Comadrita...

Todo comenzó un sábado por la noche, yo trabajaba en una zapatería en puebla, ahí conocí y me hice muy amiga de una compañera, ella me comento que estaba rentando un departamento pero que ya lo iba a dejar, como yo vivía sola la invite a vivir conmigo y ella acepto encantada. Tiempo después nos hicimos comadres.

Todo comenzó un sábado por la noche, yo trabajaba en una zapatería en puebla, ahí conocí y me hice muy amiga de una compañera, ella me comento que estaba rentando un departamento pero que ya lo iba a dejar, como yo vivía sola la invite a vivir conmigo y ella acepto encantada. Tiempo después nos hicimos comadres.

Como mi departamento estaba solo, nada mas tenia una recamara y dormíamos juntas y desnudas. En ocasiones nuestros cuerpos se rozaban de tal manera que podía sentir sus pezones duros, su bello de su panocha lo sentía bien erizado en mi culito de tal manera que nos excitábamos, pero por temor al rechazo yo no le decía nada y ella tampoco, pero al menos yo sentía muy rico y toda lo noche que quedaba muy mojadita de mis juguitos.

Un día llego a la zapatería un chico y yo le comente a mi comadre que estaba muy guapo, entonces el me pidió que me mostrara un modelo de zapatos por lo que nuestra miradas se cruzaban una y otra vez, así me di cuenta que no le era indiferente y me invito a salir en varias ocasiones. Fue así como nos enamoramos y nos hicimos pareja.

En otra ocasión invitamos a mi hija---junto con su hija---al D.F., ya que el, por motivos de su trabajo viaja todos los fines de semana. Llegamos al hotel "Mexicali" y mi esposo pidió una habitación con dos recamaras separadas, auque comunicadas. Como ya era de noche las niñas se fueron a dormir a un de las recamaras. El pidió una botella, refrescos y botana, comenzamos a platicar de una manera liberal. En cierto momento, el me dijo:

---Se me antoja mucho tu comadre tiene un culo grande y me gustaría cogérmelo.

---Adelante mi amor, si ella quiere por mí no te detengas. Es mas sácala a bailar para que veas que rico y delicioso cuerpecito te cogerás.

Seguimos con la charla y mi hombre la sacó a bailar, ella nada más se me quedaba mirando y yo le sonreía. Me llamo aparte y me dijo:

---Oye comadre, tu pareja me esta poniendo bien caliente no deja de manosearme las nalgas y la verdad ya me puso a mil, ¿Me lo prestas?.

Refiriéndose a mi pareja.

---¡Encantada, gózalo!

Después ella le susurro al oído, para después irse al baño, de inmediato el me miro con una mirada de ternura y pidiéndome permiso, con un cerrar de ojos tiernos le dije que si, y él la siguió, después de algunos minutos, fui a ver, mi calentura estaba hasta el tope y al abrir la puerta mi curiosidad llego hasta el limite mis senos junto con mis pezones están totalmente duros se sentían aprisionados querían salir de mi sostén, mi culito con mi panocha se encontraban mojados podía sentir como mis jugos se resbalaban por mis piernas al verla empinada y mi pareja le estaba dando la lengua, me sentí desilusionada ya que nunca me la había dado a mi de esa manera. No se dieron cuenta de mi presencia. Tanto era su calentura y el deseo de tenerse uno al otro que se recostaron en pleno piso del baño y tomaron la posición del 69 los dos se daban unas tremendas mamadas que yo no podía mantenerme de pie estaba tan excitada dándome placer con mi dedo índice introducido dentro de mi panocha pero después la coloco de otra manera y ella le decía:

---¡Despacito mi amor!, aaaahhh, siiisisiasi ¡despacito! que no vez que mi culito es tan chico, y además yo nunca he probado, saboreado y tenido una tranca tan enorme como la tuya, todas las que he tenido son muy chiquitas---

No saben como me excite al escucharla y verla comerse semejante tranca. No aguante mas y me metí, no antes de poner el seguro para que nadie nos interrumpiera y comencé a acariciar a mi hombre, mientras el se lo daba, mi comadre me arrancaba mis calzones y me introducía sus dedos en mi cosita y mi lindo y jugoso culito, así estuvimos los tres por un buen rato dándonos unos minutos deliciosos de placer los tres. Al terminar nos arreglamos y salimos nosotras primero para cerciorarnos que no hubiera nadie y lograra salir mi hombre.

