Cocorock Sin amor
- Porque no dejaste que te besara. - Porque no somos pareja, solo somos amigos que tuvimos sexo.
Desperté a las 7 de la noche del día previo de mi cumpleaños (19 de marzo). Mis papás llegarían en unas horas para pasar conmigo ese día, y probablemente quedarse algunos cuantos días hasta que se presentara algún “asunto urgente que requiera su atención”. Yo reaccionaba de la bomba del día anterior que incluyo vodka, alcohol y sexo (este relato ocurre inmediatamente después del anterior) Sentía el culo extraño, había sido invadido por una tremenda pieza, por un chico que no era espectacular pero del que estaba realmente enamorado (esos amores adolecentes)
Quería levantarme pero mi cama estaba realmente confortable y la sensación del culo estaba medio jodida, realmente no tenía idea de a quien consultar sobre que podía hacer, así que medio instintivamente empecé a ajustar y creo que dio resultado por que al cabo de media hora o un tiempo por ahí lo sentía más como siempre.
Eran las 2:25 de la mañana cuando escuche que un automóvil se detuvo en la puerta de mi casa, mis padres llegaban con maletas gigantes. No sabía si dejar que noten que yo estaba despierto a esa hora o hacerme el dormido y que sigan creyéndome inocente. Mi madre es una mujer muy creyente (fanática) súper chapada a la antigua, esas señoras que no pueden verte con la barba de un día porque te mandan inmediatamente a afeitarte ¿Mencione autoritaria? Mi papá es la otra cara de la moneda, un hombre liberal que no tengo ni la menor idea de porque la aguanta, es un alma joven a pesar de los años que tiene hasta hoy (ya va por los 54 si no me equivoco)
- Mamá, Papá – Escuche por el pasillo que daba a las habitaciones, mi hermano había salido a saludarlos.
- Pedro – escuche a mi madre – como esta mi bebe.
- Hijo – mírate, cada día más grande (mi papa realmente lo odiaba, pero su sarcasmo es el mejor que conozco hasta ahora)
- ¿Tu hermano duerme? – preguntó mi madre
- Me imagino que sí creo que es bueno que sepan que llego a las 7 de la mañana y no ha salido de su cuarto en todo el día – (Gracias hermanito hijito de la gran P)
- No puede ser, ese muchacho necesita límites, cariño, mañana hablaremos con el – (Gracias mamita, por venir a reñirme en mi cumpleaños luego de 364 días de ausencia)
- Claro que si cielito, mañana conversaremos con él, dejémoslo descansar – (papá ♥)
Mis papas dejaron hasta las maletas en la sala, y en pocos minutos escuche que mama encendió en la habitación de ellos la grabación que tenía para rezar el rosario. Yo no tenía una sola gota de sueño y de repente recordé el regalo que me dio Paul. Estuve tentado pero me contuve aunque eso no duro tanto como esperaba.
La pipa estaba lista, ahora necesitaba encontrar el lugar perfecto de la casa ya todos dormían así que tenía que llegar a él sin hacer un solo ruido. Decidí subir al techo.
Estaba lanzando de lo mejor cuando siento un leve golpe en la escalera y el corazón, los riñones y los huevos se me subieron a la garganta. Trate de esconder la pipa pero era muy tarde, la cabeza de mi papá ya estaba ahí, viéndome esconder la pipa y yo me puse de todos los colores del mundo.
- No puedo creer esto.
- Papá, yo puedo explicarte.
- No tienes nada que explicarme Coco, no puedo creer que tengas hierba y no me hayas invitado.
- (KHE!) – No te molesta que haga esto.
- No hijo – dijo riéndose – cuando yo era joven si habré sabido divertirme con esta mierda.
- Y mi mamá no dice nada.
- Esa vieja loca no me deja ni acercarme, por eso cuando viajo solo me la paso volando.
- Ok eso no lo esperaba.
- Bueno no te iba a decir que la hierba era divertida hasta que cumplas 15, y me hubiera gustado armar tu primer porro y burlarme de tu con tu primer atracón pero ya vez, se me adelantaron.
- ¡Papá! – Le di un abrazo muy fuerte de esos que mi madre jamás me daba en fin esa es una historia algo más personal.
