Colegiala investiga como poner un condón...

Caliente, pero inexperta colegiala, le pide a un dotado mecanico que le enseñe como ponerle el condon a un hombre...

Hola me llamo Karina y les quiero contar lo que me paso hace unos días al regresar del colegio, antes déjenme presentarme: tengo 14 años y dicen mis amigas que tengo muy bonito cuerpo, mis senos no son muy grandes pero si muy firmes y me gusta lucirlos con blusitas ajustadas y cortitas con las que se me ve mi ombligo que no es por nada pero esta bien bonito, un trasero levantado y redondo que me gusta mostrar con pantalones entallados por donde se puede apreciar las tangas que uso, aunque solo los fines de semana, pues en mi colegio tienen prohibido usar ese tipo de prendas y si algún maestro se da cuenta de que alguna de las niñas trae una de esas prendas, la castigan poniéndola al frente del auditorio, se preguntaran como se dan cuenta ¿verdad?

Pues algunas chicas, así como yo, procuramos usar la falda del uniforme muy, pero muy a la cadera de tal manera que se asome el hilo de la tanga, que procuramos sea negra o roja que son los colores que mas nos gustan, solo las de bonito cuerpo las usamos aunque no falta alguna gorda que anda con el culo "estrangulado" pues a mi me encanta que el hilo se encaje en mis nalguitas, a los chicos les fascina ver que usamos tanga y en el descanso no dejan de lanzarnos miradas, así como los profesores que son unos hipócritas, bien que nos regañan pero en el descanso se juntan dos o tres maestros y se ponen a "vigilarnos".

Pues bien ese día en la clase de biología, la maestra Gloria, que aquí entre nos es bien cool, o sea buena honda con nosotras, nos estaba dando unas clases acerca de la reproducción y el funcionamiento de los órganos masculinos y femeninos, que a decir verdad todas ya lo sabemos, pero como han resultado embarazadas varias jovencitas, el gobierno del estado en conjunto con las escuelas y la junta de padres de familia, se pusieron de acuerdo para darnos unas clases de sexología, en un principio habían acordado regalar condones a la salida de la secundaria, pero varios padres de familia se escandalizaron pues eso era darnos armas para el "desorden".

Pues bueno ese día varios chicos nos asediaban con los paquetes de condones en la mano y nos decían medio en broma y medio en serio que si se los poníamos, a nosotras nos daba gracia ver a los chicos con el paquetito del condón en la mano y diciéndonos babosadas, aunque aquí entre nos, había varios chicos que estaban de rechupete y entre nosotras comentábamos a cual chico nos gustaría colocarle un condón.

De entre los chicos sobresalía uno que me traía loquita y se llama Santiago esta en otro salón pero siempre en el descanso se me queda viendo las piernas y mis tetitas, el muy descarado en varias ocasiones me ha mostrado su pantalón con una carpa de circo, me imagino que de lo caliente que anda, pero el tonto no se atreve a hablarme, mmmm que tontos son los hombres ¿verdad?

Ninguna chica del grupo había tenido relaciones con alguien, solo uno que otro faje detrás del salón de Laboratorio, y entre nosotras nos preguntábamos como le pondríamos el condón a un hombre

"a mi me gustaría ponerle un condón al maestro Martínez"

Comento Susana, que es igual o peor que yo de caliente.

-"estas loca, el maestro Martínez, ha de estar súper dotado"-le conteste asombrada pero a la vez excitada de imaginarme a mi amiga colocándole el condón al maestro.

El maestro Martines era quien nos daba Matemáticas y es un hombre casi como de dos metros de estatura, no es guapo, pero tiene un no se que, a mi en lo personal no me gusta mucho, pues es muy exigente y en varia ocasiones me ha reprobado en mis exámenes el muy estúpido, aunque a decir verdad, tiene un cuerpo muy cuidado para sus casi 40 años, un bonito trasero pero sobre todo se ve a un kilómetro que esta bien vergon, pues cuando se pone de lado se puede ver el tremendo bulto que se forma en su pantalón cuando se pone pantalones flojitos y cuando trae pantalones de mezclilla ajustados se ve bien rico con ese trasero de futbolista.

