Cogiendo con Lulu
Era casado heterosexual,y bien macho pero el mas gay de aquella oficina, le hizo conocer placeres que ni había imaginado.
COGIENDO CON LULU
En esa empresa tan homofóbica , tan conservadora y prejuiciosa todos sabían si alguien era puto, o quien era lesbiana, o si no lo sabían, lo sospechaban y hablaban por atrás. Ese se la come doblada o aquella es mas tortillera que la Navratilova decían. Yo en mi condición de heterosexual casado y con hijos , siempre creía que me salvaba de las habladurías, y lo mismo les pasaría a otros casados y divorciados, o solteros con novia o reconocidos como bien machitos, pero ahora que lo pienso, si los porcentajes de ciertos estudios son ciertos, en ese lugar había muchos mas gays de lo que se imaginaban muchos. Mirando para atrás pienso por ejemplo en el gerente de marking que se hacía los claritos en su cabello y pasaba por mujeriego, aquel gerente de Finanzas con sus muchas pipas y su loca pasión por María Callas, o aquel ingeniero, padre de nueve hijos que caminaba moviendo el culo al estilo "para mi para vos , para ninguno de los dos".. Quizás aquel vendedor al que llamaban "only one" porque le habían extirpado un huevo que siempre comía con el mismo muchacho joven, o el médico soltero ya maduro, que usaba una insólita sortija de oro en su mano izquierda.
Pero si había alguien indudablemente gay , era Antonio Mario Betinotto, alias "la pequeña Lulú", un ingeniero electrónico que medáa como un metro ochenta y cinco y pesaba unos 90 kilogramos. Antonio, con los años, se habia hecho cada vez mas afeminado, plumífero , amanerado y mariconazo. Se decía que usaba maquillaje y lencería femenina como ropa interior, que levantaba machos en los baños públicos, que tenía un pasado avergonzante: había sido echado de su casa, a los 15 años porque lo habían encontrado cojiendo con un cuñado y que había sido durante años el protegido de un cura comilón y pervertido que luego procesaron por abuso de menores.
Con ese inexplicable temor de los heterosexuales por los gays abiertos y declarados yo no le daba mucha confianza, lo trataba a la distancia . Alli había que serlo y parecerlo y por lo tanto no me convenia me vieran con ese maricón declarado...... A tal punto llegaba mis prevenciones que cuando me lo encontraba en el baño, trataba de terminar lo que estaba haciendo especialmente si no había otros empleados en el baño. No se que temía , quizás que me relojeara (mirara) abiertamente la pija mientras orinaba...... A veces el me miraba al pasar y yo desviaba los ojos.......
Me ponían incómodo esas miradas, pues me daba cuenta que el estaba atraído por mi y yo me preguntaba que me veía a mi y porque le atraía. Yo no le tiraba "onda" alguna, es mas trataba de no hablarle casi salvo por razones laborales, lo que ocurría en muy contadas oportunidades.
Acaso creería que yo era un puto tapado? Acaso tenía un radar para darse cuenta cuál de aquellos machos podría terminar en sus brazos? En otra palabras por si no lo advirtieron aún, la pequeña Lulu me tenía inquieto. Yo me decía no soy puto ni lo quiero ser. Soy feliz, creo , con lo que tengo. Una mujer y dos hijos. Una casa en los suburbios, un coche ya bastante antiguo, un empleo que no me gustaba pero que pagaba mis cuentas, algunas pequeñas rentas, mi pasión por la fotografía, mi aficción por el fúbol y los rallies automovilisticos........ Quién necesitaba algo más???? Más sexo?
Y bueno si más sexo. Mi mujer me eludía permanentemente. Era bastante frígida y ya no me satisfacía.... Estaba tan obsesionada por las dietas y por mantenerse delgada que había perdido algunas de las curvas que me habían impulsado a casarme con ella..... Pensaba que una vez casada, todo su libido se liberaría pero eso no ocurríó nunca . Primero por los embarazos luego por ese enfriamiento de la pasión que viene con los años...... Lo cierto es que yo quería más y ella no me lo daba...... No es una disculpa pero si una realidad.
Vivía caliente debo reconocerlo. A mis 38 años sentía que la vida se había reído de mi, tan calentón , tan pajero de joven, tan sensual y había terminado por vivir con una mujer que no le interesaba el sexo... Estaba encerrado en un matrimonio que se resquebrajaba, en un empleo que me disgustaba , en un barrio aburrido, y nada podía hacer., salvo la paja todas las mañanas mientras me duchaba.
Un dia me di cuenta que no pensaba ya en el culo de mi mujer o en las tetas de la morocha de cuentas a pagar, o en la modelo de moda. Y aunque lo negaba, eran otros culos los que motivaban mis orgasmos, otros cuerpos, otras pieles. Eran hombres , que locura. Me estaba volviendo loco o puto??????. Eso no podía ser..... Culpaba a mi mujer por su desamor , su falta de pasión, y me negaba a aceptar que algo raro me estaba pasando.
