Como Cambió Mi Vida Capítulo 26
Intentando mejorar la convivencia familiar, Claudio comete algunos errores, pero sin pensarlo arregla otros. Nuestro pardillo preferido aprendiendo de su mamá, asume la posición de macho dominante, pero se mete en más problemas pero soluciona otros.
Capítulo 26:
Al domingo siguiente se juntó toda la familia incluyendo a sus respectivos anexos, como Biocha, Ainhoa y Aitor el novio de Flo, la idea de nuestras madres era hacer un almuerzo que nos fortaleciera como familia. Al improvisado evento incluso acudieron Juan y Francisco desde sus lejanas unidades e Isa la cual por fin no tuvo turno. La reunión resultó de lo más amena y encantadora; la barbacoa cocinada por los “militares” fue muy, pero muy buena.
En fin, todo fluía sin problemas, comimos y bebimos perdonando la expresión como si fuera la “última cena de los condenados”, hasta que yo, después de muchos vasos de gaseosas tuve que ir al baño, el más cercano estaba ocupado creo que por Ainhoa a la cual le había perdido la pista después de que se quedara conversando por ahí con Ani, el otro de visitas estaba ocupado por alguien más, por lo que fui al que creía ser el único disponible, el del cuarto de tía Dani, pero al tomar el pomo de la puerta, una voz femenina que me habla a mis espaldas y me dice:
- ¡Yo primero!, que no aguanto….
- Claudio: ¡No, yo prim…! alcancé a decir, cuando sorpresivamente Flo me hace a un lado apurándose para entrar.
Intenté evitar que se metiera antes que yo, pero ella puso su cuerpo delante de mí forzando el paso. Dada la sorpresa ella tomó ventaja, pero mi urgencia por orinar era un motor de mis acciones, ante lo cual yo la tomé de la muñeca para impedirle su entrada; iniciándose un forcejeo que obviamente yo ganaría por mi mayor fuerza, o eso pensaba. Pero Flo ¡no sé cómo!, en su desesperación me dio un agarrón en el paquete apretándome fuerte, yo en tanto, por la natural reacción de proteger a mi amiguito la solté, momento en que ella se mete al interior del baño intentando cerrar la puerta. Pero yo no estaba dispuesto o mearme encima, por lo que recuperándome de la sorpresa alcancé a ingresar antes de que cerrara. Estando los dos adentro me dijo:
- ¡Estoy que me hago!... ¡tengo que mear!... ¡sal de aquí!
- Claudio: Yo también… sal tu yo estaba antes…
- Flo: Déjame primera, lo necesito… estoy que me meo…
- Claudio: Yo también…
Sin decir nada más se bajó su jeans y se sentó, para bajarse las bragas mientras ya estaba sentada, por lo que no alcancé a evitar que meara antes que yo, ¡la muy perversa me había ganado! Estaba tan desesperado que al escuchar el sonido de su descarga de Flo me urgí hasta más allá del límite y contrario a las buenas costumbres y mi educación, saqué mi verga y oriné en el lavabo, pues no aguantaba más.
- Flo: ¡Eres un asqueroso!
- Claudio: Y tú una bruja pervertida (no tengo imaginación ni costumbre para insultos)
- Flo: jajaj, eres un pardillo, jajaja, un pardillo asqueroso, jajaja.
- Claudio: Pero que folla mejor que tu Aitor, jajaja.
- Flo: No me recuerdes eso, ayer me violaste y eres un asqueroso delincuente, y no le llegarás nunca a los talones a mi chico, que es un príncipe y no un mugriento pelafustán maricón como tú.
Eso me enfureció (estoy seguro que no la violé, ¡ella se dejó!), y antes de que Flo terminase de limpiarse el coñito, puse mi morcillona verga a escasos tres centímetros de su cara, ella al sorprenderse me la tomó como queriendo evitar que la usara en su boca. No me hacía daño alguno, solo la tenía en la mano, la dejé limpiarse sin agredirla o forzarla mientras aún la tenía a mi amiguito en su mano. Con el tibio calor de su suave y tersa mano, mi verga partió endureciéndose como una roca hasta alcanzar su total esplendor. Cuando terminó de limpiarse con mi verga aún tomada, ella quiso levantarse, Momento en que la empujé sobre sus labios carmesí, los cuales llegué a rozar con el glande. Flo intentó decir algo pero la empujé más y metí mi glande en su boca, ahora su boca estaba llena de mi verga (gracias Dios no me raspó con sus dientes), la miré a los ojos y le sonreí pérfidamente.
- Flo: Eressf… ung asquegosof, intentó decir, mientras le agarraba su cabeza y le follaba suavemente la boca.
- Claudio: Tú te lo buscaste, ahora paga.
- Flo: Pegdafo de Maguica, ashquerofog… intentaba decir.
- Claudio: Pero te gusta la verga de este maricón, cómela so puta, ya sé que te gusta.
Pese a sus palabras y la situación algo forzada, Flo comenzó a cooperar con su lengua y labios, así que de pronto, en vez de estarle follando la boca, era ella que me daba una mamada en propiedad. Yo por mi parte, de tenerle tomada por la cabeza, pasé a acariciarla con dulzura y cariño. De pronto me tenía en el cielo, sus caricias a mi falo era como yo las recordaba de los buenos tiempos, no duré mucho pues me dejé llevar hasta que sentí que me corría:
- Claudio: Flo… me corro…
- Flo: Guenof.. asquegoso…
- Claudio: ¡En serio me corro…!!
