Como Cambió Mi Vida Capítulo 25

Trato de cambiar mi vida y alejarme de las infidelidades... la verdad es que mi destino es no solo sufrirlas tal vez las provoque..

Esta serie aborda muchas variantes de la vida de nuestro ¿heroe?, por lo que en este capítulo veremos algo de infidelidad y lios de adolescentes y no tanto

Capítulo 25: ¿Seré yo el infiel?

Nuevamente llegó el fin de semana con la diferencia que Juan llegaba de visita a la ciudad, dada la nueva situación y la presencia de la ex amante de papá, Paula y yo fuimos desterrados a casa de tía Dani; pues mamá consideraba que era muy difícil explicar la presencia de Paula y en mi caso adujo que no había espacio suficiente. Yo por mi parte no sabía si era moneda de cambio por el envío de Paula (una completa extraña para mi tía y sus hijas), o simplemente faltaba una cama (cosa que era cierto, pero Isa podía haber dormido con ella el día que no le tocaba turno). Finalmente pese a mis alegatos debí partir, no sin antes haber visto a mi hermano, el cual venía de muy buen humor y con ganas de conseguir chicas según me dijo al teléfono, ya que él se consideraba todo un “Don Juan”.

Ya a la hora de la cena fui a mi casa para verlo y saber de su vida, pasamos gran parte de la velada hablando de su nueva vida en una unidad de combate (yo solo pensaba que habían regimientos), su curso de inglés para participar en operaciones de Paz, y todo lo relacionado a su tropa, la verdad es que cuando iba en el enésimo cabo, yo estaba más que aburrido, y creo que Isa también; finalmente nos contó que saldría a ver a sus conocidos y ver lo que le traía la noche. Yo por mi parte retorné a mi aciago destino, o sea la casa de tía Dani, donde estaría Ani y con toda probabilidad Flo

A mi llegada me encontré en la esquina con Paula, ya que ella quería llegar conmigo, apenas llamamos a la puerta fuimos recibidos por tía Dani y Ani, Flo no estaba (¡gracias a Dios!), luego de los saludos usuales a Paula la enviaron a la pieza de visitas y a mí al cuarto de tía Dani ante un gesto algo malhumorado de Ani, lo que me dio la impresión de que ella quería compartir su cama conmigo. En todo caso, tía Dani ni siquiera la miró o le dijo algo, solo me sonrió como siempre aunque sus ojos dejaban adivinar que se regocijaba de tenerme a su amparo; una vez en su cuarto, ella se abalanzó sobre mí y según sus propias palabras “para comerme vivo”, yo me reía de sus ideas y acariciaba su cuerpo con lujuria, pues no había gozado de él por varios días o tal vez meses.

Estaba amasando las tetas de tía Dani cuando llaman a la puerta y se asoma Ani, la que  me dijo que deberíamos salir a bailar o conversar con los amigos… y su madre o sea tía Dani, podía “comerme vivo” a mi regreso. Su madre accedió a regañadientes con la condición de que ella no me usara antes de que yo me acostara con ella.

Todo esto me parecía de locos y de acuerdo a lo vivido en el último tiempo, yo no quería volver a pasar una vez más por todos los líos y dramas que había tenido con mis primitas, así que sabiendo que me metería en problemas de salir a solas con Ani; decidí incluir a Ainhoa en esta inevitable salida, por lo que muy a pesar de Ani, llamé a mi novia amiga, la que aceptó encantada.

Luego de todas las autorizaciones y con todo el pesar de tía Dani, salimos en el auto de la familia conducido por Ani, la que ya tenía licencia. Durante el trayecto a recoger a Ainhoa, mi querida prima y ex novia, aprovechó de pasar su mano por mi muslo y paquete como haciéndose la distraída, pese a que yo insistí en que Ainhoa era mi novia y lo que pasaba en nuestras tardes de estudio era con su anuencia, ella insistía que el que no estuviese ella no era ningún pecado y sacaba a su madre como ejemplo (tenía en eso un punto).

Por fin pasamos por mi novia y luego de escuchar las recomendaciones de Aitor el padre de Ainhoa (y sus veladas amenazas por si comportamiento no era el adecuado, jejeje…. ¡era tarde!), subimos al auto y comenzó la “cuasi discusión” ¡¿en donde debía ir yo?! Ani era la conductora, pero según ella no era “chofer de nadie” y no pensaba ir sola adelante, por lo que finalmente las chicas fueron adelante y yo atrás. Asimismo, cuando ya íbamos a partir, nació la típica discusión de a qué lugar iríamos. Finalmente nos decidimos por el lugar a donde siempre íbamos; esto fue por varios motivos, el primero de ellos, es que era barato; el segundo, es que a diferencia de las chicas que son algo mayores que mí; yo era aún menor de edad, y solo podía entrar a ese lugar sin problemas, pues ya me ubicaban de tanto asistir mezclado en nuestro grupo, donde todos eran chicos mayores, por lo que ya no me pedían mis documentos de identidad, con la gran ventaja de que así podía tomar alguna cerveza (nunca me he excedido).

Comenzamos a bailar los tres, debo reconocer que lo hacía un poco obligado por ellas y pese a que más de algún chico intentó ayudarme con alguna de mis dos mujeres, no lo consiguieron, pues las dos los echaban a volar. La verdad es que ninguna cejaba en tomar el control de mí, tanto de cuerpo como alma, por lo que me resigné a dejarme querer.

Estábamos en lo mejor cuando sorpresivamente llegó mi hermano Juan acompañado de Biocha (la sorpresa no era Juan). Ambos se nos acercaron y saludaron efusivamente, para sin siquiera ser invitados tomaron posesión de una parte de la mesita en que nosotros ya estábamos, claramente lo hicieron dado que el local estaba abarrotado de chicos.

