Cogiendo con desconocidos 2

Sigue mi aventura de un fin de semana en que recibí en mi panochita mas de 7 hombres. Hasta me pagaron por ser tan puta.

Antes que nada quiero agradecer todos los correos que he recibido, invitaciones incluso, en especial de una pareja muy linda de monterrey, me encanta leer sus correos, más aún si me mandan fotos de ustedes, cuando lo hacen respondo de igual manera. Gracias por todo y espero seguir relatando mas de mis anécdotas, todas son verídicas. :) Y ya acepté la invitación de alguien que me escribió por este y pronto podré contarles ese relato ya que fue algo lindo también y en un cine, Cinapolis !

... Continuación de Cogiendo con desconocidos 1.

Nos presentamos mientras el vehículo avanzaba, me comentó que era soltero y que trabajaba en la línea de supervisor, etc, etc.

Mme preguntó si quería escuchar música y saco un reproductor, me paso un auricular y él tomó otro, a mí siempre me ha molestado el auricular en la oreja izquierda así que me lo puse del otro lado con la consecuencia que se tuvo que acercar a mí para que el cable alcanzara para ambos.

Me preguntaba cosas triviales y yo respondía cortantemente, al ser de noche un señor de dos asientos adelante nos cayó son el típico “shhh”, me causó gracia y para no hacer tanto ruido Roberto, que así se llamaba me empezó a hablar casi en el oído izquierdo.

Él: Que tipo tan pesado no?

Yo: Mmmm aja, me había hablado soplado en mi oído, y eso me enloquece…

Él: Te gusta esa música o le cambio?

Yo: Esta bien, y en ese momento me acaricié ambos brazos en señal de frío y es que ya comenzaba a sentirse un poco.

Él: Hace frio no? Espera voy por una frazada.

Amablemente se paró por una y  la extendió sobre mí y al acomodarla rozo mis tetas, el audífono se me cayó y me lo volvía  acomodar, el aprovecho para “jalarme” hacia el con el pretexto del cable, yo me dejé y quede de espaldas a él y el abrazándome por atrás, yo esta tapada con la frazada por lo que no se veía nada.

Su boca quedo entre mi cuello y oreja, y me empezó a decir cosas lindas como estas hermosa sabias?

Yo me empezaba a poner caliente y solo pude morderme el labio y decir “aja”, el aprovecho mi sumisión para meter su mano bajo la frazada y posarla en mi vientre sobre mi delgado vestido acariciando mi ombligo, yo recargue completamente mi cabeza hacia atrás y el empezó a subir y bajar su mano por mi vientre, la subía hasta debajo de mis senos y la volvía  abajar hasta sentir mi tanga y de regreso, un vaivén delicioso.

Me encanta tu ombligo dijo en el momento en que la otra mano entraba bajo la frazada, al hacerlo tuvo que ser aplastado su antebrazo por ms tetas, ahora hizo el mismo movimiento con la otra mano, pero al moverla me sobaba la teta derecha con el antebrazo, de inmediato mis pezones respondieron, la tela del sostén me estorbaba quería que me acariciara sobre el vestido solamente, el parece que leyó mi pensamiento porque me dijo: Estorba esto no? A la vez que con sus dientes mordía la parte del tirante de mi sostén.

Me eche hacia adelante y entendió perfecto la señal, con un movimiento de un casanova quito el broche con una mano rápidamente yo saque por el frente el sostén y mis pezones duros se me marcaron en el vestido, me volví a recostar hacia él y no perdió tiempo, inmediatamente empezó a masajear mi teta derecha sobre el vestido, su boca lamia mi cuello y oreja y con su otra mano empezó a acariciarme las piernas.

Dios otra vez estaba en las nubes, sacando jugos, demasiados, el olor nuevo empezó a mezclarse con el viejo y mi tanga seguramente ya estaba empapada y mi panochita palpitando.

Subió lentamente hasta llegar a mi panochita cubierta por mi tanga, yo abrí las piernas y empezó a dedearme encima de la tanga, arriba me lamia delicioso el cuello y ya había bajado un tirante del vestido y acariciaba una de mis tetas al natural.

Por la posición en que estaba empecé a sentir su pene en mi espalda, ah que ganas tenía de que me cogiera, con mi antebrazo empecé a acariciar su paquete mientras en me dedeaba rápido y yo ya no podía más empecé a gemir despacio, gemía cada vez más, mi respiración estaba agitada.

