Como Cambió Mi Vida Capítulo 12
El involucrar a la madre de Biocha en el harem por medio de un castigo, hace que la situación comience a tomar otro cariz, Claudio cree que para bien, pero la situación no es para nada simple.
Capítulo 12: La caliente Madre de Biocha ¿una mala madre?
La Madre de Biocha, aún reticente, se sentía atrapada por su hija que le enseño uno delos videos, intentó convencernos de que no le hiciéramos nada, que ella sería una buena mujer y que siempre cuidaría de Biocha, pero su hija, la consideraba una gran zorra y creo que tenía razón en pensarlo, luego de mucha presión confesó que tenía ya varios años de ser infiel a su esposo que si bien era un buen amante, no le daba todo lo que ella necesitaba o quería.
Casi forzada fuimos a su cuarto y ella entre sollozos se desnudaba a las órdenes de Biocha, yo era solo un mudo espectador de ello, al ver su anatomía nuevamente alucinaba. La madre de Biocha era como ya dijimos, una aún atractiva mujer de unos 45 años, con el pelo rubio ondulado en melena, tenía un cuerpo fenomenal debido a su genética que la había heredado su hija, no era delgada pero tampoco gorda, diríamos que su cuerpo era fuerte y bien formado, caderona con un culo ancho; sus tetas eran de gran tamaño comparables con los de su hija que eran descomunales, en fin todo muy bien puesto, era lo que hoy en día lo que definimos como una madre a la que me gustaría tirarme o simplemente MILF.
Caliente por lo que veía, comencé a besarla, en la cara, ella esquivó mi boca, pero no por eso dejó de sacar mi verga tras las instrucciones de su hija que monitoreaba su proceder, comencé a pasar mis manos por su anatomía y la de Biocha que se encontraba cerca, pese a que ella me decía que solo me dedicara a su madre. Finalmente me dejó besarla metiendo mi lengua sin problemas, su boca era menos carnosa que la de su hija, pero su lengua era más experta, me la metió entre los labios, recorrió mi lengua y paladar, podía notar que mis caricias ahora la calentaban, con gran deseo la liberé de las dos últimas prendas que le quedaban, su sujetador y las bragas, tomé sus senos calientes y enormes, comenzando a juguetear con sus pezones, que gusto estaban muy duros, amasé sus deliciosas tetas con algo de rudeza como me pedía Biocha, al no hacerlo como ella quería mi nueva amante le dio dos cachetadas en el culo a su madre para demostrar el punto.
- Pero hija, eso duele
- Eso querías que me dieran a mí, te las aguantas
Cada vez me sentía más excitado, mi verga se levantó hasta el cielo, Verónica la tomo y la apretaba con intensidad cada vez que le comía las tetas con más dureza, cuando de repente, bajó la cabeza hacia mi desnuda verga y de un solo bocado ¡se la metió en la boca!!!, el placer fue indescriptible, aún cuando no podía tocarle las tetas fácilmente, por lo que Biocha se ocupó de comérselas sin cortarse ni un pelo, junto con darle cachetadas en ellas como si fueran unas masas inertes, dejando las dos masa de carne coloradas por las para nada suaves caricias, tal parece que Biocha quería mas que nada castigar a su madre por el sufrimiento causado, al ver a las dos arrodilladas ante mí, no pude resistir y las levanté para enfrentar sus tetas y comerlas juntas, el morbo era tremendo, mientras hacía eso, exploraba los dos orondos culos, el de Verónica era algo mayor que el de su hija, pero el de Biocha era más firme, mis caricias que incluían tanto los respectivos ortos como sus coñitos, comenzaron a sacarles suspiros y gemidos, en un momento, no sé cuando Biocha besa a su madre en un tórrido beso francés, el cual aceptó sin reparos. Las hice bajar a continuar con la mamada, ahora ambas compartían mi verga, mientras les acariciaba la cabeza, la madre de Biocha no solo se comió mi bálano completo si no que también mis cojones, que