Pasado un buen rato, yo estaba agotado de tanto baile y lleno de cerveza por lo que tenía que ir al baño en forma urgente, afortunadamente mis chicas me dejaron ir solo a aliviar mi vejiga, después de poder refrescarme y también con el propósito de descansar, me quedé alejado unos minutos, así también aproveché de ver la concurrencia, como consecuencia de ello vi que también era bueno para que mis acosadoras me dejaran respirar un poco a mis aires… ¡son lindas pero tanto acoso cansa!

  • Biocha: Hola pardillo lindo, ¿escapando de las chicas?, jejeje
  • Claudio: Culpable, jajaja
  • Biocha: No nos veíamos desde hace tiempo, ¿unos seis meses?
  • Claudio: Sí algo así, ¿y tú también escapando de Juan?
  • Biocha: No, él es un amor y está de comérselo (recordé a tía Dani, jajaja)
  • Claudio: ¿Entonces?
  • Biocha: Al igual que tú necesitaba aliviarme un poco, jajaja
  • Claudio: Entonces volvamos
  • Biocha: No aún no, ellos están bailando y yo quiero aún aliviarme
  • Claudio: ¿Pero no habías ido…?
  • Biocha: A eso sí, quiero aliviar mi coñito para que me entiendas, me dijo al oído
  • Claudio: Pero Juan
  • Biocha: No quiero parecer una chica fácil y acostarme con él en la primera cita, y al verte pensé ¿qué tal vez?...
  • Claudio: ¿Pero en la universidad?
  • Biocha: Desde que lo hice contigo nadie más ha pasado por mi chichi, jejeje.
  • Claudio: ¿En serio?... La universidad está llena de chicos y algunos serán muy majos
  • Biocha: Pero tontos
  • Claudio: ¿Quieres que te alivie?
  • Biocha: ¡Sip!
  • Claudio: ¿Pero dónde?
  • Biocha: Hay un sitio al fondo donde es muy oscuro y las parejas van allí, le llaman Privados VIP y por un poco más de dinero, tienes privacidad y no tienes que pelear los sillones y mesas con los otros, están reservados para los que no quieren juntarse con la “chusma” ¿no lo sabías?
  • Claudio: La verdad es que no ¿y tú cómo lo sabes?
  • Biocha: Pardillo mío, soy universitaria con amigas universitarias… estoy bien informada, jajaja
  • Claudio: Pero notarán nuestra ausencia
  • Biocha: Les decimos que como los vimos bailar, nosotros hicimos lo mismo en el otro extremo… no será una mentira muy grande, ya que vamos a bailar, jejeje
  • Claudio: ¿Y están bailando?...
  • Biocha: Yo me encargué de eso, pues le dije a Juan que lo hiciera y el esá coladito por mi y me hace caso, jajaja.
  • Claudio: Oye eso es premeditación y alevosía
  • Biocha: Todo sea por sentirte adentro pardillo mío… “el fin justifica los medios”
  • Claudio: No deja de ser algo perverso
  • Biocha: ¿quieres o no?
  • Claudio: Sí, no puedo resistirme a la oferta, es demasiado tentadora… ahora entiendo a Adán.
  • Biocha: ¿Qué Adán?
  • Claudio: El del paraíso
  • Biocha: Ahhh, ese, jajajaja

No lo podía creer… pero “a caballo regalado”…. Así que después de este alucinante diálogo fuimos al “fondo”, era realmente oscuro y solo se diferenciaba de los espacios ocupados de los libres por unas pequeñas luces rojas o verdes y los tenues murmullos que se podían sentir entre la música fuerte. La verdad es que solo quedaba un par de luces verdes, por lo que Biocha me tomó de la mano y nos apresuramos. Había que colocar una ficha o llave (no la vi bien) que costaba algo de dinero extra, con eso se tenía derecho controlar el de acceso para que no entraran colados o chicos sin dinero como to (pagó Biocha)… era algo que nunca me hubiese imaginado… joder en la discoteca, jajaja. En el acceso se nos acercó una camarera, rentamos el lugar pero no pedimos nada de consumo (íbamos a lo que íbamos).

Una vez en el interior del privado apenas se podía ver, pero me di cuenta que había un pequeño sofá, dos silloncitos  y una mesita, existía un gran ventanal que según Biocha era  un vidrio especial por el cual se podía ver la pista, pero desde la pista no se podía ver adentro. La verdad es que la privacidad tiene su precio, pero si uno la quiere es algo muy valioso, como el tiempo corría y Biocha estaba algo más que caliente me apresuró al interior y despidió a la camarera.

Una vez solos me puse detrás de ella y la abracé, le susurraba a su oído mientras le comenzaba a amasar sus tetas, ¡eran tan grandes como las recordaba!. Luego le subí su falda y comencé a acariciar los cachetes de su precioso culo. Ella avanzó un poco y se afirmó de la ventana que daba a la pista, yo nuevamente apoye en su culo mi hombría, Biocha suspiraba y por lo poco que le escuchaba me decía “te necesito”, luego abrió los enormes cachetes de su cola, dejando ese ojete perfecto a mi merced, me restregué con ansias por su culo, no sé cuánto tiempo estuvimos en eso pero se me hizo muy corto.

