, mi hermanita me besó con pasión y me ayudó a manosear a mamá que estaba muy caliente…. Luego me sacó la verga y comenzó a pasársela por la cara y la boca, para metiendo mano en el coño de mamá hacer que se la pasara. ¡Uff! mis parientas estaban deseosa de que les pasar mi amiguito por las húmedas rajitas aún vestidas por sus delicadas braguitas. Podía sentir claramente los hinchados labios mayores y su humedad, tanto con mis manos como con mi verga

Como disfrutaba de todo esto, el otrora inexperto adolescente las tenía a mi merced. Le saqué el sujetador a Isa y ella las pegó a las de mamá para que yo disfrutara de ese conjunto perfecto que tanto me atraían. Mientras disfrutaba de las gloriosas tetas que estaban a mi disposición, metí mis manos por entre sus bragas y comencé a “dedearles” los ojetes para dilatarlos… Isa intentó reclamar, pero mamá la besó con pasión impidiéndoselo.

Isa entendiendo que mamá estaba muy caliente se arrodilló frente a mamá y comenzó a lamer mi verga que se asomaba desde atrás del coño de mamá y le preguntó:

  • ¿Mamá te gusta como te como la verga?
  • Mmm sí Isa, síguele comiendo la verga a mamá.

Yo me moría en cada succión de mi verga que estaba además acariciada por el coño de mamá, la verdad es que mi hermanita ya era tan puta como las otras y sabía tento recibir como dar placer.

Luego decididamente le baje las bragas a ambas y les pedí que se sentaran en el sofá de la sala con las piernas abiertas, bajando mi cabeza comencé a lamer y chupar el coñito de mamá Julia y “dedear” a Isa, la cual ya se sobaba sus tetas.

  • Yo: Isa, chúpales las tetas a mamá mientras le como el coño, le ordené.
  • Isa: Bueno, ¿pero después serás buenito conmigo y me chuparás mi conchita?
  • Yo: Si de todas formas.

Continué con mi cunnilingus con dedicada pasión, hasta que sobrevino el ansiado orgasmo de mamá Julia el que fue expresado a gritos, soltando un importante rio de flujo vaginal. Por su parte Isa ya estaba muy caliente, por lo que tiró de mí para que aplicara el mismo tratamiento a ella, comenzando esta nueva tarea… a estas alturas titánica, pues tenía cansada la legua y la boca. Gracias a lo ya adelantado por la masturbación con los dedos de Isa, pude acabar rápido y no desfallecer. Al levantar la cabeza vi a mi madre en cuatro patas chupándole las tetas a Isa, por lo que sin pensarlo mucho, me paré detrás y le metí la verga de un solo golpe, lo cual hizo que ella soltara un gritito y le dijera que actuara con más cuidado, pero dado lo caliente que se encontraba, ni siquiera consideré, iniciando un frenético mete saca que a los minutos hizo que mamá tuviese un nuevo orgasmo.

Aún sin descargar hice que Isa se pusiese en cuatro patas y procedí a realizar lo mismo, con la diferencia que ahora mi madre se colocaba bajo Isa y le pasaba la lengua al clítoris de su hija con alguna ocasional lamida a mis bolas… el frenesí sexual era tremendo… Después de un rato logré sacarle a Isa un buscado orgasmo, quedando ambas féminas sentadas en el sofá, por lo que aún sin descargar le pedí a Isa un lubricante para ensartar por el culo a mamá, ella muy diligente me trajo aceite de oliva de la cocina y me la puso en la verga diciéndome que era lo mejor para ensartar a mamá que estaba lista sobre el sofá.

Por primera vez ensarté a mamá mientras Isa le comía el conejito y de vez en cuando chupaba mis bolas. ¡¡Que delicia!! Pronto mamá que ya estaba más que sensible, gritó que se corría y así lo hizo. Para no quedar a medias les ordené que pusieran sus tetas y caras para que él les derramara mi leche, ambas muy obedientes se pusieron en posición, tomando sus tetas y acercándolas a mi verga recibieron los calientes chorros y luego se los limpiaron con fiera pasión, nuestra celebración había terminado.

Ya por la tarde mamá de mucho mejor humor esperó a Paula y antes de que yo pudiera decir algo, la llevó a su habitación y conversaron un buen rato, al principio las palabras traspasaban la madera de la puerta, luego se comenzaron a calmar y a la hora después ya no se sentían. Isa y yo comenzamos a preocuparnos, tal vez mamá había matado a Paula y la estaba descuartizando para deshacerse del cadáver o podría ser al revés… ¿cómo saberlo?

  • Isa: Entremos, será lo mejor
  • Yo: No me atrevo…
  • Isa: No seas cobarde… debes ser valiente para ir a vivir con una chica…
  • Yo: Bueno vamos… ¿pero cómo entramos?
  • Isa: ¡Entramos y ya!

Nos paramos frente al cuarto de mamá y se sopetón abrimos la puerta, la sorpresa fue para los cuatro, ya que mamá estaba con las piernas abiertas semi desnuda mientras Paula no mucho más vestida que ella, le comía el coño como en los mejores tiempos de sumisión a mamá. En eso no sé si por nervios o por ver las caras de sorpresa de ellas, Isa estalló en una risotada y luego todos la seguimos por simpatía.

  • Isa: Jajajaa, pe…perdón, jajaja, nos vamos, jajaja
  • Yo: Jajaja…. De ningún modo, jajaja… vamos a participar….
  • Mamá Julia: Jajaja… si mis niños vengan, jajaja.

Dada la invitación tomé a Isa por detrás y la apoyé con mi verga que no tardó ni dos segundos en estar dura mientras mi hermanita intentaba “escapar” de mi acometida, al ver la supuesta oposición de Isa, le saqué la blusa y el sujetador a tirones para amasarle sus deliciosos pechos, ella me decía todo tipo de “improperios Isa”, o sea nada, le piñizcaba sus pezones le amasaba las tetas mientras la punteaba por sobre su pantalón.

Paula al ver la escena, se levantó un poco dejando el coño de mamá por unos instantes y simplemente le bajó los pantalones y bragas a Isa para facilitarme mi acometida, luego mientras besaba el depilado coñito de Isa me bajó los pantalones y bóxer ante la atenta mirada de mamá. Con mi hermanita a mi disposición flexioné mis rodillas y la envergué de un solo envión, tanto que Isa dio un respingo y como pudo me pegó en el culo. Desde ese momento le di a Isa hasta hacerla correrse y luego a mamá, para finalmente follar a Paula a lo perrito mientras mamá le comía el coño a Isa.

Terminada la mini-orgía nos dedicamos a preparar mi nueva aventura y cambio de vida, claro que Paula se fue de casa antes que yo, pues mamá solo me liberó cuando ya estaba inscrito en la universidad y había tomado ramos, muchos de los cuales coincidía con Ainhoa, la que seguía siendo mi novia oficial, pese a que no le gustó que yo fuese a vivir a casa de Paula, la cual después de invitarla a que la conociera logró apaciguar a la pelirroja.

Esos días fueron de locura pues entre mis nervios naturales y folladas rápidas con Ainhoa tipo “a lo aquí te pillo y aquí te mato”, como las llamadas de doña Montserrat a la cual tuve que apaciguar dándole una de esas para volverla loca. Realmente no tuve tiempo de respirar. Solo unos pocos días antes de finalizar mis vacaciones le prometí cumplir con su solicitud costara lo que costara, pero eso se los narraré más adelante, ahora solo pienso en la universidad.

Continuará…