Cocorock su primera vez

1.- Decirle a Miguel que lo que paso entre nosotros no debió pasar. 2.- Sincerarme con Paul y decirle que tuve sexo con otro pata por despecho porque él hizo lo mismo. 3.- Suplicarle a Paul misericordia para que me ayude a aprobar exámenes.

Ya tenía 2 semanas sin saber nada de Paul, evitando a Miguel por todo el colegio, arrecho hasta decir basta y pajeandome 3 veces al día y a punto de empezar a jalar exámenes.

Mi vida era un desastre y la única solución era:

1.- Decirle a Miguel que lo que paso entre nosotros no debió pasar.

2.- Sincerarme con Paul y decirle que tuve sexo con otro pata por despecho porque él hizo lo mismo.

3.- Suplicarle a Paul misericordia para que me ayude a aprobar exámenes.

Listo, empezaría por lo más importante Paul.

Esa tarde de jueves había futbol, era como la décima práctica q no iba a asistir, pero me servía para calcular el tiempo que Paul llegaría a su casa. Y así fue. Eran las 7:40 cuando vi a Paul poniendo las llaves en la puerta principal para entrar y me acerque.

-          Hola, pensé que ya no querías verme.

-          Bueno, tu tampoco me buscabas – dije ruborizado

-          Está bien, quieres pasar, no habrá sexo si no quieres.

-          No te buscaba por eso, tenemos que hablar.

Entramos a su casa, era la primera vez que me decía que lo espere en la sala, regresó con dos latas de gaseosa.

-          Paul el otro día, no sé, se sintió raro que me dijeras que estuviste con otra persona.

-          A decir verdad yo también me sentí raro de estar con alguien más que no seas tú.

-          Pero tu dijiste que esto era solo sexo, y…

-          Tal vez yo me haya equivocado – interrumpió – llevamos casi 2 años viéndonos y no debí dejarme llevar por las ganas, es decir, lo que tenemos es chévere – Entonces me morí, eso era una especie de declaración, y yo tenía que decirle que también estuve con alguien más, me sentí una porquería – creo que yo me hubiera sentido igual que tu si hubieras hecho algo parecido – (listo, lo dijo, ahora si me quería morir)

-          Paul yo  - Los ojos se me llenaron de lágrimas – caí en el juego de un pata de mi colegio y terminamos cogiendo, perdón, no encuentro una forma apropiada para decirlo así que solo… perdóname, no debió pasar.

Nos abrazamos, el me acaricio la cabeza y me dijo que estaba bien, que era propio de mi edad lo de experimentar y eso pero realmente yo me sentía a morir.

Desde entonces nuestra “relación” mejoró considerablemente.

La historia bizarra de hoy es corta.

No pude evitar más a Miguel así que me acerque a conversar con él y aclarar que no estaba interesado en seguirlo viendo como alguien para sexo, de todas maneras él me dijo que vaya a una fiesta con él y dejaría de buscarme, entonces acepte.

La fiesta fue a penas esa fin de semana, eran mediados de agosto, aun hacía mucho frio, así que estaba bastante abrigado (o sea un polo de mangas cortas y una chalina). La fiesta empezó bien, entonces como a las 3 de la mañana luego del desmadre de la bebida una chica se me acercó y me dijo que su amiga (evidentemente ebria) quería conocerme. Me negué de todas las formas posibles, pero empezaron los juegos, la alcahuetería, más tragos, y entonces alguien me hizo probar coca. Morí, perdí la conciencia, estaba a tope y honestamente no me acuerdo de nada desde ese momento, pero por lo que me contaron, baile, grite, agarre con tipos y tipos totalmente desconocidos de la reunión, y finalmente miguel me encerró en un cuarto con la chica ebria que quería conocerme con la que ya había tenido serios agarres y ella ya me había manoseado como le había dado la gana.

Cuando recupere la conciencia estaba desnudo en la cama de esa casa, había suficiente luz para ser las 10 u 11 de la mañana, me dolía terriblemente la cabeza. A mi costado Cynthia, la señorita cariñosa que me abrazaba y manoseaba, tenía el brasier mal puesto, me percate que no tenía trusa al levantar la sabana un poco. Miguel estaba sentado al pie de la cama profundamente dormido. Cogí a Miguel por el cuello de la camisa que llevaba y lo levante en peso hasta la altura de mi cara, de un grito lo desperté.

