Cocorock
Esa curiosidad te puede costar muy caro, porque cuando el monstruo despierta hay q satisfacerlo y no es tan fácil lograrlo
Hola a todos, soy Jorge.
En las últimas semanas le cogí mucho gusto a esto de leer relatos y dado q mi vida se ha reducido a trabajo, familia, trabajo y no hay sexo (Que triste mi vida T_T ) les contaré por aquí algunas historias muuy interesantes sobre mi vida (cuando era vida) sexual q estoy seguro les va a gustar.
Creo q mi descripción la guardare para el tercer o cuarto relato ya que quiero empezar por el principio y entonces era bastante diferente a lo que soy ahora. Dice así:
Tenía 14 años entonces, era muy mal alumno del colegio si no el peor. Por ese tiempo luego de haber sido expulsado por mal comportamiento de 3 buenos colegios de lima, me pusieron (como castigo) en un colegio nacional, no sé cómo se conocerá en otras partes del mundo, pero aquí, al menos yo le digo así. El año terminaba y yo estaba a punto de reprobar con honores 4 cursos, y lo máximo permitido para recuperarlos eran 3, estaba muy preocupado porque mis padres se molestarían seriamente conmigo. Creo que es oportuno comentar que cada uno de ellos es un empresario exitoso en su rubro, y mi hermano y yo fuimos criados prácticamente por empleadas que contrataban para tal fin. Entonces yo medía a penas 1.64 cm, era casi el más pequeño de mi clase, mi mejor amigo en el verano anterior dio el estirón a la vez q se le llenó la cara de granos, un desastre. Yo era muy delgado, blanco como un papel, sin un solo vello en el cuerpo aún, y para entonces (diciembre) mi única gracia era mi cara (me han dicho muchas veces que soy guapo, ya me la creí).
Retomando la historia, estaba desesperado porque estaba a punto de repetir el curso, sin contar con que mi matricula estaba condicionada y por cualquier cosa que hiciera me sacarían del colegio y yo no tendría ni secundaria completa, lo cual ya sería el colmo. Entonces pensé de donde sacar alguien q me enseñe lo que no aprendí en todo el año para conseguir calificaciones notables para aprobar todas las materias.
Ese día por la tarde pase a buscar a mi mejor amiga (2 años mayor que yo) para que me ayude a pensar cómo resolver mi problema.
- Chata, ayúdame, como aprendo 8 materias en 5 días, tengo que salvar por lo menos un curso
- No sé qué decirte, al menos te hubieras preocupado por historia y biología, no creo q sea tan yuca que te aprendas eso, solo léelo hasta que te lo sepas de memoria.
- No puedo, las fechas me marean horrible, lo he intentado el año pasado y reprobé, y este año en ciencias lleve biología, lo mismo, es mucho floro, el año pasado que lleve química la hice linda.
- Eres un huevón, yo creo que ya deberías decirles a tus papas
- Estas loca, no hay forma
- Oye, y si hablas con el gordo, ese tío tiene un amigo que es un excelente maestro, al menos eso me ha dicho.
- Pregúntale pues
- Vamos a su casa.
El gordo era nuestro conocido menos favorito, el hermano mayor de Celi tocaba en una banda monse con él.
- Gordo necesito a tu tutor.
- Ya normal, le hablo ahora, no puedo creer que no lo conozcas, vive a dos cuadras de tu casa
- ¿En la casa azul al costado de las viejitas?
- No, él es Juanito, en calle 3 en la casa que tiene las losas que simulan piedras en la entrada.
- A yaaaaaa, oye, pero ese brother es fumón
- Quieres salvar tu curso o no.
No tenía opción, mis papas conocían a todo el vecindario y siempre nos decían con quién juntarnos y con quien no, y ese chico estaba en la lista negra. Yo era palomilla (malcriado, no sé cómo lo llamen ustedes) pero tenía ciertos límites, sobre todo con las drogas y la gente ligada a ellas.
- Hola Paul, él es Coco, necesita que lo ayudes con 4 materias para salvar el año.
- Ya veo – El tal Paul me mando una mirada terrible de pies a cabeza, yo tenía algo de miedo (pánico) pero mi materia era más importante que mis valores en ese momento – entonces tienes que salvar ¿qué cursos?