Ya con mi calentura a tope, seguí con mis manos más abajo encontrando el abultado y húmedo monte de Venus de Biocha, lo comencé a acariciar y ella abría sus piernas para sentir mejor mis caricias, no daba más de caliente por lo que saqué mi dura y erecta verga (estaba como el acero tal vez por lo sexy de Biocha y el morbo de ser la chica con que andaba mi hermano), y le corrí las bragas a un lado, cuando con mi glande sentí la humedad del coño de Biocha.... le puse mi hombría en la entrada y se la metí de un continuo hasta topar con mis cojones sus majestuosos cachetes.

Comencé el frenético y profundo mete y saca, mientas Biocha continuaba con sus tetas pegadas a la vitrina, pienso que imaginaba que se exhibía a la multitud mientras era follada… Luego me confesó que se sentía como si estuviera en una de las vitrinas del famoso barrio de “Saknt Pauli”, imaginando que ella fuera una de las putas que se exhiben como mercancía.... Recordé nuevamente las maravillosas tetas de Biocha y subí mis manos a su busto aún cubierto por el sensual vestido, como pude y con algo de ayuda de ella, liberé esos portentos y mientras le daba duro los amasaba con sumo placer. Biocha se corrió antes de siquiera yo estar cerca… la verdad es que estaba muy necesitada.

Como no quería quedarme caliente, le eché saliva a mi verga y sin pedirle permiso la situé en su orto, ella intentó apretar los cachetes del culo, ¡pero era tarde!... sin dilación ni miramientos, ¡la clavé hasta el fondo!, ella gritó pero el ruido de la música ahogó su dolor. Finalmente se acostumbró a mi invasión y se entregó por completo, por lo  que aprovechando su rendición incondicional, la agarré de las caderas y la cogía más rápido y profundo que nunca… Sentía con mucho morbo como chocaba mi pubis contra sus cachetes… La cola de Biocha era mía… la fuerte música de la disco apenas me permitía escuchar el ruidito de nuestro cuerpos chocando, pero el solo pensar en como la follaba en esa ventana ante tanta gente era tremendamente excitante la situación, hasta que finalmente me corrí en ese anito que ya tenía la forma y tamaño de mi verga.

Nos sentamos unos momentos en el pequeño sofá y ella se abalanzó a besarme con pasión mientras yo aún jugaba con sus tetas aún al desnudo; la verdad es que me hubiese quedado ahí hasta la eternidad pero los otros se preguntarían donde estábamos, por lo que le dije con la mayor delicadeza que me limpiara la verga con sus sensuales labios, cosa que no le gustó mucho, pero le dije:

  • Si no lo haces lo entenderé, pero nunca más te aliviaré la picazón de tu coñito.
  • Biocha: Eres malvado… ¡lo haré! pero no olvidaré tu promesa
  • Claudio: Muy bien dale

Como la mejor mamadora del mundo, se dedicó a mi verga tan bien que se me paró nuevamente, ella quería seguir a pesar del dolor de culo que tenía, pero me negué, ya que si demorábamos más nos delataríamos o simplemente nuestra explicación no sería convincente. Regresamos a donde estaban aún los chicos bailando, cosa que detuvieron apenas llegamos. Entonces Juan con mucho entusiasmo tomó la mano de Biocha y la invitó de inmediato a bailar (¿no sé como bailaba con dolor de culo?). En tanto mis féminas me llevaron a nuestra mesita e iniciaron un interrogatorio:

  • Ainhoa: ¿Donde estaban?
  • Claudio: Como les dije fui al baño y cuando regresaba me encontré con Biocha, la cual salía del de chicas, comenzamos a conversar en caminos aquí pero al verlas bailar con Juan, nos quedamos conversando un poco pues no nos veíamos desde hace mucho y luego…. como ustedes continuaban bailando bailamos nosotros
  • Ani: ¿Pero tanto tiempo?
  • Claudio: Vamos que no fue tanto, lo que pasa es que me extrañaron ¿¡a que sí!?, dije sonriéndoles
  • Ainhoa: Si te extrañamos, pero igual tardaron tanto que
  • Claudio: Ah que pensaste que me estaba liando con Biocha.., ¡eres muy mal pensada!
  • Ani: No tanto, ya que ya estuviste liada con ella y se demoraron mucho
  • Claudio: Exageran… no fue mucho
  • Ainhoa: Bueno, sigo sin creerte mucho pero ahora me debes unos bailes… vamos
  • Ani: ¿Y yo?...
  • Ainhoa: Tú luego, ahora me toca a mí.

Así los siguientes tres bailes fueron con Ainhoa y los tres posteriores con Ani. Algo más tarde y dado mi agotamiento causado por tanto baile y algo más, nos fuimos de regreso a casa, dejando a Juan y Biocha a sus aires. Volvimos de la misma forma que nos habíamos ido, ellas adelante y yo atrás, el viaje fue bastante silencioso, ellas de vez en cuando comentaban algunas cosas, pero yo no les ponía atención pues iba ensimismado en mis propios pensamientos. Al llegar a casa de Ainhoa, esta pidió detenerse a varios metros de distancia en un sector que la luz era opacada por el follaje de un árbol muy frondoso, tan pronto nos detuvimos ella nos dijo:

  • ¡¡Claudio fóllame…!!
  • Ani: ¡Pero estamos frente a tu casa!… si te ven tus padres… además estoy yo
  • Ainhoa: Ani, ellos están durmiendo, y tu puedes follarlo en el auto después, vamos Claudito… debes follarme
  • Claudio: Pero corazón no es muy arriesgado, además está Ani presente
  • Ainhoa: No estoy pidiéndote nada que no hayas hecho con ella... Además, es más arriesgado para ti no follarme.
  • Claudio: ¿Pero por qué dices eso?
  • Ainhoa: Pues conociéndote, puedo apostar mi cabeza a que te follaste a Biocha en algún lado, y si me follas como Dios manda, podré dar fe que eres un chico bueno y no le hiciste nada.
  • Ani: Pero Ainhoa, si no tuvieron mucho tiempo y Biocha andaba con Juan
  • Ainhoa: No sea gandul mujer, que a ella le gusta Claudio y a Claudio le basta dos segundos para follarse a una chica, que ya le conozco… Así que pasaré atrás y me dará una follada rápida o sus bolas o su cuello peligra ya que se las cortaré y luego le acusaré a mi papá
  • Claudio: Solo es tu imaginación pero lo haré, ven aquí corazón

