Como cambiaste mi vida 4

Yo te amo Sarah, por favor dime que tu me amas

Ella soltó mi mano para colocarse sus zapatos y yo aproveche para volver a calzarme mis sandalias, al estar listas, ella volvió a tomar mi mano y como un par de pequeñas niñas bajamos saltando escalones hasta llegar a la puerta, antes de salir tome mis llaves y abrimos la puerta, cuando íbamos a salir, ambas paramos en seco.

Allí estábamos ambas, tomadas de la mano y sin movernos un centímetro, ambas veíamos a este chico parado frente a nosotras sin decir o hacer nada, pero algo me hizo reaccionar; mi Sarah apretó mi mano con la suya, como si quisiera que reaccionara y no la soltara nunca. Por fin reaccione y hable:

  • Marcos¡¡¡ Que haces aquí? Creí que me llamarías? - Yo no quería soltar mi mano pero estaba perdiendo fuerzas en mi-

  • Disculpa, pero quise sorprenderte a ti y a tu hermano, Pero vamos, no me dará un beso, mi amor.

Cuando Marcos dijo esto ultimo, mis ojos buscaron ver la reacción de Sarah, la encontré en la esquina de mi vista, me pareció verla suspirar, y cerro sus ojos por un segundo, parecía que la tristeza de antes volvía a ella y fue como si una daga atravesara mi estomago, yo le estaba haciendo daño, a ella que solo me daba alegría. Pero lo que seguía fue aun peor, poco a poco sentí como ella empezó a soltar mi mano muy despacio, nuestros dedos se desenlazaban y la retiro tan lentamente como si quisiera extender ese sentimiento lo mas posible, cuando ya no sentí la presión de su mano en la mía, fue como si ya no pudiera respirar, dos dagas mas me atravesaron; otra en el estomago y una en mi corazón, ahora si gire un poco mi cabeza para verla, sus ojos se veían tristes, pero ella seguía sonriendo, era la sonrisa mas triste que jamás haya visto, y otra daga atravesó mi corazón. Como podía ser que yo la estuviese hiriendo. Cuando una sombra se acercaba a mi rostro, pude reaccionar justo antes de que Marcos me besara en los labios, retire mi rostro y le abrace muy incómodamente y luego lo aleje. Marcos algo sorprendido ante mi frialdad solo me vio un momento y luego se quedo observando a Sarah inquisidoramente, nadie decía nada, hasta que Sarah volvió a romper el silencio.

  • Hola, mi nombre es Sarah, un gusto conocerte. - La vi sorprendida, su voz volvía a ser esa dulce voz con tanta confianza, pero sus ojos aun estaban tristes-

  • Si, Ella es Sarah, es la prometida de mi hermano - Reaccione al darme cuenta de que ella se tuvo que presentar a si misma, pero las palabras que habían salido de mi boca, clavaron otra daga dentro de mi, me dolía decir que ella era la prometida de hermano-

  • Wow¡¡¡ que sorpresa, Un gusto enorme, yo soy Marcos, soy el novio de Alexandra.

  • Claro mucho gusto, he oído mucho sobre ti - Respondía Sarah, mientras extendía su mano, para dársela a Marcos en un saludo que duro un par de segundos, Como sabia ella de Marcos? me volví a preguntar-

  • Y bueno, hay que celebrar, que tal si vamos todos a cenar? - Hablo Marcos-

  • Nos encantaría, pero Christian esta muy ocupado con unos clientes de su banco, pero quizás en otra ocasión - dijo amablemente Sarah-

  • Será en otra ocasión entonces, pero por qué no nos acompañas a mi y a Alexandra a cenar.

