Como cambiaste mi vida 20

Te amo Sarah, estaré aquí contigo siempre.

  • De verdad quiero sentir como es un beso tuyo.

Mi cuerpo no se movía y cuando sus labios se unieron con los míos el pánico se apodero de mi, la quise empujar pero ella me detuvo contra la pared, me seguía besando, sus brazos me abrazaron y me hizo girar, ahora era ella quien estaba contra la pared y me seguía besando, no me dejaba separarme y de pronto la puerta de el baño volvió a abrirse.

Escuche un par de pasos entrar en el baño pero salieron igual de rápido como entraron, la puerta se volvió a cerrar y yo ya no soportaba mas esta situación, un enojo increíble se apodero de mi y soltándome de Anna la empuje contra la pared di una media vuelta y salí de esa habitación dejando a Anna contra esa pared. Al estar fuera busque rápidamente la mesa donde estábamos sentadas Sarah y yo pero cuando llegue Sarah no estaba, le pregunte al camarero que nos estaba atendiendo si sabia donde estaba mi pareja, el chico me dijo que había recibido una llamada y salio un momento, gire mi vista hacia la ventana de el restaurante y vi a Sarah caminando sin parar y hablando por teléfono y en sus ojos se podía apreciar mucha tristeza; salí de el restarurante para estar con ella y preguntarle que pasaba, cuando llegue junto a ella, colgó el teléfono y se sentó, su mirada estaba perdida.

  • Sarah... Sarah, que paso? - Ella no me contestaba solo estaba sentada viendo hacia la calle - Sarah.

  • Si... Disculpa.

  • Que paso Sarah? Por que estas así?

  • Me acaban de llamar... Mi mamá ha muerto. - Ella se levanto y empezó a caminar hacia el restaurante, yo la tome de la mano y ella volvió a hablar - ... Y además mi Princesita se estaba besando con otra chica.

Solté su mano y me quede ahí parada, ella entro al restaurante y yo no me podía mover, no sabia que decir o que hacer, la vi sentarse nuevamente en la mesa y se quedo ahí sentada, yo empecé a caminar y me senté junto a ella y le tome de la mano, el mesero trajo en ese momento los postres y Sarah comenzó a comer sin decir una palabra, su mirada estaba perdida en la ventana y observaba la calle, la gente caminaba y los carros pasaban, yo seguí tomándole la mano. Terminamos la cena sin que ninguna de las dos dijera nada mas y cuando salimos de el restaurante yo finalmente hable.

  • Sarah, vamos, te llevare a tu casa - Le dije dándole un abrazo -

  • No... No te preocupes. - Ella llamo un taxi y abrió la puerta para que yo entrara - Yo necesito... Tengo que... Ve a casa, necesito pensar.

  • Sarah, por favor, déjeme estar contigo.

  • Estoy bien Princesita, ve a casa, tu hermano se preocupa mucho por ti.

Me dio un beso corto y frío guiándome dentro de el taxi, luego cerro la puerta y hablo con el taxista y le pago, luego me vio; su mirada aun parecía perdida, y empezó a caminar. El taxi comenzó su recorrido y girándome para ver por el espejo trasero vi a Sarah caminar unos pasos luego se detuvo y se quedo sin moverse unos segundos, después volvió a caminar. Durante todo el trayecto a casa no podía dejar de pensar en Sarah, quería estar junto a ella, quería que ella supiera cuanto la amaba y que supiera que yo estaba con ella; cuando llegue a casa Chris estaba en la sala y me hablo.

  • Bueno pequeña, por fin te veo.

  • Si, aquí estoy.

  • Bueno, espero que no te moleste pero hoy hable con Sarah y le pedí que trataran de equilibrar su tiempo juntas y tus responsabilidades. Tu sabes que papá se molestaría mucho si no cumples con lo que le prometiste.

  • Chris.

  • No es mi intención darles problemas pero no quiero que...

  • Chris!!! - Le interrumpí - La mamá de Sarah murió.