sensación más eróticamente agradable, luego ella con sus manos ayudó a que su hija me la mamara hasta tragársela casi completa, tomando el control de la adolescente, para luego marcar el ritmo de la mamada con las manos empujando la cabeza de arriba abajo, viendo que ya me iba a correr, la detuve y se la metía a ella hasta al fondo, tanto que tuvo unas arcadas, pero se la comió toda, al correrme no le hizo ningún asco a mi leche y se la tragó toda, una de las cosas que me impresionó es que era prácticamente la primera vez que acababa antes que una de sus amantes, ella comenzó a besar a Biocha y le traspasó parte de mi corrida, me impresionó que esta última pese a la repulsión inicial, se la tragara luego de mostrármela, les seguí tocando las tetas mientras las besaba a las dos y sentí el ocre sabor de mi propio semen, Verónica limpió mi verga ante la atenta mirada de Biocha, bajó sus acariciándome el culo, y me acarició el orto con un dedo, di un respingo que le causó risas a las dos, nunca me lo habían hecho a mansalva y sin advertencia, pero no fue tan malo, pese a que no es mi preferencia. Al pasar mis manos por los coños de ambas, noté como la humedad de su flujo vaginal me mojaban mis manos lo que demostraba que Verónica estaba también tan caliente como su hija, por lo que continué “dedeandolas” hasta hacerlas acabar a los con dos de mis dedos en sus clítoris.
Las caricias entre los tres continuaron en un mar de gemidos y suspiros compartidos, mientras toda esta escena quedaba grabada en un video “familiar”, claro que no les dije a ninguna de lo que estaba haciendo el sistema de seguridad. Nos tendimos en la cama matrimonial, para nuestra febril actividad, Biocha comenzó a comerle el coño a su madre y ella solo gemía, me puse detrás de ella y comencé a hacer los mismo con ella, la temperatura subía y subía, prontamente logré recuperarme de mi anterior corrida (bendita juventud), plantando nuevamente mis manos entre las piernas de Verónica, hice a un lado a Biocha y el dije:
- Le voy a dar duro a tu “mamita del año”
- Biocha: Sí rómpele el coño por mala madre
- Verónica: Por favor no sean brutos
Me puse en posición abriéndole más las piernas a mi “víctima” , ella se dejó hacer, sin oponer alguna resistencia, se la metí de un solo golpe, ella gimió, pero calló cuando lenta pero rítmicamente comencé a martilla su interior, podía sentir en las paredes de su vagina como la iba llenando de mi carne, comenzó a jadear y eso me alteró, por lo que comencé a apurar el ritmo para penetrarla sin miramientos, el ver como sus melones se cimbraban ante mis acometidas, me impulsó a tomarlos con firmeza y sin dejar de hacer mi cometido me incliné para besar esos maravillosos pezones de las gigantescas tetas, Biocha muy caliente aún me despojó de uno de ellos y comenzó a comerlos dándole incluso pequeños mordisco que más de un gritito de dolor le sacaron a su madre; ella comenzó a cambiar el ritmo moviendo su culo a su propia velocidad, tuvimos una breve lucha por ver quién llevaba la voz cantante, la que se dirimió al sentir Verónica mi verga que llegaba hasta lo más profundo de su ser, ella reaccionó abriendo las piernas, cerrándolas tras de mí, sentí cuando comenzó a correrse increíblemente casi en silencio transportándola a las nubes del orgasmo.
Aún sin correrme, miré a Biocha y la hice ponerse en cuatro sobre su madre y le metí mi verga en el coño recientemente inaugurado ella gimió, no sé si de dolor o placer, pero sin hacer mucho caso comencé a montarla , ella se inclinó un poco y podía ver como sus tetas rozaban con las de Verónica, como no podía apreciar esa erótica imagen, solo la pude imaginar, la madre le tomó de las tetas y las amasaba, al rato Bicha se corrió entre gritos de placer, ya casi extenuado derrame mi simiente en ella.