Ella nos veía, y vio como Marcos ponía su brazo alrededor mió, ella bajo la cabeza un momento y hablo:

  • No, no se preocupen por mi, yo encontrare algo que hacer aquí. Pero vayan ustedes y disfruten, te veré luego Alex,

Volvió a bajar la cabeza, luego de haber hablado mirando a los ojos a Marcos. Se quedo sin moverse por un momento, y observe como Marcos, la observaba, recorría todo su cuerpo, me imagine lo que pasaba por su cabeza y me molesto, pero no eran celos de novia, eran celos de ver como alguien más veía a Sarah, no lo soportaba, parecía una niña que no quiere que nadie se acerque a su juguete favorito. Sarah nos dio las buenas noches y camino lentamente dentro de la casa y cerro la puerta. Eso fue el final para mi, verla así, es como si me mataran, ya no eran dagas las que sentía que se clavaban en mi corazón, sentía como si miles de espadas me destrozaban totalmente. Enfurecida me aleje un par de pasos de Marcos y le reclame:

  • Pero que haces aquí¡¡¡ Te dije que hoy no podía hacer nada, tu me dijiste que me llamarías, no que vendrías aquí, de verdad que me...

  • Cálmate Alexandra, lo siento -me interrumpió- solo te quería dar una bonita sorpresa, tu sabes que yo te adoro, mi pequeña.

  • Tu pequeña, crees que eso me hará sentir mejor,

  • Lo siento, en serio, si quieres me voy, pero tranquilizate, si tu hermano ni siquiera esta aquí.

Mi cerebro analizaba y asimilaba cada palabra que salía de la boca de Marcos, buscando más excusas para enojarme. Nada de lo que dijera, me haría cambiar de idea, y él lo sabia.

  • Bueno, mejor me voy, antes de que alguno de los diga algo de lo que nos arrepintamos.

Antes de irse me quiso dar un abrazo, yo lo deje hacerlo, aunque quería echarlo de una sola vez, justo cuando se separaba de mi, me robo un beso en los labios, eso me enfureció aun más, él que sabia lo que pasaría se alejo de mi con una sonrisa en sus labios, diciéndome que recordara que yo lo amaba a él. Cuando Marcos ya se había ido, el enojo sin sentido, se esfumo y en silencio entre en la casa, busque a Sarah, y al ver que no estaba en la sala, seguí hacia la cocina, allí la vi, estaba a espaldas de mi, quería llegar y abrazarla, ella estaba revisando el refrigerador, en busca de algo que comer. Me acerque sigilosamente y al estar justo detrás de ella, le cubrí los ojos, ella se sorprendió y pregunto:

  • Quien es?

  • Adivina - Respondí, tratando de fingir mi voz, de la forma mas cómica-

  • Alex, que haces - Dijo ella riendo, y se dio la media vuelta; al estar yo tan cerca, quedamos a solo centímetros-

  • No creeras que te iba a dejar sola, o si? Además, tenemos una fiesta privada para nosotras dos

Ella me abrazo y me vio a los ojos, nuevamente me perdí en ellos, sentía esa paz, tranquilidad y seguridad, era como si al estar juntas yo estaba protegida y amada incondicionalmente. Me dejo de abrazar y tomo nuevamente mi mano.

-Entonces, tenemos que salir a comprar comida, vamos.

Salimos pasamos por un supermercado y ella compro de todo tipo de dulces, galletas, chucherias y algunas cosas mas para preparar de comer, luego fuimos y compro un par de pizzas, fue lo que yo había pedido, una de vegetales y otra con queso, ya con eso yo estaba feliz, pero ella también quería comprar sushi, así que la lleve a que comprara y compro una bandeja con diferentes estilos de sushi, no me atreví a decirle que nunca lo había probado. Llegamos a la casa con suficiente comida para durar por varios días, y ella estaba feliz, en el camino también compramos una película, ella dejo que yo escogiera, yo quería conseguir la película mas romántica posible, pero me dio pena y conseguí una comedia tonta que ni siquiera me gustaba.

Subimos a la habitación de Sarah con toda la comida, excepto la que se tenia que preparar, esa la dejamos en el refrigerador, y dispusimos a pasar la noche riendo y disfrutando.