No quise contrariarla pensando en las consecuencias y apenas paso atrás la recibí en mis brazos, me besó duro y se bajó las bragas, se montó a horcajadas abrió mi bragueta y se ensartó en mi verga, la que aún estaba algo morcillona, pero con su actitud y dureza me calentó lo suficiente para que reaccionara (¿aún no sé cómo?), comenzando a botar sobre mí ante la atenta mirada de Ani. Luego a tirones se sacó las tetas de su vestido y sujetador, dejándolas frente a mí, y sin decir más me las metió en mi boca. La verdad es que parecía otra chica, una que realmente estaba necesitada de verga. En su frenética cabalgata no se preocupó realmente de mí, solo quería placer para ella y asegurarse de que yo no la había traicionado, no pasaron muchos minutos hasta que se corrió, mirándome con satisfacción y creo que segura de que yo no había hecho nada a Biocha.

Por su parte Ani sentada adelante nos miraba con una expresión entre incrédula de lo que había pasado, mezclada con lujuria, es más, noté cuando comenzó a masturbar su coñito, sin perder ni un detalle durante la follada que me había dado mi novia; incluso creo que ella no se alcanzó a correr, pero si disfrutó de lo visto. Su pasividad ante los hechos solo cambió al final, cuando Ainhoa caía derrengada a mi lado y yo me incorporaba para bañarle las tetas con mi leche (no mucha, jejeje). ¡No sé si con mala intención u otra cosa!, pero Ani en algún instante mientras nos componíamos le dio un palmazo en el culo a Ainhoa que me dolió hasta a mí

  • Ainhoa: ¡¡¡Ayy... eso dolió!!!
  • Ani: Te lo mereces por puta y además te gustó ¿o no putita?
  • Ainhoa: Uhmm no tanto como te gusta ti que mi novio te folle cuando entres a tu casa, jajaja. Deberías agradecerme, ya que eres tan puta como yo, jajaja.
  • Ani: Entonces follaré a tu salud, jajaja

Esa fue la despedida de Ani con Ainhoa, esta última se vistió como pudo aún bañada de mi leche y se fue caminando a su casa, yo quise ir a dejarla a su puerta pero no me lo permitió. Cuando vi que había entrado a su casa, subí al coche en el asiento del copiloto para ir a casa… En ese preciso instante la muy puta de Ani me dijo:

  • Ahora me toca a mí
  • Claudio: Pero ya estoy agotado… y aún no llegamos a casa
  • Ani: Parece que tu noviecita tenía razón… ¡te follaste a Biocha!… eres un
  • Claudio: Vamos Ani, soy solo un chico normal y ya me follé a mi novia
  • Ani: Pero falto yo
  • Claudio: Es que no sé si se me para… y estamos en plena vía pública, ¡podrías esperar a llegar joder!!!
  • Ani: ¡No, no puedo! y ya verás que se te para, ¡déjalo en mis manos!… es decir en mi boca, jejeje
  • Claudio: Okey pero esperemos a llegar a casa
  • Ani: Okey… Muy bien, lo haremos en casa… ¡me lo prometiste!

Resumiendo un poco el tema, apenas llegamos y Ani metió el auto en la cochera, ella no dejó que si quiera bajara y me folló en el coche de su madre, como solo ella sabe hacerlo. La verdad es que siempre es un verdadero placer follar con ella, ya que de alguna forma transforma el sexo en un juego interactivo, al cual lleva más allá de ser solo producto de la pasión o un acto reproductivo, la verdad es que la pasé muy bien pero estaba agotado...

Después de componernos y ella darse por satisfecha, nos bajamos tomados de la mano y nos besamos después de cada paso que avanzábamos hasta la entrada de la sala, donde finalmente y aún no sé cómo me pude liberar de ella. Para cuando por fin llegué a la cama de tía Dani, yo ya no podía con mi alma. Afortunadamente tía Dani a pesar de despertar y tenerme ganas, se apiadó de mí y me dejó descansar, claro que al otro día se lo agradecí en la ducha donde solo les puedo decir que gastamos mucha agua.

El resto del fin de semana no pasó nada extraordinario, el domingo almorzamos todos juntos, Juan llevó a Biocha a casa y también conoció a Paula que fue presentada como una pariente por el lado de papá sin entrar en más detalles. Ese almuerzo fue relajado solo en apariencia, ya que hicimos una barbacoa en el jardín, todo parecía tranquilidad y solaz, pero Ani miraba continuamente a Biocha y me daba la impresión que a mí también me vigilaba; por su parte Flo sometía a interrogatorio a Paula intentando develar su real origen, siendo estos intentos bloqueados por mamá y tía Dani que daban extrañas referencias y parentescos.

Finalmente mi hermano se marchó a su unidad, pero al despedirse le pidió a Ani que llevara a su novia Biocha a su casa (sí con esas palabras), así no desviaría a mamá del camino al terminal de buses, quedé estupefacto, tanto que Ani se dio cuenta y le preguntó desde cuando estaban de novios, y el sonriendo dijo:

  • Desde anoche, la verdad es que es una chica maravillosa.
  • Biocha: Gracias, pero no creo ser tan maravillosa, jejeje
  • Juan: Vamos mujer, que eres inteligente, linda y simpática, la mujer diez.
  • Ani: Mmmm… si es perfecta, jejeje, felicidades, no es ningún problema si Claudio me acompaña para no volver sola.
  • Claudio: Claro, por supuesto.