  • Que?¡?¡?¡

  • Hoy, mientras cenábamos, ella recibió una llamada y cuando le pregunte que le pasaba me dijo que su mamá había muerto.

  • Por dios, pobre Sarah. Y no te quedaste con ella?

  • Ella no quiso, me dijo que quería pensar.

  • Alex... Pequeña, deberías de estar con ella. Sarah no tuvo la mejor relación con su mamá pero aun así era su mamá.

  • Lo se, yo quería estar con ella pero ella me pidió que viniera a casa, y pues...

  • Que paso?

  • Pues, no se si ella quería que me quedara a su lado. No solo paso eso, Sarah también me vio besando a otra chica.

  • Que?¡?¡?

  • Si, pero no es lo que crees, una chica que... La verdad no se que es lo que quiere... Ella me beso y antes de que yo reaccionara... Pues Sarah me vio.

  • Y se lo explicaste?

  • No, no pude, después de que me dijo lo de su mamá, pues ella ya no dijo nada mas.

  • Bueno, pues mañana ve a verla y explicale todo y trata de hablar con ella.

  • Si, lo haré.

Me quede sentada un momento en la sala, Chris se retiro a su habitación y yo me quede ahí; pensando y por un momento pensé en tomar un taxi e ir a la casa de Sarah pero luego decidí mejor darle un poco de tiempo para ella y verla mañana temprano. Me fui a acostar y me costo mucho dormir, no dejaba de pensar en todas las cosas que debí haber hecho, lo que no debí hacer, no dejaba de dar vueltas en la cama y deseaba poder estar junto a Sarah. Unas horas después me sentía flotar en el aire, me podía ver a mi misma durmiendo en la cama, no me paraba de mover en mis sueños; era como si hubiese abandonado mi cuerpo y podía ver todo lo que pasaba, luego fue como volver a vivir todo lo que paso en reversa, me vi caminando a mi habitación para dormir, hablando con Chris, entrando en la casa, sentada en el taxi sin poder dejar de moverme por los nervios, observando a Sarah alejarse y despidiéndome de ella. Podía ver toda la escena y pude ver la tristeza en los ojos de Sarah, vi que después de que empezó a caminar paro un momento y algunas lágrimas empezaron a mojar su rostro, quise gritar y detener el taxi, quise poder abrazarla y quedarme con ella; toda la noche fue el mismo fue lo mismo, veía todo lo que paso una y otra vez, cada vez que lo veía pensaba en todas las cosas que debieron ser diferentes, los errores que cometí y cada vez podía sentir mas el dolor de Sarah cuando esas lágrimas salían de sus ojos. Cuando desperté sentía un dolor terrible, todavía podía sentir en mi el dolor de ver a Sarah llorar, me levante y después e bañarme, me prepare para salir y ver a Sarah, después de unos minutos ya estaba llegando a su oficina y antes que entrara me detuvo la asistente de Sarah.

  • Hola, Buenos días, Sarah no ha venido aun.

  • Ok, gracias, sabes si ya esta en camino?

  • No, lo siento, no he podido hablar con ella pero si ha esta hora ella no esta aquí, lo mas probable es que no venga.

  • Bueno, gracias.

Me retire y empecé a caminar hacia su casa, seguramente se había quedado en casa. Al llegar me di cuenta que toda la casa estaba en silencio, entre y vi a Atom y Brownie acostados sobre el sofá de la sala; ellos solo levantaron la cabeza al verme y luego volvieron a acostarse, en la mesa de la sala también había un vaso vació y una botella abierta de whiskey, y en el suelo una caja abierta con unos papeles y cartas dentro. Camine por la casa buscando la habitación de Sarah y al llegar ahí la vi; ella estaba dormida acostada en la cama y abrazando su almohada, me acerque a ella y le vi la cara aun mojada con sus lágrimas, le acaricie el rostro y le di un beso en la frente, empecé a limpiar todos los papeles que estaban en la cama, la cubrí con sus sabanas y la deje dormir, tomando los papales que estaban en la cama me di cuenta que eran cartas de su mamá, todas estaban dirigidas a Lizz, tomándolas todas las lleve a la sala y las deje en la caja que estaba en el suelo, tome la botella y la cerré y luego la guarde, lave el vaso vació y me senté en la sala un momento.

