Cocorock Trio

Entonces de un cajoncito sacó otro tipo de condones, alcancé a leer en alguna parte de la cajita XL, me hinche de orgullo a la vez que sentía un poco de vergüenza

Fue un 4 de abril cuando Luciano fue completamente dado de alta de la clínica, como niño prematuro requería cuidados especiales, así que Cynthia mi esposa se estaba quedando en mi casa ya que su mamá era indispensable en su oficina, así que mi mama le ayudaba con el bebé

Yo empecé las clases en la universidad, ni bien habían pasado algunos días y ya tenía suficiente material de lectura por el resto de mi vida. Me dedicaba todos los días de la semana a estudiar, pero el sábado si me lo tomaba para mí.

-          Alo

-          Hola Jorgito, te llamaba para contarte que pasaré algunos días con papa, viajo hoy así que no me busques hasta el próximo fin de semana.

-          Vale, de todas maneras tengo mucho por leer y no planeaba salir.

-          Así son las primeras semanas en la universidad, pero tranquilo, a mi regreso te veo.

Yo realmente no quería ver a Paul, de alguna forma me preocupaba el tema de las drogas, creo que se le había salido de control. Ese sábado a media tarde decidí buscar a mi amigo el doctor, se llamaba Augusto y como conté en el relato anterior, cogimos al día siguiente de mi cumpleaños y ya había quedado claro que él era activo, como de 1.78 de estatura, cuerpo trabajado y muchas, muchas, muchas pecas.

-          Adelante.

-          Doctor, buenas tardes – entre al consultorio, él escribía algo y no levantó la mirada – venia porque siento un enorme vacío en el culo que creo que usted puede llenar – obviamente levanto la mirada con terror.

-          No sabes el susto que me diste – Me dijo mientras su cara cambiaba de terror a una sonrisa por la broma – No esperaba verte hoy, toma asiento.

-          Bueno, ya inicie la universidad y estoy a punto de volverme loco, y como quedamos en repetir lo del otro día.

-          Mi turno termina en 30 minutos, solo me falta atender a un paciente que ya debe estar por llegar. Pero tenemos un problema.

-          ¿Cuál?

-          Que ya tengo planes con otra persona.

-          Rayos, debí llamarte entonces.

-          Oye pero, si estás de acuerdo podrías unirte, él es amigo mío, ya lo hemos hecho varias veces con algún que otro invitado.

-          Sexo entre 3 personas

-          Se dice trio

-          Como sea… no estoy seguro

-          Dale, anímate, le vas a gustar, y él te va a gustar porque es pasivo, me gustaría mucho ver esa vergota que te traes perdiéndose en su culo, es un goloso.

-          Oye, no sé si sabes que aún soy menor de edad.

-          ¿Qué? – No puedo describir la cara de sorpresa que tenía, fue demasiado increíble – Como es posible, porque no lo dijiste cuando lo hicimos la primera vez.

-          Bueno no te molestaste en preguntarme cuantos años tenía.

-          Jorge, discúlpame, en serio, esto no es legal y lo que hice puede tener serias repercusiones.

-          Oye, no voy a denunciarte, además yo quería que pase.

-          Si pero de todas maneras. Discúlpame, será mejor que no nos veamos hasta que seas oficialmente mayor de edad.

-          Vaya, que tal drama… no podemos solo follar como la otra vez.

-          Sí, pero no en un trio.

-          Entonces me metes la idea y me dejas con las ganas.

-          Entiende los problemas en los que podría meterme.

-          No lo haremos en la calle, nadie tiene por que enterarse.

-          Bueno si pero…

-          Además yo te estoy buscando para hacerlo, no veo que tenga de malo, estoy emancipado así que tengo libre albedrío.

-          ¿Sí?

-          Claro, fue necesario para casarme.

Esta conversación fue entre simpática y larga, la escribí más o menos como la recuerdo, creo q es claro quién es quién en cada frase.

Lo siguiente fui yo esperando a Agus en un parque a un par de cuadras de la clínica donde me recogería en su auto para ir a su casa.

Al llegar charlamos de cualquier cosa, me preguntó por él bebe, yo le pregunte como era él cuando estudiante, fue una bonita charla. De pronto sonó el timbre

A: Debe ser César, es muy puntual – dijo consultando su reloj, abrió la puerta y al poco apareció con un muchacho delgado, bastante blanco, medio castaño de cabello hacia el costado, cara angulosa, ojos marrones. Estaba bastante interesante.

C: Hola mucho gusto, soy César

J: Jorge – dije estrechando su mano, daba la mano como hombre, su voz era simpática, entre profunda y aniñada, bastante curiosa e inconsecuente.

