Cojida por el un amigo de mi hija 3

De pronto Manuel salio de mi vagina, me dejo bajar la pierna pero antes de yo voltearme me jalo un poco y me hinco sobre un tapete que había en el baño, sin dejar de darle la espalda, y me empujo suavemente para que yo quedara como perrito, entonces pude sentir sus dedos tocándome mi vagina y llevando mis fluidos hasta mi ano

Me quede unos minutos acostada en mi cama boca abajo, pensando en la locura que deje que se desencadenara, era algo que me movía del piso y me transportaba a mi juventud, a esa juventud donde me sentía deseada y trataba de no ceder ante los deseos de cualquiera, y creí que el hecho de que mi marido hubiera sido mi único hombre hasta hace un par de meses, era para mi un atributo que no cualquier mujer tiene. Pero me pregunto ¿de que sirvió eso? Si hoy había fallado incluso peor que mis amigas que tienen aventuras extramaritales y que aunque tienen cargo de conciencia, puedo ver que las revolcadas que les dan pueden más que pepe el grillo. (Conciencia).

Ahí en mi cama con una almohada de pluma muy suave hacia que mi piel se sintiera áspera y grotesca, que mi ropa interior manipulada por un jovencito, llena de su semen, me hiciera sentir tantos sentimientos encontrados, como el de que falle mas que nadie, pero el de ese deseo tan mundano, tan fuerte, tan exquisito, tan pero tan prohibido, algo que me quitaba de todo recato y moral. Acostada sobre una cama semidestendida por la cogida de unos minutos antes, aun húmeda, tuve que levantarme y darme un baño nuevamente.

En la regadera pensé en todo una y otra ves, era obvio que Manuel sabia que cada embestida suya yo la disfrutaba, era obvio que Manuel sabia que yo estaba mas despierta que nuca, cada que me poseía, ¿como podía yo ser tan ingenua para pensar eso? Si cada que me penetraba yo seguía su ritmo y jadeaba como perra.. Grite varias veces por las dimensiones de su pene, grite cuando me perforo el ano, grite cuando tenia mis orgasmos.. ¿En que estaba pensando? ¿Cómo pude pensar que el me lo hacia yo estando dormida? A parte de zorra entupida!..

Pasaron algunos días y cada que encontré a Manuel en la escuela, lo veía fijamente a los ojos, a lo que el no parecía importarle.

La escuela de mis hijos es de personas de economía solvente, mi marido ha logrado con su negocio una buena posición, y nos ha beneficiado mucho, por lo tanto Manuel también tiene una posición estable, es bello, las niñas mueren por el, y por si fuera poco tiene un arma poderosa y lista para usarse, ¿Por qué entonces yo? Era muy claro que el tenia el control. Entonces reaccione y decidí no pasar por lo mismo aunque se me doblaran las piernas de placer. Pasaron los días y algunos compañeros de mis hijos hicieron una fiesta en casa de Edgar, un chavo súper alivianado y agradable, el es hijo de un locutor de radio de renombre aquí en mi ciudad. Fiesta a la que no teníamos que ir los padres, pero como el padre de Edgar es amigo de mi marido y cuñado pues tuvimos que ir para la borrachera casi tan grande como la de los jóvenes de la escuela de mis hijos. Puse un par de pretextos para no asistir, pero los argumentos de mi marido de llevarme a mis hijos temprano fueron casi tan poderosos como el de mi deseo por ver a Manuel. La reunión empezaría a las 6 p.m. a lo que yo nunca llego a la hora que nos citan, nosotros arribamos a la casa de Edgar como 7 con 15 p.m.

