Cogiendo con mi novio mientras su papá duerme

Voy con mi novio para pasar una tarde de sexo, pero algo inesperado podría detenernos de lograrlo... o tal vez sólo solo tenemos que encontrar una nueva forma de hacerlo...

"Que día tan desastroso!"

Pensé eso mientras subía a mi auto, libre al fin de la oficina, en lo que había resultado ser un turno demasiado pesado.

Junta tras junta, errores en archivos, atrasos en producción y enterarme de la nueva fecha del inventario que coincidía con un fin de semana en el que pensaba salir de la ciudad a relajarme un poco. Simplemente perfecto!

Consideré irme directo a casa, tomar un largo baño, cenar y dejarme caer a dormir por horas, pero después de pensarlo un poco más decidí enviarle un mensaje a mi novio y pasar un rato juntos.

“Claro nena, aquí te espero. No sabes las ganas que tengo de verte ;) ” fue su respuesta, y supe de inmediato al ver el guiño que envió, que la tarde estaba a punto de mejorar, y mucho.

Mi novio tenía un departamento en proceso de remodelación, así que por el momento su hermana le había dado alojamiento en la segunda planta de su casa que era un sólo cuarto enorme que compartía con su papá, aunque la mayor parte del tiempo el señor no estaba ahí debido a sus horarios de trabajo que eran bastante irregulares.

En cuanto llegué, me recibió llenándome de besos

“Tuviste un mal día verdad?”

“Cómo lo sabes?” pregunté intrigada

“Te sientes demasiado tensa… qué te parece si te relajamos?” dijo con una sonrisa traviesa a la que no pude negarme.

Camine hasta el borde de la cama luciendo las zapatillas que él amaba verme usar y le dije “me fascina la idea… empezamos?”

Sin perder tiempo puso su mano en mi nuca y me jaló hacia él para besarme ahora con pasión y tan fuerte que un gemido escapó de mi boca.

“Te calientas tan rápido que apuesto que ya estás mojada… y en un momento voy a comprobarlo, pero primero..” jaló mi blusa para meter sus manos por debajo y empezó a desabrochar mi bra, después sacó mis tirantes uno a uno hasta deshacerse de él por completo y dejarlo caer al piso. Paso sus dedos sobre mis pezones por encima de la blusa lentamente, logrando que la tela me raspara y provocará escalofríos por todo mi cuerpo.

Se agachó para estimularlos ahora con sus dientes, tomándolos uno a la vez y dando pequeños mordiscos. Mis manos jalaban su cabello porque no sabía como contener todo el calor que eso me provocaba. Él sabía de sobra que ese punto es tan sensible que fácilmente podía tener un orgasmo si se aplicaba lo suficiente en el área, sin necesidad de nada más.

Sin dejar de trabajarme con su boca, bajó sus manos hasta mis piernas, subió mi falda y recorrió la orilla de mi ropa interior de encaje varias veces, y de pronto la deslizó hacia abajo permitiendo que cayera por si sola hasta mis tobillos. Yo muy rápidamente subí mis pies uno a uno para deshacerme por completo de la prenda.

Sentía claramente como mi cuerpo respondía intensamente a su toque, sus caricias. Mi temperatura subía, mi humedad aumentaba.

Con mi falda arriba él tenía facilidad de pasar su mano por en medio de mis piernas, abriendo mis labios despacio mientras sus boca regresaba a la mía y metía su lengua que yo chupaba sin descanso para hacerlo imaginar lo que planeaba hacer con otra parte de su cuerpo en un momento más.

Su dedo encontró el espacio indicado para entrar a mi cuerpo y cuando él estaba a punto de meterlo y yo de llegar a mi primer orgasmo, escuchamos que alguien subía las escaleras.

A la velocidad de la luz acomodé mi ropa y traté de arreglar mi cabello que ya estaba desordenado por todos nuestros movimientos, él levantó mis panties del piso y las metió atrás su almohada. Ni siquiera sé que pasó con mi sostén, creo que de alguna manera lo pateé hacia abajo de la cama.

Cuando la puerta se abrió, su papá nos encontró muy casuales, sentados en el sofá viendo la tele (sin que ninguno supiera en realidad qué programa era), aunque con respiraciones un tanto rápidas y yo llena de frustración por haber sido detenida en tan mal momento.

"Hola chicos, perdón hijo, no sabía que tu novia estaba aquí. Vengo a tomar una siesta porque me toca doblar turno. Pero no se preocupen, pueden seguir en lo que estaban. Les aseguro que estoy tan cansado que ni siquiera escucharé.”

