Cocorock el primer dia del resto de mi vida

- Soy activo, eso te va bien. No respondí, solo lo besé más salvajemente

Me case un 15 de enero, mis padres me emanciparon para poderme casar con 16 años, aún faltaban 2 meses para que cumpla 17, pero tenía un hijo en camino que llegaría más o menos a mediados de mayo, y tanto mis padres, como los padres de mi prometida eran muy conservadores y no querían que nuestro hijo naciera fuera del matrimonio.

Ese día Cynthia, mi prometida, tuvo muchas molestias con el embarazo, prácticamente la pequeña recepción se canceló, ella no estaba para nada bien, yo no quería nada más que irme de ahí y olvidarme de toda esa payasada. Mi padre apoyaba la moción de que me haga cargo de mi hijo sin matrimonio de por medio pero vez, así es la vida.

El 17 de enero Cynthia se quedó internada y su embarazo fue declarado de alto riesgo. Sé que mi madre tenía más información al respecto pero al conocer mi poco interés en aquello no me lo comunicó

Yo disfrutaba mis últimos meses de libertad, recién había terminado el colegio y ya sería padre, no sé en qué momento viviría. No había visto una universidad, ni si quiera sabía qué carrera quería seguir. Entonces mi hermano volvió de su retiro espiritual y me dijo que conversemos. Acepté ya que mis padres no estaban en casa, pero le di como condición que lo hagamos en el techo, entonces de primera intención lleve una pipa para que se moleste conmigo. Solo me dijo que me deseaba suerte como padre, y que sabía que mis padres me darían un departamento para que me vaya a vivir con Cynthia y que sea consiente que eso ya era parte de mi herencia… hay hermanito, no existe alguien más huevon que tú en toda esta galaxia.

A fines de febrero postulé a la que creo que era la mejor universidad del país, la verdad no me importaba mucho eso, solo quería que mi carrera dure estrictamente 5 años y largarme. Para entonces el sexo con Paul se había vuelto muy salvaje siempre, él dejó claro que él no amaba más que a las drogas y al alcohol, y yo era un “hombre” casado, había que empezar a dejarlo de lado y así fue, cada vez le decía que me gustaba mucho menos estar con él cuando estaba bajo los efectos de la coca sobre todo. Entonces empecé a conocer un chico, por ahí otro en los chat gay que estaban de moda en aquel momento, realmente no encontré nada relevante.  Los meses estaban muy aburridos, casi todos los días veía a Cynthia que seguía internada, pero me entusiasmaba saber que sería papá, había un instinto dentro de mí.

El día de mi cumpleaños 17 fui temprano a la clínica a ver a Cynthia, mis amigos del colegio iban a visitarme por la tarde, quizás sería la última vez que nos íbamos a juntar ya q en pocos días empezarían las clases de las universidades, si no era que algunos ya habían empezado. Como al medio día Cynthia tuvo un accidente en la habitación intentando ir al baño sola, y tuvo un golpe serio en el vientre.

Pasó como una hora cuando por fin el médico salió y me dijo que estaban preparando todo para una cesárea de emergencia. Desde ese momento todo paso en cámara lenta, no sé si vieron la escena donde quicksilver anda entre los guardias para rescatar a magento en una de las pelis de X-men, no recuerdo cual, bueno desde ese momento yo veía que todo pasaba así.

Hasta que de pronto en el quirófano, yo completamente vestido de alienígena vi como mi hijo salía del vientre cortado de su madre y fue indescriptiblemente bello, el mejor momento de toda mi vida, no pude cargarlo porque lo pusieron a la incubadora pero no me despegue de él las siguientes 20 horas. Y cuando lo vi ahí, tranquilo, frágil y hermoso descubrí cuál sería su nombre, Luciano

Cynthia no puso ninguna objeción a pesar que realmente nunca habíamos conversado del tema, una vez que mi mamá me dijo que sería bueno que descanse me fui a tomar un café y me encontré con un enfermero del hospital (al menos a mí me parecía enfermero) resulto ser doctor.

-          Felicidades papá, eres bastante joven para.

-          Si ya lo sé yo mismo me lo dije, hay toda una historia detrás.

-          Yo no planeo tener hijos.

-          Y eso a que se debe.

-          Bueno muchos motivos – me di cuenta de su pose amanerada y lo atractivo que estaba este doctorcito de entre 30 y 35 años aproximadamente.

-          Bueno si es por lo que creo, yo tampoco hubiera tenido hijos nunca.

-          Y que es lo que crees.

-          Nada, no dije nada – Me di cuenta que le estaba coqueteando al doctor que había traído al mundo a mi hijo y no era momento de pensar en sexo.

-          Es casi medio día, si gustas almorzamos juntos, te puedo dar algunos concejos sobre bebes.

-          ¿Cómo sabes tú de bebes si no tienes hijos?

-          Verás, mi madre me tuvo muy joven, y luego pausaron la fábrica, mis hermanos tienen 22 y 20 años, yo los cuidé cuando eran pequeños.

