Cojida por mis dos suegros, el actual y el ex.

Siempre creí en el dicho que dos es mejor que uno y sin quererlo lo puse en práctica con estos dos dinosaurios del sexo que parecen rejuvenecidos y que serían la envidia de cualquier actor porno.

Gratamente para mí, mi marido había aceptado la petición de su padre de conocer España y pasar unas semanas con nosotros, aunque pienso que ese viejo verde irlandés no andaba buscando turismo más bien la caza y en concreto la del conejo, y ese lo tenía en casa, de ahí ese interés y premuras por visitarnos.

Pero las coincidencias a veces se dan y cuando menos lo esperas, pues a los dos días de su estancia donde ya ese abuelo había estado de cacería una noche, recibí la llamada de mi exsuegro Alfredo que por casualidad pasaba cerca de Alicante y quería visitarme, pues sentía añoranza de su nuera y además por el aniversario de la muerte de su hijo pasar por el cementerio para hacerle una visita.

Le dije que estaría encantada, aunque pensé que como lo haría, pues en casa andaban mi marido y su padre y aunque Paul estaba al día de mi pasado, la situación podría ser algo fría y no quería evitar complicaciones, por lo que se lo conté a mi marido y este amablemente me dijo que fuera con él a comer  y le acompañara en la visita a la visita al cementerio.

Mi actual suegro, desconociendo ese mi pasado con mi ex, dijo que si no me importaba me acompañaba y así conocía un poco más de la ciudad, pues en casa se sentía aburrido solo ya que Paul tenía que hacer unas gestiones en notaria y bancos.

Acepte igualmente anqué algo contrariada pues no sabría como se daría esta situación aunque por la edad y educación de ellos pienso sabrían llevarla, por lo que quede a recoger a mi exsuegro en la puerta del hotel donde se alojaba.

Ya en la misma al ver que no bajaba le di una llamada por teléfono, diciéndome que subiera que se había retrasado e iba a darse una ducha y cambiarse dándome el número de habitación que se alojaba.

Subimos mi suegro y yo, y cuando este abrió la puerta se quedó un poco cortado al ver quien me acompañaba, y más cuando solo se presentó con la toalla liada en la cintura, pues el muy pícaro ya estaba preparando un encuentro de los suyos.

Con algo de contrariedad hice las presentaciones, pues los dos andaban confusos al verse allí en esa situación,  pero como mi ex manejaba algo de inglés también, la conversación y las presentaciones fueron fluidas y la tensión del momento se relajó, igual que el bulto que antes ofrecía aquella toalla pegada a la cintura.

Mi actual suegro el irlandés con su peculiar soltura me dijo, ¿Tere tu también mantenías relaciones con tu ex ?  Pues la situación en la que apareció Alfredo lo  delataba, a lo que yo no pude negar en las evidencias, intuyendo al momento mi ex que aquel viejo irlandés también me había montado.

Fue un momento de rubor por mi parte pues yo andaba en medio de aquellos dos dinosaurios del sexo que además habían dado cumplida cuenta de mí,… pero sabiamente mi ex rompió el hielo, diciendo, te esperaba sola pues ya sabes lo que más me gusta y deseo de ti... el irlandés que intuyo la frase y comprendió parte de ella, me dio un pequeño azote en el trasero diciendo, ummm no sabía que mi nuera se portaba tan bien con la familia.. Riendo picaronamente.

Yo ante aquella situación,para mi algo cortante, por no saber la reacción de ambos, dude en suspender ese encuentro o seguir con aquello, pero  por suerte Alfredo se encargó de disipar todas mis dudas, pues dijo, anda pasen que siempre viene bien una ayuda, “verdad tocayo le dijo picando un ojo a mi actual”.

Me sentí algo aturdida pues aquello parecía un pacto firmado en segundos para aquellos dos abuelos desahogar sus instintos sexuales, por lo que como me dije, para mi… “nada habrá que complacer a la familia…”

Rápidamente abrió del mini bar unos botellines de ron sirviéndolos con un poco de hielo, y brindando los tres Alfredo dijo.. “por la amistad y por el buen sexo que no se acabe nunca”, lo repitió en ingles por si no lo había comprendido el irlandés dándome seguidamente un apretujón y un beso, diciéndole al irlandés… vedad que es un encanto esta buenísima esta nuera que tenemos.. y además lo otro,,, lo hace de maravilla.

