Como aprendí a ser una puta

Soy Natalia, 19 años, y desde hace no mucho he aceptado mi función y estoy tratando de aprender lo que me toca

Hola buenas, soy Natalia, una chica madrileña de 19 años, pelo liso negro, 165cm y 55kg, una 85b y un buen culo regordete. Hace ya bastante tiempo que me apasiona el sexo, y cada vez he sido más consciente de que lo que realmente me gusta es estar a los pies de los hombres y poder complacerles. Hasta hace poco eso solo estaba en mi mente, mi vida sexual era de lo más normal y rara vez tenia experiencias como las que imaginaba.

Pero hace unos meses, un dia llegue más cachonda de la cuenta a casa, estaba sola toda la tarde ya que mi madre no vuelve hasta pasadas las 10. Y me decidi, iba a dar el paso, me meti a un chat sexual que frecuento, y publiqué mi anuncio. "Acepto corrida en la cara". Me puso perrísima escribir esas palabras, sabia que me iban a reventar a mensajes y mi plan era darle mi numero a los 5 primeros, y quedar con ellos uno a uno a lo largo de la tarde. No pasaron ni diez segundos cuando empezo la lluvia de mensajes pidiendo mi cara para usarla de papel higiénico, tal como habia pensado copie y pegue mi telefono a los 5 primeros que pude y acto seguido cerre el chat.

Hubo un momento de paz en el que pude pararme a pensar lo que estaba haciendo, y lejos de parecerme una locura, que lo era, no hacía mas que hacerme mojar las bragas que llevaba por dentro de los leggins ajustados que suelo vestir. Empezó a sonar mi movil con una llamada entrante de un desconocido, ya no habia vuelta atrás.

-¿Sí?

-Eres Natalia?, del chat?- sonaba una voz seria y de hombre mayor

-Si, soy yo

-He visto tu anuncio, es verdad?

-Si.. si es verdad- le dije con la voz temblorosa entre los nervios y el calentón

-Enserio? Cuantos años tienes?

  • 19, tu?

  • 42, ¿no te importa no?

  • No.. no, tranquilo- respondí obediente, era consciente de que no todo iban a ser tios de mi edad.

  • Y... ¿porque haces esto si se puede saber?

  • Pues.. me he quedado sola en casa y queria aprovechar - fue lo primero que se me paso por la cabeza

-¿Quieres que vaya a tu casa Natalia?

  • Si asi lo necesitas vente, aqui estoy- le di mi dirección y me dijo que en menos de un cuarto de hora estaba allí.

Me quede nerviosa esperando, no sabia muy bien en que me estaba metiendo pero estaba deseando averiguarlo. Recogi el salon, silencie el móvil, y me prepare para recibirle. Al poco sono el telefonillo, era él.

-Si?

-Natalia?

-Si soy yo

-Menos mal, pense que me estabas vacilando- le abri

Deje la puerta abierta y me puse en la entrada de rodillas, dispuesta a recibir a mi invitado

-Joder... Vaya forma de recibirme cerdita, asique vas enserio..- dijo según me vio tras la puerta

Acto seguido se acerco a mi y me agarro la mejilla,-pues eres guapa eh, pensaba que ibas a ser más orco guarra, ponte de pie que te vea anda- me dijo con tono condescendiente. Yo estaba muy nerviosa y casi no decia palabra, me levante y le deje ver mi cuerpo, que no dudo en sobarlo y abofetear mi culo poniendome contra la pared. De nuevo me coloco de rodillas frente a el y se dispuso a darme de comer.

Saco un rabo semiempalmado y no muy grande, sin depilar, y apenas estaba teniendo mi primera impresión ya estaba restregandomelo por la cara, -joder, vaya suerte he tenido contigo putita, me vas a dejar los huevos secos-no queria rechistar. Al poco ya tenia el al completo el mando de la situación, y eso me gustaba, me frotaba la polla por la cara sujetandome del pelo fuertemente. Yo mientras daba torpes lametones y olisqueaba el aroma de su polla, me estaba volviendo loca.

Sentaba sus huevos peludos en mis labios, y me apretaba para que aumentara la intensidad de mis lamidos, y cuando considero que estaba sufcientemente cachondo, sin mediar palabra, empezo a empalar mi boca con su miembro. Dado que no era excesivamente grande conseguia mantener el ritmo sin tener muchas arcadas, dejandole libertad para disfrutar de mi boca mientras yo pensaba en lo cerda que estaba siendo... Irrumpió en mis pensamientos una ola de corrida caliente que acompañaba una de sus embestidas contra mi cara, sabia delicioso y no paraba de salir, el seguia follandome la boca hasta el fondo para dejar lo más adentro posible mi premio, se me salia su lefa y las babas por los huecos que dejaba lapolla entre mis labios, me estaba poniendo perdida. Acompaño sus fluidos con un grandioso escupitajo sobre mi cara, que aun no habia conseguido liberarse del uso que aquel rabo me estaba dando, me dio bastante asco pero no tuve más remedio que aceptarlo...

Saco porfin su aparato de mi boca, mientras cogia aire exahusto, - has sido una buena cerda, nos volveremos a ver - me dijo mientras se abrochaba el pantalón dispuesto a irse. Y ahi me quede yo, sola en mi salón, con la boca impregnada en la lefa de un desconocido, la cara como si me hubiera diluviado encima y arrodillada como una puta... Me baje los leggins y empce a tocarme el coño como si no hubiera un mañana, ida, poseída por el sabor de su polla que aún mantenian todos los rincones de mi boca. Fue una corrida tremenda, no paraba de pensar en lo que acababa de hacer, en como me habia dejado usar por un hombre que me doblaba la edad y que había vaciado sus huevos a su antojo dentro de mi boca, sabia que asi tenia que ser, que para eso estaba...