Como cambiaste mi vida 10
Quiero volver a dormir en tus brazos, quiero oír tu voz, quiero que sonrías
Mis lágrimas limpiaban la sangre de su rostro. Un par de minutos después llego una patrulla policial y me sacaron de el auto, me tuvieron que arrastrar hasta afuera, yo no quería dejarla ahí. Me dejaron sentada en el jardín de mi casa, luego luego llego la ambulancia, yo no soportaba estar ahí sin poder hacer nada, vi como empezaron a sacar al conductor de el otro auto, al taxista y luego a Sarah, ellos revisaban a cada uno, pusieron a alguien sobre una camilla y luego lo cubrieron completamente, al ver eso no pude detenerme más y corrí nuevamente, necesitaba ver a Sarah, tenia que saber que ella estaba bien, los policías me detuvieron y un par de paramedicos se me acercaron, yo no paraba de gritar y pedir que me dejaran ver a Sarah, un paramedico me inyecto algo y nuevamente la oscuridad me envolvió.
Las sirenas continuaban sonando y sentía como me movían, yo quería moverme, necesitaba verla, necesitaba saber que ella estaba bien pero mi cuerpo no respondía a mi cerebro, nunca en mi vida me había sentido tan impotente, sentía como mi corazón se detenía de solo pensar en ella, recordaba su rostro lleno de sangre, quería estar junto a ella y buscaba tratar de escapar de este sentimiento de adormecimiento en mi cuerpo, escuchaba voces pidiendo que me calmara, pero era imposible, mi vida no seria nada sin ella, sentí mis lágrimas correr por mis mejillas y empecé a rogar para que pudiera verla una vez más. Luego, oscuridad total.
Abrí mis ojos y una luz me cegaba la vista, sentía como si mi cuerpo pesara una tonelada, trataba de mover mis brazos y me era difícil; con dificultad gire mi rostro hacia ambos lados buscándola, no había nada por la derecha solo una cama vacía, a la izquierda me encontré con Chris sosteniendo mi mano, sus ojos estaban vidriosos parecían que habían estado llorando mucho, me imagine lo peor y no pude contener mis lágrimas, mi respiración se acelero y quería hablar pero las palabras no salían de mi boca, sentía temor de hablar, de oír, de sentir ese dolor que me parecía venir. Chris se dio cuenta que había despertado y se acerco a abrazarme y me dio un beso en la frente, su abrazo no terminaba y yo temía preguntar, mi corazón se aceleraba y sentía como un nudo no me dejaba respirar, lágrimas salían sin parar de mis ojos y yo quería gritar, llorar como una niña, necesitaba que alguien me diera seguridad y me dijera que todo estaría bien, pero la única persona que lo podía hacer no estaba conmigo. Chris noto mi desesperación y trato de calmarme:
- Alex, pequeña, tranquila, no llores - me decía mientras limpiaba mi rostro - por favor no llores.
A pesar de las palabras de mi hermano, yo no podía parar mis lágrimas, lo único que pasaba por mi mente era el rostro de Sarah y como todo era mi culpa. Finalmente pude hablar y lo hice con un grito ahogado que apenas abandono mi boca:
- Sarah...
Volví a gritar ahora un poco mas fuerte:
- Sarah...
Por fin las palabras lograron salir de mi boca:
- Sarah¡¡¡ Donde esta Sarah? Por favor dime que ella esta bien, por favor dime que...
Chris solo me veía con lágrimas en los ojos y me abrazo fuertemente.
No, no, no. - Mi cuerpo se levanto, me pare y empecé a caminar, pero mi hermano me detuvo - Por favor, dime donde esta Sarah?
Aun no se nada, cuando llego estaba inconsciente, había sufrido muchos golpes y los doctores tenían que seguir con ella, eso fue todo lo que me dijeron.
Mi cuerpo ya no soporto seguir de pie, pero mi hermano evito que me cayera y me volvió a acostar sobre la cama y volví a hablar llorando:
Fue mi culpa, fue mi culpa. Ella esta aquí por mi culpa.
