Colegiala complaciente

Esta es la historia de la primera vez que complací a mi novio vistiéndome de colegiala….

Comenzó por una insinuación de él, en la que me proponía cumplir su fantasía, que me vistiera de colegiala para hacerme el amor como si fuera la primera vez y en el colegio, yo, como siempre sin duda alguna por satisfacer los deseos de mi amado, me fui a comprar el verdadero uniforme de colegio de falda azul, camisa beige y medias blancas largas, le hable para darle la sorpresa y desde ese momento comenzar con nuestro jueguito erótico.

Mi amado va por mi y salgo con mi uniforme en una maletica, pues en casa está mi familia y obviamente no puedo salir vestida de colegiala… nos vamos a un hotel y me voy al baño a cambiarme, me arregle mi cabello largo, ondulado y rubio y salí lista para él cual niña de colegio a presentármele, inmediatamente comenzó la acción, me tomo, acerco sus labio a los míos muy lentamente, fue uno de los mejores besos, poco a poco iba aumentando la intensidad, yo metida en el personaje de colegiala me sentía algo nerviosa y agitada, era como vivir una experiencia sexual por primera vez, como si antes nunca hubiese sentido a un hombre acariciarme, con miedo a ser penetrada, él me besa los labios, el cuello, me acaricia, sobre ese uniforme de colegiala, y a pesar de la ropa y el brasier ya mis pezones estaban duros, llenos de deseo y de ganas de ser explorados.

Sin pensarlo mucho, me lanzo sobre la cama y subió mi falda, sus manos subían por mis piernas intensamente y su mirada me transmitía una satisfacción increíble, sus ojos era pasión y deseo al máximo y como siempre, tan tierno, dulce y amoroso, sube poco a poco mis piernas y hace a un lado las pantaleticas blancas que tanto le gustan que me ponga, me toca deliciosamente, fascinada por el morbo que estaba haciéndome sentir y ya toda húmeda trate de controlarme para continuar con el juego de virginidad, lo abrazaba con mucha fuerza, lo besaba, quería morderlo y comérmelo ya, pero no, aun no, quería más placer y más excitación aun…

Era la primera vez que estaba sintiendo el roce de unas manos en los labios de mi vagina, era maravilloso, dedos se deslizaban, estaba toda mojada, nuestra respiración era cada vez más agitada, sus caricias eran tan excitantes que no aguante ni un instante y me corrí, que delicia, es que mi amado es el mejor amante, sin pensarlo, me baja la ropa interior quedándome aun con la todo los demás puesto, de inmediato coloco su grandioso pene apuntando a mi vagina y yo agarrándolo con mi mano derecha para evitar que me penetrara con fuerza y me causar algún dolor, era riquísimo, un ir y venir de placer inexplicable, nuestros movimientos eran pura pasión … invertimos la posición y me pone como perrita, en cuatro, desabrochando mi camisa para poder ponerla a un lado y acariciarme así la espalda, los senos, el cuello, agarrándose de mi cabello, me penetraba muy suavemente, acariciaba mi blanca y pecosa espalda, mi cabello, mis trasero, como quisiera tenerlos justo en este momento y repetir esas maravillosas penetraciones, es realmente maravilloso hacer el amor con mi amado…

Disfrutaba tanto que me acariciara, que me mirara y que se sintiera tan excitado, sus manos paseaban por todo mi cuerpo, hacían poner toda mi piel erizada, ya con las ganas de correrme nuevamente a flor de piel, era fabuloso lo que sentía, sus caricias, su suave penetración y su cara me hicieron de nuevo correr, Dios que sensación tan maravilloso, es el mejor instante que cualquier persona puede sentir en la vida, de inmediato me dio la vuelta y me lanzo a la cama, colocándose encima de mí, penetrándome con mucha ansiedad ya con ganas de lanzar toda esa caliente lechita sobre mi vagina bien mojada, yo agarraba su pene para que entrara y saliera con mucho cuidado, coloque mis piernas un poco inclinadas hacia arriba, lo bese, lo mordisqueaba y le susurraba cuanto lo amo, y pidiéndole que lo hiciera rápido porque nos podrían ver (claro, era un juego dentro del colegio) que yo estaba muy nerviosa y excitada y no quería dejar las cosas a la mitad, que ya quería que se corriera dentro de mí, lo abrazaba y acariciaba intensamente, acariciaba su pecho, uff cuanto me encanta su pecho, su espalda, acariciar su cabello mientras está encima de mí, son sensaciones maravillosas y de mucho placer para mi, y el disfrutaba, le hipnotizaban mis movimientos, apreté un poco su pene con mi vagina, me puse de una manera que uno de mis brazos alcanzaran sus testículos, las masajee un poco, entre todas esas caricia y juegos de inmediato se corrió, wao, que rico sentir como se corre dentro de mí, como me agarra, y como después se exprime hasta la última gota y lo unta sobre mi cuerpo…

Eres el mejor amante…

Me encanta complacer en todo a mi amado, me encanta que me haga sentir toda suya, y cada día estoy esperando el nuevo instante para disfrutar de nuestros placeres en el lugar que el prefiera o desee, aquí estoy para complacerlo…

Te Amo