Comienzos Cap.1

Lilit comienza su vida, después de una ruptura que le ha marcado bastate. A partir de ahora debe ser independiente y aventurera, por eso coge este trabajo y experimenta con su sexualidad.

-¿De verdad pensaste que lo nuestro era para siempre?

-Sí, y lo es, pero no quieres admitirlo.-Dije con los ojos entre lágrimas.

Así fue como acabé con mi primer novio, debí pensar en lo que decía antes de decirlo. Después de dos meses sin él, creo que me siento mejor, libre.

Fue extraño despertarme sin él los primeros días, incluso ahora de vez en cuando lo busco por las noches entre mis sábanas, pero solo encuentro un vacío que me lleva a restregarme un poco con la almohada pensando en él. Aunque he recorrido muchas aventuras y camas desde entonces. Algunos dicen que tengo un problema por no querer atarme a un hombre de por vida, lo que no saben es que sigo esperándolo a él.

Solo han pasado dos meses y aunque esto es divertido y podría seguir así el resto de mi vida, me falta algo que ellos no me dan.

Hace poco dejé a uno de ellos. Era guapo, inteligente, bueno, romántico, cariñoso...en fin, demasiado empalagoso para mi gusto, no tenía ni una pizca de picardía, no sabía cómo divertirse y tenía algunas costumbres un poco extrañas a la hora de follar.

Duré tres días con él, toda una vida viniendo de mí. Se puede decir que desde que me dejó Tomy no he vuelto a salir con otro hombre, además me prometí a mí misma que sería una persona diferente. CONSEGUIDO.

Normalmente ellos me duran una noche como mucho, este fue un poco más especial, mejor dicho, pesado. Me llamaba a todas horas, venía a mi casa, me acompañaba a comprar. Tres días de horror, aunque debo de admitir que me gustaba el rollo acosador.

Desde que le dije que no quería nada de él y que solo me interesaba para follar ya no me ha vuelto a llamar y a veces lo echo de menos, será que con el último que me acosté fue muy poco efusivo y demasiado rápido.

Bajé al bar y ya era tarde, solo quedaban los camareros y un hombre borracho. Me acerqué a Sam, un camarero amigo mío al que usaba de emergencia.

  • ¡Eh Sam! ¿Cómo va la noche?

  • Ts! ¿No ves? ya es tarde, ahora mismo recogemos y a casa, ¿por qué has bajado tan rápido? Espera que lo adivino, El tío ha salido corriendo al ver tu cuarto tan \\"ordenado\\", te tengo dicho que...

-¡Cállate! no ha sido por eso, lo he echado yo.

-¿Echas de menos al acosador o qué?

-¡No estúpido! lo que pasa es que a los cinco minutos de empezar, él ya había acabado.

  • ¡Oh dios! Pues preciosa yo hoy he quedado con una chica de veinte años... ¡uf! y no puedo faltar a la cita, que cae seguro.

  • ¿Veinte años? hablas como si tuvieses treinta. Aunque entiendo que quieras probar carne fresca. No llegues tarde al piso o cerraré con llave.

  • Espero no llegar hasta mañana así que cierra la puerta.

Entré bastante decepcionada a casa y como dijo Sam cerré con llave. La verdad es que estaba bastante frustrada por lo de aquella noche así que decidí llamar al acosador, era raro en mí llamar a uno de ellos para repetir y también podía ser que el acosador creyese que había algo serio entre nosotros, pero me iba a arriesgar de todos modos.

-¿Si?

-¡Hola Fer! ¿Qué tal?

-¿Lilit? ¿Para qué me llamas?

-Ayer te fuiste con mal sabor de boca y querría compensártelo

-Ah, es eso...em. No puedo, ahora mismo estoy con una chica y no creo que le haga gracia que me vaya sin más.

  • Ah...está bien...solo quería...

  • Ya, ya...no importa ya hablaremos otro día. Adiós.

-Adiós...

Ni si quiera el acosador quería quedar conmigo, increíble, además, parece que ese rollo de tío bueno le había funcionado, que rápido encontró otra chica con la que comportarse así ¿no? Total, me encerré en mi cuarto y disfrute de mi soledad y mis juguetes durante un rato.

Al día siguiente al abrir la puerta de casa me encontré a Sam durmiendo en el rellano.

-¡Sam! despierta... ¡Despierta! Parece que anoche cerré la puerta antes de tiempo ¿no?

  • Menos mal que te has levantado pronto. Pensé que moriría de frio aquí fuera...