Tranquila pequeña, nada de esto fue tu culpa, fue un accidente.
Cada segundo que pasaba era como si la vida abandonara mi cuerpo, yo seguía acostada en la cama; aun no tenia control sobre mi cuerpo cuando un doctor llego a la puerta de este cuarto y llamo a mi hermano. Chris me dio un beso en la frente y se retiro fuera de el cuarto a hablar con el doctor. Yo junte toda la fuerza que tenia y me pare, camine hasta la puerta y trate de escuchar la conversación de mi hermano y el doctor.
Hemos terminado de trabajar con la señorita Graham, por el momento su estado es estable, pero aun necesitamos monitorearla. Lastimosamente, por el momento aun no ha recuperado el conocimiento y pues básicamente eso significa que ella esta en estado de coma, por el momento sus signos están normales y la mantendremos monitoreada por las próximas horas.
Puedo pasar a verla?
Si, puede verla, en unos minutos ella será transladada a un cuarto privado y ahí la podra ver. También puede acercase a la estación de atención para que le entreguen los objetos personales de la señorita.
Gracias doctor.
No se preocupe, solo quiero dejarle algo claro, la situación es grave, el golpe que sufrió la señorita Graham fue muy significativo y puede que la recuperación no sea muy rápida, pero es joven y saludable y se puede esperar lo mejor.
Chris le dio la mano al doctor y se despedido de él. Por fin sentí que un pequeño rayo de luz llegaba a mi, con mas fuerza logre hacer que mi cuerpo me empezara a responder y salí de el cuarto y le pedí que fuéramos a ver a Sarah. Chris se sorprendió de verme ahí parada junto a él y me dijo que yo necesitaba descansar, yo le respondí que descansaría después de asegurarme que Sarah estuviera bien. Mi hermano accedió pero me pidió que me sentara y esperara, que buscaría una silla de ruedas para moverme, yo acepte y me senté en una banca mientras me hermano se alejaba. Un par de minutos despues Chris llego con la silla y me hizo sentar sobre y ella y así nos dirigimos a la estación de enfermeras, preguntamos por la habitación de Sarah y nos dieron la información y poco a poco nos acercamos hasta que llegamos a la puerta, él abrió la puerta y volví a llorar.
Por fin la pude ver, se veía tan pequeña e indefensa acostada en esa cama, su rostro estaba golpeado y veía como varios tubos salían de su cuerpo. Yo no pude soportar mis lágrimas me dolía verla así pero también eran lágrimas de alegría de que ella seguía aquí, no la había perdido, quise correr y abrazarla y quería quitarle todo el sufrimiento y dolor que ella podía sentir. Mi hermano se acerco y le dio un beso, lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, tomo su mano y la beso, luego me acerco a la cama junto a ella y me pidió que lo esperara mientras recogía las cosas de Sarah y luego iríamos a la casa para que yo descansara. Yo trate de pelear su decisión pero no pude ganar. Yo no quería volver a abandonarla, no pensaba dejar su lado hasta que pudiera volver a oír su voz, ver su sonrisa y ver sus ojos abiertos y poder pedirle perdón por todo lo que le había hecho. Mi hermano salio de la habitación y al hacerlo yo me pare y me acerque al rostro de Sarah, verla así me rompía el corazón, quería ser yo la que estuviera en esa cama, le tome de la mano y me acerque aun mas a ella y le empecé a hablar.
- Sarah, Sarah mi amor, por favor despierta y no me dejes, lo siento mucho, todo esto es mi culpa, por favor despierta y regalame una sonrisa. Yo te amo - acerque su mano a mi pecho - Sientes mi corazón, mi corazón late por ti, por favor tienes que despertar por mi, si tu no despiertas mi corazón ya no tendrá motivos para seguir. Yo te amo, no puedo perderte, mi vida es tuya, te daré todo de mi, solo quiero que vuelvas conmigo. Quiero volver a dormir en tus brazos, quiero oír tu voz, quiero que sonrías y a cambio mi vida, mi alma, mi cuerpo, todo lo que tengo será tuyo. Te amo Sarah, no me dejes.