Y sin decir más se tiró en su cama y no pasaron ni 5 min cuando empezamos a oír sus ronquidos.

“Wow, si que tenía razón!" dije yo en voz queda, recargándome en mi novio y resignándome a que no habría manera de obtener la relajación prometida.

“Te quedaste con ganas, verdad?” me dijo sonriendo

“Obviamente!, pero está bien. Será en otro momento”

“O…” dijo mientras jalaba una frazada para taparnos “podemos encontrar otras maneras…”

“Estás loco!!! tu papá esta ahí!!” exclamé mientras mis ojos se abrían al escuchar lo que me proponía

“Él dijo que siguiéramos en lo que estábamos… yo soy muy obediente con él, y tú eres muy obediente conmigo, así que abre las piernas. Mi dedo sigue listo para continuar” me ordenó firmemente mientras tomaba mi rostro y lo volteaba para verme directo a los ojos

Yo conocía de sobra su lado mandón y sabía que era totalmente en serio su propuesta, y aparentemente mi cuerpo también lo sabía, porque en una reacción rápida regresó justo al punto donde nos habíamos quedado, totalmente listo para el siguiente paso, así que sosteniéndole la mirada hice lo que me decía y pude sentir claramente como su dedo se introducía en mí.

Ahogué un gemido provocado por el placer de sentirlo explorar mi cueva y tuve que morderme los labios cuando lo sacó para rápidamente volver a meterlo ahora acompañado de otro más.

Veía su sonrisa maliciosa, disfrutando el espectáculo que le daba, totalmente excitada, mordiéndome los labios, respirando entrecortadamente y no aguanté más, el orgasmo me llegó de repente y fuerte.

“Necesito que me lo metas…. tu pene… lo quiero dentro de mi, por favor” supliqué

“Bien, pero aquí, sin salir del cuarto, quiero que te atrevas. Piensa en lo caliente que es la situación, imagina si nos descubrieran cogiendo…. te gusta la idea mi amor?”

Y perdí la cordura por completo, me importó un diablo si estábamos acompañados. En ese momento lo hubiera hecho aun con cien ojos mirándonos!

Le bajé los pantalones y al darme cuenta que no había nada mas debajo, simplemente subí mi falda y me monté sobre él permitiendo que me llenara por completo.

Volví a inundarme de placer sólo de sentirlo dentro, y empecé a moverme de arriba a abajo dando pequeños suspiros y gemidos en su oreja. Él a su vez empezó a susurrarme un montón de cosas sucias que considerando el momento, me prendía aún más.

“Así pequeña, muévete más. Siente como se te encaja hasta adentro. Eres una niña muy sucia. De seguro estás imaginando que mi papá se despierta y te ve cogiendo con su hijo, demostrándole que eres una caliente de primera, verdad?. Te apuesto que me envidiaría por ver lo deliciosa que luces ahora, pero recuerda que eres sólo mía. Puedes provocar a quien tú quieras, mientras sólo pueda metértelo yo” dijo con voz ronca mientras me daba una fuerte nalgada sin importarle si el ruido se escuchaba por todo el cuarto.

Sólo de oír todas esas cosas tuve un orgasmo más, y otros más cuando hábilmente desabrochó mi blusa y comenzó a comerse mis pechos, lamiéndolos como si fueran un helado; mordiendo y jalando los pezones para después volver a chuparlos. El placer ya era incontrolable y empecé a moverme más y más rápido hasta q pronto sentí una explosión dentro de mí y un chorro caliente tan abundante que empezó a desbordarse a pesar de que él seguía insertado en mi vagina.

Le dí un beso larguísimo y al final me levanté muy despacio ahora si escurriendo hasta las piernas de semen.

Con mi dedos limpié ese delicioso líquido y los llevé a mi boca para chuparlos mientras ponía la mirada mas inocente que podía.

“Esa ha sido una manera de relajarme muy diferente… y buena… pero ya tengo que irme” le dije acomodando mi falda, abrochando y metiendo mi blusa y peinando un poco mi lacio cabello con mis mojados dedos.

“Y tú ropa interior? Olvidas que no llevas nada debajo de eso?” me dijo socarronamente

“Para nada. Pero guárdala, me la das otro día. Por mientas, piensa en que me mandas a casa sin panties, sin bra y llena de ti” terminé de decir tomando mi bolso y llegando a la puerta, desde donde volteé para guiñarle un ojo y salir del cuarto dejándolo con una sonrisa y la mirada encendida