Nos fuimos al cuarto al llegar a el mi pareja nos dijo que nos pusiéramos de perrito, a las dos nos alzo el vestido no bajos los calzones y comenzó a dar a los dos por partes iguales esta vez mi hombre me la ensarto en mi culito era algo nuevo para mi nunca lo había dejado que me lo hiciera por lo mismo que su verga era demasiada grande para mi anito, el cual se quejaba del dolor que sentía pero yo lo estaba disfrutando cada vez mas. Después ella y yo nos pusimos en la posición del 69, las dos gozábamos de las chupeteadas que le proponía una a la otra, la conchita de ella estaba totalmente tupidita de bello, lo que hacia que me excitara mas para encontrar su rajadita, mientras ella le propinaba semejantes envestidas con su dedos a mi anito su lengua era la de una perra hambrienta con tremendas lengüeteadas, mientras el se masturbaba viendo el espectáculo que teníamos nosotras dos, pero los tres no dejábamos de gozar de lo lindo.

En eso nuestras hijas que se encontraban en el otro cuarto se habían despertado por nuestros gemidos, mi pareja las tomo de las manos y las sentón frente de nosotras y el se sentó en medio de las dos sin dejarse de masturbarse y mostrándoles semejante verga aquellas inocentes criaturas, pero eso si nunca dejo de explicarles lo que ocurría en esos momentos y en ese cuarto, los ojos de nuestras hijas estaban totalmente grandes apunto de salírseles, sus miradas eran de lujuria no dejaban de poner atención a lo que veían, sus miradas de aquellas pequeñas me encendía aun mas al igual a mi comadre que no dejaba de mamarme mi conchita.

En eso mi compañero después de darles unas explicaciones les pregunto a las niñas que si querían participar, y ellas contestaron:

---Siiii, por supuesto---

Dijeron las dos al mismo tiempo.

Entonces mi compañero tomo su verga y la metió en la conchita de mi comadre, mientras les decía a las niñas de que si quitaran sus ropas, lo cual ellas obedecieron, mi excitación aumento mas al ver a mi hermosa hijita desnudita con sus pequeños atributos, luego mi compañero les dijo tomen el cuerpo de estas mujeres y acarícienlas, gócenlas, denles lengüetazos, y así fue cada una de ellas tomo a su mujer y comenzaron a manosearnos, chupetearnos, pellizcarnos en fin nos hicieron de todo, mi cuerpo ardía podía sentir el calor que producía mi cuerpo a tal grado que me vine como una loca, y después mi hombre me dejo y se fue del otro lado a seguirle con mi comadre pero a ella la penetro como una bestia de un solo jalón lo que hizo que diera un grito enorme la pobre mujer, mientras yo le aplicaba el trato que se merecía a mi hija para que su primera experiencia no la olvidara, todo era súper rico, por lo que mi hija gemía de placer, luego mi hombre dejo que mi comadre también se viniera, luego ella tomo entre sus manos abrazo a la hija de mi hombre y le dio el mismo trato, mientras mi hombre seguía masturbándose, luego nos pide que nos formemos las cuatro como perritas enfrente de el para recibir lechita la cual fue bastante y que a todas nos toco, y para las nuevas anfitrionas dejo que le limpiaran su enorme verga se veían fabulosas con su nuevo juguete.

Y axial terminamos de lo más lindo, como ustedes se podrán imaginar .

Después mi pareja se fue a duchar y nosotras las cuatro lo seguimos, y jugamos con bocas, genitales, senos, pezones culos, anitos y conchitas de nuevo, hasta que volvimos hacer el amor entre los cinco. Al otro día nos despertamos y nos desayunamos en el cuarto los cinco, mi pareja se fue a sus negocios así que nos quedamos las cuatro solitas en el cuarto y mi comadre me dijo:

---Espero no te moleste por lo de anoche …---¡Como crees, estuvo genial y muy rico, mas aun con la intervención de estas señoritas tan lindas! Y así seguimos platicando hasta que mi comadre me comento que le gustaría volver a repetir la experiencia tan deliciosa de anoche.

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