Cogiendo en el baño de damas
Un orgasmo es tan delicioso que nunca le digo no, así sea en un baño público Confieso que me dejé amar más por las ganas que por el amor. Lo haría de nuevo mil veces.
Las relaciones lésbicas son a veces idealizadas, pareciera que son excluyentes o enfermizas, pero no es así. Simplemente es la búsqueda del placer. Lo aprendí muy bien en un delicioso encuentro sexual con una estudiante de mi cátedra de literatura… Dictaba algunas clases en el laboratorio de informática en el tercer piso, tenía un grupo de estudiantes jóvenes, alegres, amables y cercanas conmigo. Había una estudiante que permanecía mucho tiempo “por ahí”, así que conversábamos, almorzábamos, la acercaba en mi vehículo a la parada del bus, etc. Ocurrían cosas, me miraba mucho, me abrazaba mucho, me daba besitos… me impregnaba la ropa con su Be de Calvin Klein, me escribía en las noches… me dejaba notas en los libros, en los exámenes, se empezó a vestir diferente, sus camisas mostraban su ropa interior, sus pantalones ajustados mostraban su lindo trasero… me invitaba para todos lados… insistía… un día fuimos a una fiesta prom. Presentí que ese día pasaría algo, que se atrevería, yo no tenía claro que sería, así que me vestí informal, una linda lencería… realmente confieso estaba ansiosa.
Ese día bebimos vodka, bailamos un poco, ella se acercó mucho… me acariciaba, hasta que me dijo vamos al baño.
En el baño estaba pasando muchas cosas… habían chicas, besándose, fumando, etc. Caminamos hasta el final, y me besó, se sintió increíble, una piel muy suave, el sabor de sus labios era muy dulce, su lengua traviesa, sentí tan sincero su beso como nunca antes. Me acarició, cerró la puerta del baño, me quitó la blusa, el brasier mientras me besaba, tomó mis pezones y los apretó ahh! Me hizo temblar todo el cuerpo, me sentí insegura, no sabía si hacer lo mismo, así que, le quité la franela, la pegué contra la pared y le besé sus senos, muy hermosos, firmes, dulces, ella se apretó junto a mí y se rozaban nuestros cuerpos…gemíamos tan rico… pasó a subirme la falda, y me apartó un poco el pantie para exponer mi sexo, empezó a masturbarme mientras me besaba, pensé que moriría de placer ahí… me dejé amar, me decía te amo, fue lo máximo, me quitó la pantie y empezó a darme sexo oral, tenía un piercing en su lengua que hace maravillas… me vine en su boca ufff! Pensé que ya habíamos terminado, pero no. Me dijo, ahora vengo yo. Quiero frotarme contigo, entonces se quitó la ropa, yo le acaricié el clítoris, estaba súper húmeda, subí mi pierna sobre la taza y ella empezó a frotar su clítoris con el mío, fue muy rico, disfrutamos tanto, hasta que nos vinimos juntas. Fue toda una experiencia religiosa. Esa noche lo hicimos cuatro veces. Al día siguiente pasamos 6 horas haciéndolo en su cama, mientras su mami nos hacía el almuerzo…