Comenzó como violación y luego fue consentido

Que les pasa ¿?..., están locos ¿?...., les dije en un tono firme. Dale…, no te hagas la santita, dijo uno tironeándome fuertemente del cabello y arrastrándome hacia otro que se había sentado a la orilla del mostrador

Afortunadamente, gracias al capital inyectado y a los contactos que han aportado los socios de mi marido, se han venido realizando muy buenos negocios y todo en la constructora va viento en popa.

Tal es así, que decidieron expandirse y abrir algo diferente y paralelo, a modo de inversión.

A finales de diciembre, en una comida que organizó Ricardo para despedir el año, acordaron poner una distribuidora de material eléctrico.  Alquilaron un local en el centro, a unas veinte cuadras de la constructora y después de remodelarlo, a principios de enero comenzaron a equiparlo, para abrirlo lo antes posible.

Tanto los socios como mi marido, estaban bastante ocupados como para estar al pendiente de eso, así que una vez mas solicitaron mi ayuda, para que me encargara de supervisar la mercadería que llegara, organizarla, inventariarla y hacerla acomodar en las góndolas.  Es mas…, me pidieron que hasta tanto se pudiera conseguir alguna persona capacitada y de confianza, yo me tenía que hacer cargo de ese negocio.

Ricardo, envió a cuatro muchachos para que hicieran el trabajo pesado.  Además me encomendaron elegir a dos de ellos, para que una vez que se abriera al público, trabajaran permanentemente en ese local.

El lunes 10 de enero y a pesar de haber tenido un fin de semana bastante intenso, me levanté muy temprano, mi marido y yo desayunamos y luego de camino a la constructora, me dejó en el nuevo local.

No había llegado nadie todavía,  no eran ni las 8 de la mañana…

Una vez adentro, me puse a hacer un reconocimiento del lugar.  Quedó muy pero muy bien.

Un depósito amplio en la parte de atrás y dividido por una pared, el sector de atención al público, con un mostrador a todo lo largo.  Justo en el medio de esa división y construida sobre un entrepiso, una oficina desde la cual se ve claramente todo, ya que en lugar de paredes le pusieron vidrios espejados, de manera tal que desde la oficina, uno puede ver hacia ambos sectores con mucha claridad, pero los que están abajo, solamente ven un espejo que refleja las luces del techo y las paredes del local.

El mobiliario de la oficina, no estaba acomodado todavía…, había unas sillas, un escritorio y un archivero.

Después de poner cada cosa en su lugar, me puse a mirar hacia abajo, tanto la parte del depósito como la del frente.  Todo estaba preparado y armado para acomodar la mercadería, que iba a llegar en cualquier momento…

Me encontraba sentada mirando el celular, cuando escucho que golpean insistentemente la persiana.  Bajé rápidamente a abrir, era uno de los chicos que iban a trabajar. En el ínterin  que lo hacía pasar, llegaron los otros tres.

Me puse a halar con ellos, dándoles las instrucciones y recomendaciones, hasta que llegó el camión con la mercadería…

Bueno muchachos…, manos a la obra, a descargar….

Yo tenía en mis manos una planilla con todo el detalle de lo que iba a llegar, así que mientras ellos descargaban, le iba poniendo un tilde a cada cosa.

Tardaron casi una hora en descargar todo,  se fue el camión, les pedí que cerraran la persiana y que acomodaran las cosas en los estantes… Ricardo ya me había dicho como había que acomodar.

Estuve un rato con ellos y luego me fui a la oficina.  Estaba haciendo bastante calor, por lo que me puse a buscar los aires acondicionados y me di cuenta que si bien estaban instalados, todavía no los habían conectado…

Me senté en un sillón y mientras observaba a los muchachos trabajar, llamé a Ricardo, para preguntándole precisamente sobre cuando iban a conectar los aires.

Después de contestarme y de darme algunas instrucciones, comenzó a bromear y a hacer comentarios acerca de nuestras relaciones y sobre todo sobre mi manera de ser.

Por ejemplo uno de los comentarios que hizo fue… “me imagino el calor que estarás sintiendo, encerrada con cuatro pibes en ese depósito”…

Sos un estúpido le respondí y le corté la llamada.

Ese último comentario aunado a otras cosas que me dijo, me pusieron a pensar.