Luego de fumarnos toda la hierba que tenía (realmente no era tanto) y siendo aproximadamente las 5 de la mañana mi papá se fue a dormir al cuarto de invitados (que nunca teníamos) y yo al mío. Por su puesto mi mama nos despertó con su rezo a las 7:30 de la mañana, y con sus gritos a las 8 cuando mi hermano nos acusó de haber estado en el techo.
La mañana pasó, tuvieron LA conversación conmigo sobre los amigos drogos y eso, realmente me entro por un oído y me salió por el otro. Y así terminó el día de mi cumpleaños, sin más que nosotros y con una cena en un bonito restaurante.
Papá me pregunto (eran las 9:30 de la noche más o menos) si no saldría con mis amigos, le dije que no, que solo vería a Celi. Llegando a casa de la cena, me cepille los dientes y me fui, conversé con ella por un rato, me regalo una gorra que aún tengo (yo no uso gorras pero esa me la dio mi mejor amiga) luego me fui a mi casa a dormir, tenía cansancio acumulado de los últimos sucesos, pero algo me faltaba. Quería a Paul.
Era 25 de marzo cuando mamá informo que viajaría adelantándose ya que tenía que atender un asunto urgente de la misión de la iglesia ya que ella era la coordinadora, en fin, a papá y a mí nos daba igual, mi hermano por poco se pone a llorar. Luego de despedirla (eran como las 7:30 de la noche) le dije a papá que saldría algunas horas – diviértete campeón – (yo quiero ser como el, lo juro, es el mejor).
Estuve 40 minutos frente a la casa de Paul, no se veía un solo movimiento, como cuando él estaba solo, tenía pánico de tocar la puerta y encontrarme con sus padres. De pronto la puerta levadiza del garaje se levantó, vi que venía una camioneta blanca con música a todo volumen y Paul al volante. Al percatarse de mi presencia bajo una de las ventanas del carro
- Hey, hola, acabo de dejar a mis papas en el aeropuerto y justo pensaba como hacértelo saber.
- No se iban ayer tus padres.
- Cambiaron su vuelo, querían un día más conmigo. Meto el carro y entra detrás.
Entre por la cochera detrás de la camioneta como él me indicó. Cuando bajó, me acerque e intente besarlo, pero el certeramente me esquivo sin darme mayor razón, solo siguió hablando.
- Llevo la semana entera sin probar hierba y que mejor que compartirla contigo.
- Gracias por eso, oye yo (quería decirle lo del beso)
- Que va mi amiguito, te dije que eres como mi hermanito, me encanta pasar el tiempo contigo, vamos a lanzar como reyes, ¿quieres tomar también?
Entonces me di cuenta que el ya venía tomado, había estado conduciendo y tomando, era un irresponsable pero no me importaba, yo quería besarlo y él me había evitado, yo había sido retado y ya no quería solo ese beso, quería el sexo completo.
Nos acomodamos en el sillón de su cuarto, todo estaba milimétricamente arreglado, sentía que iba a lanzar en el cuarto de alguien tan mamón como mi hermano. Paul llenó una pipa, lanzo un par de veces y me la dio, inmediatamente se puso de pie y se fue de la habitación para aparecer unos minutos después con una jarra de vodka para mí y una botella de tequila en su mano, se la estaba tomando de pico. Por supuesto tenía que probar eso. Grave error, en breves instantes ya estaba borracho. Empezamos a conversar de esos temas que se tocan entre tragos. Filosofía, política, actualidad, y música a volumen anto.+. Todo era un chiste al menos para mí, yo estaba muy ebrio y Paul con media botella de tequila adentro no parecía haber sido afectado. Hasta que el estado etílico me llevo al tema del amor.
- Porque no dejaste que te besara.
- Porque no somos pareja, solo somos amigos que tuvimos sexo.
- Pero yo quería besarte
- Pero yo no quería hacerlo, ahora, si nos vamos a besar porque vamos a tener sexo, eso cambia la figura.
No necesitaba oír más, dejé el vaso que tenía en la mano y me puse sobre él y lo bese con tantas ganas que le di una mordida, y en castigo por eso él me dio una fuerte nalgada. Lo ame, él me gustaba en muchas formas, sabía que tarde o temprano sería mi novio pero ahora no importaba, ahora solo quería placer.
