Comida para tres

Mi pareja y yo habíamos fantaseado con algún trío pero no imaginaba lo que pasaría después de la comida con aquel amigo invitado

Era una mañana calurosa del mes de Julio. Nos habíamos levantado temprano para realizar unas compras ya que habíamos invitado a comer a un amigo de mi infancia.

En la relación de mi mujer y yo siempre habíamos incluido fantasías con otras personas pero nunca nos habíamos planteado llevarlas a la realidad. Por eso lo que ocurriría posteriormente fue una sorpresa inesperada. Somos una pareja con una relación abierta entre nosotros, sin tabúes, pero siempre dentro de nuestra intimidad. Rondamos la cincuentena y nuestros aspectos son normales pero a la vez atractivos. Sobre todo el de mi mujer, que veo como es observada muchas veces en su vida normal. Es alta, con buena figura, buen pecho, conserva unas buenas curvas y un culo que a mi me vuelve loco.

Después de llegar del mercado nos pusimos ropa cómoda para preparar la comida para nuestro invitado. Nos pusimos un vino mientras cocinábamos y nos besamos al brindar por nuestra buena relación de pareja. Noté a mi mujer excitada con el beso profundo que nos habíamos dado. A mi me resultan muy eróticos los besos intensos y con caricias. A ella le sucede lo mismo. Pero ya era tarde y nuestro invitado estaba a punto de llegar por lo que no podíamos perder tiempo con más arrumacos.

Nos cambiamos de ropa para recibirle. Mi mujer se puso una camiseta ajustada que le marcaba la figura y especialmente sus pechos con una falda  por encima de su rodilla. Siempre tuvo unas piernas excelentes y con los zapatos altos que se había puesto todavía resaltaban más. Yo llevaba una camisa sport y unos pantalones vaqueros que ella decía me sentaban perfectos.

Sonó el timbre y fuimos a recibir a mi amigo Carlos. Yo hacía dos años que no le veía y mi mujer era la segunda vez que le veía. La primera había sido un encuentro rápido en la salida de un restaurante. El es un tipo de mediana estatura, elegante, normal en su belleza pero con mucha expresividad en sus gestos y muy amable en su comportamiento aunque siempre un poco tímido. Entró, mi mujer le dio 2 besos y yo un buen abrazo. Venía vestido con un polo negro y unos vaqueros. Su toque era sexy y hasta yo percibí con agrado el buen aroma de su colonia. Lo sentamos en el salón y mientras fuimos nosotros a la cocina a por la botrella de vino y unas copas para brindar los tres, mi mujer me dejó caer el comentario de que mi amigo era muy atractivo. Vi en sus ojos que sí le había resultado sensual para su vista. Sin más importancia le comenté que llevara los vinos que yo llevaría unos snacks.

Escuchaba que hablaban muy entusiasmados sobre nuestras vidas, con muchas risas sobre anécdotas. Me dio la impresión que le había caído agradable este chico. Estaban los dos en el sofá, cercanos, conversando y tomando el vino y los snacks que habíamos preparado. Veía a mi mujer muy cercana a mi amigo y como un poco nerviosa. Eso me hizo ponerme algo celoso pero a la vez noté una excitación interior observando la situación. Ella le tocaba sus manos a la vez que le enseñaba unas fotos de nuestro pasado para explicarle la situación de la fotografía. A él lo conocía bien desde hace tanto tiempo que sabía cuando se encontraba cómodo en una situación a pesar de su timidez. Pero sus gestos delataban que mi mujer le gustaba a su vista. Mi pensamiento se iba poniendo morboso y les hice unas fotos y les indiqué que se juntaran bien para expresar la amistad. Mi mujer arrimó los labios a su cara y teniéndolo abrazado le dio un beso en su mejilla.