Mientras comíamos las pizzas y los dulces, pusimos la película pero a ninguna pareció importarle ver la película, pasamos las 2 horas riendo y conociéndonos, ella no paraba de preguntarme sobre mi vida, mis amigas, mis padres, mis sueños, mis deseos, no quería terminar la noche sin ser una experta en Alex, me decía en tono de broma, luego nadie te conocerá mejor que yo, bromeaba, y yo no le escondí nada, le respondí todo lo que me preguntaba, cosas que nunca nadie se había molestado en preguntarme, algunas preguntas serias otras solo tonterías, pero toda la verdad sobre mi.

Al terminar la película, nos sentamos en la cama una frente a la otra, ella coloco la bandeja de sushi entre nosotros, me entrego mis palillos y ella empezó a comer, yo trataba de agarrarlos correctamente, pero no sabia como, ella me vio luchando por tratar de atrapar uno de esos rollos con los palillos, pero lo único que lograba era que ese maldito rollo recorriera toda la bandeja evitando ser atrapado por mi. Allí, estaba yo luchando con un rollo de sushi, sin darme cuenta que ella ya llevaba un par de minutos sonriendo mientras observaba mi pelea a muerte. Cuando admití mi derrota a manos de un maldito rollo de sushi, levante la vista y la vi sonriendo, ante mi, todo mi rostro se volvió rojo de vergüenza, ella aun sonriendo me pregunto:

  • Nunca habías comido sushi, verdad?

  • No - respondí con honestidad como a todas las otras preguntas que me había hecho, bajando un poco la cabeza muerta de vergüenza-

Ella cubrió mi mano con la suya, mientras que con su mano libre me quito los palillos, se acerco a mi, me dijo:

  • Si no puedes lograr algo que deseas de una forma, entonces no debes rendirte, solo buscar otra forma de lograr tus sueños.

Mientras decía esta, tomo a mi adversario, ese rollito que me había vencido, lo tomo con sus manos, y lo acerco a mi boca. Y me dijo:

  • Vamos, no dejaras que él gane, o si?

  • No - dije y abrí mi boca, pero entonces recordé que a mi no me gusta el sushi, y la volví a cerrar-

  • Que paso? - me pregunto-

  • No me gusta el sushi

  • Pero me acabas de decir que nunca lo has comido

  • Bueno, si, pero... Estoy segura que no me gusta.

  • Eso no lo sabrás, hasta que lo pruebes, vamos no tienes que tener miedo a probar algo nuevo, quizás probando algo nuevo te des cuenta de que es maravilloso y no lo habías probado por miedo. Vamos por mi, abre la boquita, pequeña, solo pruebalo si no te gusta no hay problema.

Sin abrir mi boca le dije que no, que no lo haría, ella empezó a intentar que yo abriera la boca, y me empezamos a forcejear casi jugando, ella intentaba por todo los medios posibles que yo probara lo que ella decía era una de sus comidas favoritas, y yo me negaba dispuesta a ganar esta vez, pero entre los forcejeos ella se dio cuenta de mis talón de Aquiles, y empezó a atacar mi abdomen y mis piernas, un ataque de risa fue mi perdición, abrí la boca, riendo sin parar, ella volvió a tomar el rollito con sus manos y me hizo comerlo, dándome un beso en la mejilla por ser una buena prisionera tras la batalla que ella había ganada. Lo comí, y me encanto, ella se alegro y yo me acosté en la cama aun con un poco de risa contenida en mi. Sarah parecía que también se había cansado en la batalla y se acostó a través de la cama perpendicular a mi; apoyando su cabeza en mis piernas, todo parecía perfecto, seguimos hablando de cualquier cosa, y de vez en cuando ella tomaba un nuevo rollo con sus manos y me lo daba de comer, me sentía como una reina, cuando ya solo quedaba un ultimo rollo, me dijo que ese nunca lo había probado, que si no le molestaba compartirlo conmigo, accedí gustosa, y tras dejarme morder la mitad, ella se llevo el resto de nuestro ultimo enemigo comun a su boca y lo comió saboreando con una sonrisa nuestra victoria.

Nos quedamos así por un momento, ella tenia su cabeza reposando en mis piernas, yo acariciaba su cabello y seguíamos descansando, de pronto una de sus preguntas me dejo sorprendida y angustiada por la respuesta que le daría.