La abrace y sentí su corazón. Luego unos gritos de mi hermano se escucharon desde el pasillo y entro al cuarto muy molesto, yo me senté nuevamente en la silla rápidamente y me dijo que me llevaría a la casa a descansar, mañana podría volver. En el camino se fue calmando, y cuando ya estábamos en el auto, le pregunte que había pasado.
Lo único que Sarah nunca podría perder, y ellos lo han perdido, y lo peor es que me dicen que ella no lo tenia.
Que? - pregunte -
Su cadena, ella nunca dejaría esa cadena, es lo único que ella no soportaría perder nunca.
Inmediatamente recordé que ella me la había dado antes de salir de la casa, busque en mi bolsillo y la sentí, aun la tenia en mi bolsillo, pero no le dije nada a mi hermano, no quería que él se sintiera aun peor.
Qué tiene de especial esa cadena? - pregunte - Ya se la he visto, se la regalaste tu?
No - respondió - pero fue un regalo y ella no se la ha quitado en 8 años mas que para mantenerla y limpiarla. Esa cadena es lo único que le queda...
Le queda de qué?
Es una historia muy larga.
Por favor, dime lo que sabes - le rogué-
Chris me vio a los ojos y me sonrió pero no dijo nada, luego volvió su vista a el camino, nunca lo había visto tan triste, era como si una pequeña parte de él se sintiera totalmente derrotada, yo lo comprendía, yo me sentía de igual forma, le volví a hablar:
- Chris, hablame de Sarah, cuentame sobre ella.
Una pequeña sonrisa se formo en sus labios y me comenzó a contar la historia de Sarah, me dijo que me contaría lo que sabia, lo que ella le había contado y lo que los amigos de Sarah le había contado.
- Sarah, parece que la suerte solo le sonríe por un corto periodo de tiempo, desde que era una niña, ella me contó que cuando solo era una pequeña niña siempre se divertía con sus padres, su mamá siempre la sacaba a pasear en la playa y su papá le daba todo lo que quería; pero cuando tenia solo 8 años su papá se fue de la casa y nunca mas volvieron a saber de él, desde entonces su madre su hundió en el alcohol y las drogas, y mas de una decena de hombres pasaron a vivir con su madre desde esa fecha hasta que ella cumplió 15 años. Cuando ella tenia 15 años su madre llevo a su casa a un tipo que se llamaba Mark, ella me contó que un par de semanas después de que empezaron a vivir juntos, este tipo trato de abusar de ella, pero ella no lo permitió, lo golpeo y salio de su casa. Cuando le contó a su madre lo que había pasado, ella no le quiso creer, decía que Mark era un buen hombre y que no seria capaz de hacer eso. Sarah no soporto ver como su madre tomaba el lado de ese hombre y que además le decía que debía hacerle caso en todo lo que él quisiera; esa misma noche ella recogió las cosas que pudo y se fue de su casa, huyo.
Mientras el relataba esta historia mi sangre hervía de odio, no podía soportar saber que alguien le podía hacer daño, y al ver a mi hermano me di cuenta que él sentía lo mismo.
Después de esto, ella estaba en la calle, no tenia donde ir, lo único que la mantenía con un poco de sanidad era ir a estudiar, en la escuela ella podía olvidarse por un momento de sus problemas, además de poder bañarse y poder comer al menos una vez en el día. Por la noche ella no tenia a donde ir, dentro de lo poco que había tomado antes de irse de su casa estaba las llaves de el auto que le había regalado su abuela cuando cumplió los 15, por las noches se quedaba a dormir ahí. De vez en cuando lograba esconderse en la escuela y podía dormir en el gimnasio y así poder dormir sobre los colchones que utilizaban para practicar gimnasia. Un día que se había quedado en el gimnasio, despertó al darse cuenta que había mucha gente a su alrededor, se dio cuenta que era el equipo de volleyball que tenia una practica por la mañana, cuando el entrenador se le acerco y le pregunto si había llegado a entrenarse con el equipo ella respondió que si, pues no quería que supiera la verdad de porque estaba ahí.