Mi suegro actual alentado por su rival que ahora era aliado, volvió a azotar cariñosamente mi trasero a la vez que lo agarro sugerentemente, pellizcándolo.

Yo envuelta entre aquellos dos viejos salidos, no me quedaba otra que actuar rápido, por lo que mis manos fueron al unísono   a cada una de sus partes donde guardaban aquel viejo arsenal.

Resoplaron ambos como dos toros, y Alfredo rápidamente dejo caer su toalla quedándose como dios lo trajo al mundo, pero con aquello ya crecidito y además muy bien acicalado para la ocasión, pues había afeitado bien sus partes dejando solo un bigotillo de pelo en la parte alta, dando una imagen aquel falo de más juvenil.

El irlandés alabo aquel aparto diciendo veo lo sabes elegir a la vez que me besaba y su lengua suplía a la de Alfredo,,,, pero igualmente se aligero de ropa dejando caer al suelo sus pantalones, mostrando que en Irlanda también se fraguaban buenas tallas.

Mi ex no iba a ser menos por lo que respondió igualmente con otro cumplido, agachándome yo al instante para sujetar cada una con una mano y hacer un choque de culturas, pues junte   por sus cabezas aquellos dos, dé momento morcillones dragones  para frotar estas entre ellas y sacarles unos gemidos de miura a ambos.

La de irlandés toda peludita y la de Alfredo casi afeitada por completo, contrastaban, pero ninguna desentonaba pues la talla de ambas era muy pareja, por lo que yo absorta ya por el deseo de aquellos dos enormes pollones, comencé mi trabajo bucal para ponerlos en forma, aunque ya les faltaba poco,pues fue sentir mi mano sobre ellos y aquello se inflaban como si la vida le fuese en ello.

Anduve varios minutos en esa postura lubrificando con mi boca aquellos dos misiles, intercambiando sus cabezas para masajearlas con mi lengua y labios, pues era difícil meterse semejantes tamaños completamente en la boca… ellos lo agradecían y parecían compenetrados para la situación, pues al unísono se sujetaban mutuamente por los hombros con sus manos mientras yo en medio lidiaba poniendo a punto sus armas.

Mi vista era magnifica pues al mirar hacia arriba mientras juntaba sus cabezas para chuparlas, la dimensión de sus esos viejos espigados cuerpos que albergaban aquellos rabos, parecían aún más grande y sexy destacando el frondor de sus pectorales poblados y blancos que a mi tanto me deleitaban.

Me agarraron con sus sendas manos para levantarme y emparedándome los dos sin aun penetrarme me dijeron, déjanos ahora que te atendamos nosotros, besándome uno en la boca mientras otro hacia lo mismo lujuriosamente por mi nuca.

Me desvistieron sin apenas darme cuenta, y el intercambio de manos y roces de rabos por todos lados flujo de una manera sensual y excitante.

Parecían lo habían hecho juntos antes pues andaban acompasados en atender mis partes sin agobios ni líos, besando ambos y recreándose con sus expertas lenguas en ambos agujeros dándome un placer difícil de explicar, pues no tarde ni dos minutos y regarles mi primer explosivo orgasmos que no hizo más que alentar aquellos dos abuelo, pues su rabos palpitaban de los inflados que estaban, aunque una sabia ,que tenía parte de aquel éxito junto a las pastillitas azules de las que también hacia uso.

Fue el irlandés el primero que ocupo mi gazapo, pues se encontraba el delante ahora mientras Alfredo agachado seguía deleitándome por atrás, y como digo tras frotar su enorme cabezón brillante ahora por mis jugos que habían manado previamente, con un pequeño golpe de cadera me introdujo en su totalidad aquel dragón irlandés.

El envite fue fuerte y casi se cae para atrás  Alfredo que riendo dijo, veo que no anda mal de fuerzas este viejo irlardes, joder como mete cacho este tío…”anda que no te gusta nuera.. Veo que te cubre y te lo pasas bien…” me dijo mientras se incorporaba para a la vez  que frotaba  con más intensidad su rabo por ese mi dilatada puerta trasera  que ya había abierto con un par de dedos.