-Iba a correr, pero creo que me resultará más divertida tu historia.

-¿A correr? ¿A las siete? Bueno, de todas formas vete, yo voy a entrar y a dormir...

-¡Eh! Corriendo se liga bastante pero... ¡No voy a ir! ¿Cómo te ha ido?

-Luego te cuento...buenas noches...

-Es por la mañana, ¡No me digas buenas noches! idiota...

De todas formas me quedé en casa, tenía ganas de acostarme con Sam y después de su desilusión o lo que hubiera pasado, le vendría bien un poco de fiesta de la buena.

A las once Sam se levantó a beber agua y le interrogué, me contó que la chica en realidad era una niña de quince años y que cuando intentó irse ella le amenazó con llamar a la policía así que se quedó hasta las cuatro con ella y cuando se durmió se fue.

Al rato empecé a preparar la comida, mientras se calentaba el horno, Sam empezó a calentarme a mí.

Sus labios gruesos pasando por mi cuello, llegando a la oreja... Yo sabía que él en realidad estaba enamorado de mí, y esto no iba a acabar bien. Pero sentir su pene erecto apretando mi culo no me ayudaba a pensar con claridad y tuve que dejarme llevar una vez más, a sabiendas de lo que iba a pasar después.

-Deberíamos tener una cita...

-Sam no vayas por ahí...

  • ¿Por qué no? Nos lo pasamos bien juntos y siempre es así de fácil.

-Sam...Solo emergencias ¿Recuerdas?

-Ultimamente las emergencias son muy seguidas ¿No crees?

-Por tu parte, por la mía no... Mejor dejamos de hacer esto. Nada de emergencias...

  • No Lilit...soy tu amigo y pienso que deberías superar lo de Tomy y dejar de portarte como una...

-¿Superar lo de Tomy? Sam no hables de superar que lo mío fue hace dos meses. Pero lo tuyo ya hace un año...

  • Ya lo he superado, por eso quiero tener una cita contigo...

-¡Sam! ¡Déjalo! no vamos a tener ninguna cita...vístete y vamos a comer.

-Ok...pero...

-Pero nada sam...da igual...

La semana siguiente fue rara. Sam no me dirigía la palabra y yo seguía devorando hombres todos los días. Aunque desde la conversación entre Sam y yo, empecé a llevar a tios de dos en dos. Me gustaba sentir dos hombre dentro de mí y siempre quería más, me sentía un poco más plena.

Al cabo de un mes, Sam decidió hablar conmigo y contarme que se estaba enamorando de una chica que se llamaba Linda y que a lo mejor empezaría a salir con ella seriamente por que le gustaba mucho.

No vi normal que me contase eso después de un mes sin hablarnos, pero no le di importancia y pensé que todo se había arreglado entre nosotros. Me equivocaba, no me volvió a hablar hasta tres meses después.

-Lilit me voy.

-Ok. Siempre lo haces y no me dices nada, ten cuidado.

-No, me voy del piso, me voy con Linda.

-¿Qué? ¿Estás loco? Solo la conoces cuatro meses. Además no puedes dejarme sola en el piso tienes el contrato firmado y...

-Te pagaré, búscate otro compañero, de mientras seguiré pagando mi parte, no te preocupes.

-¡Sam! ¿Por qué lo haces? ¿Irte sin más? ¿A santo de qué? Hemos estado peleados pero no pasa nada...Sam...

-Lilit, ya es tarde, mañana me voy, nos veremos en el bar.

  • Y una última noche...

  • Solo de emergencias ¿Recuerdas? Además tengo novia...

-¿Ni si quiera como amigos?

-No

A la mañana siguiente Sam no estaba, sus cosas tampoco y la casa totalmente vacía. Ya había pasado seis meses desde lo de Tomy y sin Sam a mi lado me sentía bastante sola.

Me prepare un anuncio en el periódico y al día siguiente hice mil entrevistas a mil personas diferentes y horribles para vivir conmigo. Pero a la mil y una pasó lo peor de mi vida.

-Siguiente...

-Em... ¿Lilita?

-¿Lilita? Puede pasar si quiere y no quedarse escondido pero intente no llamarme así, por favor.

-Sí, lo siento.

Cuando le vi la cara supe enseguida quien era, y por qué me llamó Lilita.

-¿¡TOM!? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo se te ocurre? Vete. ¡Ya!

-Lilita, ha sido un error, yo pensaba que...

-FUERA ¡YA!

-pe...pero...

-Adiós Tomy...

