Cogida por dos hermanas

Un regalo para Vianey, nada mejor que un buen producto de algún sexshop.

Por cuestiones del trabajo de Lety, ella tiene que salir de viaje constantemente, eso me perjudica ya que me quedo sin disfrutar del cuerpo de mi novia aunque tiene sus ventajas, y ella también lo reconoce.

En fin, ella se fue de la ciudad y sólo nos mantenemos en contacto ya sea por Internet o por teléfono, así que decidí buscar otra alternativa de diversión.

Una de ellas era buscar fotos de chicas en la red pero eso no me llenaba, incluso chateaba con algunas para tener cybersexo pero no era lo mismo.

Me acordé que durante la fiesta de fin de año no tuve la oportunidad de acostarme con Berenice, la hermana de Vianey; así que me dediqué a investigar su dirección puesto que nunca había ido a su casa.

Para ello, le hablé a Sandra y me dio la dirección, de inmediato fui a buscarla, la verdad no fue sencillo puesto que su casa estaba en un área algo escondida, sin embargo conseguí dar con el sitio que me indicó Sandra quien ya me había advertido de la dificultad de llegar hasta su casa. Estacioné mi auto cerca de donde me habían dicho y tuve que caminar un poco, algo así como el equivalente a una cuadra y media y llegué a una casa móvil más bien pequeña de color azul, toqué y escuché su voz.

Berenice abrió la puerta y se sorprendió de verme ahí, nos dimos un beso cariñoso y me invitó a pasar, estaba sola y la verdad era algo excitante, debido a que estaba vestida muy sexy y sus enormes senos parecían que querían liberarse de la ropa que los aprisionaban, pero preferí contener mis deseos hacia ella por unos momentos.

Le comenté que fue complicado dar con el lugar y ella me dio la razón, pero me contestó que el barrio es muy tranquilo y que nadie se metía con ellas, además que los vecinos eran personas bien amables y que estaban al pendiente de ellas.

Me invitó a sentarme en el sillón que había en la sala y ella acomodó en otro más chico, a lo lejos pude divisar la cama que usaba para dormir y el solo hecho de pensar en ella como un objeto sexual me calentó.

Estuvimos platicando de varias cosas, entre ellas por supuesto de la fiesta en casa de Cinthia y del cumpleaños de Lety, en donde nos conocimos.

Hablamos de muchas cosas, de cómo descubrí que me gustaban las mujeres, de mi primera vez, de cómo me enamoré de Lety y cómo nos pusimos de acuerdo para estar con otras chicas sin encelarnos, etcétera.

-¿Te sorprendió que tu hermana fuera lesbiana?, le pregunté.

-La verdad sí, nunca pensé que Vianey se animara a hacerlo con una chica pero la verdad es que me encantó verla en acción, y hasta estoy sorprendida de cómo lo hice yo con algunas de ustedes.

Pero me hizo una confesión que me dejó helada: -Te voy a decir algo Faby, a raíz de esas experiencias, Vianey y yo lo hacemos seguido aquí, casi a diario y es en verdad excitante coger con ella.

La verdad es que no esperaba algo así, Berenice tenía de amante a su propia hermana, esa confesión hizo que mis panties se mojaran y mi deseo de coger con ella aumentaba, pero me contuve, sentía que lo mejor estaba por venir.

De repente, ella me pidió un favor, ella quería regalarle a Vianey algo especial y me pidió que la llevara a una sex-shop que hay en la ciudad, acepté y fuimos a donde había dejado mi auto.

Tardamos como media hora en llegar a la sexytienda, ahí vimos de todo, desde ropa interior sexy hasta consoladores de distintos tamaños pasando por películas porno.

Berenice me pidió que la ayudara a comprar algo que le gustaba a Vianey, le sugerí que se comprara una verga de látex como las que usamos en las fiestas y le preguntamos a la encargada de la misma el precio, nos dijo que estaban en especial, pero Berenice se llevó una verga falsa y otra de dos cabezas.

Regresamos a su casa mientras que me moría de ganas porque ella estrenara su verga en mí, pero tenía que ser paciente.

Una vez que entramos, vimos que la casa estaba sola; Berenice le habló a Vianey a su celular y ella le dijo que se iba a tardar porque estaba ocupada en la biblioteca de la escuela haciendo un trabajo muy importante para una de sus materias.