  • Alex, tu ya tienes casi 2 años con tu novio, verdad? Te quería preguntar - pauso con duda en su voz- Tu lo amas?

Sabia la respuesta, la verdad, lo supe instantáneamente, pero tenia miedo, no sabia que diría, si me haría mas preguntas, cual seria su reacción, simplemente no me atrevía a contestar.

  • Disculpa, no debí haberte hecho una pregunta tan personal, no te preocupes, no tienes que contestar, es solo que yo...

  • No - la interrumpí- no estoy enamorada de Marcos, siempre lo he sabido, en mi corazón siempre he sabido que nuestra relación no iría a ninguna parte, porque yo no estoy enamorada de él; pero no se por qué seguimos juntos, es solo que estoy tan acostumbrada a que todos nos vean y nos digan que somos la pareja perfecta, que quise que fuera verdad, aunque no lo sea.

Ella al oír mi respuesta se incorporo, me vio ahí tan vulnerable como nunca nadie me ha visto y se coloco junto a mi, unas lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, ella a comenzó a limpiar mis lágrimas con sus manos, me abrazo fuertemente y coloco mi cabeza en su pecho, como si tratara de protegerme de cualquier cosa que me hiciese daño. Yo sentía miedo, pero cuando apoye mi cabeza en su pecho, empece a sentir los latidos de su corazón, sentía como esos latidos me calmaban y me envolvían protegiéndome, sus brazos se aferraban a mi dándome todo el amor que yo necesitaba. Nos quedamos así por un tiempo, hasta que el sueño me gano por un momento. Al despertar unos minutos después; Sarah aun me tenia abrazada a su pecho, me levante y me di cuenta que ella dormía, hasta entonces me di cuenta, que probablemente ella este cansada, había viajado, y no había descansado en todo el día, y nos habíamos quedado hablando hasta casi las 2 de la mañana. No la quise despertar, solo le quite los zapatos, la acomode en la cama y cubrí con las sabanas, me acosté junto a ella, y antes de disponerme a dormir le di un beso en la frente, le dije: "Buenas noches y muchas gracias hermosa" y me acosté a dormir junto a ella.

Abrí mis ojos al sentir algo sobre mi, mis ojos se estaban ajustando a la oscuridad, y cuando por fin pude distinguir lo que pasaba, me di cuenta. Sarah estaba frente a mi, sentía su pecho rozando levemente mi pecho, sus caderas estaban sobre las mías, sus piernas estaban entre las mías que estaban abierta, y su cara estaba a solo unos centímetros de las mías.

  • Hola - me dijo-

  • Hola, que paso? - le respondí-

  • He querido hacer esto desde el momento en que te vi, y yo se que tu también lo quieres, sentí tu corazón acelerarse al máximo cuando nos abrazamos, y sentí tu piel estremecerse cuando nos tocamos, te deseo Alex, como nunca he deseado nada en mi vida.

Mientras decía esto acercaba sus labios a los míos, ya podía sentir su pecho junto al mió, fundiendo nuestros cuerpos en uno solo, podía sentir su corazón acelerarse y se que ella sentía el mió. Cuando me iba a besar, yo la detuve, mis brazos se posaron sobre los suyos, esos brazos que flanqueaban mi cuerpo, ella se detuvo y me miro a los ojos.

  • Que pasa? Si tu no sientes lo mismo lo siento, disculpame. - Se iba a retirar, pero mis brazos que la detuvieron tampoco la dejaron irse-

  • Tengo miedo - le dije-

  • No tienes de que tener miedo, yo estaré contigo a cada momento.

  • Y mi hermano?

  • Cuando te oí hablar de Marcos, me di cuenta que es lo mismo que pasa conmigo, es solo miedo a no ser esa chica perfecta que todos ven, con el chico perfecto, pero no soy perfecta, solo quiero ser perfecta para ti. TE AMO, TE NECESITO.

