Cogiendome a los demás maestros
Ya saben, siempre me gusta cogerme a los maestros que me imparten "clasesitas".
Bueno, como ustedes sabrán, a mi siempre me ha gustado cojerme a los profesores, no importa si es en la misma universidad o en la casa de alguno de ellos, pero me excita demasiado cojer con ellos, con esas personas tan inteligentes.
Bueno, pues resulta que acababa de entrar a la universidad y como es típico, el primer día llegan los maestros presentandose y todo ese embrollo, algo que no es tán divertido. Después de una aburrida clase de antropología entro un maestro muy guapo, jóven, con personalidad, con algunos 25 años a lo mucho y muy interesante. Impartiría la clase de Historia y no comenzó a presentarse ante nosotros.
Se llamaba Armando, odiaba la indisciplina y la inpuntualidad, y un montón de cosas más que no quería que hiciésemos en clase.
Llegó la hora de terminar la clase y pasó asistencia, como no conocía a nadie del salón al momento de decir los nombres miraba a ver quién era el o la susodicha. Al decirme a mí se quedó mirando unos segundos, pero nada fuera de lo normal.
Pasaron los meses y comenzé a tener una amistad con él, eramos amigos y a la vez maestro y alumna, nos llevabamos muy bien y en nuestro tiempo libre platicabamos de muchas cosas. Al parecer el se sentía agusto conmigo... y yo con él.
Recuerdo que algunas ocaciones el me decía que como era posible que una chica tan bonita como yo no tuviese novio, que cualquier chico estaría deseoso de besar esos labios rosas y carnosos... pero nada fuera de ahí.
Yo comenzé a verlo como algo más que un amigo o maestro, me excitaba el hecho de saber que era mi maestro y que meterme con él sería algo muy peligroso para ambos, pero que mas daba, si lo había hecho antes con más profesores porqué con él no??...
Cada vez que nos veíamos nos mirabamos de forma diferente, un tanto coqueta, a él tambien parecía excitarle.
Llegó el momento en el que decidí que iba a acostarme con él, fuése como fuése yo estaría en la cama de algún hotel con él a mi lado, desnudos después de haber hecho el amor durante horas, y comenzé a planear alguna forma de hacerlo caer.
Planée pedirle asesorias sobre su materia, pues había algunos temas que no entendía muy bien (algo que era completamente falso, su materia era de lo más fácil) y quería que me los explicáse. Y así lo hize.
Se lo dije y estuvo de acuerdo. Parecía que él tambien quería portarse mal un día de estos... y sobre todo con una alumna. Le pregunté si podían ser en mi casa, para que no tuviésemos inconvenientes del horario en la universidad y dijo que estaba perfecto, que el estaría allí. Fijamos la hora y la fecha y nos fuímos felizes.
Llegó el día de las "asesorías" y comenzé a arreglar todo, mis padres no estarían en casa por sus trabajos y como no tengo hermanos, todo estuvo perfecto. Decidí que las "clases" fuéran en el estudio, para ser un poco meno obvia y después de eso me metí a bañar.
Debajo de la regadera me imaginaba a él sobre mí, haciéndome el amor como núnca me lo habían hecho, gimiendo los dos y teniendo magníficos orgasmos, no pude contenerme y debajo de la regadera comenzé a tocarme la rajita, me masturbé algun rato y cuando acabé terminé de ducharme y me salí a mi recámara a cambiarme.
Decidí usar una blusa de tirantes blanca y con un escote, sin brassier y con una tanga rosa, co un pantalón entalladizimo color negro. Me terminé de alistar y seguí preparando el estudio. Después de un rato llegó y en lo primero que se enfocó fué en mis pezones, que estaba erectos, pues con la blusa blanca y sin el brassiere se notaba muchísimo. Pareció excitarse pero no dijo nada.
Nos sentamos a platicar y despues de un rato me dijo que era hora de empezar, que teníamos que estudiar.
Llegamos al estudio y él se sentó enfrente de mí, en un sillón. En algunas ocaciones yo me agachaba para ver a donde iba su mirada, y claro, iba a mi escote.
Despues de un rato comenzé a excitarme, me encantaba la idea de hacer el amor con ese hombre tan interesante!!!
Dije que tenía calor y que no estaría nada mal prender el aire, y cuando dije esto me quité la blusa, quedando con mis chiches al aire libre, él se quedó estupefacto cuando hize eso, pero no dijo nada y solo fué hacía mí y me besó.
Comenzamos un jugueteo y nos besabamos salvajemente, metía su lengua hasta mi garganta, me acariciaba los pechos, me tocaba la rajita por encima del pantalón, me hacía de todo.
Me dijo que quería desnudarme y me comenzó a quitar la ropa, dejándome solo en tanga, me besaba el cuello, la boca, los pechos, el estómago, los muslos... y me quitó la tanga, dejandome desnuda.
Comenzó a chuparme la concha con una lengua muy hábil, nadie había hecho esas maravillas con la lengua en mi conejito!!!! sabía hacerlo bien, al parecer tenía experiencia... no pude evitarlo y me corrí, inundándole de mis jugos la boca, pero el no desperdició nada...
Despues lo desvestí yo y quedó desnudo, tenía un pene grande, de algunos 25 cm. le dije que lo único que quería era que me metiera esa vergota en mi conchita... lo acomodé en la entrada de mi vagina y me la metió de una manera salvaje, se movía riquísimo , sentía ese enorme pedazo de carne en mis entrañas, me encantaba la manera de moverse. Me cansé de estar así y le dije que era hora de que el tuviera algo. Le agarre la vergota y comenzé a chuparsela, sentía como iba entrando en mi boca hasta casi llegar a mi garganta, le chupaba el glande, jugaba con sus bolas, le lamía el palo una y otra vez, no me cansaba de hacerlo!!!
El eyaculó en mi boca y no desperdicié nada, sabía riquísimo su semen, pero su falo seguía parado, con ganas de recibir más.
Lo senté en el sillón donde estaba antes y me senté arriba de esa vergota, la metí en mi vagina y comenzé a cabalgar... me chuapaba las chices, jugaba con mi clítoris, me besaba el cuello, se movía riquísimo, si que sabía hacerlo.
Estuvimos cogiendo un buen rato, me la metió de mil posiciones y finalmente nos corrimos los dos, y nos quedamos allí, en el sillón esperando segir cogiendo, su pene se volvió a parar y otra vez me la empezó a meter una y otra vez, me la metía riquísimo, sentía como chocaban sus bolas en mis nalgas, la tenía riquísima.
Despues encarcelé su pene entre mis chiches y decía que era lo mejro del mundo, que nunca pararaaaaa.
Cogimos un rato más... más y más.
DEspues terminamos de coger y me dijo que era la mejor alumna y que no desperdiciaria darme clases.
Estuvimos viéndonos para coger en mi casa y seguimos haciéndolo.
Si no les gustó mi relato no me importa, es la realidad y lo escribo para revivir esa experiencia.
Bueno, me voy a masturbar.