Coffi.... el gorrilla de mi vida.

Cómo un gorrilla moreno transformó mi vida y la de mi pareja por completo y la hizo mucho más excitante.

Esta nueva historia ocurrió en plena pandemia, nos habían dejado ya salir del encierro y volvía a trabajar a la oficina después de varios meses teletrabajando. La verdad es que ya tenía ganas de volver a una media normalidad, la casa ya me estaba agobiando y todo el rato con mi pareja era un completo coñazo.

Mi oficina se encontraba en el extrarradio de la ciudad, cerca del centro pero no en pleno casco, aún así lo de aparcar era una tarea difícil y complicada cada día, además desde mi casa no tenía medio de transporte más que el de coger mi coche. Lo único que me salvaba es que siempre me esperaba en la zona un gorrilla muy simpático moreno, seguramente venido en una patera que me buscaba un sitio donde hacerlo a cambio de alguna moneda, pero como lo conocía de todos los días no siempre le daba algo.

Con el tiempo entablamos conversaciones ya que yo llegaba con tiempo y me esperaba en el coche, me dijo que venía de Nigeria y le llamaba Coffi, tenía 21 años y se había embarcado como muchos otros en una de esas pateras tan peligrosas. Era un negro muy guapo, estaba completamente fibrado y un cuerpo espectacular. Imaginé que sería de trabajar, no creo que de donde viniera hubiera muchos gimnasios a los que pudiera acceder. Aún así su ropa se ceñía a su cuerpo y marcaba unos buenos pectorales y un culazo impresionante, imaginé que su polla debía ser del mismo calibre por lo que se rumorea de los negros.

Los días iban pasando y Coffi y yo cada vez teníamos más confianza, hablábamos de todo, incluso de sexo…..

  • ¿ Coffi tienes novia?
  • Yo no tener chica aquí….mi país tener, aquí no.
  • Vayaaaa….y ¿como te las apañas aquí?. Tendrás que descargar.
  • ¿ Que ser descargar?
  • Pues follar tío, correrse de vez en cuando.
  • Jajajaja, no se, yo no chica por España, ¿tu si tener?
  • Si, yo si y follar todos los días Coffi. Tú debías de follar esa polla que marcas necesita acción.
  • Si...jejejeje….tener que follar yo si.
  • ¿ Seguro que te haces pajas todos los días? y más de una y de dos.
  • ¿ Que ser pajas?
  • ( Me agarré la polla e hice como si me la meneaba). Esto Coffi esto.
  • Ahhhh...síii...yo masturbarme si, pero no muchos días.
  • Pues debes tener los huevos hinchados de leche.
  • Siiiii….jajajaja.

Creo que Coffi no entendió lo que le dije, pero se reía de la conversación que teníamos. Cada vez que pasaban los días nuestras conversaciones se volvían mucho más calientes. No lo pasábamos bien y he de decir que sin saber porque que en muchas ocasiones me iba completamente empalmado de mis charlas con el.

Yo era un tipo bastante liberal, mi chica y yo teníamos buen sexo, nos gustaba experimentar con juguetes, hacer de todo siempre que estuviéramos de mutuo acuerdo, mi cuerpo era  bastante fuerte, era peludito, con barba, pero todo el cuerpo bien rasuradito y cuidado, iba al gimnasio y me cuidaba. Muchas chicas de la oficina se me habían insinuado y hasta mi jefe un día creo que me tiró los trastos, era guapete y vestía bastante provocativo y eso creo que me hacía muy atractivo.

Lo más  heavy me ocurrió al cabo de varios meses de conocer a Coffi. Una mañana de trabajo a las siete y media caía una tormenta de cojones, cuando llegue a la zona de aparcar vi a Coffi refugiado bajo  un pequeño balcón, lo saludé con la mano y le toque el claxon, me puse a buscar para aparcar, pero él salió de su pequeño refugio sin importarle el agua que caía y me dirigió a un rincón en una esquina de una nave en donde había un hueco escondido, yo le insistí en que se refugiase, pero no hizo caso. Aparqué y le abrí la puerta del copiloto para que se subiera, me daba muchísima pena verlo en esas condiciones. Al principio se negaba diciendo que lo mojaria todo pero al final lo convencí y subió.