Dejé el celular sobre el escritorio y seguí mirando a los muchachos, como vaciaban las cajas y acomodaban la mercadería en los estantes…

Ya eran casi las 11 de la mañana y honestamente el calor ahí adentro era insoportable, incluso los chicos se habían quitado las remeras, quedándose en cuero…

Ahí fue cuando inevitablemente comencé a fantasear con ellos…., después de un rato, sentí que me estaba mojando.  Inmediatamente me quite la bombacha y comencé a tocarme…. Al acomodarme en el sillón, sin querer tiré mi cartera al piso.  La levanté y aproveché para guardar mi bombacha, al hacerlo, abrí el cierre de uno de los bolsillos del interior y saqueé mi huevito vibrador que siempre llevo a todos lados.

Moví el sillón un poco para atrás, me descalcé y coloqué ambas piernas abiertas sobre el escritorio. Comencé a masturbarme en forma, mirando a los chicos a través del vidrio.

Me había calentado un montón, sobre todo porque a pesar de que me estaba masturbando mirándolos…, ellos no podían verme….

Habré acabado dos veces, hasta que en un momento mientras tenía los ojos cerrados, escuché que me estaban llamando….

Señora…., Señora…., gritaba uno de ellos…

Saqué el vibrador de mi concha, lo guardé en mi cartera, me puse las sandalias, acomodé un poco mi vestido y traté de bajar lo mas rápido posible…

La escalera es del tipo caracol y por el reducido espacio, es muy angosta y con los peldaños muy reducidos, por lo que hay que subir y bajar de una manera lenta y con mucho cuidado.  Precisamente por estar pendiente de los benditos escalones, fui bajando sin darme cuenta que el muchachito estaba parado justo abajo y mirando hacia arriba, por lo que tuvo todo el tiempo del mundo para mirarme por todos los ángulos y por supuesto que se dio cuenta que yo no traía ropa interior.

Cuando ya lo tuve frente a frente, le pregunté que es lo que pasaba, titubeando, me dijo que si les podía dar dinero para comprar una gaseosa, porque tenían mucho calor y mucha sed… Se le notaba que estaba muy nervioso por lo que acababa de ver…

Sin medir las consecuencias, le conteste..., si claro, ya te traigo dinero para que vayas a comprar…. Me di la vuelta y volví a subir las escaleras, dejándolo para que mirara otra vez, tanto cuando subí como cuando volví a bajar…

Con plata en mano, abrió la puertita de la persiana y fue a comprar.  Yo subí nuevamente a la oficina y volví a sentarme para observarlos…

Después de unos minutos, el chico volvió con una botella de coca cola y se reunió con sus compañeros…. Mientras hablaban entre ellos, volteaban a ver hacia arriba, hacia donde yo estaba…, sin poder verme claro, pero sin duda el chico les estaba contando lo que había ocurrido y estaban hablando de mi…. Eso me inquietó aún más, pero vuelvo a repetir, no medí las consecuencias….

Después de un rato y luego de acabarse la coca cola, veo que los cuatro comienzan a caminar, me paré y acerqué al vidrio para ver hacia donde iban o lo que hacían…

Al perderlos de vista, me crucé hasta el vidrio del otro lado, pero no lograba verlos, seguramente estaban en el único punto ciego que hay, que es precisamente, debajo de la oficina, al pié de las escaleras.

Me quedé quieta, sin hacer ruido y esperando.  Volví a escuchar que me llamaban…, señora…, señora…, pero no contesté. Mi corazón, comenzó a latir muy rápido y mi respiración se aceleró también.  Continuaron llamándome…, señora…, señora…..  En ese momento pensé que seguramente los chicos querían ver lo que había visto su compañero….  Voy…, contesté y comencé a bajar las escaleras, muy despacio para que se dieran el gusto de mirarme… Efectivamente, los cuatro estaban parados justo al pié de las escaleras con los ojos clavados en mi…

El solo hecho de saber que les había dejado ver todo por debajo del vestido, me excitaba.

Que pasa ¿?..., Qué quieren ¿?, les pregunté…., tratando de hacerme la desentendida.

Uno de ellos…, el más atrevido, diría yo…, contestó sin tapujos…

Que queremos nosotros ¿?...., o que quiere Usted ¿?....Señora Vicky.

Como ¿?..., no entiendo…, quien te dijo mi nombre ¿?...., volví a preguntar y al ver sus caras y miradas, me dí cuenta de lo que venía….

Los cuatro se acercaron y mientras comenzaron a meterme mano por todos lados, me decían….

Usted no nos conoce, pero nosotros sabemos todo de Usted….

Me quedé muda, paralizada y ellos seguían manoseándome y continuaban diciendo….

Sabemos que su marido no se la coje, pero que en su lugar, Usted coje con media constructora y quien sabe con cuantos mas…., nos contaron que le gusta la pija y que es bien puta….