  • Yo también te amo -se volvía a acercar para darme un beso, y la detuve nuevamente-

  • Yo nunca he...- Me interrumpió-

  • Yo tampoco he estado con... - Yo también la interrumpí-

  • Nunca he estado con nadie. - Le confesé-

Ella separo su cuerpo un poco de el mió, y la vi a los ojos, esos ojos me veían con un amor único, total, me mostraban una devoción que me llenaban de alegría.

  • No haremos nada que tu no quiera - Hablo ella- tu primera vez debe ser como tu siempre la has imaginado.

  • Besame - Fue mi repuesta-

Sarah acerco sus labios a los míos, sin separar su ojos de los míos, su cuerpo aun se mantenía distanciado de el mió, justo antes de posar sus labios sobre los míos me susurro un: "Te Amo," sus labios tocaron los míos, y al primer contacto sentí como toda la sangre de mi cuerpo empezó a correr a mil por hora por todo mi cuerpo, sus labios buscaban atrapar los míos, matándome de el placer, cuando de pronto, su lengua rozo mis labios, de pronto todas las terminaciones nerviosas en mi cuerpo se encendieron, podía sentir todo, disfrutaba todo y las emociones me llenaban. Instintivamente tras unos segundo mi lengua quiso salir al encuentro de su lengua, pero lo primero que encontré fueron sus labios, de pronto todos mis sentidos fueron sobrecargados, mi vista estaba enamorándose perdidamente de los ojos verdes mas hermosos que jamás haya visto, mi olfato se llenaba de el dulce aroma de su cuerpo, mi gusto no se saciaba de saborear los labios de Sarah, mi oído se alegraba de sus primeros suaves gemidos por mis besos, y mi tacto parecía que todo mi cuerpo se iba encender deseando tener nuestras pieles juntas.

Ella se separo un poco, y mis labios se quedaron buscando los suyos, sin entender por qué se separaba, me ve con unos ojos de amor, se que me quiere proteger, pero yo no soporto, utilizo toda mi vista para ver la situación en la que me encuentro, me doy cuenta que ella esta en ropa interior, ya no tenia su ropa, llevaba un conjunto lindisimo color púrpura con encaje, nunca había visto algo mas sensual. también me di cuenta que su cuerpo aunque separada de mi, se encontraba en medio de mis piernas que aun se mantenían abierta reposando en la cama. Trate de buscar sus labios nuevamente levantando mi cara deseando acercarme, pero ella se volvió a alejar, y casi en un gemido dije: " Por favor." Me pareció que ella se iba a retirar así que me decidí a actuar, levante mis piernas, rodeando su cintura con ellas, y con todas mis fuerza empuje su cuerpo junto al mió, logrando que por fin, nuestro cuerpos se juntaran, su rostro quedo junto al mió, y susurro a mi oreja:

  • Es tu primera vez, debe ser lo que tu quieras, yo no puedo...

  • Yo te quiero a ti - Le interrumpí con una confianza total, hablando directamente a su oído-

Al decir esto todo su cuerpo se estremeció, lo pude sentir al estar totalmente unidas. Sarah comenzó a besar mi cuello, me besaba con pasión , pero siendo delicada, su cadera empezó a moverse sobre la mía, esas sensaciones me estaban inundando, sus besos buscaban mi cuello, mi pecho, mis labios, todo esto empezaba a hacerme sentir que en cualquier momento estallaría. Su cadera no paraba de arremeter contra la mía, sus manos empezaron a recorrer todo mi cuerpo, acarician mis piernas que aun rodeaban su cintura evitando que se separara. Su otra mano se escurría dentro de mi camiseta buscando mis pechos, que al sentir el primer toque, me hicieron vibrar. Todas sus caricias, sus besos , su cuerpo, me estaban llevando al mas grande orgasmo que jamás haya sentido, pero aun no lograba explotar, parecía que todos quedaban justo al limite y cuando estaban a punto de llegar, paraban y se unían al anterior, cada vez formando un orgasmo mas y mas grande, sentí que si esto seguía así, cuando al fin explotara seria tan fuerte que no lo soportaría. Sus mano acarician mis piernas y cuando sus manos alcanzan mis rodillas las separan al máximo, dejándome totalmente expuesta, haciendo que su cintura quedara libre al fin.