Paul me indicó que le lamiera el pecho y que le muerda las tetillas, la petición se me hacía rara pero yo quería darle placer, en ese momento me di cuenta que tenía la verga muy dura metida en el pantalón – será mejor ponernos cómodos – me dijo, invitando a retirarme de encima suyo para podernos quitar la ropa. El pudor para mí (con él) se había convertido en pasado, y yo deseaba verlo desnudo, ese pecho velludo, esa verga enorme, esas piernas gruesas, blancas y cubiertas de bello, esos pies de modelo de catálogo. Moría por ese man. Me gustaba absolutamente todo de él.
Ya desnudos volví a colocarme sobre él y sentí su verga rozar mis nalgas, pero no se las entregaría si no las pedía. Así que seguí besándolo y luego tome su verga por mi espalda para masturbarla, estaba completamente erecta, no podía cerrarla con mis manos (tengo manos chiquitas T_T )
Llevábamos mucho tiempo sobándonos y besándonos cuando por fin uno de los dos dijo algo, y fue él:
- Me has puesto la verga dura en tiempo record.
- Tal vez me deseas más de lo que crees.
- Es posible, solo recordar que ese culito me saco la leche tan rápido, es tan ajustadito.
- ¿Si, te parece que es ajustado?
- Claro que sí, fue mío antes que de nadie más.
- Será tuyo si lo pides
Paul hizo que me levantara y me hizo subir una pierna en el borde de la cama, pe indicó que me incline un poco hacia adelante. No sé de donde apareció el tubo de lubricante pero casi de inmediato tenía uno de sus dedos correctamente lubricado haciéndose espacio en mi ano. Gemí de placer, él parecía poseído, empezó a moverlo frenéticamente, me asusté un poco porque la ocasión anterior no se comportó así, creo que ahora estaba más borracho y menos fumado, pero igual me dejé hacer. De pronto fueron 2 dedos, la misma operación con 3, pero con 3 me hizo algo de daño y me queje, pero no tenía fuerzas para hacerme respetar así que solo hice lo posible por dilatar mis músculos en esa zona.
De pronto sacó sus dedos sin previo aviso, me giro, me empujó sobre la cama, levantó mis piernas y sin previo aviso (ni más lubricante) empezó a penetrarme sin la menor delicadeza. Me di cuenta que no podría zafar así que al igual que la primera vez me relaje lo más que pude y permití que ingrese hasta el fondo, de un solo tirón.
- Eres muy valiente Jorgito, me sorprendes cada día más, te tragaste toda mi tranca de un solo largón.
- Quiero hacerte feliz, y si esto te hace feliz yo me dejaré hacer.
Empezó a bombearme fuerte, bastante fuerte, de pronto la sacó y solo dejó la cabeza dentro, en ese momento me desrelaje (no sé cómo decirlo, espero se entienda) y así con todos mis músculos tensos lo introdujo de un tirón y dio un gemido que pensé que se le había salido el alma del cuerpo. Sentí algo de dolor pero no era el fin del mundo, entonces entendí como ajustar en esa parte para generarle placer al pene que te está violando, y empecé a jugar con eso. Habíamos estado cerca de 20 minutos en el asunto cuando me dijo que se venía. Con una de sus manos tomo todo el precum que yo había largado hasta entonces, lo froto por todo mi pene y empezó a pajearme tan salvajemente, y a embestir tan fuerte que hizo que ambos nos viniéramos, mi leche salió sin tanta fuerza, pero fue una cantidad que me asustó, no tenía cuando dejar de salir, no tenía idea que podía contener esa cantidad de leche en mi cuerpo, y por el otro lado sentí el culo mucho más lleno (y mucho más maltratado) que la vez anterior.
- Ducha – me dijo
Esta vez simplemente salió de mí, cogió una buena cantidad del semen que estaba cerca de mi ombligo para que no la hiciera caer al piso (imagino) y fue detrás de mí, se metió a la ducha conmigo, pero no fue romántico, solo fue por la necesidad de limpiarnos, de hecho nadie dijo nada, todo fue tan frio.
Al salir me vestí, seque bien mi cabello y me fui, eran cerca de las 2 de la mañana.
La próxima historia no tendrá mucho que ver con lo que les conté hasta ahora porque trataría de cómo hice que Paul se enganchara conmigo, me saltaré a una historia más interesante, el día que yo robe su virginidad y mi matrimonio, porque si, a pesar de todo lo gay (y tragón) que ya saben que soy estuve casado.
Gracias por leerme