Nos volvimos a sentar en el sillón y seguimos platicando, pero se notaba que no queríamos seguir platicando sino entrar en acción, así que casi por instinto, nos besamos tiernamente en la boca, acepté su lengua y luego ella aceptó la mía; nos separamos y me dijo que iba a ponerse cómoda, se levantó y abrió una puerta y de esa forma le sirvió como vestidor.

Mientras yo aproveché para desnudarme pero dí la espalda a ella, y de repente ella se acercó a mí, estaba completamente desnuda y sentí sus brazos rodear mi cintura al mismo tiempo que besaba mi cuello y acariciaba mis senos; de repente sentí algo entre mis nalgas ¡tenía la verga puesta!.

Me volteé para besarla en la boca y fui bajando por su cuello para llegar a sus enormes tetas, me apoderé de sus pezones que ya estaban duros como piedras, los disfruté como nunca y seguí descendiendo hasta llegar a donde estaba esa enorme verga de látex.

La tomé entre mis manos y me la metí en la boca, comencé a mamarla como si fuera de verdad y Berenice estaba muy caliente viendo cómo mamaba ese gran pito que tenía.

Ella me pidió que me acostara en el sillón y que separara las piernas, pensé que me iba a penetrar pero comenzó a mamar mi sexo, ya para entonces estaba bien mojada y sentía su lengua recorrer mi vagina de arriba a abajo, no tardé en tener un fuerte orgasmo pero yo deseaba más.

Mi nueva amante se colocó en posición y arremetió con ese enorme pito que entró fácilmente en mi vagina, el mete-saca era sensacional y sus movimientos de cadera me daba un fuerte placer, le pedía más y más y Berenice me complacía, nos besábamos en la boca mientras ella me cogía; volví a venirme y ella se detuvo un momento para recuperar energías.

Mientras descansábamos, nos seguíamos besando y acariciando, ella besó mis pezones y los puso como piedras.

Me puse de pie y me recargué en la mesa que había en la cocina, mis nalgas quedaban paradas y ella simplemente me observaba, aumentaba mis movimientos y pasaba mi mano por mis nalgas como invitándola a disfrutar de mi trasero.

-¿Quieres mi culo?, le dije.

-Sí, voy a devolverte el favor de destrozarte el culo.

Se puso de pie y se colocó detrás de mí, se agachó para mamarme el culo y eso me volvió loca, ya que si hay algo que me encanta es que me besen el culito.

Posteriormente ella colocó el pene de látex en la entrada de mi agujero y poco a poco lo fue metiendo en él, era mucho el placer que sentía y mi culo estaba demasiado dilatado, el mete-saca de Berenice era fabuloso y yo no hacía más que gozar sintiendo ese pene falso en mi entrada posterior.

Ella se detuvo pero no sacó la verga de mi culo, solamente acariciaba mis senos por detrás mientras yo respiraba con prisa.

Luego, ella retiró el pito falso y se fue a la cama, la seguí y se acostó boca arriba, me subí encima de ella y me volví a meterme el pene en la vagina, deseaba seguir cogiendo y disfrutando de esa tarde de sexo y placer, de plano que perdí la cuenta de cuántos orgasmos sentí mientras hacíamos el amor.

Después de la cogida, me acosté a su lado y seguimos abrazadas y dándonos ligeros besos en la boca, parecíamos un par de enamoradas teniendo su primera relación sexual pero la verdad es que ya estábamos bien entrenadas en el terreno del sexo.

-Me encantó que me cogieras -le dije-, tenía ganas de estar contigo desde la fiesta en casa de Cinthia pero no hubo oportunidad.

-Si quieres puedes quedarte esta noche aquí, nos podemos seguir divirtiendo juntas.

La invitación sonaba tentadora, la besé en los labios, cuando de repente oímos un ruido y la puerta se abrió: era Vianey que ya regresaba de la escuela y se sorprendió de vernos desnudas en la cama.

-Son ustedes un par de putas cabronas que no me invitaron a su fiesta, vas a ver Bere, no me dijiste nada de esto cuando hablamos por teléfono, nos dijo en tono algo molesto.