  • Quiero asegurarme que tu primera vez sea inolvidable - Murmullo en mi oído-

Me estremecí, libre al fin, se incorporo quedando sentada sobre mi pelvis, y su cadera aun no paraba de moverse. Verme allí, con mis piernas abiertas, su cadera creando una cadena de orgasmos que se acumulaban uno tras otro. Y viendo directamente a los ojos, haciendo que yo deseara que me hiciera suya. Jamás me había sentido tan realizada, me sentía la mujer mas feliz, sentía que era suya y ella era mía.

Sus manos me quitaron mi camiseta, dejando mis pechos expuestos al no llevar sujetador, luego separo su cadera de la mía, hincándose entre mis piernas, desabrocho el botón en mi pantalón corto y me lo empezó a quitar dejándome totalmente desnuda a su merced. Cuando por fin lo saco de mis pies, mantuvo mis piernas estirada frente a ella, sus manos acariciaban toda su extensión, dejo caer mi pierna derecha a su lado, y flexionando levemente mi pierna empezó a besarla desde la punta de mis dedos, cuando sentí su lengua en mis pies, nuevamente sentí como todas las terminaciones nerviosas empezaron a disparase haciéndome sentir placer en todo mi cuerpo. empezó luego a besar mis pantorrillas, todo era un mar de emociones en mi cuerpo, mi sexo no paraba de humedecer y deseaba sentir contacto, cuando llego a la parte de atrás de mis rodillas, quede totalmente perdida, mi cuerpo se estremeció al máximo, mis espalda se arqueo buscando mas contacto, Sarah lo entendió, dejo mi pierna sobre la cama y entre mis espasmos, vi como se acomodaba entre mis piernas, sentía su respiración en mis muslos, pasando de una pierna a la otra ascendiendo poco a poco; acercándose a mi entrepierna y mi sexo y que ya no podía soportar mas.

Cuando su respiración estaba por fin sobre mi sexo, se movía de lado a lado aun sin tocarme, sentí un suave mordisco justo a la par de mis labios, una corriente eléctrica recorrió mi espalda y fue acompañada de uno,dos, tres, cuatro, cinco, perdí la cuenta de espamos, cuando su lengua se introdujo dentro de mi, llevandome al cielo. Estuvo mucho tiempo haciéndome el amor, de esta forma, con cada beso , con cada respiración, me hizo el amor, yo no podía ni hablar, ella seguía besando y lamiendo el regalo mas preciado que le podía ofrecer esta noche y todas la noches de su vida. Luego empezó a subir por mi cuerpo dando besos en mi cadera en mi cintura, cuando estaba en mi abdomen justo debajo de mis pechos, me beso y succiono fuertemente en mi costado, sabia que eso me dejaría una marca, pero no me importo seria su marca, luego acaricio mis pechos besándolos, mordiéndolos, succionando suavemente de mis pezones. Siguió en su ascenso, llego a mi cuello y mi cuerpo entero había sido tomado y disfrutado al máximo, yo ya era suya, y cuando sus labios se posaron sobre los míos, sin dejarme respirar, supe sin ninguna duda que ella era mía..