Pero a mi el que me gusta es un mecánico que esta a una cuadra del colegio, ya en varias ocasiones a mis amigas y a mi nos ha dicho cosas bien vulgares que a nosotras nos provoca que nuestras almejitas se humedezcan, según hemos investigado se llama Rubén y tiene 30 años, soltero y anda enredado con varias señoras casadas que van y lo buscan, se lo llevan por una o dos horas y después lo regresan ya bien exprimido, tiene un cuerpo de ensueño, alto, moreno y con unos brazos llenos de pelos, con los que ha de cargar un toro, pero lo que mas me gusta de ese mecánico son sus labios carnosos, entre nosotras fantaseamos de que ha de dar unos besos de los que te dejan la mente en blanco, las dos estábamos loquitas por ese mecánico pelado y peludo que así cochino lleno de grasa se veía muy sexy

Pues ese día en especial íbamos mi amiga Susana y yo caminando con nuestras falditas cortitas, cortitas, que con el aire se levantaban dejando mostrar casi el nacimiento de nuestras nalguitas, casualmente cuando íbamos pasando por el taller, mi amiga vio que el mecánico estaba debajo de un carro revisando alguna cosa del motor, así que las dos nos quedamos "platicando" a un lado del carro, de antemano sabíamos que el nos estaba escuchando y nosotras seguíamos hablando de los condones que nos habían regalado en el colegio.

"pues yo no se como se pone un condón"-le comentaba a mi amiga Susana, pero para que me escuchara el mecánico

"tendríamos que pedirle a un chico que nos mostrara como, hay amiga a de ser bien difícil…." –me contesto mi amiga ya con la voz bien caliente.

-"pero que ricas nalguitas estoy viendo desde aquí abajo, están para darle unas mordidas de lo ricas que se ven… ¡mamacitas!"-Era el mecánico calenturiento que nos estaba diciendo unos piropos subidos de tono, pero que a nosotras nos encantaba.

-"si quieren yo les muestro como se pone un condón, nada mas que tienen que ponerme la polla dura…" –nos explico con los ojos llenos de morbo de estar ante dos apetecibles colegialas calientes pero inexpertas en el sexo y por lo tanto completa y absolutamente vírgenes.

Ni siquiera lo dejamos, las dos nos fuimos corriendo y con el mecánico diciéndonos cosas bien caliente.

Cuando llegue a mi casa tenia las mejillas de un rojo carmesí que acentuaba mi belleza natural, mi madre me comento que en un rato mas bajara a comer, así que mientras tanto me fui a dar un baño para calmarme, nada mas equivocado…el solo sentir como me enjabonaba mis tetas y acariciaba mi almejita que estaba como para derretir acero de lo caliente que estaba, me hizo morderme la mano del gritito que salio de mi pecho al sentir un rico orgasmo que baño mis muslos ¡ufff!

Ya mas tarde y después de comer, la idea de volver a ver al mecánico estaba dándome vueltas en mi cabecita de niña traviesa, así que me puse una minifalda de mezclilla con un pequeño olan en la parte de abajo, unas braguitas blancas de encaje con un moñito al frente, una blusa de likra roja y no me puse sostén para que al caminar mis tetitas se movieran de una manera natural, acomode mi cabello castaño con una coleta y me puse un poco de labial que tome a escondidas del cuarto de mi madre, quería verme espectacular para el mecánico y ver que pasaba, aunque yo ya sabia lo que quería que pasara…ji, ji, ji...por lo que tome un condón y lo guarde en la bolsita de mi minifalda, que putona me vi ¿verdad?