Yo dado el calor me puse un pantalón de lino color hueso estilo pesquero, a la cintura, haciendo que mi trasero se notara firme y abultado, lo compre con esa intención,  una blusa de algodón verde pistache y mis pendientes de oro pequeñitos muy monos, haciendo juego con mi pulsera en mi mano izquierda, el cabello lo llevaba suelto, que aunque hacia calor me hacia ver sexy, me tiño el pelo de castaño muy claro, tengo los ojos de color café, pero son mucho muy expresivos, soy delgada pero como lo mencione en el primer relato asisto al gimnasio a diario cumpliendo con casi tres horas de diferentes rutinas que han favorecido mi cuerpo, bajo la blusa pistache me puse un top color hueso sin nada debajo, y me puse una tanga con encaje blanca diminuta que resalta en nacimiento de mis nalgas y por enfrente el poco algodón es un tanto transparente con encaje adornando en forma de triangulo  justo para tapar mi depilado espacio. Aunque no iba de minifalda o de ropa provocativa he podido ver con el paso de los años que también a los hombres les gusta una mujer bien arreglada que no esconde lo “suyo”  que lo luce de manera sutil, pero no por eso menos sexy. Pude notar algunas miradas furtivas mientras caminábamos del estacionamiento hacia el gran jardín de la casa de Edgar,  mi hija se quedo junto a unos árboles cuando saludo a sus mejores amigas, y yo continué caminando con mi hijo mientras mi marido seguía pegado al celular. Nos topamos con un par de papas que también asistieron y nos sentamos con ellos junto a un bungaló  a lado de un el bar que estaba dentro de la alberca,  ya obscurecía pero el cielo estaba hermoso,  las estrellas tintineaban claramente, y así transcurrió el principio de la noche. Había cerca de unos 70 jóvenes de los cuales conocía yo a la mayoría, y habíamos cuatro parejas de papas que nos conocíamos desde que nuestros hijos cursaron la primaria. Manuel había llegado antes que nosotros y estaba con dos jovencitas de preparatoria que no lo soltaban, a lo que a mi no me hizo sentir nada, pero si intriga de por que no se había aparecido ante nosotros. Cada que podía lo veía, trataba de ser un tanto discreta, era fácil. Gracias a mis rutinas diarias en el gimnasio tomo mucho agua, pero eso tiene sus inconvenientes, como el de ir al baño continuamente.

Me levante y pregunte a un mesero donde estaba el baño a lo que me  señalo la casa y cerca de ella había unos baños comunes para los invitados, camine y deje mostrar mi contoneo a cada paso que daba, mirando al frente. Llegue al baño y había alguien antes que yo, y al cabo de unos minutos antes de yo entrar llegaron dos niñas mas. Pude entrar y salir muy pronto, regrese caminando por el camino empedradito de la casa, de estilo colonial, hacia la mesa, buscando discretamente a Manuel. No pude verlo, y me dolió el estomago pensando que estaría cojiendose a una escuincla, pero seguí caminando con soltura y sensualidad, moviendo mi trasero. Por un momento me sentí mal por pensar eso y esperar que Manuel estuviera para mí, que rara situación. Cuando me acerque a la mesa pude ver un grupo de jóvenes alrededor de mi hijo, y dentro de ese grupo Manuel. Mi corazón se acelero, pero no demostré ninguna sorpresa, el mide aproximadamente 1.70 muy delgado, de cabello castaño oscuro, y ojos negros muy grandes y hermosos, blanco con muy buen gusto para vestir, ese día tenia un jeans azul y una camisa negra muy linda, estilo guayabera, que hacia que sus ojos resaltaran aun mas. Para cuando llegue a la mesa, dos jóvenes amigos de mi hijo se acercaron a saludarme, y uno de ellos de nombre Paolo me dijo: -wow  Señora, se ve muy linda-  gracias Paolo-respondí, pero no pude evitar observar el rostro enojado de Manuel, me hizo sentir como una escuincla estudiante. No lo voltee a ver, solo a los que me saludaron y me regrese a mi lugar, para un instante antes de sentarme alguien me tomo de mi antebrazo, para entonces  pude oler su perfume, era Manuel!, buenas noches Señora- dijo, buenas noches Manuel-conteste sin quitarle la mirada, y el sin soltarme me pregunto-¿puedo hablar con usted?, ¿ ¿acerca de que Manuel? Pregunte.. Solo quiero hablar con usted, dijo el, pues siéntate aquí con nosotros, le dije. No por favor aquí no, el insistió. Me preocupas, ¿te pasa algo? Le pregunte, No, pero espero me regale unos minutos cuando pueda el dijo.