- Verónica: Veo que mi niñita es tan guarra como yo
- Biocha: De tal palo tal astilla
- Claudio: ¿Les ha gustado?
- Ellas a coro, ¡síii!!
Nos quedamos tirados en la cama, teníamos hambre y sed, al recuperarnos, bajamos a la cocina desnudos como estábamos y Verónica nos cocino unos huevos con chorizo y Biocha nos sirvió un café negro, las miraba como trabajaban sin incordia, como si la situación fuera lo más normal del mundo, luego fuimos a la ducha del cuarto principal y los tres nos refrescamos entre caricias, hasta que mi amiguito resucitó nuevamente, tomé a Verónica de frente y levanté una de sus piernas ensartándola nuevamente, ella sonrió mientras Biocha con algo de frustración le amasaba las tetas mientras me besaba, Verónica con el fin de acrecentar la sensación de estar repleta de carne se pegó a mí y me pedía que le partiera el coño, iniciando luego un frenético mete saca, cuando de pronto dio un grito destemplado y clavándole sus uñas en mis brazos hasta hacerlos sangrar, se corrió. Por primera vez vi como una mujer podía excitarse hasta casi perder el control, y sobre todo, comprobar por la expresión contrariada de Verónica, que se había corrido nuevamente pero ahora antes de lo deseado. Biocha se me acercó y luego de besarme con pasión, me dijo al oído:
- Reviéntale el culo a la zorra de mi madre.
- Claudio: ¿Estás segura?
- Biocha: Si hazlo.
- Verónica: Secreto de dos no son de Dios, ¿Qué traman?
- Claudio: Necesito un condón de los que hay en mi chaqueta dije sin hacer caso de la pregunta.
- Biocha: Te lo traigo y salió de la ducha en forma diligente.
La saqué de la ducha ya recuperándose del feroz orgasmo, la llevé a la cama aún mojada y ella me preguntó
- ¿Qué hablan ustedes?
- Biocha: Nada en especial, solo una sugerencia, que creo te va a gustar mamita.
Biocha rápidamente me paso el condón sonriente y tras mamarle la verga me ayudó a ponerlo, ante la atenta mirada de Verónica trajo unos almohadones, se tendió en la cama y le dijo a su madre que se pusiese sobre ella tal como ella lo había hecho ella antes, Verónica obediente lo hizo, quizás pensando que se la metería por su coño nuevamente, pero luego de acomodarme, escupí en su orto ante lo cual sospechó algo que no estaba en sus libros.
- ¿Qué es lo que pretendes niñato?
- Claudio: Nada que no le vaya a gustar doña Verónica, enfrentando la verga en el ojote de la dama.
- Verónica: Me la quieres meter en el ano, ¡eso no!, nunca me lo han hecho por ahí.
- Claudio: Siempre hay una primera vez, dije metiendo la cabeza de mi verga en las abundantes carnes que rodean al ano de Verónica.
- Biocha: No reclames, eso mismo quería hacernos tu amante
- Verónica: No lo hagas insistió, la cual intentó moverse pero le fue impedido por Biocha que la tenía tomada de la cintura.
De un empujón procedí a literalmente partirle el culo a Verónica la que gritaba que por ahí no, luego de completada la penetración nuestra víctima oponía una tibia resistencia y aún con lágrimas en los ojos repetía "no, cabrones, no, no...", toda resistencia fue cediendo mientras realizaba un mete saca apoyando las manos en las nalgas de su colosal culo y Biocha le comía una teta mientras le “dedeaba” el coño, luego de un largo rato de mete y saca, ya totalmente entregada a su suerte, se corrió entre gritos destemplados donde nos decía cosas feas y nos amenazaba con las penas del infierno.