Al ir caminando rumbo a donde estaba el taller, la cantidad de piropos que me decían los hombres me tenían ya con los pezones duros y por más que quería disimular mas se me notaba lo caliente que estaba

Cuando llegue al taller vi a lo lejos que Rubén el mecánico estaba hablando con un señor gordo, vi que le entregaron un dinero mismo que el se guardo en la bolsa de su maltratado pantalón de mezclilla, el cual tenia varios orificios de lo viejo que se veía,

Traía puesta una camisa de cuadros azules completamente abierta mostrando unos pelos en el pecho y le había arrancado las mangas a la camisa, me imagino que para mostrar los brazotes, apenas me vio y no pudo quitarme los ojos de encima, yo hice como que no me daba cuenta y seguí caminando como si nada, pero me di cuenta de que se recargo en un carro que estaba en su taller.

-"hola mamacita, ¿Por qué tan solita reina?"-

Esa era mi oportunidad de hablarle, ya que siempre andaba con mi amiga Susana y la muy perra si se entera de que hable con el mecánico, en una hora todo el colegio se entera pues es una chismosa de lo peor.

-"vengo a ver si me enseñas como ponerle el condón a un hombre" (ni modo que a un perro, a de a ver pensado el muy naco)

-"huy, huy mamacita cuenta conmigo para que aprendas, pero ven pásale a mi oficina"-

Claro que su oficina no era otra cosa que un cuartucho en donde tenia una mesa con un teléfono y varios papeles regados además de un sillón medio viejo y dos sillas de lamina de una marca cervecera, yo estaba temblando de miedo, pero era mas el deseo de estar con ese hombre que trate de dominar mi nerviosismo y no verme como una niña miedosa.

Apenas entre y el muy salvaje me tomo de la cintura con sus manos grasientas y me repego a su cuerpo, quedamos frente a frente y me imagino que el disfruto mi reacción al sentirme así con mis ojos llenos de temor ante lo "desconocido", así frente a su cuerpo de hombre pude percibir un aroma a sudor, pero no cualquier sudor, era un sudor mas intenso, pero no desagradable, sus manos en mi cintura casi se tocaban por lo pequeño de cintura, sus manos estaba calientes y me quemaban la piel con su tacto tan varonil, casi sin darme cuenta me empezó a besar el cuello de una manera tan cachonda que casi se me doblan las piernas y tuve que tomarlo de los hombros para no caer, su aliento me quemaba la piel y su barba rasposa me daba escalofríos en mi cuellito virginal, aunque no era la primera vez que me besaba con un hombre, todos mis anteriores novios eran unos tarados, pues muy a penas me besaban y mucho menos me tocaban mi cuerpo que estaba que ardía por ser acariciado.

Poco a poco fue moviendo sus besos hasta llegara a mi boca ¡ho dios! Que manera de besar tan rica, casi me ahogo cuando me obligo a separar mis labios para meter su lengua que estaba como lava ardiendo yo no sabia como reaccionar pues casi no sabia besar, el se dio cuenta y me fue enseñando de tal manera que en un minuto ya estábamos besándonos como dos viejos enamorados.

Sus manos fueron bajando hasta posarse en mis nalguitas, las cuales fueron apretadas, acariciadas y estrujadas de la manera mas desquiciante posible, levanto mi falda y metiendo sus manotas entre mis braguitas separo mis cachetes posteriores para acariciar mi ano con su dedo, fue estirando mas su brazo y levemente acaricio mi almejita que ya estaba súper húmeda con mis jugos interiores y ya habían empapado mis calzoncitos de adolescente.

Mis pezones me hacían daño de lo duro que estaban, el debió de imaginárselo pues levantando mi blusita roja dejo al descubierto mis pequeños senos y los empezó a besar, chupar y lamer como un desesperado, yo apretaba mis dientes para no gritar de lo caliente que me tenia el tosco mecánico, de repente me di cuenta de que algo duro, durísimo me topaba en mi cuerpo y cuando baje mis ojos no lo podía creer, una tremenda montaña de tela estaba a punto de reventar sus pantalones, no pude resistir el impulso de tocarla con mis manitas y lo empecé a sobar descaradamente, lo apretaba y recorría todo su tamaño sin poder creer tanta dureza…¡estaba como hipnotizada, se los juro!

