Cogiendose a una borracha

Una amiga del colegio se emborracho tanto que me la pude coger sin que ella se diera cuenta.

Después de mi primera y fantástica experiencia con Angélica, seguí teniendo encuentros con ella con los cuales desarrollé mis habilidades y movimientos. Las primeras veces que lo hicimos era aprovechando que su esposo no estuviera, o que no hubiera nadie en mi casa y ella salía rápido de la oficina y terminábamos echándonos "un rapidín" antes que alguien llegara.

Con el tiempo yo empecé a salir más con mis amigos, ir a fiestas y a conocer más niñas de mi edad; a veces en esas salidas terminaba planeando algo con Angélica para tener sexo, llego un momento en que lo hacíamos en cualquier lugar.

El caso es que después de un tiempo me aburrí de tener sexo con ella, pues la veía vieja y acabada, mientras esas niñas de mi edad estaban mucho mejor, sus pieles suaves, sus cuerpos firmes, sus caras tiernas, etc. Cumplí 16 años y me la pasaba en fiestas con mis amigos y amigas, los deseos sexuales tanto míos como de mis amigos y nuestras ganas de cogernos a varias de nuestras amigas nos llevaron a planear un evento en el que todos tuvieran oportunidad de tener sexo con estas niñas.

Y así llego la fiesta de cumpleaños de Gabriel, uno de mis amigos quien dijo que en su casa podríamos hacer una buena fiesta ya que sus papas eran bastante despreocupados, además como su casa era grande, había varios lugares buenos para tener sexo, lo que hacia falta era invitar a las niñas y tratar de emborracharlas para hacerles de todo.

En el colegio rápidamente se aviso a varias de las niñas de nuestro curso y otras del curso anterior, todo estaba preparado. Gabriel, Nicolás (otro amigo) y yo, fuimos con mi hermano a comprar el trago (pues todos éramos menores de edad y mi hermano era el cómplice perfecto para comprarnos el trago), decidimos comprar tequila ya que la voz de las experiencia (mi hermano) nos dijo que era buen trago para que las niñas se enloquecieran un poco, además es rico y por esto no lo rechazarían. Después nos fuimos a casa de Gabriel a esperar a la gente. Todo estaba listo, ese día, un lluvioso Viernes, no daba muy buen presagio de nuestro éxito.

El cielo de Bogotá estaba gris, caían finas gotas de lluvia, que alcanzaban a mantener bastante mojado el asfalto. "A este paso ninguna de esas viejas va a ir" dijo Nicolás con voz de resignación, "No sea pesimista, Nicolás, esas viejas no me pueden quedar mal" le dijo Gabriel. "Destapemos una botella y esperemos a ver, no nos queda de otra" les dije yo. Nos tomamos apenas unos dos tragos cada uno, cuando llego el primer grupo de gente: tres amigos y dos niñas del colegio; la cosa empezaba a pintar bien. Al cabo rato llego más gente y así, hasta que todos los invitados (y unos colados) estaban ahí. La niña que tenía entre ojos yo, se llama Diana, tenía por ese tiempo 15 años, era morenita, de pelo negro y liso, ojos cafés y una boca muy sensual. Tenía unas tetas pequeñas, pero firmes, lo que mas me gustaba de ella, era su culo. Lo tenía firme y paradito, algo muy diferente a lo que había probado con Angélica, este si era el propio culo de niña adolescente. Diana tenia novio (que según mis sospechas se la había comido ya), pero hacia unas dos semanas habían terminado por lo que Diana no andaba muy bien de ánimos. Desde que inicio la fiesta empecé a darle tequila, ella al principio rechazaba los tragos, pero después mientras el ambiente subía ella los recibía y se los tomaba. Bailamos bastante y tomamos mas, la temperatura iba subiendo, ya empezábamos a sudar bailando entre la demás gente y tomando tequila.

En un momento me sentí mareado, entonces disimuladamente empecé a suspender el trago y note que ella también estaba algo mareada, por lo que seguí dándole tequila y dándole tequila. A veces ella me pedía que me tomara un trago por ella, a lo que yo aceptaba para no despertar sus sospechas. Cuando era bastante tarde ya, habían varias personas borrachas, unas se quedaron dormidas en la sala de la casa, había alguien en el baño vomitando pero no pude identificar de quien se trataba, otras se fueron a dormir al cuarto de huéspedes de la casa de Gabriel. Nicolás andaba con Cristina, una linda rubiecita amiga de nosotros, estaban besándose en una esquina de la sala. No identifique donde estaba Gabriel, así que supuse que estaba con Laura, la niña con que lo había visto mas temprano, seguramente andaba festejando su cumpleaños en algún lugar de la casa.