Yo andaba gimiendo entre los besos que me daba  mi suegro actual, cuando entre uno de ellos intercale un grito, pues de una no menos certera estocada española, mi ex me había empitonado por atrás sin miramientos, pues parecía andaba picado y no quería dejar mal el pabellón español.

Yo no podía dar crédito a lo que me estaba pasando pues en menos de media hora había pasado de estar en la puerta del Hotel, a estar emparedada y taladrada por aquellas dos viejas enciclopedias del sexo, que se movían como pez en el agua en aquella situación.

Me llego otro orgasmo y no sabría cual fue el causante, si el de delante o el de  atrás, pues el placer era tan fuerte y grato que no distinguía entre uno y otro, lo que si sabía era que estaba en manos de aquellas dos figuras del toreo que me tenían empitonada.

El irlandés le dijo a mi ex .. “exchance” y este entendiéndolo al instante  desenganchándose para  de una forma rápida cambiar de lado, sin dejar ambos de sujetarme pues andaba como una muñeca peluche  entre aquellos dos colosos.

Volvió a ser el primero otra vez mi suegro actual el que  sin miramientos y con una virulencia más propia de un joven novillo, me ensarto por la parte trasera que tan bien había dilato Alfredo, sintiendo como entraba toda aquel enorme pollon en su longitud, para seguidamente continuar con su armonioso juego de cadera.

Ahora mi ex se agacho y comió dulcemente de los jugos que había sacado de mi gazapo aquel viejo irlandés, y que manaban fluidamente por tanto placer…

Esto encendió a aquel viejo, que mirando por encima de mi hombro como me comían, embestía con más fuerzas, haciendo que la boca y lengua de Alfredo a veces se incrustara en mi conejo abierto como una flor..

Les regale otro orgasmo acompañados de unos gemidos desgarradores, pues era increíble el placer que recibía en ese momento, por lo que aprovecho Alfredo para levantarse y volver a convertirme en una hamburguesa en medio de aquellos dos panes, que tan gratamente me cubrían por los dos lados.

Fue Alfredo el primero en acelerar y cambiar los gestos de su cara, pues la excitación le estaba llevando a su momento cumbre y con unos golpes secos y espasmos de su cuerpo, me aviso que estaba soltando su crema en mi interior, motivando rápidamente a su oponente pero compañero de fatigas, para acelerar también de forma evidente buscando regarme por atrás.

No tardo ni quince segundo en  soltar aquella nata irlandesa y regar mi trasero mientras Alfredo restregaba su cabezón como limpiando las ultimas gotas por mis dilatad y empapado conejito…gritando aquel irlandés como un poseso mientras soltaba sus últimas gotas dentro de mí.

Me soltaron con cuidado pues ninguno de los dos estaban para mantenerse de pies después de aquella suelta y perdida de fuelle, y menos una que con el temblor de piernas que tenía, delataba mi estado, sentándome rápidamente sobre un butacón que allí había.

El viejo irlandés se tumbó en la cama si abrirla, para recuperar aliento, mientras mi suegro sentado en un taburete nos observaba riendo picaronamente, a la vez que no paraba de acariciar sus relajados atributos, como premiándolos por tan buena labor.

Me dijo, nuera eres increíble, mira que pensé en que echáramos un polvo los dos, pero esto ha sido genial, esto no lo supera nadie.

Mi suegro que ya iba tomando color y recuperando respiración, se incorporó con aquel enorme badajo colgando que golpeaba entre sus muslos al caminar, para de un sorbo tomarse el vaso de ron que antes previamente había preparado Alfredo.

Nos reímos pues el aliento nos faltaba a todos, aunque yo no estaba dispuesta a que aquello quedar así, pues el morbo de aquella situación, aunque estaba agotada también me tenía encendida.

Volvió a llenar de ron mi ex las copas y cuando comenzaba a vestirse el irlandés, le hice un gesto con mi mano, diciendo que no, que aquello aun no había acabado,, este ,sorprendido rio pícaramente mirándose su rabo, como diciendo mira como esta, si consigues animarlo….