Me senté y pensé en que podía hacer por Sarah, me recline y observe la caja en el suelo, habían varias carta, algunos papeles y fotografías; tome en mis manos las fotografías y pude distinguir a Sarah cuando aun era una niña, junto a ella estaba una mujer sonriendo, en todas las fotos ambas estaban sonriendo y jugando, Sarah debía ser solo una pequeña en estas fotos; seguí viéndolas y a medida que Sarah se veía mayor en las fotos, ella lucia más y más triste en las fotos, hasta que ya no habían mas fotos. Las volví a dejar en la caja y tome algunas cartas y las leí, todas eran cartas entre Lizz y la mamá de Sarah, la mamá de Sarah siempre le agradecía por dejarle saber sobre su Sarah y le decía que le gustaba ver las fotos de ellas sonriendo y divirtiéndose, le decía que esperaba que Sarah le perdonara algún día por todo el dolor que le dio, le agradecía a Lizz por haberla ayudado y por querer tanto a su pequeña Sarah. Cuando leí la ultima carta que tenia en mis manos, no supe que hacer, la doble y la volví a dejarla en la caja, era una carta corta.

Querida Elizabeth.

Me alegro mucho recibir tu ultima carta, estoy tan feliz por ambas, se que mi pequeña y tu serán muy felices, se que ambas ya lo habían intentado y me alegra que por fin lo hayan logrado. Espero que Sarah pueda ver como he cambiado y cuanto deseo poder estar junto a ella, se que aun me falta mucho que reparar pero espero poder acompañarlas y poder verlas felices junto a mi nieta.

Adiós y felicidades.

Entre a la habitación de Sarah y ella seguía ahí dormida, me acerque a ella y le acaricie la cabeza, ella sintió mi presencia y se despertó, dio una vuelta en la cama para quedar frente a mi. Yo me acosté junto a ella, la abrace y le di un beso.

  • Lo siento mucho Sarah... Lo siento.

Sarah se abrazo a mi cuerpo y apoyo su cabeza sobre mi pecho y empezó a llorar. Me sentía terrible sin saber que hacer para ayudar a Sarah, me acosté junto a ella y la abrace; ella apoyo su rostro en mi pecho y continuo llorando por varios minutos, yo solo la sostenía en mis brazos y le daba pequeños besos en su cabeza.

  • Mi Sarah, lo siento mucho, aquí estoy... Te amo Sarah, estaré aquí contigo siempre.

Ella se quedo abrazada junto a mi hasta que nuevamente cayo dormida y yo la seguía abrazando hasta que ambas estábamos ya dormidas. Cuando desperté Sarah ya no estaba a mi lado, estaba caminando en su habitación guardando ropa en su maleta sin parar, aun se veía muy alterada así que me pare y deteniéndola por un momento le tome de las manos y trate de hablar con ella.

  • Sarah, para un momento, hablame... - Ella solo me veía con la vista un poco perdida - Sarah, por favor, hablame.

  • Tengo que ir... Tengo que arreglar las cosas de mi mamá... Tengo un vuelo dentro de un par de horas... deberías de volver a... a casa.

  • Sarah, por favor, no te voy a dejar sola. Iré contigo.

  • No...no es necesario.

  • No te iras sola, estaré contigo.

Empecé a ayudarle a empacar y cuando terminamos de hacerlo fuimos a mi casa y tras empacar algo de ropa salimos al aeropuerto, al llegar conseguí un boleto en el mismo vuelo de Sarah y nos dirigimos a ese hogar que había abandonado hace tantos años.


