Coitos rurales: 04 La inglesita y el pastor...

Qué pasa cuando una inocente niña inglesa se encuentra con un rudo pastor muy bien dotado...???

CAPÍTULO 4º

LA INGLESITAINOCENTEY EL PASTOR LUJURIOSO

Ah, el campo… Con sus florecillas, sus árboles, sus animalitos. Todo es tan bonito a apacible en el campo…

Pero, miren, miren quién viene por aquí. Si es la dulce e inocente Katy, la hija pequeña de la familia Dick, dando un paseo…

¿Y a quién tenemos allá a lo lejos? Al bueno de Ceferino, el pastor.

Sigan leyendo.

Seguro que esto se pone interesante…

-Buenas tardes, señor –Katy, en un más que correcto español, se dirige al ovejero mostrándole sus brackets en tímida sonrisa-. What are you doing? –Añade luego señalando la bragueta abierta de Ceferino.

-¡Vaya! –Exclama el hombre fijando sus ojos en las incipientes y erguidas tetitas de la chiquilla, notando como su polla se pone dura al instante-. ¡Hola, mozuela! Tú no eres de por aquí. ¿Verdad?

-No –Katy ríe, sin poder apartar tampoco la mirada del impresionante bulto que se adivina bajos los pantalones de pana del pastor-. Mi ser inglesa –responde guiñando un ojo a Ceferino, que ya nota su pollón a punto de reventar imaginando el coñito suave y depiladito de la inglesita-. Mi nombre ser Katy –añade seguidamente relamiéndose apenas al notar el bulto en la entrepierna del ovejero.

-¿Y cuántos añitos tienes, niña? –Inquiere Ceferino mostrando su fea dentadura en lasciva sonrisa, al tiempo que sin ningún pudor se pega un buen sobeteo de paquete.

-Mmm…, quince –es la respuesta de la pequeña de los Dick antes de añadir algo que deja perplejo al pastor-: Debes de tener una buena… ¿Cómo se dice…? ¿Polla? –Para seguidamente lanzar una cándida e inocente carcajada.

-Bueno… -También Ceferino sonríe mientras comienza a desabrocharse la correa-. No está mal… ¿Quieres verla?

-¿Mmm…? ¿Me dejarás tocarla? –Katy hace un extraño mohín de difícil interpretación, mientras estira su blanca manita hacia el ya tremendo bulto del pantalón del pastor que, emocionado, exclama…

-¡Por supuesto, chiquilla! ¡Y lo qué tú quieras!

Dicho esto, se baja los pantalones y los calzoncillos, dejando a la vista sus casi treinta centímetros de polla dura y enhiesta, que hace las delicias visuales de la dulce e inocente niña Katy.

-Oh, my God! What a fucking big cock!

-Anda, mozuela, déjate de palabrejas raras y acaríciamela  una miaja –pide Ceferino tomando la mano de la chiquilla y dirigiéndola hacia su enorme verga de carne.

-Mmm… It’s so big…! –Exclama la inglesita mientras comienza a sobar y a pajear el ingente miembro del pastor-. Mi gustar tu pito –añade luego mientras se agacha y besa el abultado glande con sus suaves y cálidos labios.

-Oh, sí, niñita… -Murmura Ceferino mientras acaricia los rubios cabellos de la chavalita-. Cómele el rabo al tito Ceferino.

La pequeña de la familia Dick no se hace repetir la petición, y pronto, su boquita inocente y experta a un tiempo, aloja una cuarta parte de los treinta centímetros de pollón del pastor de San Cipote, succionando y lamiendo con fruición, como si en vez de una polla fuera un dulce caramelo.

-Mmm… Delicious… -murmura sacándose el tremendo vergón de la boca y masturbándolo con su manita mientras vuelve a mostrar sus brackets en inocente sonrisa, para volver a metérsela en la boca tras darle un lametón desde los gordos cojones hasta la punta del glande, que hace que el pastor se estremezca de pies a cabeza.

-¡JOOODER CON LA PUTITA INGLESA! –Jadea Ceferino aferrando los rubios cabellos de la niñita y retorciéndoselos presa de un intenso frenesí.

Katy Dick lanza una divertida e inocente carcajada y luego se vuelve a introducir el pollón del pastor en la boca, iniciando de nuevo el tan excitante movimiento de vaivén con la rubia cabecita y jadeando cada vez que el enorme capullo roza su campanilla.

Mi querer tu leche caliente in my mouth –gime cuando presiente que Ceferino está a punto de correrse-. GIVE ME GIVE ME…!!! –Exclama mientras abre la boca todo lo que puede para recibir bien el primer y abundante lefazo que brota de la minga del ovejero, que se agarra los huevos y la polla con ambas manos y se corre en la carita y boca de la puta niña inglesa en medio de profundos estertores de puro éxtasis hasta que no queda una gota de esperma en sus gordos testículos.

-Thank you, my friend. Mi gustar tu rica leche –se despide la chiquilla tras la felación, dando al pastor un casto beso en la rasposa mejilla.