No me contestó y siguió en la faena, por lo que comencé a descargar borbotones de leche en su boca sin que ella lo intentase evitar. No sé cuantos chorros de mi leche inundaron su boca, pero a mí me pareció una de las mayores corridas de mi vida; diría que casi interminable. Al sentir que mi verga menguaba, ella la limpió con la lengua, luego terminada su faena, se paró, subió las bragas y jeans, me miró con ojos de asesina, e hizo una mueca diciéndome:
- No eres ni la mitad de hombre que Aitor, marica de mierda.
- Claudio: Pero te gusta la verga de este marica y te tragaste toda mi leche, so puta
Luego salió del baño aún furibunda y sin haber enjuagado su boca. Al minuto salí yo, pero tan pronto al llegar a la mesa, Ainhoa me preguntó ¿por qué había salido de la misma habitación que Flo? (la de tía Dani), ante lo cual le respondí:
- Buscaba un baño desocupado y al golpear en ese me dijeron “ya salgo”
- Ainhoa: Y tenías que golpear justo en el baño que estaba esa furcia de Flo.
- Los otros dos de esta casa estaban ocupados, uno creo por mamá y el otro por ti.
Ella insistía por el hecho de ser ese baño justo el que yo necesitaba, y que no podía esperar para usar otro. Pese a que le insistí que me pareció más rápido a esperar ahí a que Flo hiciese lo que tenía que hacer que mearme, ya que el otro baño más cercano estaba ocupado y yo demasiado apurado. Pese a lo dicho, Ainhoa insistió de por qué no había usado el otro baño, por lo que finalmente le dije:
- Claudio: Bueno dado que los otros estaban ocupados, en vez de mear, decidí entrar al de tía Dani para follarme a Flo mientras esperaba.
- Ainhoa: Eres un cretino y después de mirarme con furia volteó a hablar con Ani
Mi iracunda respuesta solo fue un mecanismo de protección porque no me gustan las escenas de celos, pese a que ella había acertado en que algo había yo hecho con Flo. En todo caso Ainhoa a esas alturas de nuestra relación, sabía perfectamente que yo me follo a las que me follo, y que siempre le cuento (esta era la primera vez que no lo hacía, aún cuando sabía de mi anterior “lío” con Flo).
Un minuto después todos veíamos como Flo se besaba con Aitor en la sala dando muestras de un afecto que yo sabía falso, mientras las otras chicas se reían de su osadía y le decían tonterías. Claro que nadie más sabía que Aitor estaba saboreando mi corrida en la boca de su infiel novia.
Ya al atardecer los militares retornaban a sus quehaceres y nosotros a nuestras respectivas casas, por lo que Juan nuevamente le pidió a Ani que dejara a Biocha en su casa, pese a que mamá también lo había ofrecido, pero Ani evitó el compromiso al decir que iría a dejar a Ainhoa, quedando finalmente de ir yo con mamá a dejarla después de dejarlos a los militares en la terminal de buses.
Al tener que ir en el mismo coche los militares, Isa, Mamá Julia, Biocha, Paula (iba con nosotros aduciendo que la dejaríamos en su casa después) y por supuesto yo. El coche parecía transporte de carga, pues adelante iba Juan (el más alto) conduciendo, con estaba Francisco a su lado (otro de los gigantes), atrás a un lado mamá con Isa sobre su regazo y luego al medio Biocha, mientras yo con Paula en mi regazo al otro lado. La verdad es que al tener ese portento de culo sobre mí, me calentó como si yo cayera en una caldera encendida. El trayecto a la terminal son de algo de como 20 minutos, tiempo en que acaricié ese bendito culo con gran disimulo, rocé las magníficas tetas de Paula sin que Francisco o Juan se dieran cuenta, pero había alguien que estaba muy interesado en lo que pasaba, no era mi madre, ni Isa… ¡Sí era Biocha¡ que debió de sentir mis movimientos y como sin querer, me tomó una mano y la puso por el lado de una de sus piernasdisimuladamente.
Eso me puso a hervir y ya casi sin disimulo acariciaba el culo de Paula, y metí mi mano entre las piernas de Biocha llegando hasta su coño, claro que ambas estaban vestidas pero no son insensibles, las dos se sobresaltaron pero lo disimularon lo mejor posible, ayudadas por los baches de la calle, ¡yo estaba frenético! Ya sin reservas o miedo, también acudí por debajo de la falda de Paula (¡Oh fortuna!), en dirección del apetecido orificio del coño, pero por sobre sus bragas. Isa sentada sobre mamá iba mirando hacia adentro y de inmediato se dio cuenta y me fulminó con su dulce mirada, esa que en oportunidades puede ser como la del ángel de la muerte, pero no dijo nada. Biocha detuvo mi mano pero ya nada podía hacer, pues ya estaba en su coño, como la otra la tenía en él de Paula, la que se acomodó abriendo un poco las piernas, debo decir que les amasé todo el trayecto, tanto que llegó a salir olor a coño; aroma al que mamá comenzó a referirse “como que había un olor extraño en el coche”, hecho que a nadie pareció incomodarle.