Ella empezó a practicar y logro entrar al equipo, cada vez le gustaba mas y era realmente buena para jugar, con esto su suerte cambio un poco, las compañeras de su equipo siempre la invitaban a quedarse a dormir en sus casas y así pudo empezar a dormir en una cama, en una casa con comida, por fin no tenia que pasar hambre o decidir donde quedarse a dormir. Aun le quedaba un año para graduarse y sabia que al terminar la escuela ella no tendría nada, tendría que buscar algún trabajo y un lugar donde quedarse, pero un día después de un juego, un par de personas se le acercaron para hablar con ella y con su entrenador. John y Elizabeth, John era un reclutador para Stanford y le dijo que ella podía jugar para ellos y tener una beca completa si quisiera. Elizabeth había jugado para la universidad y ayudaba a John a reclutar a nuevas jugadoras. Antes de irse, Elizabeth le dio su teléfono y le dijo que si tenia cualquier pregunta o si necesitaba ayuda que la llamara y ella le ayudaría en lo que pudiera.
Su entrenador le recomendó que aceptara la oferta, pues era una oportunidad única, Sarah lo pensó y llamo a Elizabeth y le pidió que se vieran pues tenia unas preguntas. Cuando se encontraron, Elizabeth la llevo a comer y le conteste todas las preguntas que Sarah tenia, pero noto algo extraño en Sarah, se veía cansada y comía sin parar y pedía todo lo que podía; en un principio a Elizabeth le pareció divertido pero luego le pregunto sobre su familia y al ver la reacción de Sarah trato de preguntar mas y le pidió si podía hablar con su madre para contarle la buena noticia de la beca que Sarah obtendría. Al escuchar esto Sarah se asusto, pensó que al saber su verdadera situación ella lo volvería a perder todo y rápidamente salio de el restaurante sin dejar hablar a Elizabeth, corrió por la calle y busco su carro y trato de abrirlo para irse, pero cuando estaba a punto de entrar, Elizabeth la atrapo y le pregunto que pasaba, Sarah empezó a llorar y le contó todo y le rogó que por favor no le quitara la beca, que era lo único que tenia. Elizabeth la abrazo y le dijo que nunca le haría eso, le pidió que la llevara con su madre que quería hablar con ella, y así lo hicieron, Sarah nunca supo lo que ella y su madre hablaron, pero Elizabeth salio de su casa con toda la ropa de Sarah y la llevo a su apartamento y le dijo que se podría quedar con ella.
Era un apartamento pequeño, pero había una habitación donde ella se podría quedar. Elizabeth o Lizz, como Sarah le llamaba había estudiado en Stanford y había jugado en el equipo de volleyball, ahora estaba a punto de terminar la escuela de medicina y vivía en un pequeño apartamento que alquilaba sola. Desde el primer momento Sarah sintió que por fin tenia un hogar, todo era perfecto, aunque no tenían mucho, ella estaba tranquila y feliz. Ella siempre sonreía cuando hablaba de el primer fin de semana en el apartamento, me decía que el primer domingo que paso ahí, al despertarse Lizz ya le tenia su desayuno listo, no recordaba la ultima vez que alguien le había preparado un desayuno a ella. A partir de ese día y todos los domingos desde entonces Lizz siempre preparo su desayuno preferido, pancakes con chocolate, bananas y fresas, y huevos y tocinos. - Mi hermano hizo una pausa y agrego - Yo se lo importante que es para ella este día, por eso no estuve hoy por la mañana; aunque siempre he deseado que ella me prepare ese desayuno, no sabes lo que eso significaría para mi, lo que significa para ella. Se que ella no lo ha vuelto a preparar de que Lizz murió.
