Cocorock Primera vez

-No como la tuya, realmente es un monstruo – mi vista estaba completamente enfocada en esa parte de su naturaleza sobrenatural.

Había pasado todo el verano visitando a Paul sin un solo contacto más allá de amistad, o contacto con la hierba o el alcohol, realmente era un chico interesante, me gustaba mucho conversar con él. A mediados de febrero me invitó a la cancha a jugar fútbol con unos amigos y descubrí que tenía fuerza en las piernas y bastante talento para un deporte (debo aclarar aquí que soy muy flojo para los deportes)

Los días para volver al colegio estaban contados, ya había aprobado el curso que me faltó así que estaba listo para iniciar mi penúltimo año escolar y a muy pocos días de mi cumpleaños. El miércoles después de jugar Paul me dijo que sus padres volvían el martes 22 (yo recuerdo fechas que da miedo) y me dijo que vendría una persona a hacer una limpieza general y profunda a su casa (era realmente urgente) así que el sábado daría una señora fiesta como fin de vacaciones, y fin de su momentánea libertad.

  • Ese día no puedo, mis papas llegan ese día porque es mi cumpleaños.

  • No sabía, bueno entonces el viernes.

  • Es que llegaran la madrugada del 20, prácticamente el 19

  • Entonces el jueves, igual nadie tiene nada que hacer, ¿estamos de vacaciones no?

Pasaron los días y el jueves llegó sin pena, no pude convencer a mi mejor amiga de acompañarme así que me aventuraría a ir solo (ciertamente prefería ir solo) ya que quería quedarme un buen rato y conocer un poco más la diversión  con los compañeros del futbol y algunos amigos más que conocí durante ese verano.

  • ¿A dónde vas?

  • A una fiesta – Mi hermano se detuvo en la puerta de mi cuarto y se quedó a interrogarme un poco.

  • Y desde cuando tienes fiestas tú.

  • Es una reunión con unos amigos con los que hemos estado jugando futbol.

  • Ahora eres muy deportista no, desde que te juntas con el drogadicto.

  • Que hablas idiota, el solo juega en el equipo.

  • Sé que has estado en su casa, me lo contó Fabiola que te ha visto más de una vez entrando a su casa.

  • Que chismosa es tu enamorada, y que, ¿vas a decirles a mis papas? Nenasa

  • Que has dicho imbécil – Mi hermano odia que lo enfrenten, y yo odiaba hacerlo, era muy cobarde, en ese momento me tenía sujeto del cuello.

  • Déjame.

  • Discúlpate

  • De tener un hermano así de imbécil, ok ¡perdón!-

Arturo me tiro un derechazo muy certero que me hizo caer al piso junto con mi momentánea valentía, se fue de mi cuarto azotando la puerta y pisando fuerte por todo el pasillo hasta su habitación. Luego de ponerme de pie me di cuenta que tenía el rededor del ojo un poco (bastante) morado e hinchado. Lo odiaba tanto

  • Celi esto hay que disimularlo de alguna forma, AYUDAME – Fui a la casa de mi mejor amiga, ella siempre arregla todo.

  • No tengo idea de cómo cubrir eso, tu piel es muy exagerada y eres muy blanco, la base es de color, tal vez si usamos corrector de papel.

  • No tengo tiempo para bromas, tenía q estar en la fiesta a las 9 y mira la hora (9:25 aproximadamente)

  • Ya relájate, oye tendré que maquillarte toda la cara para que quede más o menos parejo

  • Ok, llegare maquillado a mi primera fiesta, ¿Qué más puede salir mal?

En esta fiesta tuve más conocidos que en la anterior, al menos tenía con quienes conversar, todo andaba muy bien hasta que alguien me dio alcohol (debí haber practicado alguna vez durante el verano – pensé) tome el vaso y de sorbos ridículamente pequeños lo fui bebiendo mientras seguía conversando con todos y veía a Paul subir y bajar cada 10 minutos para ir por su dosis de “felicidad”

  • Paul

  • Jorgito, me gusta tanto tu compañía amigo, eres como mi hermanito – dijo a gritos mientras me abrazaba (al igual que en ese momento lo hacía con casi todo mundo).

  • Paul quiero ponerme más contento, ya sabes.

  • Claro, dale, ve con Álvaro, está en mi cuarto.

Álvaro era el capitán del equipo de futbol, un chico que yo pensé era tan aplicado (mamón) como mi hermano, y grande fue mi sorpresa cuando lo encontré armando porros, tenía al menos una docena en el escritorio y suficiente hierba para armar una docena más.