Los dejamos en el terminal con las correspondientes despedidas, luego subimos al coche, yendo mamá e Isa adelante y el resto atrás, yo al medio aprovechando de acariciarle las piernas a Paula y Biocha las cuales me tenían las manos más que controladas para que no volviera a incursionar en sus coños. En este trayecto con destino a casa de Biocha nadie habló más allá de mamá que se apenaba por no ver a su niño grande, cosa que Biocha respondía con frases cortas o monosílabos mientras luchaba con mis intenciones, pero bastó a que ella dejara el coche y se despidiera para que mamá dijera:
- Paula, no puedes ser tan puta que tengamos que sentir tu olor a coño…
- Isa: No la retes mamá, fue el olor de Biocha ya que tu niñito la comenzó a pajear…
- Mamá Julia: ¿Es cierto?...
- Claudio: Sí mamá, contesté acojonado.
- Mamá Julia: Es la novia de tu hermano, por mucho que te la hayas follado antes, no puedes hacerlo de nuevo… eso no se hace.
- Isa: No es culpa del pardillo, ella comenzó el jueguito, ya que la vi cuando le tomó la mano y la puso en su pierna.
- Mamá Julia: Así y todo, una cosa es un juego y otra es entrarle al coño, así que ya sabes no debes hacerlo carajo.
- Claudio: Sí mamá
- Mamá Julia: Perdón Paula por acusarte de puta… pero pensé.
- Paula: No se preocupa doña Julia, no pasa nada.
- Mamá Julia: Gracias, en compensación, te lo puedes llevar a la cama hoy para ti solita, jejeje
- Paula: Gracias doña Julia, si él quiere acepto la oferta, dijo ya más que caliente
Entramos a casa, mamá e Isa fueron a la cama y Paula se quedó en la cocina preparando su lunch para el día siguiente, ya que iba a trabajar al negocio de tía Dani; yo por mi parte aproveche la autorización de mamá de follar con Paula y fui a la cocina, me puse por detrás y la tomé por sus caderas. Paula al sentir mi verga dura y parada apoyada entre sus cachetes del culo por sobre la falda suspiró y dijo.
- No vas a esperar a estar en la cama.
- Claudio: No alcanzo, estoy muy caliente
Comencé a moverme suavemente aún sin aventurarme bajo su falda, ella se apoyó en el mesón y dejo de hacer lo que fuese que estaba haciendo empujando su culo para atrás. Yo por mi parte comencé a moverme atrás y adelante, lentamente sobre el excitante cuerpo de ¿¡la amante de Papá!? Ahora pienso que en realidad ya era otra de mis amantes.
Paula permanecía afirmada con los ojos cerrados, mordiéndose el labio, mientras yo le mordisqueaba el cuello, luego le amasaba las tetas, casi podría decir que la estaba follando con la ropa puesta. Mi calentura hizo que aumentara mis embates contra ese duro y apetitoso culo. Mi verga chocaba contra la falda y las bragas que cubrían tanto su coñito como los cachetes de ese portento de culo. Estaba en las nubes y solo la quería para mí, por lo que le bajé las bragas de un tirón y la envergué, ella gimió de placer y sentí como su coño húmedo deba cabida a mi verga por completo; mientras la penetraba con apasionado placer, como pude le saqué las tetas de su apretada envoltura, sin duda era una mujer hecha para pecar, ahora entendía a papá y su “encoñamiento” con ella.
De pronto no sé por qué senti que era observado, inevitablemente miré hacia la entrada y vi como Isa no se perdía detalle de todo, mientras nos miraba disimuladamente, se apretaba su coñito que ya la tenía mojado desde que me vio en el auto. Así y todo no intervino en nada, solo veía como me follaba a Paula. Seguí cruzando mi mirada con la de ella, sin para de follar a Paula, por lo que después de un apasionado mete-saca, me corrí como un burro en el interior de la voluptuosa Paula. Fue increíble y casi me derrumbé sobre ella mientras me corría, lo que la llevó a un orgasmo un poco después. Cuando me recuperé y volví a mirar hacia Isa, ella ya no estaba.
Seguimos con Paula en su habitación, ella aprovechó con apasionada dulzura la oportunidad de que mamá no estaba haciendo de “dominatrix”, y follamos hasta que cansados de hacerlo, ella dijo que debíamos de dormir pues se levantaba temprano. La verdad es que hizo lo que quiso conmigo y para mi fortuna, todo fue maravilloso.
La siguiente semana, no folle ni hice nada con nadie, pues estábamos en la recta final de los exámenes y la verdad que entre la ansiedad, los estudios, como también lo evasivas que estaban “mis chicas”, todas ocupadas en sus propios asuntos, incluida mamá, la que por unos importantes pedidos con suma urgencia, trabajaba hasta tarde y se contentaba con la comida de coño de su secretaria. Así que no tuve a nadie con la disposición de albergar a mi amiguito y tampoco le puse mucho empeño en ello.