Dejamos a Biocha en su casa como si nada hubiese pasado. Me asombraba su calma ante las miradas inquisidoras y preguntas e indirectas de Ani, sin soltar prenda. Mi primita finalmente no logró sacar nada en limpio, pero me hizo todo tipo de comentarios mientras regresábamos a casa, yo permanecí inmutable, negando toda posibilidad de haberme follado a Biocha nuevamente, pero Ani desconfiaba de Biocha y de mí, en eso no cabía dudas. Cerca de casa Ani detuvo el coche en un lugar algo más solitario y me encaró

  • ¿¡Claudio, la follaste o no!?
  • Claudio: Sabes perfectamente que follé a Biocha y que me entregó su virginidad.
  • Ani: No me refiero a esas oportunidades
  • Claudio: No te entiendo que quieres saber… no me he follado a Biocha desde que es novia de mi hermano si es lo que quieres saber (no dándole pie a más preguntas la besé).

Sí la besé, para evitar tontamente que me siguiera preguntando cosas que me daba vergüenza y pena confesar, nunca me hubiese follado a Biocha en el dichoso privado si hubiese sabido que Juan iba en serio con ella. Seguimos besándonos y mi querida Ani me dio una mamada mágica mientras yo le “dedeaba el coñito”, ambos nos corrimos en el auto de su madre una vez más y regresamos a casa antes de que nos extrañaran.

Finalmente terminó el aparente tranquilo fin de semana, todos volvimos a nuestras rutinas, yo y Ani a preparar las pruebas finales, Isa a sus estudios y turnos, mamá a la empresa y tía Dani a su negocio, con la sola diferencia de que Paula entró a trabajar con tía Dani en su negocio, pues la ex de papá, estaba en el momento oportuno para ocupar un puesto vacante de dependienta y cajera siendo afortunada de que tenía los conocimientos suficientes, ¡bien por ella!

La nueva semana transcurrió “folladas más, folladas menos”, con las chicas que estaban disponibles y deseosas de marcha, la verdad es que soy un chico con suerte… Todo siguió normal (si eso se puede decir de mi caso), hasta que para sorpresa de todos Juan volvió nuevamente a casa el fin de semana siguiente (dicen en el campo que una mujer tira más que una yunta de bueyes), y nuevamente como gitanos, yo y Paula volvimos a casa de tía Dani, la cual no me permitió salir el viernes por la noche (no quería que escapara de sus deseos), y prácticamente echó de casa a Flo y Ani, como también a Paula, la que tuvo que ir a ver una película cuya entrada le entregó mi querida tía apenas salieron de la tienda, la verdad es que me quería para ella sola.

Como cual oveja va al matadero, apenas estuvimos solos me fui con tía Dani a su cuarto, ella me comentaba que soñaba conmigo y con mi “amiguito”. Claro que me gustaba la idea de estar follando con ella, ¡pero era tal su desesperada insistencia!, que me llegó a dar un poco de temor de no estar a la altura de su pasión. Para efectos de relajarnos cenamos con calma frente a la tv viendo las noticias del mundo (la verdad es que no calman a nadie, jejeje), para luego ella con una pícara sonrisa decirme:

  • Voy a ponerme cómoda, ¿me esperas?
  • Claudio: Hasta el fin del mundo tiita.

Cuando llegó de su dormitorio yo aún estaba en la sala intentando relajarme con la tv, pero no podía, al verla me dí cuenta lo bella que era, la verdad es que se veía preciosa, pues vestía unas picardías transparentes que podían levantar a un muerto y mi amiguito pese a toda la marcha que había tenido no era la excepción, ya que su atrevida vestimenta le daba un marco para exhibir su voluptuoso cuerpo con la gracia que solo la caracteriza a ella. Yo estaba atónito y después de unos instantes solo atiné a bajarme los pantalones, liberando de su encierro a mi verga. Ante tal reacción, ella divertida me dijo:

  • Umm veo que estas tan entusiasmado como yo, jejeje
  • Claudio: Es que estas preciosa, dije liberando mis pies de los pantalones y boxer

Me acerqué con prisa y besándola, apoyé mis manos en su precioso y firme culo, comenzando restregar mi verga lentamente con su monte de Venus, el que estaba apenas cubierto por la fina lencería. Ya a esas alturas no pensaba, solo actuaba, el liquido pre-seminal fluía notoriamente mojando aún más su tanga.

Ella me besó con pasión y me apretó contra su cuerpo, y con algo de desesperación me quitó la camisa, sentí como sus tetas presionaban sobre mi torso, por lo que le quité el sujetador, estaba tan excitado que me ocurrió algo impensado. ¡Sí: me corrí profusamente!! Mojando de paso sus piernas y coño con mi leche… ¡qué desastre!, no me pasaba algo así desde hacía mucho tiempo, volvía a ser un eyaculador precoz, ¡Oh porca miseria!! ¿Qué me había pasado?... ¿Cómo iba a solucionarlo?