Cuando aterrizamos en el aeropuerto no podía creer que tras tantos años volvería a casa, ese lugar del cual Lizz me saco y del cual no tenia muchos buenos recuerdos pero en este momento solo esos momentos se repetían una y otra vez en mi mente; Alex me tenia tomada de la mano y prácticamente se encargaba de todas las cosas, yo solo seguía caminando y mi mente no dejaba de repetir una y otra vez todos esos momentos que aunque escasos me permitían recordar con una sonrisa a mi madre. Cuando me enseño a andar en bicicleta, cuando íbamos juntas a la playa y jugábamos en el agua, cuando estaba enferma e invento un juego para quitarme el dolor de la mente y que me tomara mi medicina, su sonrisa cuando jugaba conmigo, cuando todas las noches me besaba y me decía que me amaba, esas noches en que una pesadilla no me dejaba dormir y ella se quedaba conmigo hasta que dormía segura. Estos y otros recuerdos continuaban repitiéndose y yo trataba de contener mis lágrimas, por momentos alguno de esos malos recuerdos intentaba penetrar mi mente pero era bombardeado por la imagen de su rostro sonriente diciéndome que me amaba; me aferre al brazo de Alex tras dar las dirección al taxista emprendimos el camino a ese hogar al cual no pensé volver... No de esta forma.

Alex iba sentada junto a mi y no dejaba de tomar mi mano, tenerla junto a mi me hacia sentir mas segura y gracias a ella sentía que seria capaz de hacer todo lo que debía hacer. Cuando llegamos a mi antigua casa, pague el taxi y entramos a esa pequeña casa donde crecí, Alex observaba la playa que estaba cerca de la casa y yo abría esa puerta de madera que siempre se tenia que empujar para poder abrir, al entrar pude observar que aunque habían muchas cosas diferentes, todo tenia una cierta familiaridad, la puerta del que fue mi cuarto por muchos años estaba cerrada y aun conservaba ese letrero que yo había puesto cuando solo era una niña, en la mesa habían muchos papeles y periódicos, junto a la pared aun seguía aquel mismo televisor frente al cual me quedaba dormida todas las noches. Cuando abrí la puerta de mi cuarto y observe que todo seguía igual que aquella noche cuando me salí de aquella casa entre lágrimas; no pude soportarlo mas, me sentí como una pequeña niña y empecé a llorar sin parar, me acosté en esa cama donde solía dormir y podría jurar que podía sentir ese aroma que solía sentir cuando mi mamá me abrazaba. Lloraba en silencio cuando Alex camino frente a la habitación y me vio allí acostada sin poder parar de llorar, se acerco rápidamente a mi y me abrazo acostándose junto a mi. Me sostenía en sus brazos y me trataba de reconfortar para que me calmara, me recordaba que ella estaba conmigo y que no me dejaría sola, a pesar de no poder dejar de llorar, sus palabras me daban una tranquilidad que no sabia como agradecerle.

Cuando la noche llego nosotras aun seguíamos acostadas en la que algún día fue mi cama, Alex me seguía abrazando y por momentos acariciaba mi cabeza y yo por fin logre calmarme, le pregunte a Alex si quería comer y me dijo que seria bueno que ambas comiéramos algo, ella menciono que saliéramos a comer algo y que mañana ya podríamos empezar a arreglar todo. Dejamos todas nuestras cosas en mi cuarto y salimos a buscar algún lugar donde comer, recordé un pequeño lugar donde solíamos comer todos los fines de semana, tomando a Alex de la mano empezamos a caminar por la playa, mientras caminábamos trataba de recordar todos los lugares que habían antes y veía todos los cambios que resaltaban a mi vista. Alex me hablaba pero yo estaba tan ensimismada en mis pensamientos que le ponía tan poca atención, sin embargo, a ella parecía no importarle y me seguía hablando y me tomo de el brazo y sentirla así era como una línea de vida, un respiro a todo lo que sentía. Finalmente llegamos a ese pequeño local donde solía comer y entrando junto a Alex nos sentamos y vimos el menú buscando algo que nos gustara para comer; yo pedí una hamburguesa con papas y Alex pidió lo mismo, Alex seguía hablando y me di cuenta que solo lo hacia para tratar de mantener mi mente ocupada y que no me sintiera sola, le sonreí y tomándola de la mano le di un beso en su mano. Alex solo me sonrío, me abrazo y volvió a su monologo sabiendo que yo no le respondería nada. Comimos y nos quedamos sentadas por un momento, mi Princesita hacia lo imposible para hacerme sentir mejor y que sonriera y yo se lo agradecí con un abrazo y una sonrisa..

