Colombia

Como empezo una experiencia gay y termine con la esposa

Ya es tarde por la noche y necesito sacarme este sentimiento de placer y culpa desde lo más profundo de mi ser. Hace poco tiempo fui por trabajo a Colombia, donde conocí a una hermosa pareja de recién casados, con ambos tenía una reunión de trabajo. Ella se llama Martina y el Fabricio, ambos de 34 años.

Luego de la reunión, sentí que hubo un buen feeling con ambos y al parecer fue mutuo, luego de la reunión me fui a mi hotel soñando con los hermosos pechos de Martina y con los ojos de Fabricio. Al día siguiente, Fabricio paso por hotel, temprano en la mañana, para hablarme de unos papeles que faltaban por firmar, le dije que si quería subir y él aceptó. Luego en la habitación, nos pusimos a revisar los papeles, firmé lo que faltaba y nos pusimos a conversar mientras tomábamos un ron, no pasaron 30 minutos cuando Fabricio se para, se pone frente a mí y me dice:

-Muero de ganas que me la chupes.

Hubo un silencio incómodo, pasaron cerca de 2 minutos, el seguía de pie frente a mí, me mira, abre su pantalón y saca un pedazo de carne negra, hermoso, tenía cerca de 19cm. Yo solo atiné a mirarlo, luego levanto la mirada y él me dice:

-Solo tienes que abrir la boca, sé que te mueres de ganas de hacerlo.

Era tal su confianza en sus palabras y mis ganas de tener ese hermoso pedazo de carne en mi boca, que no dude en hacerlo. Se lo agarré con una mano, mientras que con la otra tomaba sus bolas, abrí la boca, empecé a darle besitos en la punta, luego, con la punta de la lengua lamía toda su extensión, sentía a Fabricio gemir de placer, empecé a chuparlo despacio y luego cada vez más rápido, me costó enormemente metérmelo entero en la boca, sentí cuando cruzó por la campanilla, entraba y salía de mi boca, luego paso a chuparle las bolas, mientras que le metía un dedo en el culo, él estaba vuelto loco, me pedía a gritos que siguiera, que no parara, le hice una paja con una mano mientras me metía una a una sus bolas en la boca, luego me metía las dos bolas, las chupaba con locura, cuando sentí que se iba a venir, me metía es pedazo de carne en la boca, nuevamente, y sentí un poderoso chorro de semen caliente bajando por mi garganta. El me mira y me dice:

-Súbete a la mesa en dame ese culito hermoso, también quiero verte gozar.

Le hice caso, estaba deseando sentir ese pedazo de carne dentro de culito, hacía ya mucho tiempo desde la última vez que tuve ese placer. Me acuesto en la mesa, primero él me chupa el pico, de poco en poco, luego me da la vuelta y me empieza a lamer el culo, con sus enormes manos me separa las nalgas, me mete la lengua hasta lo más profundo, se pone un poco de crema y empieza a metérmelo, me la mete de golpe, siento que me caen unas lagrimas, pero el placer es más fuerte, empieza un vaivén vigoroso, mientras me la mete, me pajea suavemente, luego con más fuerza, siento sus bolas golpeándome el trasero sin piedad, me dice que está a punto de correrse de nuevo, yo ya me había corrido dos veces, le pido que me llene con su leche caliente, así lo hace. Yo estoy rendido, no puedo más de placer, me voy a la cama y él se viene conmigo, me acomodo en su pecho, el me hace cariño en la cabeza, mientras yo le hago una paja, el me dice:

-Ya no podemos seguir, me tengo que ir al trabajo y mi mujer me está esperando para almorzar, me encantó conocerte.

Antes que se vaya, me encargo chupársela una vez más, sentir ese herramienta maravillosa por última vez, esta no duró más que unos minutos y se corrió en mi boca por última vez, luego me da un beso jugoso, mezcla de saliva con semen, me abraza y se va.

Al día siguiente, mientras preparaba mis maletas para irme, mi vuelo era por la noche pero quería salir a dar una vuelta antes, tocan la puerta y veo a Martina llorando, estaba desconsolada, le pregunto que le pasa y me dice:

-Acabo de descubrir que mi marido es un maricón, es gay. Lo vi besando a otro hombre, cuando lo encaré no fue capaz de decir nada, solo se fue.

-No te preocupes, por él –le digo- eres una mujer hermosa, seguro hay millones de hombres deseando estar contigo, no vale la pena llorar por uno.

En ese momento Martina se acerca y me besa, mientras me acaricia con su mano izquierda, yo la miro y ella me dice:

-Solo quiero saber que se siente, lo que él siente cuando me engaña.

La tomo en brazos, sin decir ninguna palabra, la llevo a la cama, la beso con locura, ella se suelta el vestido y saltan esas hermosas tetas, enormes, según ella eran 36DD, las tomo entre las dos manos y me pierdo mientras se las chupo, sigo bajando, le saco los calzones con una mano mientras que con la otra empiezo acariciar ese coño lampiño y completamente depilado, ella se arrodilla y empieza a jugar con mi pico, lo chupa, lo lame, se lo mete a la boca, en las tetas, me hace una paja rusa, se lo vuelve a meter en la boca, yo estoy ardiendo de placer, ella gatea sobre la cama, me muestra ese culo hermoso, sus tetas me vuelven loco, me pide que se la meta, no le hago caso, y empiezo a lamerlo su coño, se vuelve loca, empieza a gritar, siento que se corre, me agarra la cabeza con las piernas, mientras sigo jugando con mi lengua, ella me implora que se la meta, mientras que yo sigo disfrutando de ese coño hermoso.

Luego de unos minutas más, le doy la vuelta y empiezo a lamer ese hermoso trasero, mientras que con una de mis manos juego a metérsela tanto en el coño como el culo, se vuelve loca, me vuelve a pedir que se la meta, esta vez le hago caso, primero la puntita, haciéndole cariño, sin entrar, solo acariciándola, veo como se retuerce de placer, luego entro de golpe, y empiezo un vaivén, primero suave, luego más fuerte y más rápido, cuando veo que se va a correr de nuevo, bajo el ritmo y en un rápido movimiento se la meto en el culo, ella se corre por segunda vez mientras se la meto en ese culito hermoso y a la vez juego con mi lengua en sus tetas. Nos besamos, seguimos en la cama, ella me dice que no quiere parar, que el día no puede terminar, mientras yo sigo hasta que siento que me voy a correr. Ella me pide que me corra en sus tetas, cosa que lo hago, le lleno esas tetas hermosas de mi semen, a lo que ella se lame las tetas para tener una gota de semen en su boca.

Luego nos acostamos, el día había pasado y yo me tenía que ir en tan solo un par de horas más. Nos besamos con pasión, ella me lleva al aeropuerto, me acompaña y luego me vuelve a besar. Eso fue hace solo 1 mes atrás. Luego de dos semanas, recibo un correo de Martina, me dice que se separaron con Fabricio, y que se venía a vivir conmigo en Chile. Hace dos semanas que estamos juntos, esa fue mi última aventura con un hombre, terminé separando un matrimonio, pero me gane el amor de una mujer increíble, en todos los aspectos.

Saludos.