Acomodé mi mano de tal forma que pudiera agarrar su pene sobre el pantalón y al acariciarlo me dijo con lamiditas en mi oído, “te gusta el pito eh?”, yo respondí completamente salida, “me encanta”. El desabrochó su pantalón y yo me recosté lo más que pude para que mi boca mamara ese pito que ya se me antojaba mientras el seguí con su trabajo manual en mi panochita.

Allí estaba yo, con la blusa abajo, mis tetas al aire, con 3 dedos de un desconocido dentro de mi jugosa y muy abierta cosita y mamandole toda la verga.

Me la metía completa hasta llegar a los huevos, mi saliva y sus líquidos mezclados, más el olor de mis jugos hacían del ambiente algo muy especial, algo hipnotizador, a mí siempre me ha encantado el olor a SEXO, cuando lo huelo no puedo evitar ponerme caliente y en esta situación esto me prendió más aún.

Me tomó de la cabeza con una mano y me hizo moverla sobre él, simulando que me cogía la boca, aunque en realidad eso hacía, su pene llegaba hasta mi garganta y con la lengua jugaba sobre él, la sacaba completa de mi boca y me pegaba con él en los labios, en la cara, me la pasaba por todo el rostro y yo abría la boca y sacaba la lengua para sentir ese pedazo de carne.

Por la posición en que estábamos podía yo ver parte del pasillo del camión y vi como el señor que nos había cayado antes estaba completamente volteado intentando ver algo en la oscuridad ya que seguramente había escuchado lo que pasaba, eso me excitó más aún, que alguien me vea mientras me comporto como una puta y se le antoje cogerme me fascina.

Me levante y me puse de frente al señor dándole la espalda a mi amante para que me cogiera, tomé su pene y me lo metí en la vagina mientras el aplastaba mis tetas y me mordía el cuello por atrás.

Bajo una de sus manos a mi clítoris y empezó a acariciarlo muy rico mientras yo me daba sentones en él, el señor me podía ver más de la mitad del cuerpo, me veía con el vestido en la cintura, una teta al aire y la otra siendo manoseada salvajemente por mi amante.

Estaba yo en el cielo recosté mi cabeza hacia mi amante y gemía ya bastante pero por el sonido de la película que habían puesto no se podía escuchar, la escena era bastante cachonda, el señor me veía con la luz de la tele y en un momento yo le miré directo a los ojos mordiéndome el labio. Mi amante no aguantó más y me lleno de leche la panocha, sentí como se infló su pene y empezó a sacar todo, me encanta sentir cuando se vienen en mí.

Yo no había terminado y estaba bastante caliente así que me eche hacia  adelante agarrándome del asiento para que el pudiera moverse libremente y así evitar que se le pusiera flácida. Lo entendió y me tomo de la cintura y me la metió muy rápido, muy rico, sentía como el semen que tenía ya a dentro empezaba a salir cuando entraba su pene nuevamente, me encanta el semen así que no podía desperdiciarlo y baje la mano, tomé con mis dedos lo que salía de mí y me los chupe, es un delicioso manjar producto de ser tan puta, es mi premio así que nunca los he desperdiciado, tal vez después platique quién me enseño a comérmelos, a disfrutarlos. J

De pronto llegamos a la caseta y el me seguía cogiendo muy rápido y rico pero un poco adelante la luz del camión se prendió en señal que subirían pasaje o que bajaría, me dijo me tengo que bajar pero no quiero y me seguía dando, por la ventana vi como un señor se acercaba al camión con una libreta, era compañero de él supongo y subiría al camión a contar el pasaje, así es aquí en mi país.

Cuando saludo al chofer supe que todo había terminado y me zafé de su pene, baje mi vestido y me acomodé los tirantes, mientras el rápidamente se acomodaba la ropa, en cuanto llegó el supervisor a nuestro lugar todo estaba en orden, solo el olor que seguramente era por mucho detectable, SEXO, lujuria.