Cuando mi hermano termino de decir esto, mi corazón se detuvo, habíamos llegado a la casa, recordé el domingo pasado cuando ella me preparo ese desayuno y hoy; domingo y me lo había vuelto a preparar, Mi corazón no se movía, recordé como había ignorado esta mañana su comida, como por estar enojada solo camine sin parar a comer con ella, me sentía terrible, quería volver el tiempo y bajar por la mañana y comer junto a ella y no permitir que nada le pasara. Pero no podía, mi hermano abría la puerta de la casa y entraba tomándome de la mano, de pronto un pensamiento me aterro, la comida, el desayuno aun estaba en la cocina, mi hermano lo vería, no sabia como reaccionaria. Al entrar, mi hermano me dijo que fuera a mi cuarto a descansar y que el subiría con algo de comer. Yo empecé a subir las escaleras con temor, veía a mi hermano acercarse a la cocina poco a poco, me quede al final de las escaleras viendo a mi hermano. Cuando llego a la cocina, se detuvo y no se movió ni un solo milímetro, estaba quieto observando, se que veía los dos platos sin tocar sobre la mesa, vi como bajo la cabeza y volvió su cabeza hacia las escaleras, me vio ahí parada sin decir nada y una tristeza enorme inundo su rostro.
Yo no supe que hacer así que solo baje mi cabeza y camine a mi cuarto. Unos minutos después mi hermano entro a mi habitación y me llevaba algo de comida, se sentó sobre mi cama y me dio la comida; yo me senté y me dispuse a comer. Mi hermano seguía sentado con la cabeza baja y no decía nada, yo rompí el silencio:
Sigueme contando la historia.
Esta bien - respondió suspirando mi hermano - Supongo que tu puedes oír toda la historia.
Me sentí mal de ver a mi hermano triste, pero no sabia que hacer. Luego Chris retomo la historia.
Lizz y Sarah se hicieron las mejores amigas muy rápido, eran inseparables, cada momento que Lizz tenia libre lo pasaba con Sarah y trataban de pasar la mayor cantidad de tiempo posible juntas. Lizz siempre llamaba a Sarah su princesa, y fue así como le regalo esa cadena, desde que se la regalo a Sarah, esa cadena ha sido la posesión mas importante que tiene, ella siempre me ha dicho que puede perder todo, pero que esa cadena es lo único que posee que tiene un verdadero valor. Al año siguiente Sarah empezó a estudiar en la universidad, estudiaba finanzas y tanto ella como Lizz siempre estaban muy ocupadas, pero cuando no tenían nada que hacer se quedaban juntas, pasaban las tardes durmiendo juntas, se quedaban por las noches jugando y viendo películas. Incluso cuando peleaban era siempre solo por pequeñas tonterías, como cuando ambas se reclamaban y decían que la una siempre se comía toda la comida de la otra, ambas se acusaban de que la otra siempre le robaba la comida de su plato y que ni siquiera se daba cuenta.
Así pasaron los siguientes años, cuando Sarah tenia 19 años, ella estaba a punto de graduarse y trataba de buscar empleo pero no encontraba nada, quería empezar a aportar a los gastos de Lizz, y pensó que podría empezar su propia empresa de finanzas, pero necesitaría dinero, pensó en buscar un trabajo aunque fuera de mesera, pero cuando Lizz oyó sus planes, no la dejo. Sarah le dijo que ya tenia sus primeros clientes, unos amigos de universidad le darían las ganancias de su negocio para que las invirtiera, pero necesitaba algo de dinero para comprar el equipo necesario. Lizz que ya había empezado a trabajar en el hospital, le dijo que ella le daría el dinero y que así serian socias, Sarah nunca le pudo agradecer lo suficiente, y en menos de un año, su empresa crecía sin parar, cuando por fin obtuvo una ganancia propia, lo primero que hizo fue sacar a Lizz a comer, pasaron la noche comiendo, bailando y divirtiéndose al máximo, cuando llegaron al apartamento, Sarah no pudo contenerse mas y beso a Lizz, la besaba y le confesaba que estaba enamorada de ella, que lo estaba de hace mucho tiempo, casi desde que la conoció, pero que nunca se había atrevido a hacer nada porque siempre creyó que no tenia nada que ofrecerle, pero ahora, ahora ya podía darle todo lo que ella quisiera. Lizz la abrazo y le respondió que lo único que necesitaba de ella era su amor.