Pasamos a la mesa, pero mientras comíamos mi pensamiento estaba inquieto. De vez en cuando le daba un beso a mi mujer para expresarle lo bien que lo estábamos pasando. Ella afirmaba que estaba muy cómoda y disfrutando. Mi amigo se sentía perfecto. Tomamos los postres y pusimos unos licores. Los chupitos nos fueron desinhibiendo y entre las conversaciones fuimos hablando de nuestras relaciones. Carlos se había separado hacía 5 años y nos confesaba que después de un par de años locos ahora no tenía ninguna relación porque deseaba encontrar alguien estable. Ya no le satisfacía el polvo de una noche y además debido a su timidez le seguía costando seducir a quien le atraía. Nos dijo intimamente que llevaba casi un año sin relación íntima alguna y que su único escape eran sus tocamientos con algún vídeo x. Noté una sensación extraña en mi pareja al tratar de tranquilizarlo por su abstinencia. Le dijo literalmente y mirándolo fijamente: Eres amable, educado y estás muy bueno -mientras le había recorrido lentamente el polo por el pecho con su mano. El licor y la presencia agradable de él la habían hecho más expresiva y comprensiva con él. A la vez ella me había mirado con cara de deseo. Aquel roce y aquella mirada me habían calentado sobremanera.

Cuando mi mujer, cuyo nombre es Isabel y el mío Daniel, se ausentó un momento de la mesa, él me confesó que tenía suerte de que fuese tan amable y atractiva. Lo noté nervioso al decírmelo. Ella me llamó para ayudarla a llevar unas bebidas y ahí empezó mi mayor sorpresa. Hablamos de lo agradable de la tarde y con nerviosismo me confesó que no sabía que le sucedía pero que estaba caliente y atraída físicamente por Carlos y como siempre por mí y que mientras comíamos pensaba en nuestras fantasías. Para su sorpresa la cogí y la besé con mi lengua muy excitada a lo que ella respondió con una pasión absoluta mientras me cogía mi mano y la metía bajo su falda para que yo pudiese notar la excitación que llevaba encima. ¡Tenía su coñito totalmente empapado!. Le metí dos dedos mientras la miraba y le dije: Actúa con libertad y haz lo que desees. Noté como si hubiese tenido un orgasmo con mis palabras pues su mojadura era  más intensa todavía.

Isabel podía comportarse como una señora pero también como una auténtica zorra cuando la excitación la sobrepasaba y a partir de ahí no tenía límites.

La agarré con cariño y la llevé de nuevo al salón. Carlos se había sentado en el sofá y saboreaba un nuevo chupito. Situé a Isabel delante de él y mientras la recorría con mis manos por encima de la ropa le comenté: Carlos hemos compartido muchas situaciones en la vida y hace un momento has admirado el atractivo de mi mujer. Ella se siente seducida por la situación y quiere sentirse compartida contigo y conmigo. Yo por mi parte no tengo ningún reparo en hacerlo....Solo te aviso es muy viciosa y necesita mucho placer.

Carlos sin decir palabra se levantó esperando mi aprobación y la de Isabel con la mirada y mientras yo me situaba detrás de ella mordiendo su cuello empezó a besarla con auténtico vicio. Las lenguas de los dos se habían enredado y mientras mis manos ya se habían metido por debajo de la ropa acariciando su espalda. Levanté el jersey notando los pezones con una dureza extrema y Carlos no dudó en aceptar el ofrecimiento metiéndose ambas tetas alternativamente en su boca. La empujó hacia atrás y yo la dejé caer en el sofá. Isabel me pidió que la besase y me dijo que me quería. Pero a la vez esbozó: Estoy muy caliente cariño. Hacedme disfrutar como una putita!. Esas palabras y ver que Carlos ya se había quitado la ropa y estaba metiendo su lengua en el coñito de Isabel terminaron por hacerme perder el control.

Cogí mi polla y la acerqué a su boca, la agarró con su mano y la metió toda dentro mientras gemía por la gran comida de coño que le daba mi amigo y que le hacía estallar en su primer orgasmo. Parecía que se  iba tragar mi polla entera. En agradecimiento atrajo a Carlos hacia arriba y como una posesa comenzó a jugar con ambas pollas en su boca y sus manos. Aquello era vicio.

