Como Cambió Mi Vida: Capítulo 19. Por fin Flo
La ausencia de Claudio por un largo fin de semana que obligatoriamente pasó en casa de su padre, hizo recapacitar a Florencia, la que decide entregarse por entero a su amor.
Capítulo 19: Por Fin Flo.
Llegué a casa con una sensación rara, el hecho de desear a Paula hacía sentirme como un traidor, pero recordarla me excitaba, por tanto solo deseaba llegar a casa para follarme a mis parientes, como aún era día domingo podía hacerlo con la que quisiera y me aceptara en su cama, pues era uno de los día que tenía total libertad.
El bus se detuvo a dos cuadras de casa, por lo que durante la caminata seguí pensando en cual elegiría para descargar toda mi lujuria acumulada durante el fin de semana, no sabía si alguna de mis chicas estaría dispuesta a ser seducida pensando en que el lunes todos debíamos cumplir con nuestras obligaciones temprano, pero igual llegué en el mayor silencio posible como si fuera un tigre al acecho de su presa.
Casi al entrar a casa miré la hora en mi móvil, eran cerca de las 21:30, tal vez algo tarde, pero siempre estaban mi tía Dani o mamá que eran muy receptivas a mis desenfrenados deseos, así y todo primero pensé en Ani e Isa.
Cosa extraña la casa estaba a oscuras, entré con cautela púes no es usual que ni siquiera la luz de la entrada estuviese encendida, solo sentí un murmullo lejano que venía del fondo de la casa, pensé que algo malo había sucedido en mi ausencia, pero la verdad es que me encontré con todas reunidas en el comedor conversando animadamente, solo que habían olvidado que yo llegaría a esa hora. De repente me sentí un poco ¿olvidado?, por primera vez estaba descubriendo que ellas no vivían con su pensamiento solo centrado en mi.
- Mamá Julia: Hola mi amor ¿cómo te fue con el imbécil de tu padre?
- Isa: Hola hermanito, ¿cómo te fue?
- Hola Claudito dijeron casi al unísono Dani, Ani y Flo..
- Claudio: Hola chicas, bien, sobreviví sin problemas…jejeje
- Mamá Julia: ¿Cómo te trató la furcia?
- Claudio: Bien mamá, es una buena chica.
- Isa: ¿¡Buena!?
- Claudio: Sí, el malo de la película indudablemente es papá.
- Ani: ¿Pero cómo es la furcia?
- Claudio: Además de simpática, está muy pero muy “buena”, claro que no tan linda de cara como ustedes.
- Flo: Te pasaste de la raya, ahora también te quieres follar a la amante de tu padre.
- Claudio: Nadie ha dicho que la quiero follar, solo intento ser objetivo.
- Dani: Olvidémonos de la furcia y del imbécil. ¿Cómo estás tú?
- Claudio: Muy bien, eso sí muy caliente, tanto que quiero follar, ¿alguna voluntaria?
- Ani: Yo, yo quiero, saltó levantando la mano anticipándose a todas.
- Isa: Jajaja, si se te nota, jajaja
- Bueno vamos a acostarnos le dije tomándola de la mano entre las risas y puyas de las otras
Ani estaba tan excitada que apenas entramos en el cuarto que comparte con Isa me estrechó contra la puerta besándome y apretujándome, debo decir que ella siempre es como intensa en todo y ahora no era la excepción. Sentía su maravilloso cuerpo como si quisiera ser parte de mí, su fogosidad traspasaba mi piel. Le comencé a amasar su culito, podía sentir sus bragas bajo la tela de la falda, el tener esa sensación de que sus tesoros están a solo a dos capas de tela me prendía cada segundo más y más, por lo que subí mis manos dibujando su silueta hasta llegar a los laterales de sus tetas, noté que estaban libres de sujetador y que sus pezones estaban erizados y se notaban al simple tacto de lo duro que los tenía.
- Veo que las tienes libres.