Desde esa noche nunca mas se volvieron a separar. Se amaban incondicionalmente, nunca había una pelea que importara mas que el amor que se tenían, sus detalles, todo el tiempo que pasaban juntas era especial. Sus desayunos y esos pequeñas cosas que se hacían la una por la otra eran su forma de decirse cuanto se amaban día a día.
Hasta hace ya un poco mas de un año, Sarah volvía de trabajar y se preparaba para salir con Lizz a cenar, para entonces ya vivían en Nueva York, fue cuando le dieron la noticia. Lizz había muerto. Lizz al llegar a su apartamento por la tarde decidió salir a correr antes de que Sarah llegara, y mientras corría un automóvil se cruzo un semáforo en rojo y.. Sarah estaba devastada, pasaron meses durante los cuales ella apenas seguía adelante, fue entonces cuando yo la conocí, en un principio ella ni siquiera me notaba, pero yo me enamore, tontamente me enamore, hasta que un día por fin respondió a una de mis preguntas, yo me quede sorprendido, no sabia que la había hecho cambiar, después de semanas por fin escuche su voz y no sabia porque había cambiado su actitud, creí que que quizás se estaba interesando en mi...
Fue tu pregunta - le interrumpí - Sarah me dijo que un día le preguntaste: "Cuando volverás a ser tu misma?" Ella dijo que cuando le preguntaste eso, por primera vez en mucho tiempo ella se pregunto lo mismo y empezó a pensar en el futuro.
Increíble, todo este tiempo ha pasado y hasta hoy se porque ella me empezó a hablar. Siempre creí que quizás de verdad se intereso en mi.
Ella te quiere.
Lo se, lo se. Solo que no me quiere como a... - Me vio a los ojos - Pero bueno, nos hicimos amigos y después de eso, pues creo que tu ya sabes el resto de la historia. Ahora descansa que mañana será un día difícil.
Cuando mi hermano salio de mi habitación busque en mi bolsillo y observe esa pequeña cadena la aferre a mi pecho y desee que todo este día volviera a empezar, no me importaba nada, solo quería que Sarah volviera a estar aquí junto a mi. Me quede dormida así, durante la noche me desperté, no podía dormir tenia un terrible sentimiento en mi corazón, sentía que cada minuto que pasaba perdía a Sarah y me fui a su habitación, ya no quedaba nada, me acosté en la cama y aun se sentía su aroma, eso me reconfortaba un poco, luego me senté y vi que su computadora aun seguía en la mesa de noche, me acerque y la tome, la abrí y una pantalla muy brillante apareció frente a mi, tenia una foto como fondo de escritorio, era una chica, era bellisima, la observe por un momento, era rubia, tenia ojos azules y tenia una sonrisa hermosa, la observe mas detenidamente y en su cuello llevaba una cadena muy parecida a la de Sarah, las compare y vi que eran una pareja, ahí supe que ella era Lizz. Las lágrimas volvieron a mi, me imagine el dolor que Sarah paso al perder al amor de su vida y ahora yo le había causado aun mas dolor, no podía soportar mas todo esto y me acosté queriendo retroceder el tiempo y así me quede dormida empapando mi ropa y mi cuerpo con el aroma de Sarah.
Gracias como siempre por todos sus comentarios, nunca me cansare de repetirles cuan feliz me hace el poder leer sus palabras y siempre me sacan alguna sonrisa. Gracias: PATYLOVE, Adi (Aurora), Blue, Alanna, Papayita, Flopy, Bittersweet, Chatyka, HombreFX, Nahomy, Cesar, Zoe, Shantyy, Ann, Ana, Absa, Ezy, Nightcrawler, Kitxie, Karina, Ponbeat, Viviana, Inspiradah, Wera21, Klaus, Krizty, Cindy08, Sweetleth, Uma, Persefones, ChicaMaru, Kira, Dulzitha.
A tod@s quienes se toman unos minutos de su tiempo para leer y quienes comentan para dejarme saber lo que piensan y comparten sus palabras de cariño conmigo. Gracias un gran beso y un abrazo muy fuerte.