Ya para esas instancias, aparte del nerviosismo que tenía, mi calentura había subido al máximo… Muy pocas veces me había bloqueado al estar con chicos, pero ésta fue una de ellas…., no reaccioné en ningún momento, incluso cuando entre todos, comenzaron a quitarme el vestido y luego el corpiño.  Estaba inmóvil, paralizada, totalmente desnuda frente a ellos…

Los cuatro se desvistieron, sus vergas estaban totalmente paradas y eran de muy buen tamaño por cierto….

Uno de ellos, me tomó y me apretó fuertemente el brazo… Recién ahí reaccioné un poco…, me zafé e intenté marcar distancia, aunque era demasiado tarde…

Que les pasa ¿?..., están locos ¿?...., les dije en un tono firme.

Dale…, no te hagas la santita, dijo uno tironeándome fuertemente del cabello y arrastrándome hacia otro que se había sentado a la orilla del mostrador…

Chúpale la pija…, me dijo, empujándome hacia ella… y cuando ya la tenía en la boca, continuó diciendo…, nos la vas a chupar a todos, sabemos que te gusta chupar pija.

Otro, también se sentó en el mostrador, para esperar su turno y dos, se quedaron detrás de mi.

Uno me seguía sujetando del cabello, forzándome a chupar, manteniendo permanentemente la pija dentro de mi boca, lo que provocaba que en cierta forma no pudiese respirar, por lo que la abría para tratar de tomar aire y cada vez que lo hacía, inundaba sus testículos de saliva.  El otro no dejaba de meterme mano en el culo, incluso en un momento se arrodilló y me lo comenzó a chupar, hasta que sentí como me enterraba su verga.

Mi concha estaba lubricada, pero mi culo no, así que me dolió bastante, la metió de una hasta el fondo…

Me agarró de la cintura y comenzó a bombear…, muy fuerte y muy rápido, hasta que acabó.  Al sacarla dijo…, que culo divino que tenés mami…

El que se la estaba chupando, levantó mi cabeza y con una de sus manos, recogió toda la saliva que yo había derramado y me la refregó por toda mi cara, incluso me dio una cachetada.

Se acostó en el mostrador y le dijo a su compañero…, ponémela arriba….

Yo ya no forcejeaba tanto, no tenía ningún sentido, además no quería que me fueran a pegar fuerte o a lastimar y fundamentalmente, no quería que me dejaran marcas.

Entre los dos que estaban debajo del mostrador, me obligaron a subirme y a sentarme sobre la pija del otro, la que entró sin problemas, mi concha estaba chorreando y más que lubricada….

Sin que me lo pidieran, comencé a moverme… Mientras me lo cojía, los que estaban de pié, uno de cada lado, me daban fuertes nalgadas, repitiendo … dale…, dale…

Mis movimientos eran lentos y siempre manteniendo la verga hasta el fondo, frotando el clítoris en su pelvis….  En ese momento, comencé a gemir y a disfrutar… y ellos se dieron cuenta..

Viste que te gusta mami…, por que te hacías la difícil ¿?...., me decían.

El otro, que todavía estaba sentado en el mostrador, se me puso por detrás y me empezó a cojer por el culo, que si bien estaba lubricado con la leche del primero, sentí algo de dolor durante toda la relación y sobre todo cuando me la metió…  Con las dos vergas adentro, seguí moviéndome pero mas lentamente.

Empezaron a hablarme sucio y a preguntarme….  Te gusta mami ¿?..., Te gusta que te cojan ¿?...  como yo no respondía y solo gemía…, el que estaba debajo de mi, me vuelve a dar una cachetada y luego me pega en uno de mis pechos…, grité cuando lo hizo….  Contesta puta…., te gusta o no te gusta ¿?..., volvió a insistir…

Ahí comencé a hablarles, entre gemidos y suspiros….

Siii…, me gusta, claro que me gusta…., me encanta la verga…, me encanta que me cojan entre varios…

Uno de los que estaba parado, comenzó a tironearme del cabello, obligándome a que lo mirara y acercando su cara a la mia, diciéndome…., porque sos muy puta mami…, por eso te gusta…

Le empecé a contestar en un tono de voz mas alto, casi gritando…. Siii, soy muy puta, me gusta la pija…, me gusta cojer…, me gusta que me cojan entre varios…, me gusta que me peguen…., me encanta que me llenen de leche…  y mientras repetía….,  soy muy puta…, soy muy puta…, me fui moviendo cada vez mas y mas rápido, hasta que me llegó un orgasmo súper intenso…., comencé a acabar y a estremecerme…Los dos que tenía enterrados, no pudieron contenerse y acabaron también, soltándome toda su leche adentro….