Dio la media vuelta y se retiro, mi corazón casi se iba con el, supe que quería aclarar en que posición estábamos, y yo no quería hablar de eso, solo quería ser penetrada por el. Al cabo de un tiempo volví a pararme Al baño, camine por el pasto y sentí que ya hacia un poquito de frió, pero aun así sin perder la sensualidad camine hasta el baño, pero en esta ocasión había como 6 niñas antes que yo, un par ebrias ya, y las demás solo apuradas por sus necesidades. De pronto sonó mi celular, y el numero no era conocido, conteste- ¿bueno?- hola señora Josefina, habla Manuel, mi corazón casi se me sale,  hola Manuel conteste, ¿podemos hablar? el pregunto, Claro Manuel ¿de que se trata?, Se lo diré cuando venga para acá -comento seriamente- ¿Acá? ¿Donde es acá Manuel? ¿En donde estas?, -entre a la casa y estoy en la sala, el dijo, espérame a que entre al baño y te busco le conteste, No Señora venga aquí hay baño también y esta solito, me dijo Manuel, ¿Cómo entro a la sala Manuel? Le pregunte, -De ahí donde esta camine a la derecha rodeando la casa y encontrara la entrada de la sala por una ventana grande, me dijo Manuel. Ok conteste, voy para allá.  Caminaba como me había explicado Manuel, pero mis piernas  temblaban y se me salía el aliento como si hubiera hecho 3 horas de pilates, cuando vi la puerta de cristal abierta, supuse que era por que la estaban usando de acceso todas las personas, una puerta muy bonita corrediza de gran tamaño que conducía a una sala confortable con poca luz, debido a que todos estábamos en el jardín.

Cuando entre, entre muy despacio sigilosamente por la pena de ser descubierta por alguien indebido, a lo que en un sillón de color camello estaba Manuel, fumando, Manuel no fumes dentro de la casa, le dije- a lo que el sin hacerme caso se levanto y me dijo por aquí esta el baño, sígame,  subimos una escalera, una escalera semi circular, muy bella, con un par de cuadros a lo largo de esta. Yo seguía a Manuel hasta que abrió una puerta al final de un pasillo, parecía que Manuel había decidido alejarse de cualquier probabilidad de ser vistos dentro de la casa, y la casa es muy pero muy grande, por eso creo que en su conocimiento de la casa busco el más lejano. Pase Señora, me dijo prendiendo la luz, entre y pude ver un baño hecho de piedra Cantera con adornos de Talavera, y unos espejos muy grandes, olía muy rico y me recordaba a mi baño. Pase dentro y voltee a ver a Manuel y el cerro la puerta detrás de nosotros, a lo que yo puse cara de sorprendida, y le dije con risa apenas esbozada, Manuel, salte por favor, a lo que el sin reírse ni nada, me dijo aquí voy a esperar, a lo que mi semblante cambio, tuve que poner frialdad en la mirada y le pregunte, ¿que te pasa Manuel?, salte por favor!, salte… el me miro se acerco y se detuvo en el tocador, se recargo en el y me miro, Manuel salte por favor! Volví  a decir de manera más enérgica. No, aquí voy a estar, quiero verte, - el dijo- No Manuel, salte! Volví a decir ya casi gritando y señalando la puerta, mire Señora Josefina acercándose a mi, si no quiere que ahora mismo yo la desvista, mejor haga lo que tiene que hacer mientras yo me termino mi cigarro, me dijo de una manera tan fría prepotente, que hasta sentí un poco de miedo. Manuel, no es correcto que estés aquí mientras hago mis necesidades, se lo dije, y de una manera un tanto sumisa, el me miro y me pregunto, ¿la ayudo o lo hace sola?, No, No yo puedo, conteste mas sumisa aun.. Me acerque a el retrete mientras el sin quitarme la vista de encima se sentó en el tocador, di media vuelta para poder quedar frente a el y tener detrás mió el retrete,  casi sin aliento con mis dos manos empecé a desabotonar mi pantalón, cuando solté el botón sentí como me subió la sangre a todos lados, al ver como me miraba con un morbo casi no de humano, al ser sometida por un joven, que tan fácilmente me tenia a su merced. Entonces baje el pantalón hasta debajo de mis rodillas, dejando a su libre vista mi ropa interior, el no se sorprendía, solo fumaba y ponía la ceniza en el lavamanos, después me baje mi ropa interior y al mismo tiempo me senté, casi no pude hacer mis necesidades delante de el. Pude ver que se termino su cigarro y lo tiro en el cesto de la basura, a lo que yo le dije, Manuel hay papeles ahí y se pueden prender, -olvide los papeles, Señora, mejor concéntrese en mi- contesto Manuel, se bajo del tocador, y yo seguía aun sentada en el baño con mi ropa por debajo de mis rodillas, todo me temblaba, y me preguntaba como iba a suceder esta ves... el bajo el cierre de su pantalón y camino hasta mi, a lo que yo le dije volteándome hacia mi izquierda, como si no quisiera ver lo que estaba haciendo… Manuel ¿pero que haces? Espera por favor!, y dijo- Voltee hacia mi, sin voltear giraron mis ojos a la derecha para verle el cierre abajo, y estaba por explotar su pantalón, aquel monstruo de pene estaba peleando con el pantalón para salir, y lo que yo podia ver es que iba a ganar la pelea su miembro. Me tomo de la mejilla con una mano y me volteo con un poco de fuerza, pero no siendo descortés,  sácalo me dijo, ¿Qué? ¿Qué quieres que saque Manuel? Le pregunte impactada por su insensatez!