Le saqué la verga y tendiéndome en la cama bastante cansado, le dijo a Biocha que se empalara sobre mí, cosa que la chica hizo rápidamente ante la atenta mirada de su madre que se encontraba derrengada al lado y con su culo partido, comenzando a moverse sin que se lo dijera, al mismo tiempo, le ordené a Verónica que se pusiera a la altura de mi boca para comerle el coño, sin mayores instrucciones Biocha comenzó a amasar las tetas de su madre a medida que saltaba sobre mi verga, Verónica abandonó su puesto para volver a ponerse en posición enfrentando a su hija, para él hacer lo propio en las tetas de ella, y por mi parte recorría todas las curvas que podía alcanzar. Nunca ninguno de los tres había hecho tal cosa, pero si bien en un principio nos costó coordinarnos, luego llegamos a una nueva dimensión del sexo, elevando su temperatura a niveles insospechados. Al sentir como Biocha llegaría pronto a un nuevo orgasmo, comencé junto con mi lengua a “dedear” con una mano el clítoris de Verónica y con la otra ayudaba a mi verga a terminar la faena, ambas al ser estimuladas por todas partes, comenzaron a tener notorios espasmos en sus vaginas que le llegaban a estremecer hasta las tetas, por lo que como el gran final de una película épica, los tres llegamos a corrernos casi en forma simultánea, derrumbándose sobre mi cuerpo como una avalancha, de pronto me vi aplastado por toda esa fabulosa carne.
- Verónica: ¡Haahh!!! que rico exclamó a pesar de que no me podré sentar en una semana.
- Biocha: Si fue fabuloso sentir como me apretabas las tetas mientras Claudio me partía mi conchita.
- Claudio: Que puedo decir yo que ustedes no hayan dicho, fue Guayy.
- Biocha: Jajaja, de donde sacaste eso, jajaja.
- Verónica: Creo que tenemos que ducharnos y vestirnos, pues tu padre luego llegará del trabajo y no nos puede encontrar en esta facha.
- Biocha: Si es cierto, duchémonos juntos
- Claudio: Pero sin nada de caricias, jejeje.
- Verónica: Bueno mis niños vamos.
Me metía la ducha con estas dos voluptuosas bellezas aprovechando la oportunidad de jabonarlas por todos lados y ya sin muy malas intenciones, pero el contacto con esta diosas logró que mi verga resucitara nuevamente, tomé el jabón líquido y lo apliqué en mi amiguito y tomando las caderas de Biocha ignorante de mi maniobra la metí en el anito de Biocha, ella no alcanzó a decir nada más que ¡Ay! cuando un empujón ensarté a la hija igual que lo había hecho con la madre, Verónica fue el mudo testigo de mi artera maniobra y sonrió al ver empalada a su hija.
- ¡Haayy!!! que haces bruto, sácala de ahí.
- Claudio: Pero Biocha pensé que te gustaría dije sin sacarla y comenzando un suave mete saca afirmándola de las caderas
- Verónica: Que pague su mala leche cuando me partiste el culo dijo sonriendo
- Claudio: Como me pone el sonido de tu culo contra mi verga.
- Verónica: Como son de calientes mis nenes dijo y se acercó comenzando a sobarle el coño y las tetas a su hija.
- Biocha: Mmm….Mamá no seas mala, decía mientras gemía y suspiraba.
Pasado un buen rato, la chica se corrió teniéndose que afirmar de su madre para no caer. En tanto yo estaba a punto de hacerlo por lo que les dije a las mujeres que quería correrse en sus enormes tetas, estando aún en la ducha, ellas se hincaron para recibir mi leche, ya todos más que satisfechos y dada la pronta llegada del cornudo, perdón del papá de Biocha, salimos presurosamente de la ducha y nos vestimos solo en unos minutos, tan solo un poco antes de que llegara el padre y esposo de las muchachas recién culeadas y tiradas por mí.