C: Esta realmente guapo Agus, los chicos así suelen ser pasivos.

A: Te vas a sorprender Cesítar, bueno – dijo dirigiéndose a ambos – pasemos a la habitación de juegos.

Entramos a una habitación que había estado cerrada con llave, había una cama con varias almohadas muy  bien tendida y un estante con un par de tubos de lubricantes, una caja de condones, guantes quirúrgicos, y uno que otro objeto de goma cuya utilidad desconocía. En la pared había un perchero donde Augusto nos indicó dejar toda nuestra ropa. A mí me dijo en el oído que me quite el polo, las zapatillas y las medias pero que me quede con los boxers.

César se acercó de forma sugerente a Augusto y empezó a besarlo dándome la espalda y mostrándome todo su culo, era bonito, bien parado, él era delgado, con el pecho velludo algo formado y en el culo una fina capa de vellos, todo él era muy blanco, parecía que jamás había pisado una playa. Entonces con una de sus manos empezó a tocarse las nalgas separándolas un poco como tentándome. Me acerque a ellos y empecé a besarle (morderle) el cuello.

C: Vaya que si eres un jovencito muy arrecho.

J: Bueno, no estas nada mal, quien no se arreche contigo estaría loco.

C: Tu eres un papacito, cuando Agus me dijo que tenía un amigo guapo me imagine a alguien guapo, no hiperchurro – Ya estaba colorado.

J: Gracias, y bueno entonces a mí me dijeron que eres pasivo

C: Y goloso.

J: Y que tengo que entender con eso.

A: Que ambos lo cogeremos hasta eyacular aire, hasta que le arda el culo y se vaya caminando rarito

C: Así es bebe, no es fácil satisfacerme.

A: Y por eso me gusta follar con él, porque puedo tener sexo con el 4, 5, 6 horas.

C: Alguna vez oíste hablar del viagra – me preguntó.

J: Sí, no se supone que es para ayudar a las personas mayores a conseguir erecciones.

A: También se puede usar de forma recreativa a nuestra edad. Para tener sexo por tiempos prolongados.

J: Yo paso de eso, prefiero un porro.

A: ¡Hey! No, eso si no en mi departamento.

J: No importa, creo que puedo rendir ese tiempo sin ayuda.

C: como quieras bebe, pero de aquí no te vas hasta que la pasiva se canse.

Los besos, las metidas de mano y demás siguieron un rato. Entonces Augusto dijo que la pastilla ya había hecho efecto. Inmediatamente César se hecho en la cama con un gran cojín debajo de la cintura y subió sus piernas formando una V, Augusto se acercó previa enfundada en preservativo y envaselinada y se la metió de un solo golpe. Los gemidos y quejidos de César no se hicieron esperar y realmente eran muy divertidos.

Luego de 10 minutos Augusto empezó a rugir y eyacular dentro del condón, y César me miro pícaramente, me guiño un ojo y me dijo – te toca cielito, veamos que puedes hacer – hasta entonces yo seguía con el bóxer puesto y solo ocasionalmente me acariciaba la verga por encima que solo tenía una media erección. Entonces cuando Augusto salió me di cuenta que tenía un aro de jebe negro en la base de su pene.

J: Que es eso.

A: Sirve para retardar la eyaculación.

C: Dale uno bebe. Prepáralo para mi culito.

Augusto cogió uno de los aros y me lo puso, hasta este momento César no había visto el tamaño de mi verga pero ya me había dado cuenta que se le iba a salir la cabeza del cuello de tanto que se estiraba para ver.

Luego del aro que entro con mucho lubricante (me ajustaba un poco) cogió un condón, para esto me hizo una media paja y yo ya estaba completamente empalmado.  Empezó a desenrollar el condón y éste se rompió. Cogió otro y paso lo mismo. Entonces de un cajoncito sacó otro tipo de condones, alcancé a leer en alguna parte de la cajita XL, me hinche de orgullo a la vez que sentía un poco de vergüenza. Una vez enfundado me di vuelta y César tubo la reacción de la máscara… cuando se le cae la quijada hasta la mesa… ojala sepan cual es la referencia.

C: Amor, de donde sacaste a este chico, creo que te cambiaré por él (ok si, una vez que nos metimos ahí, el muchachito correcto que me saludo estrechando la mano como todo un hombre se había vuelto una tremenda maricona.

A: Sabía que te gustaría. Como me gustaría filmar esto.

J y C: ¡No!

A: Sólo dije que me gustaría, no que lo haría.

C: Ven papi.