Saque lo que es suyo, -dijo-  Maanueeell!!! Exclame su nombre larga y excitadamente! Ándele, saque todo lo que se va a comer! Me dijo casi con una sonrisa diabólica, ¿pero que te esta pasando niño precoz? Le pregunte sin dejar de ver el bulto y el cierre abajo, sentada con el frente a mi rostro, entonces el se agacho y tomo mi mano, la cual no ofreció resistencia, y con la otra mano desabotono su pantalón, mientras colocaba con su otra mano mi mano derecha dentro de su cremallera, Manueeeel! volví a exclamar mientras volteaba de nuevo a mi izquierda como no queriendo ver lo que pasaba, y entonces pude sentir con mis dedos una piedra en forma de cilindro con venas y húmeda de la cabeza, casi tengo un orgasmo ahí sentada en el baño, con Manuel frente a mi con el pene mas parado que nuca y mis dedos ya tocando a este joven que me iba a coger sin compasión, Maaanueeeeel le dije mas excitada, y con su mano aprisionando la mía empezó a masturbarse con mi mano, para entonces ya era muy difícil para mi fingir y voltee a ver lo que estábamos haciendo con su verga ahora si ya fuera de su pantalón, el me miraba mientras con su mano subía mi mano y bajaba, subía y bajaba y frotaba fuertemente su pene,  Manueeel se me escapo de manera excitada, sumisa y y casi susurrando su nombre con la mirada clavada en su verga, y moviendo mis piernas con nervios, ¿Qué Señora Josefina? ¿Se siente más rico dormida o despierta? Me pregunto- Manueeeel le susurre casi con pena y viendo al piso en ese momento, entonces con su mano libre me levanto de la barbilla, para que lo mirara, luego me soltó y me tomo de las axilas y me levanto del baño,  poniéndome de pie con mucha facilidad, y dejando mi ropa en mis pies con mi cintura y cadera completamente desnudas, ni siquiera tuve tiempo de asearme, para cuando me puso de pie choque con su pene con mi vientre a lo que casi me arranca un suspiro que callo con un beso en mi boca, con sabor a tabaco que me excito aun mas, pero mi boca  la que no quise abrir de inmediato, quería seguir siendo ultrajada, y entonces metió su lengua salvajemente en mis labios, a lo que yo conteste fuertemente y lo abrace del cuello y nos fundimos en un beso demasiado caliente al que mientras estaba sucediendo yo abría las piernas instintivamente para sentir su verga “ahí”, pero es mas alto que yo, por lo tanto resbalaba en mi vientre, a lo que el mientras me besaba la boca o el cuello con gran habilidad se bajo el pantalón y se deshizo de el, luego piso con su zapato mi ropa por en medio de mis pies y me levanto dejando ahí mi zapato y pantalón y tanga,  me volvió a bajar encima de mi ropa y siguió besándome y yo como una perra caliente me movía buscando su pene, balanceaba la cadera enérgicamente a lo que se dio cuenta y me tomo la mano para llevarla hasta la su verga, la tome y la metí en medio de mis piernas, tuvo que doblar un poquito  sus piernas y mi gran sorpresa creció cuando no solo sentí su verga caliente hirviendo “ahí”, si no que por su tamaño casi podia sentarme en ella, podia sentir su grosor, su dureza, llegaba hasta mis nalgas, era fenomenal tener toda esa lujuria y verga para mi solita,  era demasiado para controlarlo y vino el primer orgasmo montada en su verga, no me había penetrado, solo estaba sobre ella, mi vagina el nacimiento de mis nalgas, moviéndome hacia delante ya hacia atrás, mojándola con mis fluidos llenos de lujuria,  le grite entonces a la mitad de mi orgasmo, cojeme tan fuerte que no dejes ninguna duda de que estoy despierta! –Nunca tuve dudas de que estaba despierta Señora Josefina- contesto mientras me quitaba la blusa,  tuve un orgasmo doble para entonces, al oír que el siempre me cojio sabiendo que yo lo deje, no dejaba de moverme con fuerza y lujuria, a lo que Manuel me tomo de las nalgas apretándome con sus manos huesudas, sus dedos abarcaban parte de mi culo, pude sentir como un dedo casi me tocaba el ano, y se encontraba con su verga, estaba yo atrapada en un baño, ya había tenido dos orgasmos, y aun no me penetraba Manuel.