Efectivamente el dueño de casa o sea el cornudo las saludó cariñosamente, no tanto a mí, pese a su cordialidad, sin saber que también lo acababa de hacer nuevamente cornudo. Biocha me despidió con un efusivo beso, diciéndome que había sido el mejor día de su vida y que no olvidaría nuca las aventuras que le llevó a vivir en tan poco tiempo. Llegué a casa casi destrozado, las chicas me saludaron afectuosamente con claras intenciones amorosas las que rechacé delicadamente, esa noche soñé con las “Tanas”, puede que ello me llevara a amanecer muy caliente, tanto que no pude evitar asaltar a mi madre que terminó ensartada por mí en el baño, lo que me agradeció enormemente.
Algo después del desayuno me la madre de Biocha, me llamó temprano para que fuera a su piscina a pasar un rato con ella y Biocha; así lo hice, llegué realmente temprano, no sería más allá de las 10 am, me encontré con el cornudo el que me saludó y me preguntó derechamente si tramaba algo con su hija, pero le dije que mi primo me había pedido que “se la cuidara mientras él estaba fuera”, el se rió, dijo que si hacía eso, pronto mi primo sería un cornudo de primera, yo solo sonreí. Una vez terminadas las despedidas, la madre de Biocha me dice que vayamos a la piscina, yo sin divisar a Biocha aún, le pregunté por ella, me dijo que me esperaba en ahí, por lo que partí contento a ver a mi diosa romana, al llegar la vi como dios la echó al mundo y quedé sin habla, a su lado estaba la criada vestida con un diminuto delantal y ropa interior sexi, yo alucinaba, me giro a mirar a Verónica y la veo igual que su hija, ambas rieron ante la seria mirada de la chica morena, diría que era una mulata dominicana o cubana, preciosa, estatura media, tetas algo más que medianas, las que desafiaban la gravedad, pezones erectos que se notaban a través de la ropa, pero un culo hecho a mano por el mejor artesano del mundo, aún sin habla me atreví a preguntar:
- ¿Puedo saber que traman?
- Biocha: Sí, mi madre que es muy puta, quiere disfrutarte para ella sola y para que no me aburra, le pidió a Rosalinda que me atienda.
- Claudio: ¿Pero….?
- Verónica: Rosalinda entre todos sus deberes también me cuida a mí, pero como Biochita ya es grande, también la cuidará a ella.
- Biocha: Bueno disfrutemos de la piscina, jejeje
Me quité el bañador y mi camiseta, quedando calato, me acerqué a Biocha que estaba para derretir el ártico y la besé, mi verga creció en forma exponencial, pero ella luego me dijo que me tirara a su madre y se tendió sobre una toalla en el pasto para dejarse comer el coño por la apetitosa mulata, yo por mi parte, comencé la faena con Verónica, que les puedo decir, la cepille por todos lados, le comí el conejo, le partí el culo nuevamente, me hizo una cubana, le pase mi verga por cada centímetro de su cuerpo, en fin, le hice un servicio completo, luego aparté a la mulata que le comía las tetas y “dedeaba” a Biocha una vez más a mi otrora virgen italiana, la chica era una mujer ardiente pero no la toqué, y sin esperar más procedí a satisfacer a “mi chica”, fue de ensueño, su flujo vaginal la tenía completamente lubricada, todo en ella estaba que hervía, luego de besarla le metí mi verga por su coño, Biocha empezó a moverse vertiginosamente, creo que estaba más allá de punto de caramelo, tanto que se corrió rápidamente, lanzando sus ya usuales gritos de euforia, casi sin dejarla descansar la puse en cuatro patas y procedí a comerle su culo, ella solo gemía, de pronto me detuvo y me pidió que se lo partiera, tanto su culo como su coño ya se amoldaban a mí, la criada que tenía una cara de pecado enorme nos miraba como pidiendo que la invitáramos, pero yo solo estaba concentrado en mi chica, lo que no evitó que cuando logré sacarle una nueva corrida a mi Biocha, miré a la criada que a su vez miró a Verónica y pidiendo los permisos correspondientes, me solicitó que la envergara, para que no piensen que soy un tacaño aprovechado, la hice gozar con mis últimas fuerzas.