- Historia, Biología, Cívica y Geografía
- Bueno da por perdido biología, pero con los otros tres si la hacemos, q calificación necesitas.
- 16 mínimo en cada una (en aquel tiempo las notas eran sobre 20)
- Ven a las 7 y trae tus libros y si fuera posible los cuadernos de cada clase.
- Gracias.
Dieron las 7 de la noche, yo estaba en uniforme de colegio aun, cargue mi mochila con las cosas que necesitaba y fui a su casa, toque el timbre con el corazón en la garganta y él abrió, estaba con su pijama y cara de relax (supongo que se entiende eso) – Pasa, te estaba esperando – me dijo. Nos sentamos en la mesa del comedor de su casa, todo estaba muy desordenado, sucio, no pensé que en alguna parte de mi distrito (vivo en San Isidro para los que conocen) hubiera una sola casa en esas condiciones.
- Disculpa el desorden, mis papas están de viaje hace 2, 3
- ¿Días? – pregunte curioso
- Meses, y a mí no me gusta mucho eso de andar haciendo el aseo.
- Ya veo – Sentí algo de lastima por él, aún era incapaz de entender cosas que deduje luego de ese muchacho y su relación con las drogas, pero de alguna forma suponía que tenía que ver.
El resto de la semana Paul me ayudo de alguna forma que no entiendo a comprender todas y cada una de las materias, el domingo previo al inicio de evaluaciones me deseo mucha suerte, de alguna forma le había cogido cariño, más aun por que en algún momento me comento que no sabía cuándo volverían sus padres.
Termino la horripilante semana de exámenes y solo me lleve una materia, ya había salvado el pellejo. Tenía que agradecer de alguna forma toda la ayuda así que le dije a mi papa que un amigo me había ayudado mucho con los exámenes y quería llevarle un presente. Autorizo a que se me entregara dinero y lo tome, luego estar 2 horas y media en el bazar que estaba cerca a mi casa decidí que tal vez el dinero le haría más falta, así que se lo lleve.
- Hola, mi papá me dijo que te de esto por toda la ayuda con mis materias – Paul tenia cara de estar en la luna.
- Gracias, jaja, es un bonito gesto de verdad, pero no lo necesito, cómprate algo para ti.
- En serio me gustaría que lo aceptes – insistí.
- No te preocupes, me gusta mucho enseñar, lo hago por amor al arte, a mi profesión.
- ¿Eres Profesor? – Me entro completamente la curiosidad
- No lo soy, es decir, si, estoy en proceso de serlo.
- Vaya, no lo hubiera imaginado.
- ¿Por qué no? – Ya había metido la pata, no sabía cuál era la forma correcta de decirle que no me imaginaba a alguien siendo profesor cuando hasta la fachada de su casa huele a marihuana (que inocente era)
- Solo, no me lo imagine – dije bajando la cabeza muy avergonzado.
- No te preocupes, se lo que todo este barrio de gente aburrida piensa de mí y de mis hábitos, pensé que eras algo diferente.
- Tal vez si soy diferente, solo que aún no lo descubro.
- Puedes explicarte – me dijo.
- La verdad no, solo sé que no quiero hacer lo mismo que hace mi hermano por ejemplo, que aún no termina el colegio y creo que ya ingreso a 3 universidades.
- Bueno aun te faltan 2 años, ya decidirás lo que quieras ser. ¡Oye! Habrá una reunión más tarde aquí, si aceptas venir me daré por bien retribuido por las clases.
- Creo que tus amigos son muy mayores para mí – dije, excusándome ya que realmente no me interesaba asistir.
- La mayoría aún no tienen 18, son mis ex alumnos.
- Oye, nunca te pregunte cuántos años tienes
- 24, los cumplí el lunes que tuvimos nuestra primera clase
- Y porque no lo comentaste? Al menos te hubiera saludado.
- Da igual, estaba en otra. No importa ya paso, entonces vienes, es a las 9.
Eran las 9:30pm me había dado una ducha y me había arreglado un poco, lo había empezado a hacer a las 8, realmente no tenía ganas de ir, pero ya le había dicho a Celi que vaya conmigo (la invitación era con compañía, o compañías)
- Espero que esto sea buena idea, si mi mama se entera que entre a su casa me va a matar y luego me va a revivir para volverme a matar – me decía mientras llegábamos.