Que placer por Dios, sentir el semen caliente de ambos en mi interior….

Miré al que tenía abajo…, estaba totalmente mojado por la transpiración, luego miré mis pechos y mi abdomen y de igual manera, estaba empapada en sudor.  El calor que hacía era insoportable.

Comencé a levantarme despacio, mis rodillas me dolían por la fricción con el mostrador.

Faltaba uno por cojerme, aunque el que me había cojido primero la tenía parada otra vez…

Los que estaban arriba del mostrador, se bajaron y los otros dos tomaron sus lugares.  La intensión era repetir de la misma manera, pero al ver que mis rodillas estaban enrojecidas, yo cambié de posición, metiéndome la verga del que ya se había acostado en el culo, quedándome boca arriba, inclinándome hacia atrás y apoyando mis manos a ambos lados del mostrador, tratando de no hacerle tanto peso para que se pudiera mover.  El primero que me había cojido por el culo, ya estaba en posición para penetrarme, pero mis piernas no me respondían…, no podía levantarlas.  Así que les pedí a los dos que estaban abajo que me las levantaran y las sostuvieran abiertas.

Y eso hicieron, uno de cada lado del mostrador, me las levantaron y las mantuvieron abiertas todo el tiempo…

Con una mano puesta por debajo de mis rodillas y con la otra comenzaron a acariciarme la concha y a darme fuertes cachetadas en los glúteos…

El que tenía en el culo, ya había comenzado a moverse lentamente.

Finalmente cuando estaba lista y en posición, el que estaba arrodillado delante de mi, trataba de metérmela por la concha, pero no podía.  La posición era bastante incómoda, ya que al igual que yo, tenía ambas manos apoyadas en el mostrador.

Los que estaban parados, se encargaron de que lograra penetrarme, uno de ellos, con dos de sus dedos me abrió los labios y el otro, le agarró la verga y la sostuvo, guiándola hasta que pudo entrar en mi concha…

Yo me movía muy poco, estaba haciendo fuerza con mis brazos y ellos dos hacían movimientos lentos, entrando y saliendo de mis huecos. Cojer arriba del mostrador de atención al público, era muy excitante pero a su vez muy incómodo.

El que me cojía por la concha, era el que se estaba llevando la peor parte, ya que al tratar de no apoyar sus rodillas sobre la goma cuadriculada del mostrador, hacía mucha fuerza con sus brazos, al mejor estilo del gimnasio.

Varias veces su pija se salió de mi concha y en esas ocasiones les pedía ayuda a los dos que estaban parados, que además de sostenerme, en ningún momento quitaron sus manos de mis glúteos.

Hubo un momento y a raíz de una broma que hizo uno de ellos, cuando dijo…”eee, como te gusta agarrarle la pija”…, ninguno de los dos lo quería ayudar…

Cuando me dí cuenta que el que tenía en el culo, estaba por acabar, puesto que había comenzado a gemir y a dar pequeños gritos, sentí como me iba llegando otro orgasmo y también comencé a agitarme, a gemir y a moverme un poco, mirando fijamente la pija que se había salido de mi concha… Se notaba que también estaba a punto de explotar, totalmente parada, dura, con las venas hinchadas, latía y había comenzado a gotear frente a mis ojos …

Ya con un último suspiro, les grité a los que me estaban sosteniendo…. Métanmela por favor…, ayúdenlo…. Los dos al mismo tiempo le agarraron la verga y la hicieron entrar… Ahí comenzamos a acabar, a gemir y a gritar…. Mis ojos seguían clavados en la pija de mi concha que solo había entrado una parte, ya que los dos chicos, se la seguían sosteniendo.  Uno se la apretaba fuerte y el otro le sostenía los testículos hacia atrás.  Y si bien el pibe había dejado de moverse…, el que se la estaba agarrando, se la siguió moviendo hasta que terminó de eyacular.

Recién cuando todo se desvaneció, se la soltaron y nos fuimos incorporando lentamente, ya que los tres estábamos bastante entumidos.

Me senté en el mostrador y me fui acomodando el cabello para hacerme una colita, estaba toda transpirada, los tres estábamos empapados en sudor, como si nos acabáramos de duchar.

Luego de atarme el pelo, me ayudaron a bajar del mostrador y los cuatro se quedaron mirándome…. Yo estaba muy satisfecha…, muy relajada…, pero habíamos estado casi dos horas cojiendo y todavía había muchas cosas por hacer….

Ahora eran ellos, los que estaban inmóviles y callados, como esperando algo…

Los miré y les dije…ya…, Contentos ¿?...., satisfechos ¿?...