- Mmm, sí estaban esperándote…
Le subí su blusa y comencé a masajearlas, notando como los pezones que ya se habían endurecido con mis caricias estaban un poco más hinchados que lo de costumbre, pero no le tomé mucha importancia, pasando a meterlos en mi boca para dar cuenta de tan delicioso manjar, luego bajé mi mano a su entrepiernas, su abultado monte de Venus estaba caliente y suave al tacto, puse mi mano bajo las bragas.... ¡también le chorreaba el coñito!, ahora solo suspiraba y me decía que la tocara más profundo. Con un poco mas de fuerza corrí sus húmedas braguitas a un lado y comencé a “dedearla”, su rajita y el interior del coñito, estaban llenos de flujo o como diría un chef, “a punto caramelo”. Ella suspiraba y me daba besitos en la oreja y cuello, pronto sus caricias pasaron a mi verga para liberarla. Cuando sentí que ambos estábamos casi delirando de calientes, la tomé del culo con ambas manos y levantándola le metí mi hinchada verga en su mojado coño, ella soltó un gemido de satisfacción.
- Uhmmm, no sabes lo que deseaba que me la metieras.
- Claudio: Y tú no sabes lo que deseaba metértela.
- Ani: Ahh, que bueno que coincidimos.
Cansado de sostenerla, la llevé en vilos a su cama y aún no sé como la deposité en ella si sacarle mi verga, luego comencé a follarla manteniendo sus piernas en mis hombros, mientras le amasaba las tetas, de pronto comencé a boquear, claro anuncio de que estaba próximo a correrme, ella me pedía que aguantara un poco pues estaba por correrse también, intenté con todo mi auto control y desviando mis pensamientos a temas menos agradables. Lo conseguí por muy poco, finalmente llegamos a tiempo para que nos corriéramos juntos, inundando el precioso coño con mi simiente. Cuando aún Ani estaba recuperándose de su tremendo orgasmo, me pidió que me tendiera a su lado en la cama y mientras me acariciaba el pecho, tomó mi aún menguada verga y la comenzó a pajear para estimularme otra vez, uso sus tetas, su boca y sus manos.
Estábamos en eso cuando entró al cuarto Isa que venía a acostarse, ella sin siquiera inmutarse comenzó a desnudarse como si no existiéramos, pero por mi parte la sola visión de mi Elfa del Bosque, contribuyó a que mi alicaída verga que estaba siendo estimulada por Ani se levantara nuevamente, ante lo cual ella dijo:
- Eres un degenerado voyerista, yo te pajeo y ella con solo empelotarse te excita.
- Claudio: Pero va a ser a ti a la que le daré una segunda follada.
- Ani: Mmm en ese caso rómpeme el culo mientras me tocas mi botoncito corazón.
Así fue, tomé a Ani colocándola en cuatro patas para cumplir con lo solicitado. En eso Isa se nos acercó juntando saliva en su boca. Me mira en forma pícara y con una sonrisa de oreja a oreja, la dejó caer en el precioso orto de Ani sin dejar fijar sus ojos azules de los míos, al terminar ya no solo sonríe, besándome profundamente.
Debo confesar que mi hermanita nuevamente me sorprendía, había dejado de ser la tímida chica de hace solo pocos meses. Yo por mi parte también lubriqué mi verga y sin más trámite se la metí a Ani, sin violencia pero sin mucho miramiento.
Ahora Ani gemía como gatita mientras ella misma se “dedeaba” su coñito. La comencé a culear con calma, quería sentir como ese anito arrugado y estrecho se iba amoldando a mi verga, el ver su preciosa anatomía me incitaba a acariciarle sus blancos cachetes, tersos, duros y perfectos. Isa se acostó mirándonos por última vez, luego tomó un libro de medicina y se puso a leer mientras yo y su prima seguíamos en faena… era raro, pero así fue. No sé cuánto tiempo seguí en esa deliciosa faena, pero pronto Ani anunciaba que llegó a un orgasmo, al escuchar y sentir sus reacciones me corrí ya sin fuerzas, por lo que una vez que pude me tendí a su lado y sin darnos cuenta nos dormimos hasta el otro día.