La reunión era normal, no había gente drogándose, ni tomando más que coca cola, todos realmente eran sus alumnos, Paul se veía muy contento y conversaba con todo el mundo, aunque de rato en rato se iba a no sé dónde para regresar más contento.
Las horas pasaron y era la 1am, me acerque para agradecerle y decirle que me divertí (realmente lo pase bien) conocimos chicos y chicas interesantes que estudiaban en diferentes lugares, incluso distantes. Nos acercamos a despedirnos.
- Realmente tienen hora de regreso, bueno si, son niños aun, recién empezara lo bueno, ¿No se animan?
- Gracias mi hora límite de llegada es a la 1, sino fuera porque vivo a 2 cuadras me hubiera ido hace rato – dijo Celi, a quien no le agradaba Paul y no hacía nada por ocultarlo.
- Está bien, gracias por venir, si se animan a volver, esto no termina hasta que sale el sol.
Deje a Celi en la puerta de su casa, cuando enrumbe hacia la mía mi curiosidad adolescente se calló desde mi cabeza hasta los pies, y volvieron a la casa de Paul para ver que era “lo bueno”. Habían pasado 15 minutos desde que dejé a Celi, cuando volví a la casa de Paul ya no habían muchachos sino chicos mayores, me abrió la puerta alguien q ni me conocía y me dejo entrar. Me asuste inmediatamente así que camine por todos lados hasta que lo encontré en la cocina mezclando sirviendo bebidas para varios chicos que estaban ahí – Que bueno que volviste, toma – me dio un vaso, espere que algunos amigos suyos se fueran y le pregunte ya que mi curiosidad reventaba, a que se refería cuando me dijo que venía lo bueno, cuando note que el vaso que me había tomado entero tenia alcohol.
- Huy ten cuidado, a menos que seas muy diestro tomando.
- Si ya lo note, disculpa, creo que fue un error volver, mejor me voy a mi casa – era muy tarde, en 10 segundos se me subió el alcohol a la cabeza y las piernas no me respondían.
- Sube a mi cuarto y descansa un poco, si llegas así a tu casa se disgustaran, aunque en realidad no podrás ir.
Me ayudo a subir las escaleras y me dejo en su habitación, ese lugar estaba aún más desordenado que el resto de la casa, me senté al borde de la cama y él se fue diciéndome que volvería en un rato. Una vez que cerró la puerta detrás de él me tire hacia atrás y note el olor a hierba impregnado en su edredón, no me molestaba, al contrario, lo sentía muy cómodo.
No sé cuánto tiempo paso hasta que abrí los ojos, Paul estaba medio desparramado en el sillón que estaba frente a la cama.
- Hola bello durmiente, jaja
- Hola, perdón, que hora es, no debí quedarme dormido, ya debo irme
- Hey, son las 5.10 am (nunca olvidare esa hora) mejor espera que termine de amanecer y te vas, de todas maneras te llamaran la atención.
- Es cierto, además me duele mucho la cabeza, aunque ya siento que me responden las piernas.
- Intenta dormir un poco más, yo bajare a fumar en el jardín – No se fue el descaro con el que reconoció que lo haría o qué, pero yo no quería perderme eso, quería experimentarlo, no era lógico que rechace algo porque me habían dicho, quería tener argumentos para rechazarlo.
- No te incomodes, hazlo aquí como lo haces siempre, has como si no estuviera.
- Si no estuvieras estaría en pelotas
- Bueno, evita esa parte – dije con una risa nerviosa
- Está bien, lo hare aquí.
Preparo la pipa, busco un encendedor entre la ropa que estaba botada en el piso al lado de la cama y empezó a lanzar. El olor me parecía sublime, quería probarlo, pero no sabía cómo decirlo. Creo que mi cara me delato por que no paso mucho para que me pregunte si quería probar. Y claro que quería, me acerco la pipa y por supuesto al igual que cuando lo intente con un cigarrillo de papá, me atore.