Como los alumnos en un salón de clases, respondieron todos a la vez con un SI.

Me dispuse a recoger mi ropa que estaba tirada en el piso…, mientras estaba agachada, uno de ellos me preguntó…. y vos ¿?..., estás satisfecha ¿?

Con mi ropa y mis sandalias entre mis manos, levanté la cabeza para responder… Al hacerlo, justo ante mis ojos y a muy escasos centímetros, estaba la verga de uno de los que me había cojido por el culo…, la había sentido pero no la había visto de cerca… y con razón me había dolido…, tenía una cabeza enorme, no guardaba ninguna proporción con el resto de la pija…., terminé de levantarme…., se la acaricié y le respondí… SI mucho…

Bueno…, que hacen ahí parados ¿?..., pónganse a trabajar”…, les dije a modo de darles una orden.

Si señora…, respondieron casi al unísono…, se vistieron y se fueron hacia la parte de atrás….

Lo que había comenzado como una violación, terminó siendo una orgía con mi consentimiento…

Subí lentamente las escaleras… Me lavé la cara y con la misma toalla, sequé todo el sudor de mi cuerpo, incluso limpié la leche que chorreaba por mi entrepierna.  Me peiné, me maquille un poco, me puse perfume y volví a vestirme….

El único rastro que me había quedado, eran mis rodillas un poco raspadas y mis glúteos totalmente enrojecidos y marcados por las fuertes nalgadas que me habían dado…

Me senté frente al escritorio y tomé mi celular…, tenía 10 llamadas perdidas de mi marido, 5 llamadas perdidas de Ricardo y 15 del teléfono de la constructora.

Además de no se cuantos mensajes de texto y de audio.

Al primero que le devolví la llamada fue a mi marido ya que en el último audio lo noté muy preocupado….

Lo tranquilicé diciéndole que estaba controlando lo que hacían los chicos y que había dejado el teléfono en la oficina…, como siempre, quedó satisfecho con mi explicación, o bueno, por lo menos eso es lo que siempre me hace creer.  El que no me creyó ni una palabra, fue Ricardo, ya que antes de cortar la llamada y en un tono muy irónico, me dijo…, bueno, ahora que terminaste de hacer tus cosas…, que se pongan a trabajar…., a las cuatro voy para allá y tiene que estar todo acomodado…

Bajé y fui hasta donde estaban los chicos…, apúrense por favor…, en dos horas viene el arquitecto y tiene que estar todo listo…, no me hagan quedar mal por favor….

Me quedé con ellos viendo como trabajaban y sobre todo mirando al chico de la pija desproporcionada…, así es como lo califiqué…

Como ya faltaba muy poco para terminar, me quise sacar las ganas con algo…, chuparle la pija al pibe ese….

Walter…, vení un momento por favor…, necesito que me ayudes con algo… y le pedí que me acompañara…

Al subir las escaleras, el iba detrás de mí, lo hice apropósito, para que volviera a verme, aunque ya tenía la bombacha puesta.

Que necesitas que haga, me preguntó ni bien entramos a la oficina.

Nada…, quiero que me muestres tu pija otra vez…, quiero ver una cosa….

Sin dudarlo, se bajó el cierre del pantalón y me la mostró…. Como me dio aspecto de sucio, le pregunté…, te lavaste ¿?

No…, en el baño de abajo no hay agua….

Lo llevé al baño, le pedí que se bajara los pantalones y el calzoncillo y lo hice acercar al lavamanos….

Comencé a lavarle la verga.  Al enjabonársela y frotarle la cabeza con mis dedos, se le paró inmediatamente y cuando terminé de enjuagársela y secársela, sin soltarlo, lo llevé al escritorio, le pedí que se sentara sobre él…

Yo me senté en el sillón, le abrí las piernas y me acerque.  Se la fui acariciando y viendo con mucho detenimiento esa cabeza descomunal, muy grande….

Primero le fui pasando la lengua, por todo su alrededor, luego metí en mi boca únicamente el glande, que era del tamaño de una ciruela, ovalado y bien formado.

Se lo chupé durante quince minutos mas o menos, hasta que lo hice acabar en mi boca y por supuesto me tragué toda su leche… Todos saben que me encanta chupar pija y una como esta jamás había chupado….

Aunque me volvieron a dar ganas de cojer…, ahí terminó todo, le pedí que se subiera los pantalones y que volviera con sus compañeros, en cualquier momento iba a llegar Ricardo….

Hoy el negocio ya está abierto al público, inevitablemente tuve que seleccionar a dos para que trabajaran conmigo y por supuesto que Walter es uno de ellos.

Vicky