Caminamos nuevamente rumbo a mi casa y nos detuvimos un momento para sentarnos frente a la playa, veíamos la luna brillando en el cielo y una imagen gemela se dibujaba en el agua solo siendo molestada por algunas olas; Alex se sentó tras de mi en la arena y me abrazo desde atrás, apoyo su rostro sobre mi hombro y me sentí tan calmada entre sus brazos, podía sentir su latidos y mi corazón se empezó a sincronizar junto al suyo. Nos quedamos ahí juntas por varios minutos y ella me hacia sentir tan tranquila y por primera vez me relaje y mi mente pudo descansar. Cuando regresamos a la casa, ambas nos cambiamos y nos quedamos acostadas en mi cama, Alex antes de dormir me dio un beso y me abrazo y después de solo unos minutos ambas quedamos dormidas.

Desperté durante la noche y me levante tratando de no despertar a Alex, se veía tan hermosa acostada en esa pequeña cama y le di un beso en su frente y salí un momento de la habitación, empecé a recorrer esa casa; buscaba los cambios que podía hallar entre lo que veía y los recuerdos que tenia en mi mente. Cuando llegue a la que era la habitación de mi mamá me detuve, sentía miedo de entrar en esta habitación, mi mente se debatía entre abrir esa puerta o no hacerlo, hasta que finalmente tome el valor de entrar y abrí esa puerta, lo primero que vi eran esas marcas en la puerta donde mi mamá solía dejar un registro de cuanto había crecido cada año, una sonrisa inundo mi rostro y camine dentro de ese pequeño cuarto, me senté un momento en la cama y observe como ese cuarto; igual que el mió, no había cambiado mucho a pesar de los años que habían pasado, ahí estaba esa silla donde yo me sentaba a ver a mi mamá prepararse todos los días antes de salir, en la pequeña mesa frente al espejo seguían aquellos retratos; uno donde estábamos mi papá, mi mamá y yo, y el otro una foto donde mi mamá me sostenía en sus brazos cuando solo era una bebe. Me acosté sobre la cama y ese aroma volvió a invadir mi nariz, y al hacerlo me invadían todos esos recuerdos que inundaban mis ojos de lágrimas, me limpie algunas lágrimas sobre la almohada y me levante, camine dentro de la habitación y abrí el closet donde estaba toda la ropa de mi mamá y en el fondo un baúl, tome el baúl y lo saque tratando de no hacer ruido para no despertar a Alex y lo abrí, dentro de este era como volver al pasado, todas las fotos que ella me había tomado hace años pero también habían otras fotos en un sobre nuevo, en ese sobre habían fotos mas nuevas, fotos donde yo estaba en algunas con Lizz, en otras estaba yo solo o con mis amigas y me di cuenta que eran esas fotos que Lizz le había estado enviando a mi mamá junto a esas cartas que me sorprendió descubrir que intercambiaban. Cuando lo descubrí, por un momento me enfurecí con Lizz pero no tenia sentido, ella solo había querido devolverme un poco de eso que había perdido hace años, empecé a recoger las cartas que habían y pude distinguir las cartas de Lizz, junto a ellas habían unas 20 cartas mas que eran de mi mamá y que ya no se dirigían hacia Lizz sino que eran dirigidas a mi. En ellas me decía que sentía mucho mi perdida, me decía que Elizabeth era una chica increíble que me había amado desde el primer momento en que me vio, pero todas las cartas terminaban de la misma forma, diciéndome que tenia miedo de enviarlas y que yo la rechazara, decía que ella había cambiado y que por eso Elizabeth le había permitido comunicarse con ella. Cuando leí la ultima carta ya no pude contener mis lágrimas.

Mi pequeña Sarah.