Deje las entrevistas, cerré todo, totalmente oscura, pensaba que ya lo había superado, ¿Por qué ahora Tom? Ahora, cuando estoy sola, cuando peor lo estoy pasando, vienes a mi piso...

Se le da bien lo de hurgar en las heridas, siempre fue así de oportuno, Tomy el oportuno, siempre hablando cuando no debía o apareciendo cuando menos se le quiere. En fin, ese es el Tomy que quiero, pero claro, nunca volveré con ese hombre.

Las siguientes semanas fueron duras y solitarias, no busqué hombres, pero baje al bar a buscar a Sam, la verdad lo echaba mucho de menos, era mi segundo hombre favorito, el primero, Tom.

Uno de los días que baje en busca de Sam y algo de beber bastante fuerte, me topé con la novia, Linda, una chica demasiado repipi para andar con un tipo como Sam. Pensé que Linda era la típica nena de papa que en un arrebato decidió irse con un tipo malo simplemente por llevar la contraria a \\"su papá\\", la verdad, no me faltaba razón. Linda estaba allí para dejar a Sam, porque según ella \\"no le veía futuro a una relación donde la mujer debe de tener toda la carga económica y social de la pareja\\"

Sam pasó la noche en mi casa, llorando. Ver a un hombre como Sam -alto, moreno, fuerte, con cara de chico malo y de apariencia bastante ruda- llorar es de lo más deprimente. Lo mandé a su antiguo cuarto, donde tan solo quedaba una cama, a dormir y cuando yo desperté ya no estaba.

Solo encontré una nota que ponía: \\"Lilit, solo te deseo a ti, cuando quieras llámame\\"

Ahora que Sam quería algo serio ya no sabía si llamarle o no.

Pasaron días y no le llame, tan si quiera baje al bar, estuve encerrada, me alimentaba a base de comida a domicilio y al llegar fin de mes, decidí buscar trabajo.

El hecho de poder pagarme todo y no trabajar, era gracias a mi madre, una mujer trabajadora y sin duda alguna mi salvadora desde que nací.

Ella decidió que me tenía que independizar y saber lo que era vivir sola, después de lo de Tom, ella durante una semana se encargó de todo sin que yo lo supiese y a la semana me echó de su casa, literalmente. Entiendo que fuese por mi bien y ya era hora de devolverle el favor y ponerme a trabajar para que se sintiese orgullosa de la garrapata que tiene como hija. Aunque no lo hiciese por ella, si no por mí.

Busqué en muchos lugares de la ciudad, pero claro, con 23 años y sin casi estudios, solo me llamaron para una entrevista para ser camarera en un bar de compañías .No sabía si acudir a la cita porque no quería acabar siendo puta, pero bueno, después de pensarlo mucho, decidí dar una oportunidad a ese mundo. Total, prácticamente lo había sido y sin cobrar, nunca había elegido hombre, el primero que me echase la caña, ese era el primero en caer en mi cama, sin escrúpulos. Esto no iba a ser más que lo mismo pero con algo de dinero extra.

Cuando llegué al bar donde nos habíamos citado, allí estaba el hombre, sentado con su copa de vino, demasiado elegante para llevar un negocio como el que llevaba.

Tendría 50 años, pero seguía manteniendo ese toque que atraía a las mujeres, fuese cual fuese la edad.

Pero yo no me iba a dejar embaucar por un hombre así.

Cuando empezó la entrevista estaba un poco nerviosa y poco a poco se iba haciendo cada vez más rara.

-Entonces, ¿A qué estarías dispuesta?

Yo tenía que conseguir el trabajo porque aunque fuese un trabajo un poco denigrante para la mujer, más bajo de lo que me sentía no podía caer.

-En principio quiero ser camarera y ver cómo va este mundo, sin presión.

-Niña, vas demasiado segura, si trabajas aquí se te llamará para lo que necesite el cliente. ¿Entiendes?

-Entiendo, pero no quiero empezar fuerte

El hombre se levantó y me hizo levantarme a mí, me dio media vuelta y en medio del bar me pegó una cachetada en el culo, sin importarle la gente de alrededor.

-Oiga, no he empezado a trabajar y no me gusta que mi jefe se propase conmigo, tenga cuidado, tengo un carácter difícil.

-Me gusta la actitud de chica mala con un \\"carácter difícil\\", mañana vente a mi bar y veremos cómo actúas.

Casi había conseguido el trabajo, solo me hacía falta la prueba y ya era mío, por fin, iba a trabajar en algo y a lo mejor con suerte, entre clientes y alcohol se llenaba mi vacío interior.