Yo con les dije tomen fuerza que quiero agradecerles en un rato este momento tan magnifico, comenzando una charla entre los tres que duro una media hora, eso sí, ellos dos desnudos y una de igual forma.

Los senté a ambos juntos en dos taburetes y tomando yo el tercero decidí hacerles un poco de juego erótico, tomando para ello un cubito, restregándolo  este, por distintas partes de mi cuerpo, sin dejar que ellos participara, para excitarlos y provocarlos al máximo.

El éxito estaba garantizado pues sus manos se pusieron mano a la obra y al unísono jugaban y movían sus enormes morcillones rabos que poco a poco iban tomando fuerza, pereciéndome mas grandes aun al verlos como los movían, mientras sus enormes huevos colgaban bailando con los movimientos de sus manos de aquellos taburetes.

Me estaba excitando al máximo y andana medio mojada a pesar del frio del cubito, pasando ahora con mi dedos a frotar mi botoncito delante de ellos a la vez que gemía de placer , pues estaba sin perder vista de aquellas dos viejas escopetas que ya apuntaban maneras de lo duras que se habían puesto ya.

Abrí mis piernas haciendo medio equilibrio sobre el taburete ofreciéndoles una vista magnifica del interior de mi sexo mientras mis dedos hacían que explosionase un magnifico orgasmos que casi me hace tambalear y caer hacia atrás.

Resoplaron los dos como dos caballos desbocados que van a montar a su yegua, pero sin dejar de pajear aquella dos enormes falos,… la vista era peculiar, pues uno peludo y otro afeitado contrastaban además de la corpulencia de un suegro y otro, pero no en tamaño.

Iban a bajarse para acercarse cuando con un gesto le dije, no, esperen que necesito atenderles yo, y acercándome a ellos los incorpore para  poner aquel arsenal junto uno al otro rozando con sus puntas y a la altura de mi boca.

Comencé ahora una comida soberbia donde saque toda mi experiencia en este campo, para darles una comida que jamás olvidarían, pues no dude en saborear ninguna de esas protuberancias que tan bien acompañaban a aquellos falos,  frotando con frecuencia sus mojadas cabezas una contra la otra con mi boca absorbiendo ambas.

Esto era lo que más les encendía pues notaba sus piernas temblar cuando se los hacía, y sus gestos y gemidos los delataban, recreándome en estos menesteres más tiempo.

Creo que fueron uno diez o quince minutos colosales, donde disfrute degustando carne española e extranjera, pero lo que más deseaba era contrastar a la vez e in situ si la nata irlandesa era de igual calidad que la de aquí..

Cuando vi que las piernas de mi suegro actual comenzaban a temblar  libere de mi boca su cabeza para ahora mi mano frotar aquel enorme falo fuertemente y que este liberara la energía rápidamente, comenzando a brotar en borbotones y una intensidad insultante aquella rica leche que cate y que en chufletazos también impregno el rabo de Alfredo que contagiado por el fragor del momento comenzó igualmente a vomitar a ráfagas fuertes su rica nata.

MI boca no daba abasto para albergar y degustar tanto elixir  y de echo mi cara parecía un poema por las ráfagas sobrantes que se habían dispersado por ella, aunque yo seguía sin soltar con cada mano aquellos dos enormes y palpitantes rabos que ya estaban dando sus últimos coletazos.

Los limpies como pude mientras ellos se sujetaban mutuamente para no caer pues sus rodillas medio flexionadas, delataban la pérdida de fuerza, para tras acabar levantarme y darle un beso a cada uno que no renunciaron a darme a pesar de que mi boca sabia a dos cremas.

Lo siguiente que hicimos fue darnos una ducha y descansar un  poco para salir a tomar algo, pues no quería  apurar más aquellos dos dragones, no sea que la edad  pasara facturara a alguno, aunque para ser sincera yo no estaba para muchos trotes, pues andaba igual o peor que ellos.

El día paso muy agradablemente y al final quedamos por la noche con Paul para cenar todos, lo que sucedió después  de ese encuentro es una incógnita que solo les desvelare si les apetece que se los cuente y me lo piden, pues me deleita mucho leer vuestros comentarios.