Rápidamente Rubén me despojo de mi faldita y mi blusa quedando únicamente con mis braguitas blancas y mojadas de mi entrepierna por todo lo sucedido, me tomo en sus brazos y me llevo hasta el sillón, para depositarme tiernamente en el, de nuevo empezó a besar mis senos, pero esta vez fue bajando lentamente por todo mi vientre hasta que llego a mi almejita, enterró su cabeza en medio de mis piernas y me quemaba con su aliento que me llegaba hasta el cerebro, pasaba su lengua rasposa sobre la delgada tela provocando un ligero estremecimiento en todo mi cuerpo al sentir su calida caricia, tomo la prenda y la fue bajando lentamente, tuve que levantar mis caderas para que la pudiera quitar por completo.

Creí que me elevaba al cielo cuando me la quito y me empezó a lamer toda mi rajita como si estuviera herida y quisiera curarme con su lengua, la pasaba por aquí y por allá sin descanso, mientras con un dedo me estaba estimulando mi clítoris y lo movía en forma circular, hasta que sin poder evitarlo me vine en un potente orgasmo, en medio de fuertes espasmos lo que provoco que pegara mas su boca a mi almejita para beber todos mis fluidos corporales, quede tan satisfecha pero sabia que aquello apenas empezaba y cuando lo vi que se puso de pie para desnudarse por completo comprendí lo que seguía,

Vi claramente como desabrochaba su pantalón y se lo bajo delante de mi, apenada cerré los ojos, pero me sentí tan tonta, yo ahí en su taller, donde me había comido el coño de una manera tan rica, que avergonzada por mi acción me levante de mi lugar y tomando sus calzoncillos los baje lentamente, hasta que libere aquella tremenda tranca dura como piedra, solo en Internet había visto pollas de aquel tamaño ¡era enorme! Gruesa y grande como para partir cocos, gruesas venas la rodeaban, pero lo que me dio mas asombro fue su cabeza que era gorda y achatada de un color rojizo y que se movía de un lado a otro, el pareció darse cuenta de mi asombro y tomándola con una mano y la otra en mi cabeza la dirigió hacia mi boca.

Solo por rumores y fotografías sabia del sexo oral, pero nunca pensé que un día iba a estar frente a frente con uno de carne y hueso ¡bueno mas carne que hueso!

Acerque mi nariz para saber a que olía y me dio un ligero olor a sudor y levemente a pipi de hombre, pero no olía mal, saque mi lengua para probarla y el solo contacto con mi lengua Rubén emitió un ligero gemido, aquel pedazo de carne empezó a moverse como pidiendo mas caricias, no quise hacerlo sufrir y abriendo mi boca intente meterme aquella hermosa verga, ya adentro de mi boca pude comprobar un sabor salado y a piel, me era imposible meterme toda aquella verga por lo que solo le estuve dando ligeras chupadas hasta donde me era posible.

¡Aquella era mi primera mamada, si supiera mi amiga Susana!

Las quijadas me empezaban a doler por el esfuerzo de estar "jugueteando" con esa tranca, Rubén entendió mi reacción por lo que tomándome del brazo me llevo a la mesa

Pero antes que otra cosa le pedí ponerle el condón, pues para eso era lo que estábamos haciendo.

Lo extraje de su envoltura y el me ayudo a ponérselo, se veía tan gracioso "vestido" únicamente con aquel condón que no pude evitar una ligera sonrisa.