Diana estaba bastante borracha y me abraso, yo la abrasé y la bese, ella me correspondió el beso muy bien, le baje la mano al culo y vi que no opuso resistencia. Supe que era el momento perfecto, tenía que buscar el lugar para tirarme a Diana. Después de manosear y besar bastante a Diana, se me ocurrió el lugar, el garaje, así que me dirigí con ella a ese sitio. Al llegar note que estaba la camioneta del papa de Gabriel, una Toyota Hilux bastante bonita, quedo como anillo al dedo, me monte con Diana en la parte de atrás. Ella trato de reaccionar y me pregunto "Que hacemos aquí?", yo la persuadí diciéndole "Quería mostrarte la casa de Gabriel, además mira que me traje una botella para los dos solitos" ella sonrió, y yo le di otro trago. Ella se lo tomo, y cayó como dormida en mis brazos. Yo ya estaba bastante arrecho, mi idea desde un comienzo no era comérmela dormida, así que trate de despertarla, ella apenas me miro, así que la empecé a besar, ella se dejo, le empecé a besar el cuello mientras trataba de quitarle su blusita.

Cuando se la quite pude ver sus pequeños senos bajo el sostén, baje un lado de sus sostén y empecé a chuparle la teta. No podía ver bien por la oscuridad, por lo que la tocaba y acariciaba bastante, tenia un cuerpecito muy rico, le quite el pantalón suavemente como tratando de evitar un sobresalto de ella. Cuando tenia el pantalón en las rodillas, me di cuenta que se había quedado dormida. Me moleste por eso, pero ya para que, verga parada no respeta pinta, así que le termine de quitar el pantalón dejándola en su diminuta tanga. La toque bastante por encima de estas, luego acaricie su cuquita por debajo. Le seguía chupando las tetas, y empecé a meterle un dedito por la cuquita y la sentí algo húmeda, apenas para penetrarla. Así que le quite su tanga, me baje mi pantalón y mis boxers, dejando mi pene fuera de su jaula. Lo puse en su boca, pero esta niña estaba profunda ni siquiera se daba cuenta de lo que ocurría, me daba risa, pero me excitaba esta idea, pues sabia que le haría lo que quisiera y ella ni se daría cuenta.

No me resistí las ganas, así que me subí el pantalón y fui por la cámara fotográfica que estaba en la sala, regrese y entonces le tome fotos a Diana con mi verga en su cara, con mis pelotas sobre sus cachetes, con mi pene en sus sensuales labios, y claro le tome un par de fotos a sus tetas y una a su cuquita. Le abrí las piernas y me ubique para penetrarla, lo hice suavemente y vi que ella respiro profundo (de esos movimientos que hacen las personas cuando están dormidas) y se movió un poco. Mi corazón salto con mucha fuerza, pues a pesar de todo y la borrachera, me aterraba la idea que Diana se despertara y se encontrara con esta situación. Igual vi que seguía durmiendo, así que seguí con lo mío, la penetre suavemente y finalmente mi pene reposo en lo profundo de su húmeda y caliente cuquita. Comprobé que no era virgen.

Tome la cámara nuevamente y le tome una foto a mi pene clavado en su cuquita, y deje la cámara a un lado. La clavé suavemente con movimientos rítmicos, mientras le besaba el cuello. Su cuquita me pareció exageradamente apetecible, pues a diferencia de la de Angélica, esta era apretadita además tocaba su culo y este era firme y paradito. Las nalguitas de Diana me tenían loco en ese momento, así que le di vuelta suavemente evitando que se diera un golpe, la coloque boca abajo, doble mi pantalón y el suyo y los puse bajo su ingle, así su culito quedo mas parado y su cuquita lista a ser penetrada desde atrás. Empecé a hacerlo, y realmente era una sensación del otro mundo, así que empecé a moverme esta vez con fuerza, entonces sonó la alarma del carro, no se porque fui tan imbecil de no caer en cuenta de esto.

Me empecé a pintar la escena en mi mente, Diana dormida desnuda y yo clavándomela mientras todos entraban al garaje y me veían en esa situación. Tenia que hacer algo al respecto, así que me recosté completamente sobre ella y me hice el dormido (era mejor que nos encontraran así, a que me encontraran a mi despierto). La alarma dejo de sonar y nadie llego. Así que empecé otra vez mis movimientos, pero ahora muy suavemente y con mucho cuidado. La tuve así por varios minutos, hasta que me iba a venir. Saque mi pene y derrame mi leche sobre las nalgas y la espalda de Diana. Tome la cámara y le tome otra foto con mi verga llena de semen al igual que sus nalgas y su espalda, luego la limpié. Me dio mucha risa todo lo que había sucedido (estaba bien borracho), entonces me puse la ropa con cuidado y la vestí a ella de igual forma. Vi que restaban 4 fotos más en la cámara y se las tome al techo, saque el rollo y lo guarde en el bolsillo de mi chaqueta, esa era la única evidencia de lo ocurrido. Tome a Diana entre mis brazos y me quede dormido.

Cuando desperté estaban despertando a Diana pues sus padres habían llegado a buscarla, ella reaccionó muy poco y toco llevarla al carro de sus padres casi cargada. Yo llame a mi casa y avise que me quedaría a dormir en casa de mi amigo. Al día siguiente me fui temprano a mi casa, guardando aun la evidencia. El Lunes cuando volvimos a clase, Diana se me acercó y me dio las gracias por haberla cuidado mientras estaba borracha, a mi medio mucha risa pero obviamente actué como si nada hubiera pasado y nos abrazamos, "Ay Dianita, si supieras lo rico que la pase" me decía a mi mismo. Todavía conservo las fotos, eso si bien escondidas, donde solo yo las puedo encontrar.