-          ¿Y cuántos años tienes tú?

-          34, que gracias al cielo no los aparento aún.

-          Qué curioso, yo pensé que tenías entre 30 y 35

-          Es un margen muy grande para calcular la edad, pero digamos que adivinaste.

-          Vamos a almorzar – Listo, el doctorcito detalloso ya era mi amigo, y ese pantaloncito le marcaba un buen culo y yo tenía muchas ganas de mi sexo de cumpleaños, pasé todo mi día de celebración en la clínica.

La charla durante el almuerzo fue muy amena, y la comida estuvo realmente buena, me llevó a un restaurante a 3 cuadras de la clínica.

-          Oye realmente fue muy agradable conocerte, pero creo que debo ir a mi casa a descansar un poco para venir en la noche.

-          Vale, sí, yo debo volver a la clínica a cambiarme para irme.

-          Vamos a la clínica, yo también debo llevarme algunas cosas y preguntar que traigo más tarde.

Caminamos hacia la clínica hablando cosas sin sentido.

-          Disculpa si es muy atrevido lo que voy a decirte pero, si no te hubiera conocido aquí y no supiera que estás casado y acaba de nacer tu hijo hubiera hecho todo por encerrarte en mi consultorio y besarte como salvaje, eres un chico muy guapo – listo ya me tenía completamente intimidado y avergonzado.

-          Gracias, es muy amable lo que dices.

-          Disculpa nuevamente el atrevimiento pero cuando te vi en la cafetería pensé que estabas demasiado bueno para ser heterosexual.

-          Bueno entonces discúlpame también por haberte estado mirando el culo con ese pantaloncito tuyo del trabajo.

-          A poco si eres…

-          Si me gustan los tíos

-          Y porque tu hijo, y tu esposa.

-          Como te dije, no planeaba tener un hijo, me case obligado, y me gustan las vergas y los culos de hombres

Todo esto lo hablábamos en voz baja mientras andábamos por el pasillo hacia su consultorio.

-          Bueno aquí me quedó por mis cosas – dijo poniendo la llave en la puerta de un consultorio privado.

-          Bien entonces ya sé dónde encontrarte

-          Cuando gustes podemos repetir el almuerzo y tal vez ir a otro lado.

-          Claro – dije medio colorado, él miro hacia ambos lados del pasillo y no había nadie.

-          O tal vez ahora – me dijo jalándome de la muñeca hacia dentro de su consultorio.

Una vez dentro nos pegamos como locos en un beso lleno de lujuria y deseo. Las prendas empezaron a salir volando una tras otra, ambos teníamos el torso desnudo, él tenía un bonito cuerpo, se notaba que asistía frecuentemente al gimnasio, vello a medio crecer evidenciaba que se depilaba, y muchas pecas en todo el pecho y hombros.

-          Soy activo, eso te va bien.

No respondí, solo lo besé más salvajemente, entonces cogió su maletín y saco un tubo de lubricante que puso sobre el escritorio, entonces se paró frente a mí y se bajó los pantalones hasta los tobillos calzoncillos y todo mostrando una bonita verga, circunciso y medio cabezona apuntando hacia mí, entonces puso sus manos en mis hombros invitándome a arrodillarme y comérmela y lo hice.

Una buena mamada con una verga regular era fácil después de la verga de Paul, entonces liberé la mía para poderme pajear. Todo iba bien hasta que me hizo una señal para q me pusiera de pie y me apoye en su escritorio, entonces cogió el tubo de lubricante y un guante quirúrgico, hecho un poco en dos de sus dedos y empezó a jugar con mi ojete. Que rico se sentía, de repente con la mano que no tenía el guante busco entre su maletín y saco varios preservativos, se puso uno.  Casi al instante ya me tenía atravesado con su pene, yo gemía de gusto, su verga era gruesa, me estaba dando mucho placer, entonces con la mano con el guante que estaba bastante lubricada empezó a pajearme, no paso mucho hasta que anunció que se venía y me dijo si me gustaría recibirla en la cara. Y claro que inmediatamente me hizo la señal me puse de rodillas para que me dé su leche en la cara. Fue bastante interesante eso.

-          Tienes una muy buena pinga Jorgito, no creo que te la quieras llevar cargada, recuéstate en la camilla que te hare venir como nunca.

Termine de quitarme el pantalón, lo tenía por los tobillos, me eche en la camilla aún con la cara llena de su leche. Me pidió que separe las piernas y esta vez se puso dos guantes correctamente lubricados. Con una de sus manos me pajeaba muy rico, sobre todo concentrándose en la cabeza, y con la otra mano metía toscamente sus dedos por mi culo. Las sensaciones en simultáneo hicieron que me viniera abundantemente como era costumbre de mi ligeramente escandaloso cuerpo, entonces estaba bastante satisfecho, nos besamos nuevamente y me despedí de él.

Era bastante claro que yo era gay, ahora si no tenía la menor duda, pero tambnien era papá, y eso lo sentía desde lo mas profundo de mi ser.