Me levanté silenciosamente para ir a la ducha mientras Ani dormía, pero cuando estaba entrando al baño una mano me detuvo y me giré, era Isa, ahora Isa buscó mi boca y me besó profundamente, llevándome al interior. Sin demora me dijo que quería mi compañía para duchamos juntos (según ella para ahorrar agua). Pese a no ser su turno el lunes, hicimos el amor bajo la tibieza del agua que mojaba nuestros cuerpos. Mi hermana la diosa no me hablaba, solo disfrutaba que yo la poseyera con suavidad y delicadeza; agradecía con besos que la acariciara por todas partes. Creo que la recorrí entera con mis manos, hasta que nos corrimos como burros, para luego jabonarnos entre caricias y sin más fuerzas salimos de la prolongada ducha, secándonos mutuamente para regresar al cuarto donde una Ani que nos esperaba impaciente. Me reí por su cara larga que demostraba unos celos disfrazados de mal humor por nuestra demora, ya que estábamos algo atrasados para ir a desayunar y salir clases después.
En efecto el desayuno fue muy apurado, pese a las puyas de Flo y continuas quejas de Ani, logramos salir casi a tiempo, como ya era costumbre me senté en medio de las dos hermanitas las que apenas se hablaban (Ani pese a la apasionada noche de amor estaba molesta o preocupada por algo). No quise preguntar los motivos y me puse a cavilar en mis propios asuntos, cuando estaba distraído pensando en mis temas escolares y otras cosas Flo se gira y me besa apasionadamente, respondí casi por inercia, la verdad es que me sorprendió tanto a mí como a su hermana.
- ¿Y eso?
- Flo: Te amo y quiero ser tuya.
- Una algarabía salió de las bocas de Ani, Isa y Mamá Julia.
- Claudio: ¿Pero que te…?
- Flo: Simple el no tenerte cerca este fin de semana causó una tremenda pena y eso me convenció que tu eres mi hombre.
- Claudio: Maravilloso mi amor, yo seré tu hombre y tu mi mujer…
- Ani: Una de tus mujeres…
- Isa: Sí, no debes ser egoísta…
- Flo: Sí, está claro que Claudio es y será el hombre de todas.
- Mamá Julia: Amén.
Como de costumbre nos bajamos y entramos al colegio saludando a los conocidos, asistiendo a clases en forma normal, pero durante los recreos conversé con Flo todo tipo de detalles de nuestra relación, tanto que mi compañera y amiga Ainhoa no tuvo espacio en mi atención más allá de coordinarnos para hacer un trabajo que acordamos hacer el miércoles por la tarde en su casa. Ni siquiera Ani se nos unió para hacer nuestras habituales charlas, tampoco jugué futbol o compartí con el resto de mis nuevos amigos, toda mi atención era para Flo.
Finalmente quedamos que el Viernes ella sería mía y que para lo cual saldríamos de casa para que el resto de las parientes no se inmiscuyeran en lo nuestro, pues conociéndolas con lo calientes y fogosas que son podrían estar tentadas a participar en tan especial y delicada ocasión, pese a que le dije que ellas para estas cosas son muy consideradas. Por la tarde, llegué a hacer mis deberes y tareas, mientras Flo conversaba con Ani cosas de chicas e intercambiaban experiencias. A eso de las siete de la tarde recibí un llamado de papá, el que me dijo:
- Papá: Claudito, te llamaba para decirte que el fin de semana próximo no estaré en casa.
- Claudio: No hay problema papá, feliz me quedo en mi casa.
- Papá: No, de todas formas quiero que vengas a mi casa.
- Claudio: Pero papá para que voy a ir si no estarás.
- Papá: Mira Claudito, pese a que no te lo debiera decir; te lo diré. En primer lugar, no quiero que en el tiempo que me corresponde a mí estés con tu mamá, y en segundo lugar, quiero que acompañes a Paula que se aburre aquí sola ya que no tiene ningún pariente en esta ciudad.
- Claudio: Si así lo quieres, no tengo problema.
Cuando cenamos se lo comenté a mamá, cosa que la enfureció de sobremanera, pues eso solo demostraba lo egoísta que era su cuasi ex marido, todas las otras hicieron comentarios referentes a lo espantosamente egoísta y malicioso que era papá, con la excepción de Isa que simplemente dijo:
- Fóllate a la furcia de papá, así aprenderá a no ser como es.
- Mamá Julia: Pero Isa ¿cómo se va a follar a la amante de tu padre?.