El fin de semana siguiente, nadie planeo nada, pues debíamos rendir las pruebas de selección, solo Isa me hizo prometerle que la acompañaría a un evento muy importante ese viernes, por lo que le expliqué a Ainhoa que no podría ver y ella con mala cara y poco receptiva, me dijo que hiciera lo que quisiera siempre y cuando no me follara a ninguna de las putas de mis primas (incluyendo a Ani su actual mejor amiga).
El viernes llegó Juan y a los minutos se presentó Biocha en casa. Dado que en esta oportunidad el auto de mamá quedó para Isa, yo dormiría en casa con mamá pues así saldría a acompañar a Isa sin molestar a nadie, mientras Paula alojaría en casa de tía Dani, yéndose directamente del trabajo con tía Dani sin pasar por casa, así de esta forma se mantendría el secreto de que Paula vivía con nosotros y era uno de los juguetes sexuales de mamá (el otro soy yo).
Estaba en la sala esperando a Isa cuando entraron Biocha y Juan, este último fue a su cuarto a dejar las valijas y a cambiarse de ropa y una ducha rápida para salir con su novia por lo que quedamos solo los dos. En un principio intenté ser amable con ella y conversarle cuando me dijo:
- No te atrevas a hablarme pendejo degenerado…
- Claudio: ¡Perdón!, ¿por qué me dices eso?
- Biocha: Me metiste mano en el coche ¿o no recuerdas?
- Claudio: Vamos tu empezaste…
- Biocha: Era “un juego”….
- Claudio: Lo mío igual era “un juego”
- Biocha: No eres un pringado degenerado, ¡sabes que soy la chica de tu hermano!
Sin decirle nada, me paré de mi asiento y me dirigí hasta ella que se encontraba de pie y sin decir agua va, le tome de la cara besándola profundamente. Ella se sorprendió pero no hizo nada, no sé si quería contestarme o decirme algo pero abrió su boca lo suficiente para que mi beso fuera con una lengua que exploró el interior de su boca. Biocha aún paralizada no siguió con “el juego”, pero no me rechazó, acto seguido la tome de su culo y la apreté contra mi verga, no me cabe la menor duda de que sintió a mi amiguito duro y tieso, mis manos recorrían cada centímetro de su voluptuosa humanidad, incluso le metí mano en su coñito por debajo de su falda, hasta que sentí los pasos de alguien y la solté, ella estaba roja como tomate y con ojos iracundos pero no hizo nada
- Juan: Estoy listo Biocha… adiós hermanito pásalo increíble con tu hermana dijo en tono sarcástico.
- Claudio: Adiós chicos que se diviertan, dije sin seguirle su broma.
A los minutos llegó Isa, se veía preciosa, tanto que parecía una modelo de revista de modas, la alabé todo lo que pude y se me ocurrió decir. Mamá nos dio todo tipo de instrucciones y medidas de cuidado que debíamos tener y nos dejó en la puerta.
A la famosa fiesta yo iba casi como una maleta, la verdad es que no sabía a dónde íbamos, pero Isa tomó un rumbo algo extraño pues nos dirigíamos a un sector de hoteles para parejas que buscan estar solos, por lo que intrigado le pregunté a donde era la fiesta y ella me respondió:
- A uno de estos hoteles, tengo rentada una habitación para los dos.
- Pero, podríamos tener sexo en casa después de la fiesta
- Isa: Por ningún motivo, en casa está mamá y su manía de mandar en todo en especial en el sexo, además está la furcia de Paula con ese culo y tetas enormes que se gasta, no…definitivamente no
- Claudio: ¿No te gusta Paula?
- Isa: Sí es una buena chica, pero comprenderás que yo no puedo competir con la voluptuosidad de ella o de mamá… y por una bendita noche te quiero solo para mí.
- Claudio: Pero tú eres la mujer más linda que conozco, no hay nadie más bella que tú en el país y creo que en este mundo.
- Isa: Pero no tengo las tetas grandes y mi culo es reducido.
- Claudio: Tienes lindas tetas y un culito respingón delicioso, vamos que todas te envidian.
- Isa: Pero a ti te gustan culonas y tetonas…
- Claudio: Vamos que no es cierto….
- Isa: Es cosa de ver con quien follas y te diré que es la más pura verdad, por lo que conociendo mis debilidades, te aíslo del problema y me follarás solo a mí.
- Claudio: Con todo placer
Entramos al lugar registrándose Isabel con su reserva sin problemas, yo por mi parte le tomé la mano y la llevé presuroso al cuarto que era una réplica de un castillo señorial que daba un estilo y ambiente muy especial.
Me acerqué a ella, y me puse detrás. Isa me dejó hacer. Bajé mi pantalón y le metí la verga en la cola pajeándome con suavidad en el culito respingón cubierto por su vestido rojo muy ceñido, cada tanto se la pasaba por todo el culo y me detenía en su orto.
Isa estaba sorprendida por mi iniciativa… se calentaba a cada segundo, casi no lo podía creer, se sentía de lo más puta, ya que el solo hecho de que me llevara a un hotel era algo que nunca se hubiese imaginado hacer con un hombre ya fuese un novio o amante. Ahora le agarré sus bragas, y deslicé mis manos por dentro de ellas, la acariciaba de arriba abajo en verdad por todos sus duritos cachetes, luego le hice espacio a mi verga y se la pasé por toda la raja del culito hermoso de mi Isa, tocándole repetidamente el orto con mi glande…
Me calentaba el solo pensar que nadie más en el mundo le hacía esto… que ella era solo mía, y que me quería solo para ella, cosa que por ser como soy, era un imposible, pero en este momento solo éramos los dos. Mis pensamientos volaban mientras le pasaban la verga por la cola y ella se dejaba acariciar toda.