Mientras me besaba, su mano derecha tomo mi mano izquierda se aferro a mi, su otra mano, empezó a recorrer mi cuerpo buscando nuevamente mi húmeda entrada, acaricio mi clítoris. Para este momento mi cuerpo estaba al máximo, cada milímetro de mi piel era como las luces navideñas, en donde todas mis terminaciones nerviosas disparaban señales placer indiscriminadamente ya sea en mis piernas, en mi pecho en mi espalda, y yo nunca sabia donde, creando aun más placer en mi. Después de juguetear con mi clítoris por un momento, sentí como humedecía sus dedos con mi propios flujos, luego se los llevo a su boca y los saboreo, "Eres exquisita" me dijo, y dirigió nuevamente sus dedos a donde habían estado solo un momento atrás y antes que yo le suplicara que lo hiciera, entro en mi, todas esas decenas de orgasmos que estaban atorados en mi cuerpo, explotaron, así como todas las terminaciones nerviosas explotaron al mismo tiempo no había un solo centímetro de mi cuerpo que no estuviera convulsionado en placer, el orgasmo mas grande de mi vida, lo hizo el amor de mi vida, en mi primera vez, mis espasmos y estallidos de placer duraron por varios minutos, durante los cuales Sarah no paro de moverse dentro de mi, lo cual incentivaba aun mas mi placer, pero después de varios minutos todo se detuvo, mi corazón se calmo, sentía que la sangre volvía a mi cabeza poco a poco, pero mientras mi cuerpo se calmaba, mis músculos quedaron totalmente cansados, trate de levantar mi brazo para acariciar a Sarah y poder besarla pero no podía, todas mis fuerzas estaban en mantener mi respiración y mi corazón latiendo, quise llorar por todo el placer que esta mujer me había dado. Sarah vio mis lágrimas, pero no vio tristeza en mis ojos, solo pudo ver devoción y amor, beso mis labios y luego dio un pequeño beso debajo de mis ojos.

  • Quiero estar junto a ti por siempre, porque te AMO.

Sus palabras llenaron mi corazón, y cuando creí que mi cuerpo volvería a reaccionar me di cuenta que Sarah seguía besando mi cuerpo, tomo mi cintura y me coloco de lado juntando nuestros cuerpos, luego me dio la vuelta, de pronto sus besos se intensificaron, me besaba la espalda bajando hasta mi cintura, levanto mi pierna que aun no respondía a mis ordenes todos mis músculos estaban cansados, cuando sentí sus besos en mi trasero y mi entrepierna, lo volví a sentir ese orgasmo que había explotado ya hace varios minutos estaba renaciendo y estaba a punto de explotar, sentí su lengua explorar toda mi labia, introduciéndose un poco nada mas, pero lo que desato todo nuevamente fue cuando sus labios besaron apasionadamente mi clítoris, todo mi cuerpo volvió a convulsionar, mi espalda se arqueo al máximo, tome sus cabeza con mis manos tratando de controlar todos estos sentimientos, y de mi boca empezaron a salir gritos de placer:

  • SARAH, SARAH, SARAH, SARAH POR FAVOR....

Me senté abruptamente y trate de abrir los ojos pero una luz me hizo cerrarlos nuevamente, escuche su voz tratando de tranquilizarme: Poco a poco abrí los ojos ahora ajustándome a la luz de el sol entrando por la ventana.

  • Hola, Alex, bebe, mi pequeña estas bien?

  • Que??? - Mis ojos por fin entendían lo que pasaba-

  • Que paso pequeña? Estas bien, estabas gritando, tranquilizate todo fue un sueño, mi pequeña.

  • NO, NO puede ser.-grite-

Quería llorar, mi mente no comprendía todo lo que sentí, lo que ella me dijo, ella me dijo que me amaba, ella me dijo que era mía, todo fue un sueño, NO, NO, por qué? En mi mente yo le empece a suplicar. Yo te amo Sarah, por favor dime que tu me amas, la veía a los ojos suplicando con mi mirada, que me lo dijera, lo quería oír, no quería que fuera un sueño, quería que todo fuera realidad, las lágrimas empezaron a caer de mis ojos, comenze a sollozar, por qué no me dices que amas, por favor Sarah, mi Sarah, dímelo, todo esto y mas inundabe mi mente. Le vi a los ojos y ella al verme llorar no sabia que hacer, su rostro reflejaba dolor, al verme llorar, Me tomo entre sus brazos y me empezó a llenar de besos, mis ojos que se mantenían cerrados tratando de detener mis lágrimas, mi frente, mis mejillas, no hubo un milímetro de mi rostro que no besara, mientras me aferraba en un fuerte abrazo y repetía: "Por favor, no llores bebe, no soporto verte llorar."