Se saludaron y le dijo, “ya voy”, se voltea hacia mí y me planta un beso delicioso en la boca como presumiéndole a su compañero que yo era su novia, o faje, o amiga. Su compañero me vio con lujuria y yo me dejé querer por mi amanteJ

El compañero se fue rápidamente mientras mi amante me dijo al oído, “me das tu número, ha sido el mejor sexo de mi vida”. Busqué mi bolso, tomé un plumín que siempre cargo, me alce para poder sacar mi tanga blanca bastante olorosa y manchada de mis jugos y parte de su semen. Le apunté mi número sobre ella con un corazón y antes de dársela me aseguré que los otros empleados que estaban abajo platicando con el supervisor que había bajado (y seguramente les estaba platicando mi) la vieran, sí que vieran que le estaba dando una tanga usada con mi número a su compañero, aún recuerdo la cara que pusieron cunado me vieron contoneándola en mi mano, se codeaban unos a los otros para que voltearan a verla.

Se la entregué a mi amante y le di las gracias, siempre hay que dar las gracias cuando te dan una buena cogida, aunque yo no terminé estuvo bastante rica y fueron más de 40 minutos de cachondería.

Él se paró tomó su cartera y sacó un billete de 500 pesos y me lo dio, yo puse cara de asombro pero me dijo, es para que te compres otra tanga, WoW pensé yo aparte de darme una buena cogida me paga la tanga, esos hombres me agradan, los “responsables”. Le agradecí me paré de rodillas sobre el asiento para darle un último beso, obviamente sus compañeros veían toda la escena desde abajo y el me acarició las nalgas sobre el vestido.

Se fue y me quedé caliente, sin calzones, sin sostén, con 500 pesos y muy cansada.

Solo tomé la frazada, la tomé de almohada y me recosté sobre la ventana a esperar que el camión avanzara,  comencé a sentir como salían de nuevo restos de que alguien me acaba de coger, baje la mano, puje un poquito, y salió el líquido, lo tomé entre los dedos, lo observé, lo olí, y lo saboree.

Intenté quedarme dormida un rato, ya solo faltaba una hora para llegar a mi destino pero sentí una mano en mi hombro, me espantó ya que no había nadie atrás de mí, me volteo y veo al señor que estaba enfrente en el asiento detrás mío, veo lo que trae en la mano y es un billete de 500 pesos.

Menudo cabrón pensé, no sentí a qué hora se pasó detrás y encima ¿me ofrece dinero? Imaginé que se había pasado antes de que se fuera mi amante, es decir que pudo ver cuando le di la tanga y cuando me dio el dinero.

No sabía cómo reaccionar, pero recordemos que estaba caliente y una mujer caliente al igual que un hombre no piensa, solamente quiere sexo así que tomé el billete, lo guarde en mi bolso y me pase a su asiento.

Él ya estaba listo, tenía el pito de fuera y se la estaba jalando, WoW, era enorme,  por fin creo que podré venirme,  pensé.

Me senté a su lado y le pregunte ¿qué quieres?, no contestó solo me tomó de la cabeza y me jalo para mamar su pene, Dios mío, era enorme, muy ancho y largo, lo sentía delicioso, llegaba muy al fondo de mi garganta, hasta me hizo atragantarme un poco.

Se le empecé a mamar muy rico mientras él me dedeaba, el gemía en señal de extrema excitación y yo me puse más caliente aún, comencé a escurrir fluidos, míos y de mi amante anterior y el los tomó entre sus dedos y me los embarro en mi culito, me metía cuidadosamente la mitad del dedo en mi culo mientras otros tres en mi panocha.

Tenía en verdad una verga muy rica y no aguanté más, me paré y me monté sobre él, no tenía calzones así que solamente alcé mi vestido y me ensarté en el de frente a él, podía lamer mis tetas y nalguearme a placer, me movía muy rápidamente ya que esta vez quería terminar yo ya que no lo había hecho la vez anterior y estaba muy caliente.

El me jalaba hacía el mientras yo hacía en la medida de lo posible movimientos de pelvis para sentir su pene más adentro, el me metió un dedo completo en el culo, completito, eso me excitó más y empecé a venirme delicioso me contonee como una puta, gemí bastante, no me importó si me escuchaban, me alce sosteniéndome con mis rodillas en los asientos para dejarlo moverse el ya que yo estaba en un orgasmo total.

El seguía cogiéndome, sentía su dedo en mi culo y mi vagina llena, las mujeres que han estado con un hombre con un buen instrumento saben a qué me refiero, sientes como tu vagina esta estirada y sientes el pene adentro, que te llena.

Mmmmm, ahhh, mmmmm, papi, si…. Mmmmmmm, ahhhhh, cógeme, dame más, papi ……

Tenía muy buen aguante, terminé de venirme y el seguía igual que al inicio, duro y grande, me mordía las tetas, muy fuerte, incluso me dejo marcas, eso me excitó de nuevo, no hay nada más delicioso que venirte varias veces sobre una verga.