  • Jorgito, no pensé que tu – dijo medio sorprendido cuando le dije a lo que iba.

  • Bueno lo probé hace unos meses y creo que necesito algo ahora para estar un poco más en onda con la fiesta.

  • Bueno, llevaré varios al rato, es la “sorpresa” de la noche, pero si quieres ir afinando motores pasa, la pipa esta por allá, yo ya la estuve usando – dijo guiñándome el ojo.

La fiesta continuo, los porros llegaron, realmente más contenido por aquí sería relleno y medio inventado por que para ser completamente sincero con ustedes no recuerdo nada de ese momento así que me salto a lo bueno.

Eran las 3:30 de la mañana cuando recobre algo la conciencia y me di cuenta que mi hora de llegada a casa había sido violada magistralmente, y eran las 3:33 cuando me di cuenta que en ninguno de mis bolsillos estaban mis llaves y recobre el 100% de mi conciencia.

  • Paul, debí irme hace mucho y no traigo mis llaves conmigo, no puedo dejar que mi hermano me vea así.

  • No creo que nadie más suba a mi cuarto por ahora, sube a descansar y te vas temprano.

  • Es que no es así de fácil (La cara de Paul cambio un poco, se molestó conmigo) Oye Jorge, lo siento, no puedo hacer nada más que eso por ti, tómalo o déjalo, no me malogres la fiesta.

¡Demonios! Tenía razón, mis olvidos no eran su culpa así que subí a su cuarto e intente descansar en el sillón, me quite las zapatillas y me acomode un poco, casi al instante me quede dormido. De pronto abrí los ojos y el reloj de la pared marcaba las 4:29 de la mañana, ya no había música. Mis ojos se adaptaron a la oscuridad y vi que Paul estaba vestido tirado boca abajo en su cama. Me levante porque tenía urgencia de ir al baño.

  • Deja la puerta abierta por favor – Dijo Paul sin moverse de como estaba – Que se ventile un poco mi cuarto.

  • De acuerdo – me volví a sentar en el sillón.

  • Entonces, te gusto la fiesta – dijo poniéndose un poco de lado moviéndose con mucha pereza.

  • Fue una experiencia nueva para mí.

  • Me alegro que te haya gustado, y espero q pases un feliz cumpleaños, ese fue mi regalo para ti.

  • No creo que la fiesta haya sido organizada para mí.

  • Realmente no, me gustan las fiestas, las que yo hago, pero digamos que es extensivo a regalo de mi para ti.

  • Bueno, gracias, al menos tuve una fiesta antes de los 15.

  • Y que más quieres tener antes de los 15? – Preguntó muy curioso.

  • No sé, supongo que lo que normalmente se debería tener para entonces.

  • Y eso que incluye.

  • No lo sé realmente.

  • Bueno ve, tomaste alcohol, fumaste hierba, estuviste en una fiesta de fumones.

  • Jajaja, supongo que está bien entonces, voy por buen camino.

  • Claro que si amiguito – (durante esta conversación Paul se incorporó y se acomodó a mi lado en el sillón cogiendo su pipa)

  • Oye y, esta vez no se te dio por la paja violenta de la otra vez – dijo muy risueño mientras yo me ponía muy rojo.

  • Solo paso esa vez, esta vez no, creo que tengo que dominar eso mejor, es decir, mi cuerpo está cambiando y creo que una erección con los jeans me causaría dolor.

  • Bueno, lo que vi que tenías ahí ya estaba de dimensiones considerables, si siguió creciendo me imagino que sí, dolería, si lo sabré yo.

  • Oye y lo que dijiste esa vez del monstruo.

  • Ha, jaja, te acuerdas de eso – Esta vez yo lo incomode a el – no fue nada.

Un silencio intenso nos invadió, en un momento de arrebatado le quite la pipa y lance un par de veces.

  • Me das algo de tomar

  • Que tipo – me preguntó con curiosidad

  • Creo que algo  con un poco de alcohol – Paul con cara de extrañeza se puso de pie y bajó hacia la cocina.

  • Toma – Volvió muy rápido – es vodka, solo – era muy tarde ya había secado el vaso – no lo tomes muy rápido - hizo una pausa - creo que tenías mucha sed.

  • Si, eso parece – Aun no estaba completamente sobrio de la fiesta y la hierba ya me había hecho efecto -

  • Sabes, creo que ya me dio por la paja violenta como la otra vez.