De pronto sentí como el bamboleo de mi cadera se juntaba con un sutil movimiento de sus piernas haciendo una fuerte fricción desde mi vagina completamente mojada, hasta el nacimiento de mis nalgas,  cuando su pene pasaba por mi vagina casi entraba su cabeza, pero no había la inclinación para que ese poste me penetrara, yo no dejaba de jadear, y el no dejaba de manosearme toda, mis nalgas me besaba mi cuello mi boca. De un jalón me quito de encima mi top, dejando mis senos al aire, y aun no llegaba al piso mi top cuando el ya se había prendido a mi seno derecho con su boca, mordisqueándolo chupándolo aparentando el otro con la mano mientras su verga entraba y salía de en medio de mis piernas, de pronto se puso en cuclillas  y metió su boca en mi pelvis, a lo que casi grito, pude sentir su lengua jugando con mis labios, su nariz en mi pubis y yo arqueándome hacia delante para permitir que me diera una buena chupada de vagina, oía como se engolosinaba conmigo, yo metía mis dedos en su cabello casi arrancándoselo, a veces metía su lengua en un lugarcito que me acalambraba las piernas y  a veces sentía como escurrían fluidos no se si vaginales o su saliva por mis piernas… Manuel, Manuel detente dije, el no me pelo, me chupo con mas ganas, y grite levantando mi cara hacia el techo del baño, ya mis piernas temblaban tanto que parecía que me costaba trabajo mantenerme parada, de pronto dentro de todo ese lengüeteo que jamás nadie me había dado, sentí como metió su mano entre mis piernas, y hurgó con un dedo en mi vagina, ahhhh! Grite,  me chupaba y me dedeaba,  no fue sutil con el dedo, me lo metió sin compasión, una tras otra, tras otra, podía sentir sus nudillos chocando conmigo, no cabía su mano a lo que yo tenia que arquearme y abrir un poco mas las piernas, estaba entregada totalmente a esa fenomenal mamada, cuando llego el tercer orgasmo! No dejaba de gemir y jadear. Manuel se paro después de unos minutos y me dijo –hínquese-,  aja- conteste sumisa, y pude ver por fin frente a mi a unos centímetros su enorme verga parada, roja, dura frente a mi, métasela en la boca Señora Josefina –dijo Manuel, a lo que sin pensarlo tome con las dos manos aquel fierro y me lo metí en la boca, Manuel por primera ves lo hice exclamar con fuerza,  la introduje lo que mas pude, y no entro ni la mitad, era un enorme pito entrando y saliendo en mi boca, lo hacia con fuerza, me lastimaba a veces, pero me ponía muy caliente que no tuviera delicadeza conmigo, era lo que quería que me tomara y me cojiera y no me pidiera permiso de nada! Me tomaba del cabello y me  jalaba y me empujaba, yo tenía las piernas en cuclillas abiertas, chupándole el pito. Manuel me tomo de nuevo y me levanto, me volteo y me puso de frente al tocador, me llegaba a la pelvis,  sabia que pasaría acontinuacion, me acomodo de manera que el se acerco por detrás de mi, y con un pie me abrió una pierna, quede con las piernas abiertas delante de el, y como me sentía muy caliente levante el trasero para que se le antojara mas aun,  pude sentir aquel pene que entraba por detrás mió ahora hasta que lo pude ver, bajando la mirada, asomaba un pedacito de su cabeza por mi pelvis, por un par de segundos, de pronto desapareció y pude sentir su mano entre mis piernas acomodándome el ariete en la entrada de mi vagina, con la otra mano me inclino sobre el tocador, poniéndome casi de puntitas, y agarrándome de la llave del lavamanos, y entonces sucedió… me logro meter la punta, y entonces me la empujo toda de una sola ves a lo que me levante demasiado y mire el techo casi haciendo el visco de semejante embestida, dejando escapar un gemido largo que no termino cuando ya me había caído la segunda embestida, y empezó a cojerme de tal manera que podía oír como se movía el tocador de la energía con la que me estaba cogiendo Manuel, podía sentir como me perforaba como un instrumento neumático, no se detenía y llego mi cuarto orgasmo, llego como a los tres minutos de haber empezado tal coito, levante una pierna justo en ese momento y Manuel se ocupo de ella levantándola haciendo que yo parara mas aun mi trasero, entonces pude sentir como chocaban sus testículos conmigo, fuerte, repetidamente, y yo no dejaba de jadear, y de cerrar los ojos y hacer el visco, chocaba con el tocador constantemente,  no sabia si había alguien afuera, si alguien se había dado cuenta, si habían notado mi ausencia, esos 20 minutos que yo no aparecía por ningún lado, no sabia nada, solo sabia que era la perra de Manuel.