Puso ambas manos en mis nalgas y con sus dos dedos medios en mi culo, me lo abrió bastante y yo estaba salida de nuevo, me movía sobre él, y le pedía más.

El jalaba los jugos de mi panocha para lubricar mi culo y me metía los dedos muy rico, me lamía el oído y mientras me dijo, “te quiero coger por atrás”, yo seguía con el movimiento de caderas sobre él y por un momento pensé en decirle que no debido a su tamaño, pero recordé que no muy a menudo encuentro un instrumento come el de él así que no me hice del rogar J

Me zafé de él, sentí como me dejaba un hoyo en la vagina señal de que me metieron una buena verga.

Volteé al pasillo para ver si nadie venía y me pase al siguiente asiento, de al lado después del pasillo, puse mis rodillas sobre el asiento, me quite el vestido y alce mi culo, él se paró y quedó la mitad de su cuerpo en el pasillo, comenzó por poner su cabeza en mi ano, yo apreté fuerte los dientes pes sabía que me dolería bastante, metió su cabeza completa mientras su mano hacía círculos en mi clítoris, empezó a moverse lentamente, tenía experiencia el señor, se lo agradecí bastante, se movía despacio para que mi ano se acostumbrara a su pene.

Era enorme sentía que me partían a la mitad, pero me gustaba, ya había metido la mitad y empezó a moverse de atrás hacia a delante, uyyy, era delicioso, me estaba partiendo el culo, comenzó a dedearme por el frente, sentir dos penes al mismo tiempo siempre ha sido lo máximo para mí, y esto se comparaba por el tamaño de lo que me metía atrás.

Me dolía bastante pero el placer era mayor, me estuvo dando un buen rato, jalo mis brazos hacia atrás y me jalaba hacia el ayudándose de ellos, me sentía toda una puta cogiendo con un señor que me había pagado por metérmela. El placer llegó al máximo en mí, me empecé a venir de nuevo, él lo notó y aceleró sus embestidas, y me comenzó a nalguear, mmmmm, quería que me nalgueara fuerte pero por el lugar no podía hacerlo tan fuerte, se recostó en mi espalda, quedé aprisionada con su peso encima de mí y el asiento del camión, su aliento en mi oído, su respiración y sus palabras ayudaron a que tuviera un orgasmo delicioso.

Eres una puta, ¿te encanta la verga verdad? Te vistes como puta, eres una perra, andas buscando quien te lo meta, ¿me puedo venir en ti?

Ya me había yo venido 2 veces con él se merecía lo que quisiera así que le dije: “donde quieras”.

Me la sacó de golpe dejando entrar aire a mi colita, yo seguía en mi orgasmo y estaba totalmente entregada a la lujuria. Se la empezó a jalar para terminar y yo me voltee abriendo las piernas y acariciándome el clítoris y las tetas.

Empezó a venirse, derramando una enorme cantidad de lechita cobre mi cuerpo, cayó el primer chorro en mi panocha y vientre, el segundo en mis tetas, el tercero en la cara, yo tomaba su semen y me lo embarraba en todo el cuerpo, me sentía una puta completa.

Me jaló hacia él y me la metió en la panocha, sentí como aún salían dos chorros de semen adentro de mí, me cargó y se sentó conmigo encima, yo caí rendida en él.

Me había dado una cogida excelente, tomé la lechita que resbalaba por mi cuerpo con mis dedos y los lamí, mi panocha palpitaba y apretaba su pena aún duro pero comenzaba a ponerse flácido.

Uffff, nos quedamos algo así como 5 minutos y empecé a ver que estábamos llegando al pueblo, se veían casas y las lámparas de la calle alumbraban al pasar el camión junto a ellas, me paré y sentí como escurrí semen, bastante sobre él, no podía dejarlo pasar así que se lo lamí un poquito, limpiándolo de los restos de semen, me los tragaba, lo que cayó en sus piernas lo lamí, le dejé limpio, muy limpio el pene, busqué mi vestido y me lo puse mientras él se vestía también.

Estaba sudando bastante super acalorada así que cogí una botella de agua en mi bolso, él me dijo que era una excelente amante y me dio 200 más, alcé la ceja y me dijo: de propina.

Jaja, vaya puta que soy dije mientras los tomaba y los guardaba.

Indira.