Las palabras ya habían volado, en mi subconsciente se encendió el foco de la vergüenza pero por otro lado realmente quería hacerme la paja. Paul me observo un momento sin chance a reaccionar o decir nada porque yo ya estaba de pie soltando mi correa para bajarme los pantalones.

-       Bueno dale, pongámonos cómodos y encendamos una porno, porque yo también llevo días sin descargar.

La cuota de vergüenza se me subió a la cara cuando yo estaba por bajarme el calzoncillo, pero Paul ya estaba de pie encendiendo la computadora desde donde proyectaría su película.

-       No, espera, ¿Qué?

-       Yo también me hare la paja, puedo no, digo, estoy en mi casa y...

-       Bueno – interrumpí – hagámonos la paja – me sentía más bien desinhibido.

La película empezó, yo traía la verga a medio empalmar, me senté en el sillón con los pantalones y calzoncillos en los tobillos. Paul dio un par de vueltas antes de sentarse, se quitó los zapatos y los pantalones (no llevaba interiores, no pude evitar notarlo) traía la verga completamente muerta – Voy por algo de tomar para mí – dijo y se fue a la cocina completamente desnudo de la cintura para abajo.

“Esa curiosidad te puede costar muy caro, porque cuando el monstruo despierta hay q satisfacerlo y no es tan fácil lograrlo”

La curiosa frase de Paul me vino a la cabeza durante un momento y varias preguntas llegaron a mi mente ¿Se refería a su verga con el “Monstruo”? ¿Por qué no sería fácil satisfacerlo?

Volvió al poco con más vodka y otro vaso, me ofreció un poco, preferí no, él se tomó 2 vasos llenos uno tras otro. Entonces se sentó a mi lado y empezó a sobar su verga que estaba completamente muerta, mientras la mía estaba casi completamente erecta.

-       Creo que te creció un poco desde la última vez – dijo en tono de risa.

-       ¡Hey! No vale mirar – Reclamé.

-       Perdón, lo siento.

Llevábamos un instante viendo la película

-       ¿Porque te cuesta tanto que se te pare? – Mi curiosidad ganó el partido

-       Digamos que entreno mucho para que no pase con facilidad, porque mi erección es notable sobre la ropa, e incómoda.

-       Si lo sé, cuando se me para a veces la ropa me hace doler por falta de espacio.

-       Y eso que aun la tienes de tamaño regular.

-       Cuando me dijiste eso del monstruo te referías a tu verga ¿no?, ¿Qué tan grande es?

-       Ya lo veras.

-       Y cuando dices que no es fácil de satisfacer ¿Exactamente a que te refieres?

-       Digamos que empezaremos ahora, tú te correrás y yo me la seguiré pajeando un buen rato más para terminar.

¿Cómo era eso posible? Yo me pajeaba 10 minutos, tal vez 15 y me corría, no sabía que había personas que tardaran tanto, no conocía otra anatomía a parte de la mía. Llevábamos unos minutos pajeandonos cuando me detuve a servirme de la bebida, mis ojos curiosos nuevamente me ganaron y vi su verga, era considerablemente más ancha que al principio y tenía el tamaño de la mía, pero aún no estaba parada. Preferí no hacer comentarios y volví a sentarme cuando me di cuenta que el video que veíamos termino e inició otro donde rápidamente dos muchachos se besaban fuertemente y sobaban mutuamente sus torsos desnudos.

-       Si no quieres ver eso puedo cambiarlo.

-       No, déjalo. Ya vi mucho porno “normal” siempre quise ver esto pero no sabía cómo buscarlo.

-       Vaya curioso.

Los muchachos del video se bajaron el pantalón uno al otro, ese video me estaba calentando seriamente y aun no entendía por qué. Entonces cada uno cogió la verga del otro y empezaron a masturbarse mutuamente.

-       ¿Es normal que un hombre le agarre la verga al otro?

-       Si te gusta, está bien.

-       Quisiera intentarlo.

Estaba completamente desatado en este punto, en esos 2 minutos de video descubrí mi sexualidad, mi estado neutro de atracción por otras personas paso a ser de un color muy claro – Sabes que en mi casa puedes hacer lo que quieras – Paul me dio carta  abierta para probar y yo sentía necesidad de hacer lo de los chicos del video, entonces estire mi mano aun con cierto temor y la puse sobre la verga de Paul, hasta ese momento no había vuelto a ver en qué estado se encontraba, entonces note que estaba algo más larga, pero aún no completamente erecta.