Pero lo cierto era que se veía muy sensual listo para la guerra, me tomo de la cintura y me fue acostando suavemente en la mesa, de espaldas sobre la superficie fría y dura,

Nos miramos fijamente y murmuro unas palabras con una voz ronca

-"¿es tu primera vez?"-

-Si…tengo miedo-

Me acaricio los senos suavemente y con un dedo giro mis pezones en todas las direcciones, aquella caricia me calentó aun mas y poniéndose mis piernas en sus hombros, acerco su polla a mi delicada y virginal vagina, abrió mis labios con su tremenda verga, y fue empujando lentamente hasta meter por completo su glande en mi interior, ya sabia que cuando es tu primer vez, duele mucho y tenia miedo de que fuera muy doloroso, tome los extremos de la mesa con mis manos y las apreté fuertemente, abrí lo mas posible mis piernas y de un fuerte empujón Rubén metió todos sus 18 centímetros de virilidad en mi estrecha almejita que rápidamente se amoldo a sus dimensiones, Rubén se acerco a mi y empezó a lamer las lagrimas que brotaron de mis ojos por el dolor de ser penetrada por primera vez, aquello solo fue momentáneo y de pronto me vi empujándome hacia su cuerpo para sentirla toda adentro de mi ¡Ho dios era tan rico! Estar siendo atravesada por un hombre bien dotado es algo que no se puede describir

Rubén empezó un delicioso mete y saca que me puso a dar alaridos de placer, ya no me importaba nada, solo ser sometida por mi macho, su verga taladraba mis entrañas sin piedad y creo que empujo mis intestinos mas arriba de las potentes metidas de verga que me estaba dando el condenado, me tomo de la cintura y me empujaba hacia su verga que entraba ensanchando mi antes estrecho canal femenino, no pude evitar encajar mis uñas en sus brazos cuando me vine de nuevo gracias a su taladro de carne que estimulaba todos mis sentidos de una manera deliciosa.

¡hhhhooooooooooooo ooooooooooooooooooooooo diooooosssss me quiero morir!

Gemía ya como una verdadera puta, sedienta de verga, Rubén no tenia para cuando acabar, se notaba que era un excelente semental, hasta que no tuve tres orgasmos, empezó a acelerar sus embestidas y únicamente pude sentir sus pulsaciones en mi interior, señal de que se había venido en dentro de mi, pero con el condón puesto no había peligro de un embarazo no deseado, vi claramente como tomo su verga con dos dedos y la fue sacando de mi cuerpo me pareció verlo manchado de sangre, de sangre de mi virginidad, note como estaba abierta mi vagina y todo su exterior enrojecido, imagino que por tanto mete y saca, lentamente se fue quitando el condón de su verga y vi como estaba de lleno de semen el condón ¡que bruto! era una buena cantidad de semen y el condón se notaba pesado de tanta leche masculina.

-"mira, para esto sirve el condón, para no dejar viejas panzonas"-

Vi como le hizo un nudo y lo aventó al bote de la basura, claramente escuche como golpeo el fondo del recipiente, tome mi prenda interior que estaba manchada de grasa pero no me importo, había sido follada de una manera inolvidable y eso era lo de menos, mientras Rubén estaba fumándose un cigarro de reojo vi como colgaba su verga ya sin la dureza de hace un momento, estaba sentado en el sillón con las piernas abiertas y sus huevotes le colgaban llenos de pelos y no me parecieron tan bonitos como su polla, también desde mi lugar le vi el ajuero del culo llenos de pelos negros y no se porque me pareció tierno, verlo ahí sentado y en pelotas tan distinto al que me había quitado mi virginidad.

Ya cuando estuve vestida le dije que ya me iba, se levanto de su lugar y me tomo de la cintura, me dio un beso y nos despedimos no sin antes prometernos que volveríamos a vernos, acepte encantada y me fui de ese lugar deseando tener mas condones disponibles, pues con precaución y cuidado podríamos estar follando las veces que queramos.

¡Y pensar que hay niñas tan tontas que en su primera relación sexual…salen panzonas!

FIN