Comenzando a ser la hembra de mi macho Parte V

La dominación sobre mi sé consolidó

De nuevo aquí estoy para contar cómo sigue mi historia:

Antes de empezar quiero dar las gracias a todos y a todas los que me habéis dado apoyo por email, creo que contesté a todos ya que fueron muy respetuosos y eso en este tipo de cosas se agradecen, continuemos:

Tras lo sucedido estaba refeliz, esa mirada de orgullo mientras recogía mis flujos fue... espectacular, sentía un enorme dolor de culo pero me daba igual, había satisfecho a mi macho y eso era suficiente. Tras recogerlo todo seguimos con nuestra vida cotidiana, le serví la cena, me puse a su lado a cuatro y cuando terminó me serví la mía y disfrutamos de un ratito de relax y de tranquilidad viendo una película en el sofá, como siempre el tumbado yo sentada. Era sobre las 11 de la noche, estaba cansada de lo ocurrido pues me empecé a preparar para dormir, recogí el salón un poco, me lave los dientes, me puse el pijama y me metí en la cama. Danko ya dormía a mi lado, nada de suelo en todo caso sería yo quien dormiría si tocase y lo haría con gusto.

Nada más meternos en la cama nos dimos los típicos lengüetazos nuestros y le desee buenas noches.

Yo estaba dormida, pero algo me empezó a incomodar, recuerdo sentir una presión enorme sobre mi pues me desperté y al encender la luz era Danko, estaba sobre mi con su pene fuera, no me lo podía creer, me estaba intentando penetrar yo dormida, ya no tenía en cuenta si yo quería o no, simplemente si le daba la gana había tomado la actitud de usarme. Esa noche la recuerdo perfectamente, medio dormida, cansadísima y con cero ganas la verdad pero, al despertarme asumí mi rol y los gruñidos de Danko me hicieron ver lo que era, su hembra, su objeto, su sumisa.

  • Danko amor, déjame que me saque la ropa y así podrás disfrutar de tu hembra.

Las y los que estáis en esto me entenderéis perfectamente, cuando se enganchan no entran a razones y Danko no lo estaba haciendo. Como pude bajé mi mano con muchísimo cuidado y empecé a sobarle el pene, en ese momento se quitó de encima mía y sentí un alivio, pero sabía que me montaría por las buenas o por las malas, pues decidí que fuera por las buenas. Mientras le masturbaba me quite el pantalón del pijama lentamente para no cortar el ritmo de la masturbación, recuerdo que Danko estaba tumbado de lado mirándome fijamente. Terminé de quitarme el pantalón del pijama con las piernas suavemente para no perturbar a Danko, ya tenía su pene fuera y sabía lo que tocaba.

Me acomode a cuatro y esperé a mi macho, fue instintivo, me montó rápidamente buscando mi vagina, pocos intentos fueron suficientes para clavarmela. Rápidamente sentí como sus patas se aferraron a mi cintura fuertemente, estableciendo su dominio hacia mí. Sentí clavarse más aún sus uñas, grité por el dolor pero no se detuvo, su dominio era total. Sus penetraciones eran bastantes violentas, me costaba mantener la posición ante cada embiste que me recibía notaba como mis tetas al unísono que mi cuerpo rebotaban con casa embestida.

Mi gemidos eran ahogados con cada penetración, pese que al principio no quería estaba totalmente excitada, sabiendo que me estaba usando a su antojo. Los orgasmos empezaron a venir uno tras otro, una enorme sensación de placer recorría mi cuerpo. Danko seguía penetrando a su hembra en celo. Danko estaba aguantando más de lo normal, mis flujos caían a chorros por mis muslos estaba en un éxtasis permanente y al sentir su bola y su pene inundandome fue tan rico que con su bola aún atorada caí extasiada en la cama, menos mal que mantuve el culo en alto y la bola no tiró de mi vagina. Al rato salió la bola y en esa posición Danko empezó a lamerme, dios que rico se sentía esa lengua áspera y larga metiéndose en mi vagina para recoger nuestros flujos. Cuando terminó saqué fuerzas de donde pude y le empecé ha hacerle una mamada como compensación a mi Macho, dios que rica estaba y está, Danko medio tumbado y su hembra haciéndole la mejor mamada hasta el momento. Sentirla tan dura, tan gorda, venosa, dios... seguía y seguía esmerándome esperando la recompensa de mi macho y dios si me la dio, varios trallazos de su rica leche inundaron mi boca, que rica está, Danko al terminar me miró y ya sabía lo que quería, como antes, le enseñé mi boca con su leche y me la tragué. Caímos redondos los dos y me dormí en seguida con la leche de mi macho en mi vagina y su sabor en mi boca.

Espero que os guste, seguiré subiendo más relatos, a lo mejor doy un salto en el siguiente más adelante ya veré la aceptación que por ahora es muy buena, gracias a todos y recordad que estoy en el email, siempre con educación.

Besos