  • Tía Dani: Uy ¿qué te pasó mi niño, tu tiita te impresionó demasiado?, jajaja
  • Claudio: Algo así, dije con un grado de amarga decepción.
  • Tía Dani. Vamos mejora la cara, la noche es joven, veras que tu tiita te ayudará en la tarea, jajaja

Tía Dani me limpió con unas toallitas de papel y luego nos acostamos. A esas alturas yo ya tenía pánico escénico y no se me paraba…. Comencé a preocuparme, pero mi tía con su sabiduría y experiencia, me hablaba como si nada hubiese pasado mientras nos acariciábamos con ternura, y pasado unos minutos sin darme cuenta de cómo había sucedido, me puse tan caliente como hacía solo unos minutos antes creía imposible. Mi verga nuevamente estaba dura y a punto de explotar, pero me mentalicé para que eso no me ocurriera nuevamente; usando todo mi autocontrol, puse atención en la respiración de mi tía, comenzando a tocarla suavemente, escalando desde sus piernas, pasando por su coño hasta aprisionar su teta izquierda; ella me besó con lujuria y se dejó llevar de ahí en adelante logré reasumir el control que en un inicio había perdido totalmente.

El sobajeo de la teta izquierda me causaba un cúmulo de emociones que me llevaban a desconcentrarme y perder ese control que tanto me había sido esquivo este día, y sin duda a ella también le ocurría lo mismo, pero ambos nos calmamos cambiando de actividades, la verdad es que parecíamos quinceañeros (pero ya estoy por cumplir los 18 años). En eso tía Dani se giró completamente dejando su culo dispuesto para mi verga con total entrega. Yo pese a que mi calentura dominaba casi todas mis acciones, por fin lo tomé con calma, metiendo mi reanimada verga en el tibio coñito bañado en humedad, comenzamos un suave mete-saca mientras me prendía de sus tetas y las apretaba con cierta ruda pasión.

Mis sentidos se saturaban de estímulos mientras la penetraba amasando esas pesadas tetas y me engolosinaba con sus duros pezones; cuando le besaba el cuello y hacía de las mías en sus orejas perfectas, mordisqueando sus lóbulos, hablándole al oído o simplemente acariciándolas con mis labios. Pasado un rato, tía Dani ya no pudo contenerse por completo y dejó escapar algo difícil de definir, pues fue entre un leve gemido y un ansioso suspiro que anunciaba su corrida, además echó su culito para atrás con fuerza para sentir mi verga mientras alcanzaba el cielo.

Seguimos por una hora más jugando y follando hasta el agotamiento, y sin darnos cuenta nos quedamos dormidos en el silencio de la noche, sentí que la puerta de la habitación se habría con el chirrido característico de falta de lubricación, por lo que me desperté y pude ver que una chica nos miraba, no sabía cuál de ellas era, pero no me inquieté, la única que no sabía que follaba con tía Dani era Paula y creo que ella no se la diría a nadie, por lo que cerré los ojos y dormí en la misma posición en que nos quedamos con tía Dani. No sé cuanto dormí pero ella despertó antes, y sin saber qué hora era aún, ella me zamarreaba y daba un beso en el cachete para despertarme, diciéndome:

  • Despierta dormilón ya es hora de levantarse
  • Claudio: ¿Qué hora es tiita? Le dije sin recordando lo que había sucedido en la noche.
  • Tía Dani: Como las nueve de un lindo y caluroso día, hora de desayunar para luego ir de paseo o lo que queramos, ya que no iré a trabajar, Paula irá en mi lugar, jejeje.
  • Claudio: ¿Me puedo quedar un rato más mirando tv tiita? le dije algo remolón
  • Tía Dani: Tan agotado te deje, jejeje.
  • Claudio: No tanto tíita, si quieres me levanto de inmediato, para lo que quieras.
  • Tía Dani: Bueno mi niño, yo me meto a la ducha primero; aprovecha de ver televisión, pero no creo que un sábado en la mañana sea más entretenida que yo.
  • Claudio: Tú eres la más entretenida, jejeje
  • Tía Dani: ¿Eso se lo dices a todas, incluido Biocha?
  • Claudio: ¿Pero qué cosas dices tía Dani?
  • Tía Dani: Lo que me contó tu prima Ani, nada más
  • Claudio: ¡Esa Ani es solo una chismosa!!!
  • Tía Dani: Veo que es cierto…. No le hagas a tu hermano lo que no te gustó que te hicieran
  • Claudio: Cuando lo hice no sabía que estaban liados. No, si no lo hubiese hecho, pero en todo caso cuando la follé creo que Juan aún no le pedía nada… (confesando finalmente lo que me había negado a decir)
  • Tía Dani: Te creo ya que Ani pensaba lo mismo, solo que reiteraba que Biocha era una furcia y que te quería en su poder… pero antes sobre su cadáver, jejeje.
  • Claudio: No me tiene en su poder, solo fue sexo….
  • Tía Dani: Lo sé, pero para Ani aparentemente no, solo te quiere a ti y desde que rompieron no busca a nadie más… se bueno con mi niña, sé que es algo alocada pero es una buena niña, te lo aseguro
  • Claudio: Lo sé tía, lo sé

Ese sábado sorprendentemente Ani y Ainhoa salieron de compras excluyéndome de su aventura, ya no solo compartían los estudios y el amante, también se hacían más amigas, por su lado tía Dani no fue a trabajar y me invitó a trotar por el parque cercanos, la verdad es que verla es tremendamente “caliente”, el ver su voluptuosa armonía apenas contenida por su leotardos me alteraba, por lo que en un momento le tomé la mano y mirando que nadie nos viera la llevé a un bosquecillo y oculto tras unas matas la follé de pie mientras ella se afirmaba a un árbol con sus pantaloncillos de Lycra hasta la rodillas, como se diría la follé bien follada:

  • Tía Dani: Veo que mi tigre volvió a rugir, ahhh que bueno está esto.
  • Claudio: Tú estás buena, más que buena, mmm que rica estás, estás para comerte completa

Terminada nuestra aventura por el parque regresamos a casa y nos duchamos sin dejar de follar una vez más, mi tía me había devuelto mi espíritu. Una vez vestidos ella me besó y me dijo que iría a casa de unas amigas para cotillear, y ¡quién sabe qué más!, por lo que quedé solo con Flo, la que se levantó tarde después de haber salido con su grupo por la noche, la vi ir a la cocina por un “desayuno-almuerzo” dada la hora. Entró mientras yo me tomaba un litro de agua para recuperar lo sudado con tanto ejercicio, ella solo me miró ya que no me hablaba y yo tampoco a ella, la verdad es que la situación era más que tensa, luego se fue a su cuarto y nuevamente estaba solo.