Mientras mi mente volaba y se dejaba llevar por la lujuria, la acariciaba sin descanso y le besaba el cuello de cisne que tiene. Le volví a agarrar sus preciosas tetas, las que sin ser grandes como efectivamente me gustan, son paraditas duras desafiantes de la gravedad con unos preciosos pezones rosados que invitan a deleitarse con ellos y con mi voz más sensual le dije:
- Son increíbles, ya una modelo de lencería le gustaría tenerlas así.
- Isa: Mmmm lo dices porque no tienes a las otras tetonas, pero sigue
Me seguí restregando mi endurecida verga en el respingón culito de Isa… pero mis excitación pudo más y empujé hacia adelante clavándosela bien adentro; sintiendo como su coñito se abría permitiendo el paso, como sus paredes vaginales lo facilitaban con su humedad acogedora, sintiendo cada centímetro de recorrido como toda ella entraba en contacto con mi ya hinchada verga, hasta hacer presión con mi ingle en el culo…
Isa se inclinó, apoyando las manos en la pared, levantando bien el culo para facilitarme la penetración en su coñito, mientras me decía que yo era solo de ella. Dada la inexperiencia de ella cosa que me causó gracia, la vi como intentaba sacarse el vestido y liberarse de su sujetador que le oprimía sus tetas a medio exponer.
Isa al sentirse penetrada profundamente por mí, casi desfallece y podía sentir que su coñito era un río de flujos que ya se mezclaban con mi líquido pre-seminal que anunciaban que pronto la llenaría de mi leche, no quería evitar mi corrida, quería sentir como toda mi pasión la inundaba.
Ahora aumenté el ritmo y le pasaba toda mi verga a lo largo de la profundidad de su coñito, se sentía muy húmedo y suave, sus paredes que si bien apretaban un poco, todo fluía como la máquina más aceitada del mundo, tanto yo como ella estábamos pronto a corrernos.
En un instante Isa casi sin control de sus sentimientos y emociones gritó mi nombre a los cuatro vientos, para luego desvanecerse por un instante, obligándome a sujetarla para evitar que cayera al piso. Estaba tan cerca de correrme que con ella sujeta de mis brazos la taladré con gran esfuerzo hasta que me derramé en su interior, fue sublime pero agotador, tanto que no sé como la tomé en vilos y la llevé a la cama para que se recuperara.
Con Isa ya recuperada me volvía el alma al cuerpo, ya que me llegué a asustar; por un momento pensé que haría si ella llegaba a morir en esa cama. El susto que afortunadamente duró solo unos instantes, hizo que me diera cuenta que mi Isa era una de la mujeres más importantes de mi vida y que nunca la abandonaría. Aún sin darse cuenta de lo acontecido e ignorante de mis pensamientos, se incorporó un poco en la cama para besarme con gran pasión, estaba muy excitada y quería más. Mientras yo respondía a sus caricias, ella me agarraba la verga, y con la otra mano me acariciaba la cara, así que casi sin darme cuenta le volvía tocar las tetas libres de sus vestimentas
Las siguientes dos horas hicieron el amor de mil y una formas diferentes, hasta que agotados y felices nos regresamos a casa. Isa estaba encantada y yo maravillado de tenerla, indudablemente era la chica más linda de todas y era mía.
Las pruebas vinieron y pasaron tan rápido como “suspiro de gato” o eso me pareció. En cuanto a mi vida y relación con las chicas y la familia, todo “seguía normal”, con la diferencia de que Juan era oficialmente el novio de Biocha a la cual veía de vez en cuando ya sea en casa de mamá o cuando salíamos todos en grupo; por otro lado, Aitor seguía con Flo. Por otra parte de Montse a la cual no había visto desde que compartió cama con su madre, tenía solo noticias algo raras para mí, ya que según Biocha, se había declarado lesbiana y ahora salía con una chica que era una preciosidad según todos la que la conocían.
Asimismo, mamá seguía con su manía de dominante según su propia declaración, y me usaba de dildo humano para follar a ella misma o a la que ella deseara que yo follase. Usualmente la elegida era Paula, a la cual continuamente le tenía que reventar el culo (creo más que nada por venganza), algunas otras veces Ainhoa era a la cual debía de pringar con mi leche en las tetas, y unas pocas veces a Ani a la cual le fascinaba como le llenaba el coño de leche, pero misteriosamente nunca elegía a Isa o tía Dani.
Eso sí, una vez me sorprendió al estar tomando té en casa con doña Montserrat como invitada (muy grata sorpresa por lo demás), no sé cómo, pero ahí estaba mamá con la bella morena madura, conversando de mí cuando entré y nos dice
- Mira mi niño quien deseaba verte
- Claudio: Hola doña Montserrat, hola mamá, que sorpresa.
- Doña Montserrat: Hola Claudito, ¿Cómo estás?
- Claudio: Muy bien doña Montserrat ¿y usted y Montse?