- Verónica: Te gustó como tiene el culo Rosalinda.
- Claudio: Es fantástico, además es muy caliente.
- Rosalinda: Y usted es increíble, nunca me había tocado un hombre que aguantara tanto.
- Claudio: Debe ser porque estoy seco y estas maravillas me tienen con la verga insensible, jajaja
- Biocha: De que te quejas, mira como me tienes el coño y el culo de escocido, jajaja.
- Verónica: Ya guarros terminad que tienen a Rosalinda avergonzada.
Fue una jornada intensa que terminó un poco antes de que llegara el cornudo o sea el papá de Biocha, es increíble que en esa casa todos le pusieran cornamenta al pobre, lo saludé con cortesía, pero el poco o nada me dijo, marchando a ver las noticias de la tarde, me despedí de las chicas incluyendo a Rosalinda en la cocina, con los correspondientes arrumacos y caricias, solo Biocha me acompañó a la puerta de salida.
Al día siguiente tenía planeado ir a casa de Biocha, pero Ani salió a atajarme en la salida y me hizo algo que nunca esperé, una escena de celos increíble, tanto que Isa salió en mi defensa, afortunadamente mamá y tía Dani, pusieron paños fríos y la calmaron, pero me vi en la obligación de confesar todas mis aventuras con las “Tanas”, cosa que les cayó muy mal a todas, por lo que pese a ser un “domingo libre”, no me quedó otra cosa que ir con Ani e Isa a casa de las “Tanas”, llegamos en el coche de Dani, con ellas aún ofuscadas, al abrir Biocha Aní le soltó un rosario de linduras.
- Zorra mal nacida quieres apropiarte de mi novio.
- Biocha: No, para nada, solo es sexo, cálmate, además tú fuiste la principal instigadora, así que no te quejes.
- Isa: Sí Ani, calma y conversemos adentro, no aquí.
Entramos a la casa, el padre de Biocha acababa de salir a jugar golf, por lo que no regresaría hasta un par de horas más, solo estaban Biocha, Verónica y Rosalinda, esta última con la tenida de escándalo igual a la de la ves anterior, que les puedo decir, el solo verla me dejó la verga dura, tanto que Isa me miró y riendo dijo
- Eres un guarro degenerado, jejeje
- Claudio: ¿Por qué dices eso?
- Isa: la tienes parada con solo ver a esa chica, jajaja….claro que está de pecado…jajaja
- Ani: Maldición tengo al novio más guarro del mundo, que es capaz de tirarse a cualquier zorra delante de mí.
- Verónica: Calma chiquilla, es cierto que es así, pero no puedes quejarte de tener una joya como él, aunque sea así, claro que debes cuidarlo para que no te lo quiten.
- Biocha: Es cierto, que no se ande tirando a cuanta zorra caliente se tope, que nos puede contagiar de quizás que peste y nos enfermemos mal.
- Isa: Es cierto, Claudio, debes ser más selectivo y menos lujurioso.
- Claudio: Tienen razón, lo haré, pero como ser selectivo.
- Isa: Crearemos un comité de candidatas a zorras, las cuales deben ser aceptadas por nosotras antes de partirles el culo, jajaja
- Ani: Sí, nosotras te controlaremos a las zorras, jajaja
- Claudio: ¿Cuáles serán las miembros del comité?....solo para saber si serán ecuánimes.
- Ani: Yo,….Isa, ….
- Biocha: Yo también y creo que Montse.
- Verónica: ¿Puedo ser yo también?.
- Claudio: No, porque así tendríamos que incluir a mamá, tía Dani y doña Montserrat.
- Verónica: ¿También ellas?....eres realmente un degenerado….jajaja
- Claudio: Sí, pero un degenerado que las tiene felices discutiendo cuales deben estar en el club.
