Comenzando a ser la hembra de macho Parte III

Como poco a poco mi macho va tomando más su dominio sobre mi

De nuevo aquí estoy para contar cómo sigue mi historia:

Me desperté y vi a Danko a mi lado, todavía notaba como algo de su leche seguía brotando se mi vagina, nada más verme empezó a lamerme la cara y yo le correspondí lamiéndole la lengua, era un beso torpe pero me gustaba hacerlo y parecía que a él también. Me incorporé en la cama y noté la sábana empapada de mis flujos y los de Danko, lo cual me gustaba sentirlo pues era de nuestro amor prohibido.

Me fui al baño a limpiarme y Danko me siguió, me senté en la taza y Danko delante mia observándome, no le di más importancia pues pensé que era para proteger su hembra. Empecé ha hacer las cosas de la casa, limpiar, cambiar las sábanas y por supuesto tocaba salir a pasear con mi macho. Todo fue normal, iba con unas mallas negras y unos tirantes, hasta que se me acercó otro perro que estaba suelto en el canican, yo estaba sentada y Danko haciendo lo suyo. Vino corriendo hacia mí y me empezó a oler la vagina, al verlo Danko vino corriendo y empezó a gruñirle, ante eso, cerré las piernas y le eché con apartándole con las manos, pareció que el perro notó mi posición y también quería probar a esta hembra, pero Danko no le iba a dejar y con actitud agresiva y chulesca hizo que el otro perro se apartara. Desde ese momento Danko no se apartó de mi lado y pues ya había transcurrido tiempo desde que salimos y ya había echo sus necesidades.

Llegamos a casa y me senté en el sofá con Danko en el suelo, me puse a ver la TV mientras acariciaba a Danko. A Danko le gusta que le arrasque el lomo y así estaba haciendo, pero se puso boca arriba y empecé a tocarle la pancita.

Al cabo del rato Danko se subió en el sofá y yo me senté para dejarle sitio a mi macho y tumbándose puso su cabeza en mis piernas, yo aproveché para rascarsela.

Se puso de pie y con las patas de puso como a escarbar en mi vagina, sabía que mi macho quería poseerme. Me puse en pie para desnudarme pero no me dejó, me pegó un mordisco en el muslo que me hizo daño, así que como pude me bajé las mallas y el tanga y abrí las piernas para dejarle acceso a mi vagina, me miré y tenía la marca de sus colmillos en mi muslo, lo cual me preocupó, pensé que se estaba empezando a descontrolar pero rápidamente se me pasó al sentir su lengua en mi vagina. Me recosté en el respaldo del sofá para dejarle más sitio, pero vi que la punta de su pene está fuera y mientras él me lamía la vagina entre mis gemidos y mis orgasmos le cogí su pene y comencé a masturbarlo.

Rápidamente su pene se asomó y yo seguía masturbandolo y apretando un poco mientras ni vagina no paraba de chorrear y venían orgasmos uno tras otro. De repente, dejó de lamerme y me miró a la cara, lo que entendí que era que quería montarme, me puse a cuatro y le ofrecí mi vagina a mi macho, el cual no tardó en montarme, con gran fortuna atinó y yo empecé a morder un cojín para ahogar mis gritos de placer mientras él me mordía el pelo. Mi vagina no paraba de chorrear mientras mi macho daba fuertisimas embestidas que me costaban mantenerme en la posición a la vez que me jalaba del pelo mordiéndolo. Mis piernas temblaban ya, no paraba de venirme un orgasmo tras otro, hasta que sentí la bola entrar y su leche tan calentita en lo más hondo de mi ser. Tardó poco la bola en salirse y que su pene se saliera junto a nuestros flujos juntos, rápidamente como de costumbre se puso a lamerme la vagina lo que me producían más orgasmos. Quería sorprenderlo con una limpieza de pene al igual que el hacia conmigo. Me di la vuelta y me predispuse a limpiarsela, pero él se puso de lado levanto la pata y me soltó varios chorros de pis en la cara, como marcandome. Me quedé inmóvil, no sabía qué hacer pero su gruñido me volvió a la realidad, me puse en posición y me volvió a montar apretando más más garras en mi espalda, y ahí estaba yo, con mi macho montandome y con la cara con chorros de meado, me daba un poco de asco pero a la vez entendía más mi posición, Danko seguía bombeando mi vagina, se tiró más de lo que me tenía acostumbrada, mi vagina me empezaba a doler, pero no paraba de correrme, pues entendía mi posición de sumisa, hembra y juguete sexual. Cuando me fue a meter la bola, me dio una embestida que me tiro de cara contra el reposabrazos, se quedó inmóvil esperando que su bola se bajase pero yo me intentaba mover un poco para sentirla, pero me gruñó y entendí el mensaje. Al salirse la bola empezó a lamer y limpiarme pero mi vagina estaba dolorida e hinchada, por lo que cada lengüetazo me daba escozor, pero aguanté. Cuando terminó se bajó del sofá, yo me intenté poner de pie pero mis piernas no respondían pero debía reaccionar, pues así me quedé en el sofá, oliendo a meado y con mi vagina chorreando y dolorida.

Espero que os haya gustado, deciros que leo todos los comentarios y agradezco en apoyo, me estoy planteando abrir el Gmail para contestaros sobre los relatos, pero se lo que la mayoría van a pedir y eso me echa para atrás, pero aún así gracias.

Un beso