Bastaron 2 segundos de mi mano en su verga para que se ponga completamente rígida y era realmente enorme, incluso me asuste porque ni los chicos del video parecía tenerla más grande, entonces Paul en un movimiento muy rápido puso su mano en mi verga y yo creí que había llegado al cielo, la sensación de otra piel tocando tu verga, creo que todos ustedes la entienden.

-       Es grandecita eh – me dijo.

-       No como la tuya, realmente es un monstruo – mi vista estaba completamente enfocada en esa parte de su naturaleza sobrenatural.

-       Te crecerá algo más, o tal vez mucho más, quien sabe.

Empecé a masturbar a Paul como lo hacía con mi verga y el parecía estar perdido en el paraíso, sé que entonces no era un experto en ese arte, pero creo que la practica (constante) en mi verga había dado sus frutos, era bueno masturbando vergas propias y ajenas.

Los muchachos del video se mamaban las vergas mutuamente en un 69 y yo seguía pajeando a Paul y el más que hacerme la paja solo me tenía tomado del pene, lo cual también me daba una sensación muy rica, entonces uno de los muchachos del video se puso de pie y puso el culo en pompa para que el otro empiece a hacerle un beso negro extraordinario, el muchacho que lo recibía tenia cara de placer y una nueva curiosidad apareció.

-       ¿Eso es higiénico? ¿Saludable?

-       No lo sé, supongo que se habrán lavado bien – Paul estaba muy concentrado en su pipa.

-       Dame un poco – me dio de lanzar – creo que me gustaría intentarlo.

-       ¿Hacerlo o recibirlo?

-       Parece que más disfruta el que lo recibe.

Paul me agarro de la muñeca y me hizo levantarme del sillón, me giro, me agarro de las caderas y observó mi trasero durante un segundo, entonces me hizo una pregunta que destruyo el mágico momento, pero que ahora sé que era importante - ¿No te has ocupado luego de tu ultimo baño cierto?

Luego de decirle que no separó mis nalgas y metió su lengua certeramente a mi aun virgen culo, sentí de todo, desde incomodidad hasta el máximo placer, lo que hacía ciertamente me estaba gustando mucho. Al principio iba despacio, pero poco a poco parecía hacerlo de forma más violenta, de repente sentí que algo intentaba entrar por ahí, me asuste.

-       ¿Qué haces?

-       Preparo tu culo.

-       ¿Para qué?

-       Bueno creo que quieres que sigamos imitando a los chicos del video.

Entonces me di cuenta que uno de los muchachos del video introducía suavemente su verga por el ano del otro, y el que la recibía parecía estarlo disfrutando mucho. Mi afán de probar todo ese día y en ese momento, junto con la hierba y el alcohol, ya todo estaba dicho, yo terminaría siendo empalado por Paul. De alguna parte de él desorden del cuarto Paul trajo un frasco de algo que no tenía idea de que era, hecho el líquido en 2 de sus dedos y me los metió sin decir nada, instintivamente cerré el poto y él (que en ese momento estaba parado detrás de mí) me dijo – Relájate, esto nos va a gustar mucho – y entonces por debajo de mi nalga sentí la tremenda tranca de Paul completamente dura y recordé el tamaño que tenía, y era mucho más grande que la del actor de mi película, y el muchacho que la recibía por ratos parecía sentir dolor, pero no me asuste. Creo que sabía que de alguna forma Paul me quería, o no me haría daño.

-       Ya puedes recibir 3 dedos, creo que será mejor usar más lubricante.

No sabía que decir ni a que se refería, entonces cogió el envase y me puso más gel cerca al ano y luego una generosa cantidad fue esparcida por toda su verga. – Lo haremos a tu ritmo, yo estaré aquí sentado y tú te lo irás introduciendo.

Paul se sentó en el sillón y tomo su verga hacia adelante, yo me acerque de retroceso, puse su verga entre mis nalgas y cuando sentí que tenía la punta en la entrada relaje mis músculos del culo y empecé a forzar su entrada despacio pero ¿fuerte? Es decir, ejerciendo presión para que entrara – Puedes detenerte cuando quieras y luego continuar.

Cada milímetro de verga que entraba en mi culo me hacía sentir tan bien, no tenía idea que era lo que estaba haciendo pero me estaba gustando, la sensación era extraña pero quería más y seguí avanzando sin detenerme ni por un segundo hasta que de pronto empecé a sentir un poco de dolor y pare. Volteé a mirar a Paul, él tenía la cabeza hacia atrás y los ojos en blanco.

-       ¿vamos bien?

-       Putamare huevon, que rico culo tienes no pares.

-       Es que empezó a doler.

-       Bien bueno, si quieres lo hacemos de frente.