Quisiera tener el valor de enviarte esta carta y poder tener un poco mas de tiempo junto a ti, no se si podré tener ese tiempo que quiero junto a ti, espero que si pero quiero que sepas que te amo, mi pequeña Sarah te amo y lamento tanto todo el daño que te hice, quisiera poder reparar todos los problemas que te provoque y poder acompañarte ahora que lo necesitas mas que nunca.

Espero que no te pierdas en el dolor de tu perdida y que encuentres el amor que mereces en tu vida nuevamente y yo espero poder tener el tiempo para poder verte sonreír nuevamente.

Te ama Mamá.

Me senté en la cama y empecé a llorar en silencio pero como si hubiera sido alertada Alex se levanto y me vio sentada en la cama viendo las cartas y las fotos de mi mamá y yo, y tomándome de la mano me guió nuevamente a la cama donde me acostó y volvió a abrazarme hasta que me calme y el sueño me venció. Durante los siguientes días Alex no se separo de mi y me ayudo a arreglar todos los servicios y ultimar todos los detalles que se debían realizar, gracias a ella pude llevar a cabo todo lo que tenia que hacer y me ayudo a arreglar todas las cosas en la casa. El jueves por la noche yo ya estaba mucho mas calmada y arregle el vuelo para regresar este viernes por la mañana y dejarla descansar de su trabajo de cuidarme. Por la noche volvimos a dormir juntas en aquella cama y ella me hacia un sinfín de preguntas las cuales yo ya podía contestar y le conté algo mas que no le había contado sobre Lizz y que no le había dicho antes, le conté que ella y yo habíamos hablado de formar una familia y que poco antes de su accidente Lizz por fin había podido lograr nuestro pequeño sueño; Alex me abrazo y me dio un beso que me reconforto de una forma que nada ni nadie había logrado antes. Finalmente nos quedamos dormidas y por la mañana ambas estábamos listas para regresar a casa y tratar de volver a la normalidad, donde yo tenia que lidiar con otras cosas que junto a Alex serian mucho mas fáciles de superar. Al llegar a Nueva York tomamos un taxi y fui junto a Alex hasta su casa y pensaba dejarla allí y agradecerle por todo lo que me había ayudado, además quería explicarle a Chris lo que había pasado y por que Alex había estado conmigo. Cuando entramos abrazadas a su casa lo que encontramos no era lo que esperamos, sentados todos juntos en la sala de su casa estaban Chris, el papá y la mamá de Alex, Elena, Laura y Sandra... y además junto a todos ellos Marcos.


Gracias nuevamente por todos sus comentarios de verdad me han hecho alegrar en estos días cuando lo necesite mucho. Espero que les guste esta continuación y disculpen la tardanza en publicar esta continuación, también subí nuevamente el capitulo 18 y espero que los que no lo habían leído lo disfruten. GRACIAS: Alanna, Zoe, Alphamon, Nightcrawler, Angeles2875, Thewoman00, Marissa49, Adi (Aurora), PATYLOVE, Uma, HombreFX, Barker, Nahomy, Absa, Ezy, Dulzitha, Shantyy, Chatyka, Lisa, Peteka59, Blue, Ponbeat, Kitxie, Pamela, Caammi, Mari, Emmavar, Fancy8, Artwork, Akira, Bittersweet, Bloodymary, Mile, Karina, Psique, Licenciada 12, Florr, Maky, Persefones, Klaus, Luccy, Ana, Krizty, Kaori, AMAZONA, Silvia, Chana, Papayita, Inspiradah, Flopy, ALEXMVU, Jophssi21, Viviana, Alemana19, D4nN1, Cesar, Ann, Tequilitas21, Wera21, Cindy08, Sweetleth, ChicaMaru, Kira. A tod@s un abrazo gigante y un beso, de verdad no hay palabras suficientes para agradecerles por su tiempo y sus palabras, un saludo hasta cada lugar donde se encuentren.

A tod@s los que toman su tiempo para leer mis palabras GRACIAS y les mando también un beso y un abrazo.

A tod@s Muchísimas gracias. XOXO