- Isa: Fácil, igual que nos ha follado a todas y pronto se follará a Flo, Claudio es lo más cercano a Casanova que conozco.
- Dani: Sí, jajaja, así tu ex recibirá un castigo con la misma moneda que te pagó tus años de sacrificio.
- Aní: Sí fóllala y después nos cuentas…
- Flo: Mejor graba un video para que la veamos ensartada por ti.
- Mamá Julia: Sí Isa tiene razón, debes follarla y no sabes cuánto disfrutaré si me la muestras ensartada, jajaja.
Pese a lo alucinante que parecía la conversación, todo lo que mis mujeres decían ya era algo que tenía decidido desde antes, pues desde que vi a Paula la deseaba, ya que debo reconocer que papá tenía buen gusto en mujeres y parecía que no le faltaban chicas que follar, por lo que tendría un fin de semana morboso y sorprendente.
Por la noche me acosté con tía Dani, la cual me esperaba expectante en su habitación, al verla no pude contener mi excitación, estaba “vestida para matar”, tenía puestas medias de encaje, tanga transparente que enseñaba la rajita del coño y sujetador a juego mostrando con su reveladora transparencia los pezones. El conjunto apenas contenía sus curvas, las que rebasaban las fronteras de los bellos aditamentos, como si los hubiese comprado ex profeso para que así lucieran sus mayores atractivos sexuales. Sin mediar palabras me desvestí con celeridad y me metí a la cama comenzando a literalmente comerla vestida, le daba mordisquitos en los cachetes del redondo culo, en sus tetas, en la tripita, en las piernas, en otras palabras donde pudiera; además mis manos acompañaban los mordisquitos con caricias profundas llenas de fogosidad, cuando ya no pude más le bajé las bragas y ella abrió las piernas mirándome con una cara de guarra traga pollas indescriptible. Al momento de envergarla soltó un gritito de placer que me encendió aún más y comencé a darle una feroz follada, no sé cuanto rato estuvimos hasta que nos corrimos, quedando agotados pero felices. Así pasamos parte de la noche, la follé dos veces más antes de quedarnos dormidos de cansancio.
Al desayuno, el comentario general es que tía Dani se veía como si la juerga hubiese sido apoteósica, pero indudablemente se le veía feliz y satisfecha. Mamá a la que le tocaba el turno de este día martes se relamía de deseos y hacía comentarios a lo menos subidos de tono, la verdad es que nunca creí que mamá fuese tan mal hablada y provocativa.
Ese día martes pasó igual que el anterior, conversé con mis chicas en la escuela, incluyendo a Ainhoa, estudié, hice atletismo en la tarde, o sea lo usual. Después de salir de clases y luego al regresar a casa, me encontré con mamá que había vuelto temprano de la empresa, me dio la impresión que su tempranera llegada fue para que la follara largo y tendido con ella y así fue, no alcancé a guardar los libros cuando ya la tenía comiéndome la verga, dada tanta ansiedad, la comencé a follar en la sala mientras las otras parientes iban llegando y nos saludaban deseándole parabienes a ella, primero fueron Ani y Flo que llegaron de su práctica de “ cheerleaders ”, después fue tía Dani y finalmente Isa, en ningún momento mamá se cortó ni un pelo, incluso cuando Isa me besó mientras le partía el culo. ¡Follé a mamá por todos lados!.
El miércoles fue similar al martes, con la diferencia que trabajé en casa de Ainhoa, la cual ya me coqueteaba con descaro incluso frente a su madre, pero no pasó nada, quedando ambos de terminar el trabajo el sábado en la mañana antes de tener que ir a casa de papá. Por la tarde llegando a casa follé con Ani, cumpliendo mi deber y el rol establecido.
El jueves fue más de lo mismo, claro que con Isa que llegó temprano de la universidad, debo reconocer que ella es un oasis de dulzura y caricias suaves después de tantas zorras ardientes como lo son mis otras parientes, con ella realmente me relajo y hago lo que yo quiero y no necesariamente lo que las otras exigen.
