Comenzando a ser la hembra de mi macho parte II

La primera vez que me montó

Hola de nuevo aquí estoy para contar cómo sigue mi historia:

La noche transcurrió normal. La mañana siguiente Danko estaba en el salón, pues yo me dispuse a arreglarme para ir a trabajar. En el trabajo no podía dejar de pensar en lo que sucedió lo cual me mojó bastante, no veía la hora de ir a casa....

Como yo tengo mi propio despacho, mis ganas me pudieron más e inicié una investigación de como hacerlo con mi perro. Todo era confuso, solo se veían mujeres haciéndolo con perros, pero no te explicaban como, pero gracias a la magia de internet di con una mujer que lo explicaba, posiciones, gustos de los perros, estimulaciones.... lo cual no me podía creer que estuviera haciendo.

Salí del trabajo para casa y conduje pensando en Danko, no me lo podía sacar la cabeza, pero antes como consejo de la página paré en una tienda de animales para comprarle una especie de calcetines para que no me arañase.

Llegué a casa y ahí estaba macho, nada más abrir la puerta se abalanzó sobre mi y me empezó a dar lametones en la cara a los cuales respondí igual, fue la primera vez que nuestras lenguas se juntaron.

Yo llevaba unos pantalones vaqueros y rápidamente el fue a olfatear mi vagina la cual he de reconocer que estaba chorreando y deseosa, pero todavía el miedo me invadía.

Fui al baño y cerré la puerta ya que Danko estaba detrás mia buscándome, pasaron bastantes minutos en los cuales yo me miraba al espejo buscando esa valentía o ese rechazo, pero cuando empezó Danko a arañar la puerta un escalofrío recorrió mi cuerpo y acepté que tenía que entregarme a mi macho. Salí del baño miré a Danko y le dije:

  • deja que tu hembra se prepare- increíblemente me gruñó pero fui a mi habitación y cerré la puerta. Me desnudé, coloqué los calcetines de él en la mesilla y me coloque en cuatro para esperar el acontecimiento. Danko fue a mi vagina la lengua empezó a lubricar mi vagina.

En unos minutos Danko decidió montarme, sentí su punta golpear en mis cachetes, en la búsqueda de mi orificio. Estaba nerviosa, levanté mi culo para facilitarle la entrada a mi vagina, tras varios intentos acertó. Un dolor intenso, sacudió mi cuerpo, estremeciéndome por el ansia y la fuerza que puso para introducirla. Danko puso sus patas en mis muslos olvidé ponerle los calcetines y me estaba arañando lo que me ponía más cachonda, con cada embestida el dolor pasó al placer y del placer a los orgasmos, no se cuantos orgasmos tuve, me sentí desmayar del placer, estaba como drogada por el gozo de tener esa verga canina dentro de mí.

Danko ponía mucho ímpetu hasta que sentí como algo muy duro se metió dentro de mi vagina con un dolor intenso mientras sentía su leche brotar en mi vagina, me había metido la bola. Con su movimiento quedamos pegado culo con culo, el tiraba para sacar la bola, lo cual sentía mucho dolor, solo le decía "amor no, por favor, no tienes espera", más o menos estuvo unos 6-7 minutos atorado pero se me hicieron eternos a la vez que maravillosos, hasta que sonó un "pop" y su pene a la vez que su leche salieron de mi vagina, rápidamente fue con su lengua a limpiarme la vagina lo cual me produjo otro orgasmo.

Caí rendida en la cama, fue algo que no me esperaba que fuese tan placentero, mi macho se quedó ahí sentado mirándome mientras sentía el escozor de mi vagina y de sus arañazos, pero ya no había marcha atrás, Danko quería más y así me lo demostraba dándome con la pata en los arañazos lo cual entendí que quería montarme. Me volví a poner a cuatro y Danko rápidamente me volvió a montar, abrí un poco más las piernas para ofrecerle más mi vagina y que acertara, y al segundo intento volvió, esta vez sus patas estaban arañando mi espalda, pero se sentía taaan rico que me daba igual, mientras me penetraba le empecé a sobar el pene, lo que el empezó a morderme el pelo, baje la cabeza en acto de sumisión y pareció que le puso más excitado ya que embestía con muchísima fuerza, me costaba mantenerme en la posición. Mis orgasmos venían uno tras otro, notaba mi flujo recorrer mis piernas y empapar las sábanas. De repente volví a sentir el nudo y como me volvía a llenar con su leche mientras me seguía mordiendo el pelo, aunque estaba atorado esta vez se sentía muy rico pues él no estiraba, aproveché para seguir masajeándole los testículos. Al cabo del rato su nudo bajó y sacó su verga, y empezó a lamerme con mucho ímpetu, mis fuerzas flaquearon y caí en la cama, abrí las piernas para que siguiera aprovechándose de mi y de mi vagina, al terminar el cansancio era tal que me quedé dormida sin darme cuenta y sin ir a limpiarme.

Espero que os haya gustado, si tiene éxito continuaré subiendo esta historia

Besos

Espero que os haya gustado, si tiene buena aceptación seguiré escribiendo

Besos