La puse de rodillas e invité a Carlos a follarla mientras ella seguía chupándome y yo acariciando sus tetas. Jugó un poco con su polla en la entrada pero noté que tenía muchas ganas de entrar dentro. Por eso le dije: Dale duro y hazla gemir. Empezó con un balanceo lento que fue intensificando según ella le pedía que fuese más rápido. Ella no paraba de gemir y empecé a besarla cuando noté que le venía su segundo orgasmo. El al notar sus contracciones estalló en una corrida descomunal llenándola completamente de leche.

Isabel me comentó mientras recuperaba su respiración: Ahora fóllame tú con toda tu pasión. Mi amigo se había sentado en el sofá y ella alargó su mano para coger su polla que aún palpitaba y empezó  a acariciarla y besarla con suavidad. Yo me situé enfrente de ella y empecé a entrar dentro mientras con mis dedos iba excitando su culito. Tenía ganas de verla follada por 2 pollas a la vez. Estuvimos así largo rato con suavidad porque yo quería esperar a correrme cuando ella tuviese las dos dentro. Aún así ella no paraba de gemir. Estaba como poseída disfrutando.

Me salí me acosté en la alfombra y le dije que se pusiese encima mía. Invitándolo a él que ya había recuperado la erección a probar su culito que estaba bastante dilatado de mis dedos. Ella se sentó encima de mi polla caliente y muy dura pero había una sorpresa...Carlos me había confesado alguna vez su bisexualidad light y sentirse de jóvenes atraído por mi. Yo nunca le había dejado porque me declaraba hétero puro. Me había confesado algún roce con algún chico pero sin pasar a mayores. En ese instante creo vio su oportunidad. Se situó detrás de Isabel y cuando ella y yo pensábamos que la iba a encular,  la empujó hacia delante y empezó a lamer su culito, su coñito y la base de mi polla y mis huevos con una maestría y vicio absolutos. La cara de ella y la mía estaban muy cerca e Isabel sacó su lengua y empezó a lamer mi cara con una excitación extrema. Estaba caliente de nuevo como una bestia. Notamos como Carlos sacaba la polla de su coñito empezaba a chuparla profundamente y la follaba a ella con tres dedos de su mano. Para mi era una sensación nueva y extraña saber que un chico me la chupaba pero debo confesar que verla a ella tan caliente y lo bien que la lamía que no puse ninguna objección. Notaba como en el momento que la metiese en el coñito de nuevo estallaría de placer. Estuvimos así un buen rato, y ella se movía cada vez más encima de sus dedos. Exclamó: Follarme y echad toda vuestra leche dentro de mí. Él no se hizo esperar y cogiendo mi polla con su mano la enchufó fácilmente en su coño totalmente encharcado. A la vez la se situó en la entrada de su ano y empezó a entrar con suavidad hasta tenerla toda dentro. Yo estaba quieto para no correrme tan rápido y fue él el que empezó a moverse. Ahí salió totalmente el lado salvaje de Isabel, diciendo en alto que le llamásemos zorra...Carlos le azotaba su culo y yo metía mis dedos en su boca para que los chupara. Yo me movía más rápido ahora y ella estaba loca. En ese momento salieron de su boca las palabras mágicas: Dani córrete conmigo que voy a estallar totalmente. Agarré su cabeza y la besé mientras teníamos el mejor orgasmo de nuestra vida gritando y jadeando profundamente. En esos instante mi amigo se separó de ella y acercándose a nuestras caras mientra seguíamos besándonos exclamó: Quiero correrme en el medio de vuestras bocas. Carlos empezó a correrse mientras nosotros seguíamos besándonos y saboreando su esperma con nuestras lenguas como si fuese algo totalmente natural.

Carlos se separó viendo que era nuestro momento íntimo. Estábamos acariciándonos y contínuabamos con nuestras lenguas entrelazadas a la vez que nos íbamos limpiando mutuamente con nuestros besos el esperma de nuestras cara. Yo le dije: Isabel te amo y ella me correspondió con un beso muy delicado y diciéndome: Y yo a ti mi vida.

Despedimos a nuestro amigo con agradecimiento por la tarde disfrutada juntos.

P.D Isabel ha prometido cumplirme la fantasía que más desee. Será aquí trasladada

DANNYX