Estaba completamente mojado, su ropa se ceñía a su cuerpo y por primera vez noté su polla marcada en su pantalón, presentaba un gran bulto y sus pectorales y pezones se pegaban a su camisa húmeda. Lo vi temblar de frío, no podía dejarlo en esas condiciones, así que decidí ofrecer mi ropa de gimnasio que llevaba siempre en el coche. Una muda interior y un chándal que utilizaba al salir de la oficina, con mis zapatillas de deporte….

  • Ehyyyyy Coffi. Llevo mi ropa del gimnasio ahí detrás, cogela y te cambias ¿ Vale?.
  • Noooo.noooo.. yo bien, tranquilo, no pasar nada.
  • Si, si pasa, puedes pillar una pulmonía, y entonces sí que no podrás sacarte tu dinero.
  • No yo muy fuerte, mi país yo mojar y todo bien.
  • Insisto, quiero que te cambies, me puedes devolver la ropa otro día. No quiero negativas.
  • No seeee.
  • Si, sal tu que estás mojado, coge la bolsa y pasate detrás y te cambias ¿ Ok?
  • Bueno, si tu querer así, yo darte gracias.
  • No seas bobo y hazlo.

Coffi salió del coche, abrió el capot, cogió mi bolsa y se metió en la parte trasera del vehículo. Después le indique que sacará la ropa, y le fui dando instrucciones de lo que había. Tendría que ponerse mis calzoncillos usados que imaginé que taparía todo lo que pude observar bajo de su pantalón, y entonces vi cómo empezaba a desnudarse. Su torso era de un negro oscuro, de sus pectorales marcados resaltaban unos pezones gruesos sonrosados con un pequeño aro clavado en uno de ellos, después se bajó el pantalón, que quitó sus zapatillas, y enseguida me vino un olor intenso a sus pies, se podía soportar. Vi como se deslizaba el pantalón sacándolo por sus pies y después se bajó sus gallumbos de Kelvin Cleer de falsificación, su polla quedó al descubierto, yo no podía quitar los ojos del retrovisor, él se dio cuenta y me sonrió desde atrás. Su rabo era enorme, su capullo estaba circuncidado,era gordo , sonrosado. Coffi cogió mis calzoncillos slips y se los puso, le venían bastante estrechos, después busco los calcetines, pero no había forma de encontrarlos, al final me tocó bajar del coche y pasar a la parte posterior a buscarlos, cerré de inmediato, cada vez llovía más, el coche estaba completamente empañado, no se veía nada del exterior. Por fin rebusqué en uno de los bolsillos y salieron los calcetines.

Coffi los cogió e intentó ponerlos, pero con los dos allí y con la estrechez del sitio no podía encoger sus piernas…

  • Dame Coffi pon tus piernas sobre mi, yo te los pongo.
  • Ahhhh noooo….tu gracias, pero tranqui.
  • No seas tonto vaaaa.

Coffi puso sus piernas sobre las mías, sus pies eran grandes, su tufillo llegó a mi nariz, pero no me produjo ningún mal estar. Cogí uno de sus pies y arrugando el calcetín se lo logré poner, después cogí el otro, mi mano lo acarició suavemente y Coffi se movió con un tremendo escalofrío , se revolvió de risa diciendo, yo cosquillas, tú no tocar, jajajaja, seguí haciéndole la broma y sus piernas rozaban mi polla que se puso de inmediato a tope. Coffi se quedó quieto, noto mi pedazo de pollón presionandolo contra su pierna, cerró los ojos y mi mano colocó el otro calcetín.  Después acaricie poco a poco sus piernas una tras otra, se dejaba llevar mientras mantenía sus ojos cerrados y pegaba algún suspiro de placer, mi manos le hacían un pequeño masaje por ellas , mientras mi polla palpitaba sobre su muslo, mi mano cada vez se introducía más en su ingle y podía rozar sus pelotas y su polla que vi como poco a poco crecía bajo los diminutos slips.