Por fin llegó el viernes, día en que supuestamente cumpliría con uno de mis mayores anhelos, desvirgar totalmente a Flo, me levanté y duché con Isa y Ani, la que se nos coló en la ducha, no sé como pudimos hacerlo, pese a lo estrecho, me las follé a las dos, pero como lo hicimos en el turno de uso de baño de los tres no nos atrasamos mucho, por lo que llegamos a desayunar a tiempo con todo el resto de las parientes. Flo lucía más bella que nunca, se me acercó y me besó con pasión para luego decirme:
- ¿Cómo amaneciste corazón?
- Claudio: Yo bien ¿y tú?.
- Flo: Muy bien, algo nerviosa… pero definitivamente bien.
- Tía Dani: Muy bien los felicito a los dos, hoy será un gran día para mi Florencia.
- Flo: Gracias mamá
- Claudio: Gracias tía, lo será.
En el colegio todo marchó bien, pese a que me encontraba nervioso (Increíble ¿no?), pues no quería decepcionar a Florencia, tal vez por ese motivo, como se dice, “evité ver a la novia antes del matrimonio”. En todo el día y hasta el término de las clases, solo la vi a la salida. Sorpresivamente en la puerta del colegio nos estaba esperando mamá y tía Dani, mamá se llevó a Ani y la otra nos llevó a un hotel de lujo que quedaba en un elegante sector de la ciudad, cosa que nos sorprendió.
- Flo: ¿Mamá que hacemos aquí?
- Tía Dani: Los vengo a dejar aquí, simularemos ser pasajeros, yo alojaré en una habitación y ustedes mis “hijos” en otra, pese a que en teoría en la doble estaríamos Flo y yo en otra tú, pero eso lo cambiaremos.
- Claudio: Pero que buena idea, no sabes como te lo agradezco tía Dani.
- Tía Dani: Mira corazón todo sea por que la primera noche de mi nena sea perfecta, después me puedes dar una cogida de agradecimiento en que me dejes tonta de tanto follar, jajaja.
Entramos como familia, tía Dani firmó el registro por los dos, luego nos llevaron a las habitaciones que quedaban contiguas, primero a la supuesta habitación de ellas y luego a la mía, después de unos minutos “sinceramos la situación” y nos acomodamos como debía de ser. Contrario a lo que cualquiera supondría no comenzamos a follar o algo parecido, lo primero que hicimos fue disfrutar de la cama, del gran televisor y de cuanta tontería se les puede ocurrir, incluyendo unja guerra de almohadas (vamos que no dejamos de ser adolescentes), luego Flo se quiso duchar y cambiar sin que la viera, cosa que respeto, por lo que fui a juguetear con tía Dani, ella me recibió muy bien pero se negó a participar de una sesión de sexo, pues era el día de su hija, cerca de las 19:00 ya con hambre nos envió a cenar con cargo a la habitación, mientras ella se iba al spa del hotel para darse un masaje, diciéndonos:
- Muy bien mis niños, disfruten la cena y todo lo demás, yo me quedaré aquí nos vemos al desayuno tipo 09:30, para luego irnos antes del medio día.
- Flo: Gracias mamá, hasta el desayuno.
Entramos con Flo a nuestra habitación para cambiarnos y ponernos la ropa adecuada para la ocasión, pero tan solo al entrar ella se cuelga a mi cuello y me besa con pasional ternura, le correspondo y comienzo a entusiasmarme bajando mis manos a su culo tantas veces poseído por mí, pero ella me detiene y me dice
- Duchémonos, cenemos y luego follamos.
- Pero corazón te deseo…
- Tal vez podamos aplacar algo de nuestros deseos en la ducha, jejeje.
- Claudio: Okey, está bien…
Nos denudamos, debo confesar que no me canso de ver lo bella que es Florencia, vamos a la ducha y retomamos las caricias, mi pasión surge entre la agitada respiración de mi amor que se deja tocar por mis ansiosas manos aunque sin dejar que le toque el coñito, ante tanta reticencia comienzo a acariciar su anito el cual ya a estas alturas se amoldaba perfectamente a mi verga.
- Flo: Eres un malvado… ¡quieres culearme!
- Claudio: Mmm sí, no te voy a mentir.
- Flo: Espera un poco, no adelantes lo que en poco será realidad.
- Claudio: es que he esperado tanto que ya estoy loco de deseo por ti.