- Aní: Okey, ya está decidido, llamemos a Montse para que sesionemos antes de que todas se vaya de vacaciones, pues parte la próxima semana.
- Verónica: En efecto, partimos el domingo de la próxima semana y ellas el lunes, nos juntaremos a descansar de Claudio, jajaja
- Biocha: Sí, jajaja…. yo la llamo.
Tan solo quince minutos después estaba presente Montse y sesionaba el nuevo comité de selección de candidatas a zorras o “COSECANZO” según Ani, en el comité que sesionaba por primera vez, participó también doña Verónica como asesora sin derecho a voto, la situación era entre cómica y loca, pues parecía como si fuera algo realmente serio, tal vez lo era, pero me parecía de todas formas de una locura alucinante, la primera moción fue la de aprobara el harem inicial del “pardillo degenerado” o sea yo. Esta situación no prevista por mí, me puso en una situación difícil, pues Montse, no sabía que me tiraba a su madre, pero no podía evitar que su nombre se pronunciara.
- Ani: Bueno, creo que ya está decidido cuales son las integrantes del comité, ahora queda definir el harem inicial del “pardillo degenerado”, jajaja
- Biocha: Bueno, como base estamos nosotras cuatro.
- Montse: Sí concuerdo, pero quienes más a parte de doña Verónica dijo con algo de vergüenza al mencionar a la madre de Biocha.
- Isa: Bueno debemos sumar a Verónica, tía Dani y mamá, perdón a Julia además aaa…a doña Montserrat.
- Montse: ¿¡¡A mamá!!?, dijo levantándose.
- Ani: Al igual que nuestras madres, si ellas están, la tuya también.
- Montse: Pero mamá….quiere a papá…..ella nunca.
- Ani: No lo sabes, puede que quiera a tu padre, pero igual puede disfrutar de los placeres que ya has disfrutado, como lo hacen nuestras madres actualmente.
- Isa: Votemos, a favor, Biocha, Ani, yo yyyy…Montse, la que levantó la mano más avergonzada aún.
Debo reconocer que Ani me había tirado un gran salvavidas, la cara de Montse no era para nada Feliz, pero aceptó la moción, dado que estaban incluidas las madres de las otras chicas, luego comenzaron a discutir que otras candidatas aceptarían, a lo que yo propuse a la Verónica dependiente de la tienda de lencería y bañadores y a Rosalinda con su espectacular cuerpo. Ellas aceptaron con la condición que me las follara frente a ellas, con la primera no sería posible hasta que sesionara el comité nuevamente y ella aceptara los términos, en cuanto a Rosalinda, ella aceptó de inmediato, por lo que ellas simplemente aceptaron la candidata a ser zorra de mi harem y que debía de follarla aquí y ahora. La escena más parecía un circo romano que otra cosa, las chicas prepararon unas bebidas y fuimos nuevamente a la sala, donde procedía a ser asaltado por esta fiera caribeña que era realmente una pantera, pese a los sumisa que se comportaba con doña Verónica. Sin hacerme rogar, con mis manos, la acaricié toda, casi como si quisiera intentar aprender de memoria toda su explosiva humanidad, no pude evitar acariciar y comerle el culo con pasión, ese culo es realmente increíble, cuando ya ambos estábamos prontos al paroxismo de nuestra excitación, la envergué sin piedad, primero yo sobre ella, luego ella sobre mí, luego en cuatro patas, creo que Ani estaba tan caliente como nosotros, tanto que llegó a besarme y acariciarle las tetas y comerle los erectos pezones, asimismo, se sacó sus lindas mamas afuera del bikini y me las dio como ofrenda de paz.
