Como buenos amigos
Una tarde aburrida se tornó en una tarde de pasión desenfrenada.
Hola a todos, este relato ocurrió una tarde de domingo de un caluroso mes de febrero, cuando después de darme un chapuzón en la pileta para refrescarme, entré a mi casa y me puse a ver una película en la televisión. Esto ocurrió ya hace unos diez años atrás, cuando todavía vivía en casa de mis padres.
Esa tarde estuve sola, y mientras en mi aburrimiento veía la película, suena el timbre de la puerta. Inmediatamente traté de cubrirme y me puse mi pareo marrón, para ir a atender a la puerta. Veo y eran mi primo y su amigo Cacho, así que los dejo pasar y vamos a continuar viendo la peli que yo había comenzado a ver.
Mientras tanto charlábamos y bromeábamos. Lo que pude notar fue que a Cacho parecía llamarle la atención mis pechos, porque en varias ocasiones lo pillaba con la mirada perdida en ellos. Eso me ponía un poco incómoda y por esa razón y con algo de ironía les ofrecí a tomar un jugo frio, a lo que justamente Cacho respondió que sí, pero con mucho hielo.
Así que me dirigí a la cocina a preparar la bebida y detrás mío Cacho para ayudarme. Mientras exprimía el jugo de las frutas, noto que Cacho se había acercado demasiado por detrás mío, a lo que disimuladamente traté de zafar, pero Cacho era demasiado persistente, hasta que consiguió que yo ya lo huya mas, es que pensé que terminaríamos el jugo, lo serviríamos y otra vez viendo la película, todo se terminaría. Pero nunca tan equivocada.
En ese momento, cuando dejé de huirle, y logró acomodarse a su gusto, sentí lo caliente que él estaba. Su verga, perfectamente acomodada en el medio de mi cola, estaba muy rígida. Eso cambió toda la situación, porque sentirlo así me dio una sensación placentera, que involuntariamente estaba disfrutando. Creo que en ese momento quedé unos segundo quietita, como absorbida por el hecho, y que Cacho lo percibió, porque en ese instante tomó uno de los trozos de hielo y comenzó a pasarlo por mis hombros, por mi espalda, por mi cuello, pero sin apartarse de mi cola. Mi piel estaba completamente erizada y yo estaba perdiendo todo el control, hasta de mi misma.
Como Cacho se dio cuenta de esta situación, decidió continuar su avance. Ahora con un poco mas de firmeza, me apoyó contra la mesada de la cocina, fue con el hielo por mi cuello hacia adelante y muy suavemente comenzó a bajarlos por mi pecho. Yo sentía que las gotas de agua fría iban cayendo dentro del corpiño de mi bikini, pero estaba ya muy caliente como para evitar lo que sea. Cacho besaba mi cuello, mientras buscaba nuevos trozos de hielo y los llevaba ahora por encima de mi bikini buscando mis pezones, que no hacían falta adivinar donde se encontraban, porque ellos se anunciaban solos a través de la fina tela húmeda.
Me dio vuelta, y con su boca fue directo a mis tetas, al comienzo besándolas sobre el bikini, pero de inmediato sacándolas y comiéndolas como si fueran el alimento que no veía en días. A ese momento los dos estábamos desbordados de calentura. Mientras me masticaba las tetas, sus manos fueron abriendo mi pareo, que en pocos segundos desapareció y quedé ante él con la tanguita rosa del bikini. Sus manos no paraban de acariciarme, una en la cola, la otra por encima de la tanguita, me acariciaba la concha.
Seguramente habremos hecho ruidos llamativos, porque en eso aparece mi primo preguntando qué estábamos haciendo pero cuando nos vio quedó como anonadado, pero Cacho inmediatamente le hizo una seña para que se uniese a ese evento. A lo que no dudó en hacerlo de instantáneo.
Nunca pensé que estaría así con mi primo, y creo que tampoco él, ya que en varios momentos daba palabras de elogio y sorpresa para conmigo.
Él tomó mi retaguardia, también me apoyó su verga en mi cola y me empezó a besar en el cuello, los hombros, y me comía la lengua. Sus manos se encargaron de terminar de sacarme el corpiño, mientras Cacho me enloquecía, arrodillado frente a mi, me chupaba la concha con mucha fuerza y hasta me propinó algún suave mordisco. Sus dedos comenzaron de a uno a penetrarme haciéndome estremecer.
Mariano sacó su verga y me la dio para que se la chupe, mientras se la comía, él tomaba mi cabeza y movía su pelvis como cogiéndome por la boca, llegaba a darme arcadas por lo profundo que me la metía en la boca. Cacho me sacó la tanguita, me acomodó como perrito y mientras le chupaba la verga a mi primo, Cacho se encargó de cogerme. Fue maravilloso, como un alivio cuando sentí que me metió la pija en la concha. Era lo que tanto estaba esperando, fue tal que no pude ocultar mis gemidos, aun con la otra pija en la boca. En ese momento empecé a temblar completa por el orgasmo que me estaban dando y mientras yo me estremecía Cacho no pudo mas y sacó su verga de mi concha y me acabó encima de la cola. Mi primo me subió a la mesada, me abrió de piernas y me estuvo cogiendo por un buen rato, mientras me chupaba las tetas con pasión, hasta que sacó su verga y pajeándola acabó encima mío. Esa fue mi primera vez con dos hombres.
Gracias porque uds. Me ayudan a poder contar esto sin que me juzguen mal. Besos