Al ver que Coffi no decía nada, me envalentone y entonces pase directamente a  acariciar su polla por encima de su calzoncillo mientras mi boca besaba y lamía sus piernas musculadas y negras como el tizón, poco a poco me deshice de su calzoncillo sacándolo por sus tobillos, su polla era enorme, su capullo grueso y de él ya se podía ver cómo salía un buen hilillo de precun espeso y blanquecino, agarre su polla entre mi mano y empecé a pajearlo. Su polla podía abarcar tres puños míos sin exagerar, Coffi gemía de placer, pero seguía con sus ojos cerrados, sus piernas encogidas sobre mi y recostado sobre el asiento. Mientras lo pajeaba, con la otra mano empecé a pellizcar el pezón donde colgaba su aro, a acariciar sus pechos, sentía como el chaval cada vez jadeaba más y se retorcía, así que deslice mi boca hacia su prepucio y lamí todo aquel precum que seguía saliendo, Coffi se volvió a estremecer y casi se dobló de placer, seguí relamiendo su capullo y después de un rato me empecé a tragar su polla babosa desde su capullo hasta su base, mi garganta casi no podía tragársela, me producía alguna que otra arcada, pero yo disfrutaba comiéndole aquel rabaco tan rico y sabroso, chupaba y chupaba sin parar, Coffi había dejado de estar tan pasivo y sus manos acariciaban mi cabeza a la vez que movía sus caderas y apretaba mi cabeza con sus manos para que yo chupara y tragara al ritmo y fuerza que el me imprimía. Me tuvo mamándole la verga un buen rato, mi boca babeaba por todo su tronco, Coffi gemía y gemía, y de pronto sentí como su vientre se tersaba, y su jadeos eran mucho más fuerte, empezó a follarme la boca con más fuerza y note que se iba a correr, intentó sacar su polla de mi boca, pero yo quería sentir la leche calentita del chico en mi garganta, así que no lo deje más que explotará en tremendos espasmos de placer, corriendose a borbotones de un espeso semen de sabor saluble que trague sin parar y que salía chorreando por la comisura de mis labios pringado mi barbita.

Coffi dejo de gemir poco a poco , se relajó despacio , yo también baje mi excitación, y pude ver que la tormenta había pasado, me incorporé un poco y alcance los pañuelos, limpie su polla con mucho cuidado, separando su prepucio de su piel y limpiandolo bien, Coffi había abierto los ojos y me miraba con una sonrisa de satisfacción sin decir nada. Le puse mis calzoncillos , después mis pantalones y le até mis zapatillas, dejé caer sus piernas al suelo y él se incorporó, se puso mi camiseta y la chaqueta. Solo se quedó mirando, coció uno de sus dedos y lo paso suave por mi barba recogiendo un pegote de su semen, iba a limpiarlo en un papel, pero agarré su mano y chupe su dedo con delicadeza , limpiando lo que había recogido, y después le di un suave beso en sus labios carnosos.

Coffi bajó del coche con mi ropa puesta, ya no llovía.

  • Gracias señor...yo mañana devolver ropa. Lo espero mañana todo bien.
  • Hasta mañana Coffi, mañana nos vemos.

Coffi se fue a seguir con su faena de aparcacoches y yo muy satisfecho cerré el coche y me fui a trabajar a mi oficina con el sabor agridulce de la leche del aparcacoches en mi garganta. Había sido una buena mañana de tormenta, estaba feliz y sonriente…...

Espero que os haya gustado este nuevo capítulo de una saga que voy a empezar después de un tiempo retirado de todorelatos. Espero que todos los que me seguíais volváis a encontrarme, y que sigáis disfrutando de ellos. Soy Pedro de valencia España, me interesa conocer a gente guay , así que si estáis interesados escribirme. Gracias a todos 😘😘😘😜😜♥️♥️♥️.