-          Que chuca ha pasado aquí por la putamare.

-          Hey relajare tigre, lo pasamos muy bien. Dijo incorporándose como podía, aún estaba muy ebrio.

-          Y esta chica que hace aquí.

-          La follamos como quiso, fue su primera vez por todo lo alto.

-          ¿Qué diablos te pasa maldito?, eres un asco – lo solté preocupado por lo que había pasado. Él se acomodó un poco la camisa pero no conocía mi intención. Le di un puñetazo tan fuerte que le hice volar un diente.

-          Putamare esto no se va a quedar así.

Luego de líos legales, llame a Paul que me acompaño a la comisaría para denunciar a miguel por lo que había hecho conmigo y con la chica, que estaba más avergonzada que jamás en su vida, por supuesto sus padres estuvieron presentes, yo me moría de la vergüenza, el médico legista dijo que había habido violación vaginal y anal, y restos de mi semen en la vagina de ella, yo me defendí diciendo que me habían drogado, Miguel sin asco lo acepto, y marico de Miguel le dio por el culo pero a mí me jodió con un grave problema.

A la semana pasó lo que temía, iba a ser Papá. Tuve que conversar con mis papás, bueno mi papá lo tomo bien, mi mama organizó una boda para enero cuando ella tendría cerca de 5 meses y yo ya habría terminado el colegio. Mi vida se había terminado antes de empezar.

Gracias al cielo algunas cosas siguieron como siempre, ella sabía que yo no la quería, que si aceptaba casarme era porque nuestros padres nos obligaban a hacerlo.

Pasaron las fiestas, y para no hacer este relato aburrido contare algo genial.

Era 31 de diciembre, yo no tenía planes, mis papás irían con algunos amigos de trabajo mi hermano la verdad, no le veía la cara varios días, quizá viajó no me importaba, tuve una divertida pelea con el cuándo se enteró que sería papa apenas cumpliera los 17.

Entonces dieron las 9, mamá y papá se fueron y yo naturalmente me escapé donde Paul. Tomamos algunos tragos deliciosos que preparó, e hizo una deliciosa cena, no sabía que cocinara tan bien, realmente me sorprendió. A las 12 de la noche estábamos desnudos en la cama acariciándonos como siempre, esta vez había mucha conexión, los sucesos del año nos habían unido bastante y a pesar que nunca hablamos de ser pareja solíamos hacer vida común sobre todo cuando mis padres estaban de viaje (Para entonces mi papá ya había hablado con él, sabía que me ayudo con el tema de la denuncia a miguel y eso)

-          Empezaron los pirotécnicos más fuertes, creo que ya son las 12.

-          Pide un deseo – me dijo muy pícaro.

-          Deseo precisamente esto, deseo no saber que en unos meses seré papá, deseo que me dejen ir a la universidad, aunque no sé si me iría bien.

-          Claro que te irá bien – me dijo frotando su mejilla con barba de 1 semana sobre la mía que estaba pulcramente rasurada.

-          Ni si quiera sé que me gustaría estudiar.

-          Ya habrá tiempo, pero ahora es momento de pedir deseos. Y yo deseo que pruebes esto conmigo.

Paul sacó un sobrecito de coca, me negué totalmente pero el si se metió su buena línea.

-          Creo que mi deseo para este año es quitarte lo pito de ese culo peludo tan rico q tienes – (De donde salió eso) inmediatamente me puse rojo tomate.

-          Que te hace pensar que mi culo es virgen.

-          Este – dudé – No sé, se me ocurrió que es así.

-          Bueno, estas en lo cierto. Aun no conozco los placeres de esa zona de mi cuerpo.

-          ¿Es en serio? Si tú eres el señor pruébalo todo y no te midas.

-          Oye, tranquilo, para eso hay una razón, siempre supe que lo haría alguien q tenga una verga tan buena como esta – dijo agarrándose de la forma más grosera que existe su enorme verga.

-          O vaya, entonces creo que no seré yo.

-          Como que no – yo me quede frio – no has visto como ha crecido tu verga este último tiempo, diría que es casi del tamaño de la mía.

-          No Paul, eso es imposible – por supuesto ya la tenía completamente tiesa

Se acercó a mí y tomo nuestras vergas juntas, era la primera vez que lo hacía, y realmente eran casi igual de anchas pero la mía evidentemente más chica – espera – me dijo, y se paró de un brinco de la cama y de su escritorio saco una regla grande y la puso contra mi verga, sentí algo de vergüenza.