Seguí acariciando a Flo en la ducha, pero no pasamos a mayores, claro que mis cojones estaban hinchados de simiente lista para salir. Una vez secos nos vestimos con lo que nuestras madres habían dejado en el equipaje que traíamos, las combinaciones de seguro fueron bien estudiadas, mi Flo se veía preciosa con un juvenil vestido que resaltaba su linda figura sin mostrar mucho más de lo conveniente, yo por mi parte unos simples pantalones grises con camisa ad hoc y una chaqueta azul deportiva, ni muy elegante ni muy zaparrastroso, cuando estuvimos listos, salimos a cenar en el restaurante que tía Dani había reservado, era de un ambiente muy cálido ideal para el romanticismo.
Cenamos con calma, claro que sin vino o champaña la que simulamos con unas gaseosas, no quisimos recargar mucho el estómago por lo que las reducidas raciones de la cocina estuvieron bien, claro que ella quiso postre, pese a que yo estaba impaciente por “ir a lo que veníamos”, nos levantamos de la mesa contentos pero nerviosos, especialmente ella (dirán que ridícula, pues ya me había entregado su anito).
De regreso nos fuimos caminando de la mano las tres cuadras que nos separaba del hotel, todo era perfecto, luego de tomar el ascensor a la habitación Flo cambió de una actitud románticamente delicada a una osada, dándome besos y acariciando mi anatomía piso por piso, tanto que una pareja de hombres maduros no solo se sintieron inquietos, si no que uno me dijo que esperáramos a llegar a la habitación. En el cuarto mi chica mostraba una ansiedad inusual, tanto que la tuve que calmar, pues si seguía así no disfrutaríamos de la noche tan especial.
- Calma corazón, déjame que te guie y lo disfrutaremos le dije.
- Flo: es que no quiero que de desengañes, te he visto con las otras y tú…
- Claudio: A las otras las trato como ellas desean después de tener una experiencia previa, tal como yo te lo hago por el culito… hay un mundo de diferencia desde la primera vez a como lo hacemos ahora.
- Flo: Sí, tienes razón perdona.
- Claudio: No hay nada que perdonar, cierra los ojos y déjate llevar por tus instintos, y por mis caricias, solo eso
Me acerque y le di un beso tierno y suave, ella me miró y con dos lágrimas en sus ojos me abrazó. La seguí tratando con suavidad y nuevamente le dije que se dejara llevar, que junto aprenderemos a amarnos. Mis manos se dedicaron a acariciarla con suavidad gestos que ella comenzó a repetir, por fin se calmaba, sin que ella llegara a darse cuenta de cómo lo había hecho le quité el vestido que se deslizó suavemente al suelo, Flo con una sonrisa me dijo:
- Eres un mago, no me di cuenta como me tienes sin vestido.
- No soy un mago, tú eres la que me embrujó.
Florencia tendía a avanzar más rápido de lo que quería, pero no podía borrar sus anteriores experiencias conmigo, por lo que seguimos en una batalla de besos, donde nuestras lenguas no se daban cuartel y sus manos ya exploraban mi verga con avidez, tanta que ya a los pocos minutos me tenía casi totalmente desnudo y yo aún no le sacaba el sujetador y las bragas.
Nos sentamos en la cama para poder sacarme los zapatos, empecé a tocarle las piernas, ella suspiraba con el mas leve roce de mis dedos, así que empecé a subir la mano poco a poco para excitarla, cuando iba a llegar a su coñito aún virgen, me devolvía lentamente, ella me tomó mi verga y la tironeaba un poco como queriendo que finalmente se la metiera en su último bastión virgen. Ante su insistencia, no aguante mas y puse una mano en una de sus nalgas, Flo tiene un culo sensacional, le recorrí su culo unos cientos de veces y debo decir que no me canso de él, es firme grande y el orto es perfecto y se amolda a mi verga como guante, pero me controlé y volví a las inmediaciones de su coñito, al tocarlo por primera vez en la noche, ella gimió dando algo como un salto que me sorprendió. Estaba caliente, lo sabía porque su flujo vaginal humedecía mi mano que corriendo sus bragas a un lado circulaba ya sin frenos por el abultado monte de Venus que se notaba que estaba cuidadosamente depilado.