- Doña Montserrat: Yo bien, pero venía a pedirte un favor…
- Mamá Julia: Sí, Montserrat me estaba hablando de su problema con su hija.
- Claudio: ¿Está enferma Montse?... si puedo ayudar…
- Doña Montserrat: No ella está bien, es solo que ahora sale con una chica y no sé que hacer.
- Claudio: Es que en eso no hay mucho que hacer, si se quieren difícilmente se puede hacer algo.
- Mamá Julia: Pero tú fuiste su primer hombre y ella repitió contigo, ¿tal vez…?
- Doña Montserrat: Sí tal vez puedas hacerla sentir mujer…
La conversación continuó sobre el mismo tema hasta que el agotamiento me llevó a prometerles que haría lo que pudiese para “ayudarla”, aun cuando yo creía que si alguien te gusta, o te deja de gustar o no hay nada que hacer en este mundo.
- Doña Montserrat: Gracias Claudito…no sé como pagarte
- Mamá Julia: Sí gracias corazón eres muy buen niño
- Claudio: Vamos que no es necesario pagarme… aunque pensándolo bien… si hay una forma.
- Doña Montserrat: Tú dirás…
- Claudio: No sé si querrán, pero me gustaría relajarme.
- Mamá Julia: ¿Cómo podemos ayudarte a relajarte?
- Claudio: Mmm tal vez si me… hice un gesto apuntando a mi amiguito que ya sobresalía.
- Doña Montserrat: Es lo que pienso…
- Claudio: Creo que sí
- Mamá Julia: ¿Las dos?
- Claudio: Sí, ¿no les molesta?
- Doña Montserrat: Me da un poco de vergüenza, por tu madre…. dijo mirándola
- Mamá Julia: Oh no te preocupes, con tal de ayudar a una amiga, jajaja.
Me senté en el sofá y ellas se arrodillaron frente a mi cada una a un lado y antes de decir nada, se lanzaron como dos lobas sobre un cordero, mamá con su característica iniciativa sacó mi verga que ganaba no solo en tamaño, si no que en dureza, eso con solo mi excitación mental. Doña Montserrat, me dio un beso en la punta de la verga y después lamió todo el tronco ante la atenta mirada de mamá, luego ella también exigió su parte. Al rato ambas compartían mi hombría con sus lenguas, labios y boca, la verdad es que ya eran dos profesionales en el tema.
Al pasar el tiempo mientras ellas engullían a mi amiguito yo me solazaba con sus tetas, Isa tenía razón, me gustan las tetas grandes y ellas las tenían para llenar todo mi gusto, no sé cuanto pasó, pero me corrí como un burro y ellas se lo comieron todo incluso finalizaron con un caliente beso para intercambiar mi corrida, fue algo increíble.
Terminada la faena que sello el compromiso, ellas quedaron en la sala y yo me marché a mi cuarto para cambiarme e ir con mis amigos a jugar a la pelota en un parque cercano a casa, por lo que no vi cuando se fue doña Montserrat.
Los resultados de las pruebas fueron publicados unos día después, los cuales pasé con gran anhelo y nerviosismo, en esos día no busqué a nadie y mamá con gran comprensión no me obligó a partirle el culo a Paula, solo salí con Ainhoa y Ani un par de veces donde las folle para relajarlas, pues según ellas era la mejor forma de hacerlo.
Finalmente gracias al esfuerzo y algo de habilidad, quedé aceptado en Arquitectura junto con Ainhoa, por su parte Ani quedó en medicina siguiendo los pasos de Isa su prima predilecta. Todos estábamos más que contentos, por lo que mamá y tía Dani quisieron celebrar con una pequeña fiesta para los tres seleccionados, cuando quise preguntar por los invitados, como también si podía invitar a algún amigo o amiga, ellas dijeron que la organización estaba en sus manos y que no me preocupara.
Aprovechando un día de semana feriado sin puente, nos citaron a los tres a las cinco de la tarde para el magno evento, como ninguno de los tres debíamos de estar en casa de tía Dani donde sería la fiesta, pasé esa tarde en casa con las chicas jugando con la consola de video que me regaló mamá, la verdad es que extrañaba esos juegos.
A eso de las cuatro treinta Ani nos obligó a Ainhoa y a mí a subir al coche de su madre que había dejado a nuestra disposición, fuimos muy relajados, ya que como siempre me iba atrás pues parece que Ani sabe eso de que ten a tus amigos cerca y a tus enemigos (en este caso solo oponentes) más cerca aún, jejeje.
Apenas entramos a casa de tía Dani me encontré con un espectacular recibimiento, estaba Mamá, Tía Julia, Isa, Flo (para mi sorpresa), doña Montserrat y Paula, vestidas con unas picardías dignas de película porno, lanzándonos confeti, globos y besos para darnos la bienvenida a la fiesta, la verdad es que era alucinante. Una vez cerradas las puertas de entrada, miré a mis acompañantes y ellas junto con sonreír se lanzaron a abrazar y saludar a las otras, cosa que luego de la sorpresa imité.
