Cogiendo con mi vecino 1

Recién cambiada de apartamento, llegó la pandemia, la esposa de un vecino quedo atrapada en Europa, mientras ella esperaba el regreso, nosotros cogíamos, una vez llegó mi vecino decidió seguir dándome, hoy le comento el polvo de esta mañana.

Escuche que la puerta del apartamento se cerraba, escuche sus pasos, la observe desde una de las ventanas, como siempre salía temprano para el trabajo. Como todos los días iba muy elegante, con su pelo suelto y sus tacones que sonaban en la escalera.  Sentí ansiedad, pronto su mariado tocaría a mi puerta y nuevamente cogeríamos.

Viven al frente de mi apartamento, llegue a este lugar a finales del 2019, meses despúes comenzaría la pandemia, varias veces nos cruzamos en los parqueaderos. Despúes ella viajó a Europa iba de visita donde una hermana, su regreso se retraso por el cierre de frontera y esa demora  me permitió comenzar a coger con su esposo.

Poco antes de su regreso él decidió terminar la  aventura, pero como todos los hombres regresó y decidí aceptar este juego clandestino....

Minutos después recibo su mensaje, entreabro la puerta de mi apartamento, vivo en un 3 piso, él sale del suyo, cierra la puerta con cierto sigilo y entra en mi casa... no he cerrdo mi puerta y sus manos estan en mi cuerpo, me acaricia las nalgas y soba mis senos, me giro y nos besamos...

Me lleva hacia el cuarto, en el camino me va desnudando, me sigue besando y Chupa mis teticas... lo siento arrecho, con ganas de cogerme.  Me siento en la cama y bajo su ropa deportiva, su  pene salta ante mis ojos, él aprovecha y se quita su camiseta.... Esta dura, muy dura, ya me puede penetrar, pero quiero chuparsela, quiero mamarle esa verga, acabarla de alistar para que me clave.

Comencé a lamerla, primero su glande, despues el tronco, él acariciaba mi pelo... una vez la tuve humeda comence a chupar la cabeza de esa gran verga,  sus caricias seguían en mi pelo, sentía sus manos anciosas, quería que me la tragara, eso hice, la lleve hasta el fondo de la garganta, no una vez sino varias.  Él seguía con sus caricias...

Me puse de pie y nos besamos, nuestras lenguas se encontraron... le pregunte si le había gustado, me dijo que sí, le pregunte que si la esposa se la habia mamado  ese fin de semana, me beso con más fuerza, sus manos apretaron mi cola, me dijo estoy deslechado, pero que estaba loco por metermela. Mis manos recorrían su espalda, su pene  palapitaba contra mi piel, buscaba una grieta para entrar.

Me giro y me puso en cuatro sobre mi cama, acomode el cuerpo para que me penetrara, sentí como acomodaba su pene en la entrada de la vágina y enseguida me ensarto su larga, gruesa y cabezona verga, la dejó ir hasta el fondo. Silencie mi gemido con la almohada.

Enseguida me tomo por las cadera y comenzó a verguiarme, un mete saca intenso, me metía la verga sin piedad, al fondo y la sacaba rápido para volver a ensartarla de nuevo. No hablaba, estaba concentrado, estaba deslechado y quería darme duro y fuerte para acelerar su orgasmo.

Nuestros encuentros mañaneros eran así, clandestinos, rápidos, dependían de sus horarios de oficina, de su trabajo virtual, de las agendas de su esposa. Antes cuando ella estaba esperando su regreso de Europa, teníamos tiempo para coger noches enteras, mañanas completas, finales de la tarde. Desde que regresó y decidió seguir comiéndome todo era distinto, solo cambiaba la rutina cuando ella estaba de viaje y podíamos quedarnos juntos o vernos en moteles.

Mi plan era otro, no quería dejar escapar mi presa tan fácil, quería disfrutar del chimbo delicioso que me estaba comiendo, lo mire y le dije que parara, su verga erecta salió de mi coño, me pare de la cama y lo senté, después me senté en su verga y lo puse a mamar mis tetas. comencé a moverme muy lento y a dejarme caer con fuerza en su pene, así llegó mi primer orgasmo.

Lo cabalgué un rato más, mi ritmo se fue incrementando, al final saltaba y rebotaba sobre su polla, él me chupaba me téticas, nos besábamos y sus manos acariciaban mis glúteos, sus dedos rozaban mi culo... en medio de uno de ese toque recordé que llevaba meses sin romperme el ano. Me corrí de nuevo.

Me sentí cansada, me desempate de su verga y me acosté al borde de la cama, lo invite a clavarme, puso mis piernas sobre sus hombros y comenzó a darme sin miramiento. Su verga entraba hasta el fondo, y salía como para volver a entrar. Me dijo, con este condón puesto no soy capaz de correrme, le dije que se lo quitara, me clavo de nuevo y sentí el enorme placer de recibir un vergazo sin condón.

Le pregunte que si así si podía correrse, él me dijo que sí, le pregunte si estaba muy deslechado, me dijo que sí, le pregunte que si la perra de la esposa se la había sacado temprano antes del ir al trabajo y me dijo que sí.

Mis preguntas le ponían más dura la verga y que me daba con más ganas... le dije que quería mi leche, que sí tenía leche para su perra, tenía que tener leche para una puta como yo... no aguanto y empezó a correrse, su verga cabeceaba pero apenas se dejaba escapar semen.. el berreaba de placer.

Descanso un momento, se vistió y abrí la puerta, me fije que no hubiese moros  bajando la escalera, ante de ame beso, le dije, que mi culito estaba esperando por su polla, pero que lo quería cargado de leche.. sonrió y se fue.

caromar1985@hotmail.com