-Era una sorpresa hermanita, Faby estaba bien caliente y no quería pasar la oportunidad -Deja de quejarte y desnúdate, Vianey, al cabo que sigo caliente y deseosa de seguir teniendo sexo y tu sabes como me gusta coger contigo, tenemos una buena razón de 20 centímetros para gozar.

De inmediato Berenice le mostró que lo había comprado y a Vianey se le cayeron sus calzones.

-Pinches putas, de veras que están locas, pero ahora me desquito con las dos por dejarme fuera de esto.

Vianey comenzó a desnudarse y nosotras disfrutamos mucho el streep-tease, una vez que estuvo lista simplemente Berenice separó mis piernas y comenzó a acariciar mi sexo.

-Mira, quiere que la cojamos entre las dos pero inicia tu para que te mojes bien.

-Anda, preciosa, chúpame como tu sabes hacerlo, le dije.

No tuve que repetirlo, ella se abalanzó sobre mi vagina y metió su lengua en ella y yo no hice mas que gozar del momento, Berenice me besaba los senos mientras su hermana me cogía, Vianey metió uno de sus dedos en mi sexo mientras me mamaba y eso me puso de a mil, sentía que me desmayaba de tanto placer pero me dediqué a disfrutar del momento.

Mientras Vianey me devoraba el coño, Berenice me besaba en la boca y solo aproveché para saborear su rica lengua; mientras, Vianey aprovechó y al mismo tiempo que me mamaba la vagina metió uno de sus dedos en mi culo.

Ellas dejaron a darme placer pero Vianey se puso la verga de látex y me miró fijamente.

-Ahora voy a darte la cogida más sabrosa que hayas recibido, hija de la chingada.

-Adelante, soy toda tuya, mi amor, le contesté.

Me metió hasta el fondo la verga y eso me calentó sobremanera, en eso Berenice aprovechó y se sentó en mi cara para que le mamara la vagina y así la pudiera disfrutar a gusto.

Le metí mi lengua hasta donde pude y saboreé sus deliciosa vagina mientras sentía que me hacían pedazos mi sexo con ese consolador; no tardé en hacer que Berenice tuviera un fuerte orgasmo y yo casi termino junto con ella.

Vianey retiró el pene falso de mi sexo y me pidió que le diera mi culo. Por lo que me puse boca abajo y ella no tuvo problemas para penetrarme, ella me cogía bien rico mientras su hermana solo nos veía y se masturbaba metiéndose un par de dedos en su vagina que estaba bien mojada después de la mamada que le di.

Vianey acabó cansada de tanto culearme y se quitó el pene falso, y decidí que esa era mi oportunidad, me hice dela verga falsa y me la puse, pero antes besé a Vianey en la boca y ella aceptó mi lengua.

-Ahora es mi turno, preciosa, te toca disfrutar de esta deliciosa verga que tengo para tí.

Antes de penetrarla, le das una buena mada a su culo el cual estaba muy rico y era tanta la excitación que sentía que le pidió a Berenice que le diera su vagina para comérsela, eso aumentó más mi calentura debido a que sería la primera vez que las vería coger entre ellas.

La verga falsa no tuvo problemas para entrar en el culo de Vianey, quien comenzó con sus jadeos y eso lo aprovechó Berenice para colocarle su vagina para que su hermanita se la chupara; el solo verlas me provocó un casi orgasmo, y Vianey se vino en serio, le gustaba mucho las cogidas por el culo, por un momento sentí que las tres no venimos al mismo tiempo.

Pero faltaba lo mejor, Berenice sacó la verga de dos cabezas y se metió un extremo en su vagina, le dije a Berenice que se la metiera ella también y que yo las vería, eso fue lo que hizo, ambas hermanas estaba cogiendo entre ellas y yo disfrutaba del show, no tardaron mucho en venirse y yo también debido a que me masturbé viéndolas.

Al finalizar, nos dimos un beso en la boca cada quien y nos dejamos caer en la cama, Berenice reiteró su invitación a que me quedara con ellas y Vianey no tuvo objeción en ello, acepté porque sabía que apenas era el comienzo de una larga noche de mucho sexo y placer.

goodgirl75mx@yahoo.com.mx