Aburrido de tal situación, llamé algunos compañeros de colegio y decidimos salir a jugar un partido de futbol a eso de las tres de la tarde (la hora de más calor uf que locura), lo jugamos con gran intensidad a eso de las cinco llegué de vuelta cansado, sudado y rojo como un cangrejo, pero optimista y alegre, por lo que luego de ver que aún continuaba solo o con una Flo que parecía un fantasma, decidí ducharme para sacarme la suciedad y matar algo el tiempo… estaba ya metido bajo el chorro de agua tibia cuando la puerta del cuarto de baño se abrió y un lacónico aviso de Flo me informó:

  • Estoy queme meo
  • Claudio: ¿Y el otro baño?
  • Flo: Está sucio
  • Claudio: Okey… pero no tires de la cadenilla
  • Flo: Okey, dijo y sentí el chorro de su meado.

No tenía ni deseos ni fuerzas para mirar a mi bella prima como se bajaba sus pantaloncillos de la pijama, continuando bajo la agradable caricia de la ducha cuando pasó… no era ni un minuto de la advertencia cuando sentí que tiraba de la cadenilla, a los dos segundos comencé a quemarme vivo, por lo que dije:

  • ¡Serás hija de puta!!, acto seguido saqué medio cuerpo afuera para no seguir cocinándome y la miré
  • Flo: Uy, perdón… Ella se tapó la boca como diciendo que era un accidente.

No solo el calor del agua había actuado, yo realmente estaba insolado, no me había dado cuenta hasta ese momento, sus excusas me sonaron mentiras, no lo creí nada, por lo que estirando mi mano le tomé una de sus muñecas y la atraje hacia la ducha metiéndola a la fuerza

  • Flo: ¡Ay qué haces!, fue un accidente
  • Claudio: Contigo los accidentes no pasan… ¡ahora veras!!

La metí a la ducha, estaba vestida con el mismo pijama que lucía desde que la vi cuando se levantó al medio día a desayunar, la abracé para evitar su forcejéo y nos metimos bajo la regadera, el agua aún estaba caliente pero me la aguanté, ella se resistió un poco, pero más parecía una rendición que una resistencia significativa, la tomé con una mano del culo y la puse contra la pared, ella me miró con esos ojos eléctricos que pone cuando quiere atemorizar a alguien, como anunciando una tempestad y sin saber como la besé. Ella me mordió un labio hasta hacerme sangrar, pero insistí y le metí mi lengua hasta el fondo (ahora que lo pienso pudo haberme dejado mudo). Luego la comencé a manosear por encima de su pijama sin omitir ningún lado, su culo, sus tetas, su cara, su pelo, su coño, ella aún hacía ademanes de resistencia pero indudablemente estaba tan llena de deseo como yo.

Me detuve un momento para mirarla a la cara, liberándola de su prisión; ella me miró con furia salvaje, sus electrizantes ojos me miraban con desdén y con unos de sus dedos rozó el corte que yo tenía en los labios, luego sonrió y chupó cada uno de esos dedos ensangrentados, me dolió pero era su señal… no sé si de rendición o de victoria. Como puede la despojé de sus ropas mojadas y apenas pude levanté una de sus majestuosas piernas y la envergué hasta el fondo, comenzando un desenfrenado mete-saca, sus gemidos y palabras soeces no se dejaron esperar.

  • Eres un hijo de puta que te follas a cualquiera y no nos permites probar otras vergas, maldito, eres pervertido pero te ofendes fácil, mal nacido
  • Claudio: Di lo que quieras, pero soy como soy
  • Flo: Mi novio es el doble de hombre que tú, canalla maricón.
  • Claudio: Tú novio no te tiene ensartada putita mía, déjate de decir tonterías y follemos en silencio o  te voy a romper el culo de puta que tienes.
  • Flo: Engreído, farsante, picha floja...
  • Tú te lo buscaste, le dije

La giré y aprisionando su torso y tetas contra el muro de la ducha le separé las piernas y la envergué de una sola estocada cual matador al momento de la verdad, ella gimió de dolor pero se dejó hacer, y comencé una afiebrada cabalgata en ese culo maravilloso que tiene y que después de tantos meses me parecía más abundante que antaño. Mientras la culeaba me afirmaba de sus rotundas tetas y de sus ancas de yegua en celo. El desenfreno de mis estocadas, solo provocaban que dijera más linduras de su parte, creo que la impulsaba el morbo de sentirse vejada, pero en ningún momento me impidió o se resistió a la salvaje cabalgata que le estaba dando, es más, ella misma se dedeaba el clítoris con una mano mientras con el otro brazo se afirmaba del muro.