Primero abracé a mamá, ella me llenó de besos, pude sentir toda sus tetas en mi pecho y el calor de su concha en mi ingle, luego se nos unió tía Dani la cual se restregó de lo lindo en mi costado, tanto que más que abrazarla le amasé el culo, cuando las hermanitas por fin me dejaron libre, Isa me besó y abrazó con su dulzura de siempre, su conjunto le sentaba tan espléndidamente bien que estaba para una publicidad de lencería. Luego siguió Paula a la cual, con lo que se ponga la hace verse sensual y excitante, lo que una vez que me dejó muy caliente al llegar a los brazos de Doña Montserrat.
Finalizados estos saludos muy excitantes, solo me quedaba saludar a Flo, la que mantenía distancia, me acerqué a ella y abrí los brazos en ademán de pedirle un abrazo. Ella hizo un gesto de fastidio, como dando a entender que ella no quería participar de la celebración, pero la abracé y estreché contra mi verga que ya reventaba dentro del pantalón, entonces ella me dijo:
- Mmm te sigo calentando pardillo cabrón.
- Claudio: Sí y tú sigues con ganas de que te culee, hoy te partiré el culo frente a todas, lamento que no esté tu noviecito.
- Flo: Antes deberás darle a todas estas furcias que te quieren comer vivo, jajaja.
Una vez terminados los saludos, todas ellas nos comenzaron a dar regalos y uno que otro agarrón, pero no había nada grosero o soez. Luego miré a mis camaradas de prueba y las vi como sin mediar palabra, ambas comenzaron a quitarse toda la ropa, y se quedaron solo con su ropa interior. Yo por mi parte no me quedó otra que imitarlas. Lo gracioso de mi striptease, fue que ellas se rían de mi erección, por lo que terminé por sacarme el bóxer también, lo que fue muy celebrado por todas. Obviamente, una vez terminado el espectáculo que di, todas me miraron con ansias a ver qué es lo que haría a continuación, ya que era el único armado con la herramienta que todas o casi todas deseaban.
Ani como siempre la más impetuosa me tomó de la verga y le dijo a todas que se sentaran que me debían hacer un “lindo homenaje”, al principio no entendí, pero después de sentarse ella en la única plaza libre, se zampó a mi amiguito como dando la pauta al resto, la siguiente porque estaba a su lado fue Doña Montserrat, después Paula, luego Ainhoa, después Isa, a ella le seguía mamá, la siguiente era Flo, pero ella cerró los labios.
En ese momento todas las que ya habían catado a mi amiguito le dijeron de todo tipo de cosas, obligándola a seguir el ejemplo para no ser la única aguafiestas. Tanta era la presión, que su mamá (tía Dani), me tomó la verga y la puso ante sus labios, momento en que ella algo mal humorada se la metió hasta el fondo y comenzó una mamada celebrada por todas, para finalizar la pasada en tía Dani con la cual ya estaba por correrme. A las cinco a o seis chupadas ella sintió que estaba por venir mi erupción, por lo que se la sacó de la boca y me enfrentó nuevamente a Flo donde me corrí en su cara, cuello y tetas.
La fiesta continuó con gran algarabía y felicidad, para ser una orgía con un único chico intenté dejarlas a todas lo más contentas posible, partí por follarme a Ainhoa, pues era mi novia oficial, luego a Doña Montserrat pues venía de lejos y eran pocas sus oportunidades de estar conmigo, al rato a Mamá, pues ella me había traído al mundo quedando extenuado con ella siempre muy excitante. Cuando por fin me recuperé, le di duro a tía Dani pues estábamos en su casa y era la anfitriona principal y le gusta que la folle, quedando agotado por un buen tiempo en que solo jugamos y bromeamos.
Pasaron algo más de dos horas y follé a Isa junto con Ani, las cuales me ayudaron con algunas actitudes lésbicas a darse mutuo placer y poder cumplir con ellas, finalmente quedaban Paula y Flo, a la primera le rompí el culo mientras estaba sobre la mesita de centro de la sala y mamá le sujetaba las manos alentándome junto a las otras a ello.
Llegó la noche tarde y Flo se veía nerviosa, pues ya no le cabía duda que le daría por el culo, aunque fuera lo último que hiciese en la vida, sonriendo la tome de las manos y la situé en uno de los sillones de la sala, luego la acomodé en cuatro como la perra que es y le pasé la lengua por el coñito. Ella se estremeció cuando lo hice, asimismo, pude sentir sus aroma y humedad, pese a no decirlo, estaba deseosa de que se la metiera. Lo raro o peculiar es que decía que estaba de novia con Aitor y que yo no debía de hacerle nada, pero ahí estaba en cuatro a mi merced, cosa que a las otras le causaba gracia y le decían que el único macho que necesitaba estaba comiéndole el coño.
Me puse detrás de ella y fui situando mi verga en la entrada del coñito, metiéndosela con fuerza ante los comentarios y atenta mirada de todas, sólo empujé un poco para que se deslizara completamente, ¡estaba inundada de flujos vaginales! Así inicié un suave mete saca que era acompasado por los gemidos y suspiros de placer de Flo. Con la atención de todas en como follaba a Flo, le agarre de las caderas y me concentre en cosas desagradables y poco lujuriosas para no correrme muy rápido, no sé cuanto esto pero en un instante de que mis embestidas aflojaban, Flo nuevamente habló, pero esta vez no fue para evitar que la follara:
- Po… po… pónmela en culo pardillo... me dijo en voz baja.