De pronto Manuel salio de mi vagina,  me dejo bajar la pierna pero antes de yo voltearme me jalo un poco y me hinco sobre un tapete que había en el baño, sin dejar de darle la espalda, y me empujo suavemente para que yo quedara como perrito, entonces pude sentir sus dedos tocándome mi vagina y llevando mis fluidos hasta mi ano, a lo que yo parecía gata ronroneando y levantando mi cola, de pronto pude sentir de nueva cuenta semejante pene en la entradita de mi ano, el intento un par de veces, otro par, y yo solo me arqueaba, trataba de no apanicarme, pero de pronto empezó a entrar, era muy doloroso, pero me gustaba, cuando logro empezar a  introducirse en mi, gemí mucho y pude oír,  gócelo,  tan seriecita que se veía, y tan puta que me salio,  eso me desconcentro un poco, pero el nivel de calentura en el que estaba era difícil que hasta ese momento yo hiciera algo que no fuera desear tener dentro de mi a Manuel, y para mi sorpresa yo misma conteste a ese muchacho, si Manuel pero tu puta, de nadie mas!, entonces no lo dudo y me dejo ir la mayoría de su pene, a lo que sentí como me desgarro y me dolió mucho me pegue con la pared en la cabeza, pero no podía ir a ninguna lado, no había manera de escaparme de semejante culeada que me estaba dando.  Entonces dije de nuevo, si Manuel soy tu puta, tu puta, cojéeme escuincle cabron! Y el empezó a dar empujones muy fuertes, pero no me entraba toda la verga, era muy doloroso como intentaba meter no lo grande si no lo gruesa de su verga, y le decía una ves mas, si Manuel métemela toda por donde tu quieras, vente dentro de mi, y como si hubiera ordenado, el empezó a venirse dentro de mi ano, y me dijo de manera rasposa, toma mi leche puta, toda, toda te la voy a dejar en tu pinché anito apretado, perra trágatelo todo,  entonces tuve mi quinto orgasmo y el mas largo.

Se quedo adentro de mi, yo estaba cargándolo casi casi, y el estaba empapado en sudor y mi espalda igual,  aun tenia su palo dentro de mi, no me movía mucho por que me dolía aun,  a lo que Manuel se salio despacio poco a poco, casi me pudo meter toda la verga, no lo podía creer, sentía como salía y salía y no terminaba de salir, parecía un burro, se levanto y yo intente pero me costo trabajo por el dolor que me había producido en mi ano, me levante despacio y el se ponía el pantalón, Manuel me pasas mi ropa por favor – le dije- si claro Señora, tome, y me puse mi top, mi blusa, tome un poco de papel higiénico y limpie lo que escurría de mi ano, todo ese semen que disfrute sentir como salía a presión dentro de mi, busque mi tanga y eche una miradita por todo el piso, no la vi, y el se rió, me dijo me quedare con ella, Manueel no por favor devuélvemela!,  exclame, pero sin frutos, el se Salio después de darme un beso y agarrarme el culo fuertemente, me quede sentada ya vestida sobre la tasa del baño. Era demasiado todo lo que había pasado, me Salí muy apresurada unos minutos después y saque mi teléfono, le marque a mi mejor amiga para pedirle apoyo, de que si alguien quien fuera preguntaba, ella y yo habíamos hablado por espacio de unos 30 minutos, llegue a mi mesa, y solo la esposa de un amigo me dijo, valla! Pensé que te habías marchado, a lo que le dije en voz baja aun con el teléfono celular en mi oído espera ya casi termino. Después de esa mentira, le dije que había tenido problemas una amiga y no paso a mayores, no pude ver ni a mis hijos ni a mi marido, me senté junto a las parejas que habían estado ahí y para mi sorpresa me dolió mucho mi cola, entonces tuve que sentarme como si quisiera que me vieran las piernas o la cola, de ladito, pero no era otra cosas si no el dolor de una fenomenal cogida que me había dado Manuel, un amigo de mi hija.