Cuando ella comenzó a correrse, mi mete saca fue más frenético aún hasta inundar su delicioso orto con mi leche que salía a borbotones, y que luego caía por su culo cuando mi verga se salió exánime, la verdad es que follar a Flo fue una experiencia de otro mundo, toda la rabia, todo el desdén, toda la lujuria y deseos de vengar las afrentas anteriores salieron en ese momento, una vez recuperados nuestros alientos, ninguno dijo nada. Ella salió de la ducha sin mirarme y se envolvió en mi toalla para marcharse, dejándome sin nada con que poder secarme y con su pijama mojado en el piso de la ducha… hasta el final es una pérfida y vengativa mujer.

El resto de lo que quedaba de la tarde me quedé pensando en lo ocurrido y en un momento decidí ir a hablar con ella, pero por más que llamé a su puerta ella no contestó ni se asomó si quiera, por lo que mis celos y furias volvieron a asaltarme y regresé a mi cuarto

Por la noche cuando llegaron todas, nos pusimos a jugar a los naipes, Flo participó pero era como si yo no existiera, es más, cuando Ani le preguntó por su novio, ella se explayó hablando maravillas de él, reiterando que era todo un hombre, comprensivo, inteligente, de buen gusto, sensible, la verdad es que me estaba hartando con sus palabras, pero solo la miré y sosteniéndole la vista sonreí maliciosamente. Ella me fulminó con su mirada que había visto por la tarde,  por un momento me pareció un relámpago en la oscuridad, casi como esos que anuncian la tempestad que se aproxima, afortunadamente pasó inadvertido para tía Dani, Ani, Ainhoa y Paula.

Terminada la velada, fui a dejar a Ainhoa a su casa, ella muy cariñosa me invitó a pasar y compartir unas bebidas y tapas en su sala mientras sus padres ya estaban en cama en el segundo piso, ella subió a saludarlos mientras yo comía algunos bocadillos abajo. Al regresar comenzó a besarme y toquetearme la verga, ante lo cual le dije:

  • Calma tus padres están en casa
  • Ainhoa: Calma tú, que ellos no bajarán y puedes hacerme cositas sin que Ani esté.
  • Claudio: Pero pueden bajar por cualquier motivo
  • Ainhoa: Mamá evitará que papá baje si eso te preocupa, jejeje

Dada las circunstancias y la seguridad con que mi novia me decía que no había peligro alguno respondí a sus pasionales caricias y besos y transcurridos un rato, la tenía con sus tetas al aire y corriéndole la tanguita a un lado le comí su coñito y prontamente comencé a follarla, en una posición que me pareció de lo más cómoda, ya que estaba arrodillado frente a ella que se encontraba sentada en el sofá con las piernas abiertas, cuando:

  • ¡¡Ainhoa!!, que haces… dijo su madre que se tapaba la boca y nos miraba desde la puerta de la sala.
  • Ainhoa: ¡Mamá!....
  • Mamá de Ainhoa: ¿Cómo se te ocurre follar en casa y más con nosotros aquí?
  • Ainhoa: Es que lo necesitaba….snif, snif
  • Mamá de Ainhoa: Yo también lo necesito pero no follo delante de ti, ni traigo un amante a casa.
  • Ainhoa: Mamá que dices….

Yo por mientras miraba la cara de incredulidad de las dos, Ainhoa muy apenada, pero su madre no dejó de mirar mi verga cuando producto del susto se la saqué del coño a mi novia, la verdad es que todos estábamos desconcertados y avergonzados. En ese breve lapso medité sobre lo dicho por la madre de mi novia y con el descaro que me ha dado la experiencia de haber follado ya algunas maduritas, me levanté y le tomé suavemente la mano a la madre de mi novia.

Ella como hipnotizada por mi verga y sin oponerse a mi osadía la tomó, luego la senté en el mismo sofá donde su hija intentaba vanamente taparse sus tetas, para ponerle la verga tan cerca de sus labios que si estornudaba se toparía con ella… Era como el momento de la verdad, ese en que el toro y sus pitones enfrentan al torero, creo  era una buena metáfora para describir la situación, Ainhoa aún roja y sin entender nada me miró y luego a su madre como expectante. Doña Arantxa me miró a los ojos y luego a mi verga y yo avancé los tres centímetros que necesitaba para tocar sus labios

Ella no los abrió pero dejó que yo le pasara mi glande a lo largo de ellos, luego por sus mejillas y por la nariz, por decir a lo menos era curioso la pasividad de doña Arantxa, aún sin decir palabras le tomé la mano y la puse en mi verga y volví a atacar su boca, ella finalmente la recibió, miré a Ainhoa, que seguía sin decir nada y con sus tetas tapadas, le tendí una mano y ella me pasó una de ellas y la puse sobre la mano con que sostenía mi verga su madre y les acaricié a ambas la cara y el pelo. Arantxa comenzó a pasar su lengua suavemente por mi verga, hasta que recapacitando se la sacó y nos dijo:

  • Ehhh… debo volver a acostarme, Ainhoa tu padre quiere que te acuestes, por lo que tu novio debe irse.

Acto seguido se levantó y se fue, me quedé tan pasmado como Ainhoa, ella se levantó y dándome un tímido beso me dio las buenas noches y señaló la puerta. En el dintel de la salida, la abracé y besé mi intención era terminar de follar lo más rápido que pudisemos, pero ella no estaba para tal, por lo que sin más explicaciones o reflexiones cumplimos con lo ordenado, yo a mi casa y ella a su cama. Claro que hasta que regresé a mi cama y me dormí, solo pensaba en la escena que viví con Ainhoa y su madre Arantxa, lo recién vivido no abandonó mi cabeza ni por un instante.

La verdad es que mi cabeza era nuevamente un torbellino de pensamientos, dudas cuestionamientos y asombro por lo puta que podían ser algunas y lo salidos que podíamos ser otros…. Seré yo "el Infiel"

Continuará