Metí un dedo en la entrada de su vagina explorando más allá de lo que alguna vez había llegado, ella salto nuevamente, cosa que me excitó aún más; ya que no había pensado lo sensible que era a mis caricias, por fin se estaba dando lo que hacía mucho tiempo estaba esperando. Le abrí las piernas y bajé a comerle el coñito pese a que ella me pedía con insistencia que la penetrara, pero si lo hacía a lo rápido o bruto, la magia de su primera vez se rompería, tan rápido como yo me correría entre sus piernas.
- Mmmm, que coñito más rico.
- Flo: Sácame las bragas y métemela….
- Claudio: Calma, ya lo haré, ¿no te gusta?
- Flo: Mmm, si mi amor… que rico, pero te quiero dentro, no seas malo.
- Claudio: Mmm… calma corazón, ya llegaré.
- Flo: Claudio, no me entiendes…. Quiero ser tuya de una vez
Ella estaba muy excitada y empecé a escalar a besos desde el coñito hasta llegara al cuello, pasando por su ombligo y tetas, las cuales liberé del sujetador. Al hacer esto, coloque mis manos en sus senos, fue maravilloso, pese a que yo ya los había sentido anteriormente, el tocarlos y sentir lo firmes, duros y grandes que son me tenían loco, Ahora ella me abrazaba muy fuerte, no me quería soltar, y lanzaba unos pequeños suspiros en mi oreja que me ponía mas excitado aun.
- ¿Te gusta? Es solo el principio.
- Flo: Sí, mi amor
Mientras que seguía besando sus senos, tome su mano y la puse encima de mi verga. Mi Flo comenzó a moverla de arriba para abajo, al sentir su mano encima de mi verga, casi me hace estallar pero me aguante porque tenía que desvirgarla, inundarla con mi leche, poseer el coñito virgen deseado desde hace tanto tiempo.
Me erguí y le saqué sus braguitas, ella me ayudó levantando su precioso culo y sonriente me tendió la mano, pero me detuve un instante y empecé a acariciar su coñito ahora completamente expuesto, esto la puso a mil, apretaba las piernas y atrapaba mi mano, buscando tener un orgasmo pero no se trataba solo de hacerla gozar, tenía que ser completamente mía.
Me puse entre sus piernas, ella levantaba el culo para que se la clavara rápido, estaba totalmente poseída por el deseo y la lujuria, lo único que quería era sentir cada vez más placer, por lo que no la hice sufrir más y lentamente se la fui metiendo. Estaba increíblemente mojada, se notaba que su deseo era muy grande, le pregunte:
- ¿Te gusta mi amor?
- Mmm, siii, siii, sigue, que rico se siente. Ahh…ay uhm
En un momento sentí que algo impedía mi avance, fue solo un instante en que vi un leve gesto de dolor dentro de su pasión, había cumplido con nuestro deseo. Florencia ya no era virgen, seguí con un suave mete saca que según me confesó, era una mezcla de pasión placer y dolor, hasta que ambos nos corrimos en un mar de caricias, suspiros gemidos y placer
Durante la noche hicimos el amor una vez más, donde ella me entregó nuevamente su adolorido coñito y su excitante anito, por fin podía decir que Flo era completamente mía, pese a que antes me había entregado parte de su ser ahora indudablemente era mía y yo su hombre.
Por la mañana apenas amanecimos hicimos el amor nuevamente, ahora el dolor había cedido bastante y ella muy entusiasta me llevó con su dulzura al éxtasis orgásmico, disfrutamos de la estupenda cama del hotel, jugamos un rato en ella, nos sentíamos dichosos, luego una hora antes de que nos juntáramos con tía Dani fuimos juntos al baño y en la ducha me estrelló contra el muro y prácticamente me folló (por un momento pensé que había desatado un demonio). Dada su ímpetu y deseos de follar conmigo, me puse a pensar que a las otras chicas que había desvirgado no tuvieron la oportunidad de Flo de tener una noche de luna de miel y estar calmadamente conmigo y de pronto me puse a imaginar ¿cómo sería tener una noche de luna de miel con ellas?