-       Como hacemos eso.

-       Sal, y te pones frente a mí, y que tu verga choque con mi pecho, de paso así puedo hacerte la paja, vas a volar.

Dicho esto salí, sentía cada milímetro de verga salir y como me quedaba un hueco gigante ahí, pero la sensación no me asusto. Cogí la pipa, lance un par de veces y me puse frente a él, repetí la operación de ubicar su verga a la entrada de mi culo y antes de empezar a bajar Paul me pregunto - ¿Podemos besarnos? – No sabía cómo reaccionar a eso así que simplemente sin articular palabra lo empecé a besar (era la primera vez que besaba a alguien) no sé si lo hice bien o mal, pero mientras lo hacía empecé a descender por su verga, esta vez con algo más de fuerza, pero llegue mas o menos hasta la misma altura que en la otra posición, aun había una parte que no había logrado que ingrese y ya estaba en la zona del dolor, entonces Paul separo nuestro beso y tomo mi verga que estaba a punto de reventar, su mano estaba con lubricante así que empezó a hacerme una paja tan espectacular, y mezclado con el placer que sentía por el culo que perdí la noción de lo que hacía y Paul hábilmente me la fue empujando de a pocos hasta que sentí los pequeños vellos rasurados de sus huevos chocando a mis nalgas – Empieza a rebotar muy despacio – me indicó, y así empecé a hacerlo, creo que tuve un orgasmo anal, lo juro, pero no me vine, solo durante un breve instante perdí el sentido y me entregué por completo al placer que sentía mi cuerpo, entonces Paul empezó a moverse suavemente a la par conmigo, entonces me empezó a pajear de nuevo, cuando advirtió que estaba por venirse y soltó mi verga, en ese momento sentí como su semen empezó a inundar mi interior, era caliente y abundante, tanto que sentí que empezó a salirse por mi culo, no sé como si con el ancho de su verga por ahí no entraba ni un alfiler, yo también estaba a punto y se lo dije. Él tomó mi verga (la suya aún estaba dentro y no había perdido nada de su dureza magistral) me pajeo más fuerte, más rico, movió un poco su cadera para penetrarme y me vine tanto, tan fuerte, tan rico que mi leche llego hasta su cara e inundo todo su pecho lleno de vellos, y entonces su verga empezó a causarme molestia ahí metida pero no dije nada.

Me abrazo tiernamente, mi leche estaba hora en el pecho de los dos, y su verga algo menos dura aun la tenía hasta los riñones

-       Jamás me eh venido tan rápido, son las 5:10 apenas tenemos 15 minutos en esto, nunca pensé que un culo virgen aguantara mi verga si ni a los putos a los que les eh pagado me la reciben entera.

-       Jamás habías tirado conmigo, en algún punto de nuestra introducción me dije que entraría toda y eso para mí fue un reto, pero creo que ya estaría bien que salgas – dije en tono de risa.

Paul se movió un poco y retiro su verga, tenía tanta leche adentro que sentí que me meaba por el culo (supongo que algunos entienden eso)

-       Ve directo a la ducha.

Él se metió conmigo, fue bonito, romántico, no lo sé…

No quiero hacer más extensivo este relato porque creo que ya está larguito, así que esa parte me la guardaré para mí.

Ya estaba de nuevo cambiado, aún era muy temprano, 7:30 de la mañana, ya había tomado desayuno y estaba listo para irme a casa sin rastros de bajón o de borrachera.

-       No sé qué nos vuelve esto – le dije a Paul

-       ¿Conversamos otro día ok?

-       Cuando se van tus papas.

-       A lo mucho estarán aquí 4 días. Toma – Me extendió una cajita negra pequeña, contenía una pipa y algo de hierba

-       No puedo llevarlo a mi casa

-       Yo tampoco puedo tenerlo en mi casa, creo que te gusta mucho. En todo caso, guárdalo en caso de emergencia.

-       Bien, veré como lo hago.

-       Nos vemos en unos días.

-       Claro – moría por besarlo, pero no me atreví – por cierto, eso del monstruo necesita explicación aún.

-       Está bien, sólo te diré que 23 cm en tu primera vez y haber podido con todo es algo que no se ve todos los días, eres especial.

-       Bien, supongo que sí. Adiós.

Me fui de su casa a la mía, con mucha suerte me encontré con la señora de la limpieza que tenía llave para entrar y que era mi muy buena conmigo, así que me guardó el secreto. Me metí a mi cuarto y entre en coma (dormí por 12 horas seguidas)