Me acerqué a César, él tomó mi verga y la dirigió a la entrada de su culo – Entiérrala hasta el fondo y folla con todas tus fuerzas, como si el destino de la persona que más amas en este mundo dependiera de ello – Entonces me ubique en posición e hice realidad el sueño del chico.

De un solo golpe certero y gracias a la lubricación mi verga estaba metida hasta los huevos en el culo de César, estaba realmente bonito, y definitivamente ajustado para mí, creo que después de todo Augusto no tenía una verga tan grande.

Pasaron varios minutos cuando vi que Augusto se colocó nuevamente el aro, un nuevo condón y se colocó detrás de mí, yo llevaba varios minutos seguidos haciendo gozar a César con cada una de mis estocadas, él cogía las sabanas, blanqueaba los ojos y gemía como loco, estaba disfrutando mucho de lo que le estaba haciendo. Entonces Augusto hizo que bajara un poco el ritmo e hizo que me inclinara ligeramente hacia adelante, aproveche en besar muy fuerte a César, hacía rato que quería hacerlo y él se dejaba hacer. Entonces Augusto colocó una generosa cantidad de lubricante en mi culo y lo enterró lento pero seguro hasta el fondo y empezamos a bombear nuevamente. Tenía la verga de Augusto correctamente enterrada en mi culo y mi verga salvajemente en el fondo del culo de César que por momentos parecía querer parar, pero yo no lo dejaba. Pasó un rato y Augusto empezó a gemir en mi oído, eso me arrecho mucho, se evidenció en mi cara y César me dio un par de golpes en el pecho y se prendió muy fuerte de mis tetillas. Fue una sensación riquísima, pero yo no tenía intenciones ni ganas de venirme aún, de alguna forma toda esa escena había calentado a Augusto porque con todo y el condón pude sentir el reflejo de su venida. Entonces salió de mi culo, fue nuevamente al estante donde había un tacho y voto el condón y se acercó para contemplar como  seguía follando rítmicamente a César, que tenía un gemido constante que hacía notar cuanto le estaba gustando lo que le estaba haciendo. Augusto empezó a besarme, a tocar mi pecho, mis nalgas, mis piernas, beso mis tetillas. Los gemidos se César se hicieron aún más fuertes (aceleré algo más las embestidas). Augusto se arrodillo sobre la cama poniendo cada una de sus rodillas al lado de la cabeza de césar y le dio su verga medio erecta para que la mamara. César ya no podía más de placer y Augusto se dio cuenta, puso algo de lubricante en el tubito que había traído consigo y tomo la verga de César, la pajeo 10 veces muy despacio y empezó a subir la intensidad, no pasaron ni 20 segundos y César empezó a soltar semen como chorros que llegaron hasta la cara de Augusto que volteo el pene de nuestro pasivo hacia donde yo estaba para que los chorros siguientes cayeran en mi pecho. El placer del muchacho se reflejó tan fuerte en su recto que las contracciones hicieron que yo también me viniera. Fue una extraña sensación con ese aro de hule que rodeaba la base de mi pene, yo sentía que ya había terminado mi orgasmo pero que el semen seguía saliendo. Aun con la verga completamente parada la saque.

César bajo sus piernas, me tomo de la cadera para que no me fuera y empezó a quitarme el condón y se tiró toda mi leche encima.

A: Como te gusta hacer eso guarra.

C: Este hijo de puta coge demasiado bien, no necesita ese aro para aguantar, tiene un aguante espectacular, no creo q puedan cogerme en un mes o más, no sabes cómo me duele el culo.

A: Claro que sí, mira – César mostro el cronometro de su celular, lo estuve cogiendo durante 70 minutos consecutivos, no sabía que podía hacer eso.

J: ¡Wow! Yo mismo estoy sorprendido

C: Eres un prodigio

J: Como crees, el aparatito este ayudo, supongo, por no decir que el condón disminuye la sensación del roce y todo eso.

Nos quedamos hablando un rato sobre la cogida, Realmente no hubo necesidad de coger más tiempo a César porque su ano estaba completamente dilatado, si lo seguíamos cogiendo quedaría con un daño permanente y no era la idea.

Volví a casa y esta vez me sentí muy bien de lo que hice, no hubo cargo de conciencia, de hecho ese día no pensé en Paul para nada.

AMIGOS

Envié 3 relatos ayer uno tras otro y se publicaron en desorden =(

Lo siento eso no es mi culpa

Si alguien está siguiendo mis relatos primero debe leer

Cocorock Me fallo, le falle

Cocorock su primera vez

**3º

Cocorock el primer día del resto de mi vida**