Que les puedo decir, Rosalinda era no solo linda sino muy erótica, tanto que luego de correrse y que yo la impregnara de mi leche, fue donde doña Verónica para ofrecerle el néctar de su coño, cosa que todas quisieron disfrutar, incluso Montse. Para finalizar la sesión del comité, las chicas me comieron la verga la que quedó con toda su dureza, por lo que tomé a Montse por la cintura y la conduje al sofá de la sala y después de sentarme en él, la monté a horcajadas para follarla mientras le comía las tetas, ella pese a su natural pudor, se dejo hacer incluso mientras todas le lanzaban puyas y se reían.
Finalizamos el comité aceptando la invitación para almorzar de doña Verónica, lo que hicimos cuando llegó su esposo de jugar golf, la conversación fue amena, pese a las cruzadas de las miradas y sonrisitas de las presentes, el resto de la tarde la pasamos en la piscina jugando con el comité, lo cual fue divertido y con gran morbo pues el padre de Biocha circulaba por su casa y en más de una oportunidad llegó a aparecer por la piscina.
Doña Verónica casi no pudo participar de nuestros juegos, por lo que en un momento mientras su esposo se refrescaba en la piscina, me llamó disimuladamente y me dijo que fuéramos a la cocina, puso a Rosalinda a vigilar a su marido y se subió a un mesón para que le comiera el coño, yo me metí entre sus piernas intentando satisfacer su deseo, mientras suspiraba y gemía, le pedía a Rosalinda que le dijera que hacía el cabrón de su marido, la chica le describía cada movimiento mientras se tocaba su coñito, ¡que par de zorras más calientes!, cuando su marido salió del agua, ella tapándose la boca se corrió en mi boca, quedando el mesón mojado con su flujo y mi baba.
Terminada la jornada nos despedimos como de costumbre, o sea en encendidos morreos que ahora incluimos a Rosalinda. Camino a casa comencé a pensar en cómo cambió mi vida, y no me lo podía creer, hace menos de dos meses era un simple muchacho de casi 16 años, virgen, tranquilo, y algo tímido, ahora era un hombre, amante de ocho hermosas mujeres, diez si consideramos a mi dependienta favorita y a Rosalinda, toda esta vorágine de sexo me tenían más que satisfecho y contento. Pero ahora pensaba que pasará cuando un poco antes de terminar el verano llegue Flo del extranjero, mi desconocida prima, ¿cómo viviré todo esto?, era la pregunta que me hacía, ¿ella sería una más del harem o con su llegada todo esto terminaría?, asimismo, surgía otro obstáculo, era el efecto de la llegada de mis parientes militares, ¿cómo reaccionarían Biocha y Montse?, su estadía intermitente en la casa sumado a la llegada de Flo indudablemente sería un obstáculo. Terminé de cavilar esperando que mis tribulaciones pudiesen tener una solución a mi alcance, o que por milagro se solucionara solas cuando llegasen, el resto de los días seguí cumpliendo con el rol fijado a lo que sumó unas pocas visitas a Verónica y Biocha, más algunos encuentros con doña Montserrat y Montse las cuales aún eran por separado, pero el tiempo transcurre rápido y las cuatro se irían a la costa, quedándome solo con las parientes, las cuales creo que aprovecharían cada gota de mi leche sin dudar.
En casa, para evitar reclamos y más escenas de celo, no me quedó otra que hacerles el amor a mis novias, la oficial y la no oficial, tía Dani, se reía, pues sabía que yo estaba pagando mis pecados de lujuria, ¡sí aquí mismo en la tierra!, finalmente me quedé dormido profundamente entre mis musas. El lunes volverían “los militares” por lo que deberíamos volver a la normalidad no tan normal del recato que debíamos guardar. Pero una noticia cambió ese sombrío panorama, Juan llamó pidiendo permiso para quedarse unos días más en el sur, aparentemente lo estaban pasando muy bien y habían conocido a una chicas que los tenían locos, nuevamente el rol de sexo se continuaba y que les puedo decir, siete días más para disfrutar de mis bellezas era una excelente noticia.
Continuará