Decidí salir con la telefonista mas joven, Amparito , que era una regalada, para probar mi virilidad intacta y casi no se me para la pija no obstante la calentura que tenía encima..... Mi desempeño sexual no fue muy bueno pues la chica no quiso verme luego de aquella tarde, donde la cogi mal y pronto...
Fui a un sauna de esos con muchas chicas bonitas o sea con unas cuantas putas bien tarifadas y ni se me paró.......... Estaba acabado, en la flor de la edad....
Y Lulú que me miraba con esos ojos grandes de vaca enamorada, esas miradas que parecían leer en mi alma las letras de mi desdicha. Lulú con sus modos delicados , sus gestos femeninos, aquellas camisas rosadas que le marcaban la barriga incipiente, y aquellos pantalones ajustados que destacaban su culo gordo y redondito... El puto me estaba calentando y yo no lo podía creer...... Me imaginaba sus tetitas rosadas y gorditas, su piel cuidada, su calor. Miraba su boca de labios gruesos y bien rojos y los imaginaba chupándome la garcha, mamándome la poronga, besándome el ganso, comiéndose mi pija vagabunda y pordiosera, tan olvidada y rechazada por mi mujer....
Y ese bulto que sus pantalones no podían ocultar. Le miraba el bulto a un maricón , adónde habia llegado , yo el macho de América, el que se había acostado con cuanta mujer se me había antojado. Me decían pija de oro, porque una vez me había cogido a la mujer del joyero del barrio...... Me decían infernal por el tamaño de mi garcha descomunal y ahora que me pasaba......
Me enjabonaba por las mañanas y mientras escuchaba música tranquila, pensaba en Lulu, en su culo redondo, en su pija gorda y chorrenando semen, en su piel suave, en su boca de puto mamándome el choto , en sus brazos recorriendo mi cuerpo huérfano de afecto y desprovisto de cariño, y hasta imaginaba esos besos ardientes , esa lengua que recorria mi boca herida, mi boca despreciada, y mi pija subía al cielo y se ponía dura como un hierro ardiente. Y ese fuego se hacía lava, se convertía en temblor , en estremecimiento, oh que pajas maravillosas y cuánta leche lamiendo los azulejos y la bañera del baño de mi hogar conyugal. Estaba loco....., pajeándome por un puto ohhh mi Dios........
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Las barreras que había puesto a la cercanía de Lulu fueron levantadas un día no se como, y me encontré comiendo con el a solas un medio dia, y riéndome como loco con sus chistes, con sus salidas de loca divertida, con su ingenio de reina sin prejuicios y esa noche terminé en su departamento tambien no sé cómo....... Fue un dejarse fluir, un dejar que las cosas ocurrieran, en no torcer el destino....
Bebimos vino y comimos algo riquísimo que ya no recuerdo y de pronto comenzamos a besarnos, y sus besos eran mejores que lo que yo había imaginado y su piel era tan suave como había soñado yo, y su lengua producía en la mía una energía eléctrica que se expandía por todo mi cuerpo, y yo no daba mas de la calentura., del deseo. Y el recorria con esa lengua ávida mi cuerpo como adorándolo, y yo acariciaba su culo redondo y suave y el me decía cosas increíbles nunca escuchadas por mi. Cuando puso mi pija entre sus labios y comenzó a lamerme la cabecita con delicadeza y sensualidad infinitas casi me vengo de la desesperación , pero se la fue metiendo en su boca hasta su garganta y senti sus chupadas fuertes y dulces como nunca imaginé que podría sentir, ay puto me volves loco gritaba y el seguía succionando hasta que el hurucán de mi orgasmo le llenó la boca de mi leche mal guardada y hecha crema de tanto reprimir mi deseo.......Y luego, cuando se la metí en el culo cogimos por horas y nos dijimos tantas cosas, tantas ternezas que me sonaban tan mariconas y calientes que me daban mas calentura y vergüenza en esa contradicción de mi cuerpo que se hundía en las entrañas calientes y quemantes de otro hombre que no ponía restricciones al camino de mi pija infamada y dura, ay mi puto lindo ay mi Lulú ............
Nos bañamos juntos bajo su ducha y el enjabonó mi cuerpo con un liquído que olía a jazmín lavanda sándalo , leche de hombre, coco, y vainilla y allí bajo el agua tibia que nos mojaba, fui dilatando mi orto virgen y sin preguntarme nada me la mandó guardar y senti su hombría hundiéndose en mi agujerito , sentí un dolor inmenso , una quemadura que se hizo incendio, se hizo terremoto de placer y dolor , y llorando de placer y locura, grité su nombre, su apelativo de guerra, su armadura de defensa, y al hacerlo sentí el chorro caliente de su leche bautizando mi culo de macho , mi orto de macho, mi agujero de macho, ay Lulú mi puto lindo....... Y seguí gimiendo hasta que el cerró las canillas y comenzó a secarme entre besos apasionados.
galansoy.
Gracias a todos que me escriben a mi mail de galansoy@hotmail.com . Me siento tan agradecido a tantos cientos de lectores...... Si este relato te ha gustado , valóralo por favor.... Necesito tu apoyo. Un abrazo argentino . g.