-          20 centímetros, bueno aún puede crecer algo más, dicen que crece hasta los 21 años, aunque a mí a los 21 años me media 21 cm, después creció algo más.

-          Que, no, como va a ser – corrobore la medida de mi verga, era verdad, nunca me di cuenta cuando creció tanto.

-          Bueno, esto será difícil para mí, creo q necesitaremos lubricante, y te advierto que si me duele yo seré más tosco contigo – entonces se giró de donde estaba para ponerse en 4 patas mostrándome todo ese culo peludo que tanto me gustaba mirar.

-          Eh – dude – está listo para hacer lo que tengo que hacer.

-          Claro que sí, yo quería que esto pase desde hace algún tiempo, desde que me contaste que serías papá, no sabes el morbo que me da que me estrenara una pinga que ya preño a una tía – Si cuando Paul quería era un guarro hablando, pero me gustaba.

Enterré mi lengua certeramente justo en el punto donde hice que Paul suspirara, la sensación de comerte un culo peludo es extrema, yo me había comida el culo de Miguel pero apenas tenía 5 pelos, no era lo mismo, este era espectacular, esas nalgas de futbolista uff, no se imaginan como me podría.

Hice mi mejor esfuerzo en penetrarlo con mi lengua hasta que finalmente sentí que la primera barrera había sido vencida, entonces empecé a jugar con mis dedos y lubricante, Paul me daba muy pocas instrucciones, yo lo hacía con arrechura y a la vez con feeling, no sé si me dejo entender. Estaba muy entretenido sabiendo lo que venía y lo que me estaba gustando esa preparación previa.

Paul me pidió que me sentara en el sillón con las piernas abiertas, él se acercó a mí de espaldas, ubico mi verga en la entrada de su esfínter y empezó a bajar como yo lo había hecho en mi primera vez, de un solo porrazo, lento pero hasta el fondo. Su culo estaba tan jodidamente ajustado que yo hubiera pensado que en ese momento se me venía todo y se acababa la diversión, pero el como maestro que es en eso del sexo me pellizcó tan fuerte en el pecho que hizo que me desconcentrara y no me viniera, era una sensación demasiado placentera entre lo estrecho, los pelos, el culaso... uff no se imaginan la paja que me estoy corriendo en este momento.

-          Ya está toda dentro – me dijo entre un quejido como si se le acabara el aire o estuviera conteniendo un grito de dolor.

-          Ya lo note, putamare Paul te amo huevon.

Esa fue la palabra que no debí decir, esto no era amor, era solo sexo, y él me lo hizo saber, a pesar de los estrecho y que con cada metida y sacada su interior se iba rasgando más empezó a rebotar muy fuerte como para dejar claro su punto, esto era sexo y del salvaje, al cabo de un rato empecé a sentir que le hacía menos daño con las penetradas. Entonces se puso de pie, y me llevó a la cama, recostó su pecho en una esquina a los pies y dejo todo su culo a mi disposición, le agregue mucho lubricante, puse la cabeza de mi pinga en la entrada y de una sola estocada le clave hasta los huevos, el gemido de Paul me dio entender que eso le gustó (y le dolió), entonces empecé a bombear muy fuerte. De pronto sentí que ya no iba a aguantar más y se lo hice saber.

-          Cáchame huevon, préñame como a esa tipa, dame tu leche

No necesitaba oír más, le di lo más fuerte y profundo que pude y mi leche empezó a salir disparada dentro de su culo. 1, 2, 3, 7, 8, 9, tenía (o vote) suficiente leche para proveer por un año a un banco de esperma completo.  La saque, Paul se puso de pie con su verga más dura que una roca en la mano, y con la otra mano me empujó sobre el sillón, caí sentado y él se colocó sobre mí, empezó a pajearse con tanta fuerza que pensé que se arrancaría el pene, unos segundos después entre gemidos que más parecían rugidos me lanzó una cantidad asesina de esperma en el pecho, llego a salpicar a mi cara, a su cara, un poco llegó a mi boca, fue una corrida monumental. Yo estaba en éxtasis.

Esa noche me quedé a dormir con él y fue la noche más especial que pasamos nunca, pero yo aún tenía que hablar con el sobre la coca.