Se la saqué tan lento como se la había metido, y abriéndole los cachetes le escupí en el su apretado orto... Por su parte Ani se acercó y le metió un dedo que hizo que la afectada diera un respingo y gimiera, después le pasó varias veces la lengua por el culo llenándolo de saliva, ante lo cual, fui yo el que le metí el dedo medio y comencé a dedearla. Flo estaba entregada a mi voluntad. Ani por su cuenta estaba muy participativa e involucrada en esta actividad e invitó a Ainhoa a comerle las tetas a Flo, cosa que mi noviecita le pareció de lo más bien y se prendió de una de ellas con apasionado deleite. Nuevamente Flo me hablo:
- No seas malo, métemela y rómpeme el culo
- Claudio: ¿Cómo se pide?, dije solazándome con su sumisión.
- Flo: Rómpeme el culo por favor, no seas malo
- Claudio: ¿Aitor no te rompe el culo?
- Flo: No le da asco…. Vamos culéame hazme tuya.
Fui sacando mi dedo suavemente y escupí en mi verga apoyando la punta de mi glande en la entrada del precioso culo. Comencé a metérsela lentamente mientras su madre dejaba caer baba sobre mi verga, parece que quería proteger el orto de su niña. Seguí empujando hasta topar con mis bolas en su coño y mi ingle en sus cachetes, estaba totalmente ensartada por mí.
- Ahhh...que bueno… así, dale culéame, dijo con casi un hilo de voz.
- Tía Dani: Ya Claudito, no la hagas sufrir, dale.
- Claudio: Sí tiita, pero necesito más lubricación., dije sacando mi amiguito del orto de su hija
- Tía Dani: Eres un degenerado, pero bien….
Mi hermosa tía se metió mi verga hasta el fondo y dejó toda la saliva que pudo en ella, luego la volvía meter y sacar del orto de Flo que solo gemía. Mi querida tía repitió el procedimiento por otras cuatro oportunidades, fue algo realmente impensado, pero más que erótico. El culo de Flo ya estaba bien dilatado y aceptaba de buenas ganas el frenético mete y saca al que comencé a someterla, llegando siempre hasta el fondo del precioso culo.
Flo abrió lo más que pudo sus piernas y bajó un poco sus nalgas para facilitar mis empellones, mientras con sus manos se agarraba fuerte los brazos del sillón. Ainhoa y luego Ani se dedicaron a amasarle las tetas mientras miraban de primera fila como mi verga entraba entera en el culo de su rival.
Estaba agotado y caliente por lo que pese a intentar pensar en cosas desagradables o aburridas, mi lujuria estaba desatada y me corrí a lo bestia al interior de mi primita, pero al sacar mi menguante verga, tía Dani volvió a comérsela para limpiarla. Terminada la faena, las otras espectadoras aplaudieron y me besaron una por una, mientras aún tenía a Flo tomada de las caderas y ella continuaba afirmada del sillón
Casi a la media noche la fiesta terminó, creo que ya no podía más y todos nos fuimos a dormir, la mayoría a sus casas, yo con Flo a su cama, ya que todas las asistentes, con olo alguna excepción, insistió que la chica se merecía una buena cogida al amanecer, creo que la excepción fue Ainhoa y tal vez de Isa que no dijo nada. Mi amanecer fue a eso de las diez junto con Flo que tenía una actitud diferente, ahora era toda dulzura y follamos por un buen rato hasta que Ani entró de súbito y dijo algo alarmada que había llegado Aitor, el que estaba en la sala y que venía por su novia para salir. Salté de la cama y me fui a esconder donde tía Dani, mientras Flo se levantaba y le decía a su cornamentado novio que la esperara, ya que se había quedado dormida por la celebración de Ani.
Volví a casa a eso del medio día, mamá e Isa estaban en casa aún en pijamas, milagrosamente mi hermanita no estaba de turno, por su parte Paula lucía un leotardo ajustado y estaba aún sudada de su trote matinal, la verdad es que si no hubiese estado tan cansado le habría caído encima, pero ya habría otra oportunidad.
Preparé el almuerzo mientras todas se levantaban o duchaban, ¡sí les di una agradable sorpresa! según ellas. Tanto que Mamá dijo “que la mujer que se casase conmigo sería afortunada”. Durante nuestra comida, conversamos de que haríamos en el corto plazo, ya que las vacaciones comenzaban en una semana y pese a no tener mucho dinero, mamá sin decirnos había rentado una cabaña en cercanías de un lago, su idea era de que iríamos casi en masa con la excepción de los militares y el novio de Flo que iría a Londres a un curso de inglés. Asimismo me dijo que podía invitar a Ainhoa, de inmediato me imaginé una orgía veraniega y sonreí de solo pensarlo, especialmente después de recordar lo que habíamos vivido en la celebración, de repetirlo eso por dos semanas, llegaría en huesos a clases en la universidad.
Por último, dado que faltaba a lo menos diez días para irnos de viaje, mamá me dijo que debía cumplir con mi compromiso adquirido (algo forzado), con doña Montserrat. Le dije que a contar de ese mismo momento me encargaría, pero eso lo veremos en el póximo capítulo…