Cuando por fin me liberé de sus caricias y arrumacos, nos vestimos con apuro pues quedaban solo diez minutos para cumplir con lo acordado con tía Dani, por lo que salimos presurosos de la habitación en dirección al lugar del desayuno.
Entramos al salón tomados de las manos muy apurados, tía Dani estaba sentada de cara a la entrada, su cara demostraba alegría con mezcla de complicidad, durante fantástico desayuno tipo americano tía Dani nos interrogó en detalle, pese a la vergüenza de su niña que no quería hablar de los detalles de su desfloración. Afortunadamente nuestra mesa estaba en un rincón apartado de los otros parroquianos los que no se enteraron de los bien y maravilloso que fue nuestra noche de luna de miel. Para contrarrestar el interrogatorio le pregunté a tía Dani como lo había pasado en el Spa y por la noche, lo único que supimos de ella es que el masaje fue fantástico y que se la pasó la noche viendo películas en su habitación, pero al levantarnos nos dijo:
- Chicos, les puedo pedir un favor…
- Flo: Claro mamá.
- Claudio: ¿Qué sería suegrita?
- Tía Dani: Me gustaría verlos “hacer el amor” y que Claudio luego me…
- Flo: ¿Que te folle?
- Tía Dani: Dicho así suena feo, que me de un poco de cariño, suena mejor.
- Flo: Bueno mamá, solo por todo el esfuerzo que hiciste por esta noche maravillosa.
- Claudio: Bueno tía Dani lo que Flo diga
Finalmente les puedo decir que nuevamente hice el amor con Flo mientras su madre nos miraba y se masturbaba, el morbo que siempre sentía en esas situaciones me tenía muy prendido, por lo que “inspirado” pronto logré arrancarle a Flo un gran orgasmo, mientras tía Dani tenía los suyos casi en silencio.
Al terminar nuestra desenfrenada despedida del hotel Flo hacía las maletas, mientras yo holgazaneaba, por lo que me acerqué a Dani que la ayudaba y comencé a acariciarla con lujuria y ella se dejaba hacer, Flo me miraba en una forma difícil de describir, era una mezcla de picardía con cara de reproche, pero no le hice mayor caso y literalmente me beneficié a su madre delante de ella, la cual no tardó en correrse de lo caliente que estaba.
Tía Dani nerviosa intentó disculparnos de lo que habíamos hecho delante de la “novia”, pero la verdad es que yo era el culpable de todo, claro que no quería que sus celos mandasen en nuestra relación, por lo que luego le hice lo mismo a ella mientras su madre intentaba cerrar las maletas y revisaba las habitaciones para que no se nos quedara nada, bajamos al lobby del hotel solo unos minutos antes de la hora de salida.
Dejamos el hotel, llegamos a casa mientras las chicas interrogaban a la más joven del harem, por mientras yo hacía mi maleta para ir a casa de mi padre, tenía sentimientos encontrados, por un lado no quería ir, pues dejaba a Flo y a las otras chicas, pero el asunto de estar a solas con Paula me ponía a cien, estaba en eso cuando:
- Papá: Hola, con Claudio.
- Claudio: Sí papá, soy yo.
- Papá: Que bueno encontrarte, quería decirte que hoy no vengas a mi casa.
- Claudio: Como tu digas papá, ¿pero pasó algo?
- Papá: Mira Paula no se siente bien según me telefoneó y no está para hacerse cargo tuyo si no estoy yo.
- Claudio: Okey papá, no es problema, espero que se mejore pronto, adiós.
- Papá: Gracias, adiós.
El tema del fin de semana se había solucionado solo, ahora me podía quedar en casa y disfrutar de mis chicas sin problema, ya que los militares no estarían hasta el fin de semana siguiente…. Pero cuando le iba avisar a las chicas de la noticia algo en mi mente me frenó, pensé que tenía que ir a ver a Paula sí o sí. Se lo debía a las chicas, en especial a mi madre y por qué no, también a mi hermano y a mí. El follarla sería una linda venganza por lo que nos había hecho sufrir mi padre, por lo que no se los informé, decidiendo salir de casa de todas formas. A la hora de la salida ellas estaban algo tristes pero les dije que a mi regreso las compensaría.
Continuará…..