Paul tenía una sonrisa burlona dibujada en la cara, pero yo no me iba a dar por vencido, así que una vez estabilizado lo hice de nuevo, esta vez estaba de pie, lo hice (creo yo) bastante mejor (al menos no me atore) y me senté a su lado en el sillón para devolverle su pipa, cuando vote todo el humo y él me dijo que la gracia era conservarlo un rato dentro. Luego que me mostro (innecesariamente) 3 veces como hacerlo me dio la pipa y esta si fue la definitiva, creo que sentí todo lo que debes sentir cuando estas realmente volando, veía el mundo de otra forma, en un segundo se me abrió la mente y todo lo demás, y no sé porque razón, las ganas de una señora paja de esas que me hacía en la soledad de mi cuarto.
- Veo que ya eres todo un experto eh.
- Sería bueno que tomes algo - Me dio una botella de agua que estaba por la mitad, la tome y bebí una buena, era soda con vodka, no estaba muy fuerte pero con el efecto de la hierba y mi primera vez con alcohol y hierba ya se imaginaran – Pondré algo de música.
- Paul, me volviste a dar alcohol – reclame.
- No – dijo tomando un sorbo – es… alcohol, lo siento, pensé que era agua lo juro – Encendió el equipo de música y puso un disco de La Ley
- Oye es normal q me la quiera correr.
- Vaya – Paul me miro muy asombrado – esto despertó un lado muy interesante de ti
- Lo siento, creo que no sé lo que digo.
- Está bien, hazlo si quieres, pero yo me quedare en pelotas porque estoy en mi cuarto y tú no tienes conciencia.
Creo que es prudente que en este punto aclare que yo como adolescente no tenía para nada claras mis inclinaciones sexuales, ni si quiera lo había pensado, no era un enfermito más de mi clase mirándoles el culo a mis compañeras, pero tampoco me fijaba en los chicos, creo q mis pajas eran simplemente neutras y ya llevaba varios meses haciéndomelas.
Me senté en el sillón, estaba en estado zen, en alguna parte entre el olimpo y el edén, pero con la verga a medio parar y con urgentes ganas de una paja. Paul se había ido al baño y yo me quede estático en mi lugar sin mover un solo músculo. De pronto escuche el agua del baño correr y Paul salió completamente desnudo, se detuvo en el estero a cambiar la canción. Paul media 1.81 no era atlético, pero tampoco era gordo, no tenía cuerpo de gimnasio ni unos brazos gigantes pero algo en el me llamo la atención. Alguna vez mientras me enseñaba materias note que tenía mucha barba, rasurada, pero los que tenemos barba sabemos cómo se marca pero ese día descubrí que era muy velludo, en muy bonita forma, sus vellos estaban perfectamente acomodados y eran muy simétricos, en todo el pecho que era tan o más blanco que el mío. De verle el torso me pase a sus pies, eran tan bonitos y bien cuidados como los míos, en algún punto desde mi despertar mañoso adolescente había descubierto mi fetiche por los pies tanto de chicos como de chicas. Subí un poco más y no pude evitar notar las pantorrillas gigantes que tenía (me había comentado que jugaba futbol 2 o 3 veces por semana) también era muy velludo ahí, y luego sus muslos (velludos también), otra cosa que me quedé observando.
- ¿Qué pasa? – Dijo sacándome de mi paraíso visual y haciéndome entrar en la zona más incómoda donde estuve jamás en la vida.
- Porque estas desnudo
- Te dije que lo haría, pensé que te encontraría pajeándote.
- Dije que tenía ganas, no que lo haría.
- Bueno, si no quieres no lo hagas – se sentó a mi lado en el sofá y cogió nuevamente la pipa y la botella con la bebida que me dio por error confundiendo con agua que se la tomo totalmente – En esta casa no hay reglas, puedes hacer lo que te dé la gana cuando te dé la gana, vamos, no le niegues placer al cuerpo, haz como si no estuviera aquí y córrete la paja, no voy a mirar si no quieres.
El reto había sido lanzado, y eso es algo que a mí no me deben hacer, yo nunca pierdo. Entonces afloje mi correa y mis pantalones y sin levantarme mucho del sillón baje mis pantalones hasta la mitad de mis muslos (eran ridículos en comparación a los de Paul). Mi verga estaba medio despierta así que con dos sacudidas ya estaba lista para su masaje. De repente termino la canción, le pedí a Paul la pipa, lance nuevamente, ya era todo un experto, y seguí con lo mío. Pasaron unos minutos cuando Paul nuevamente se puso de pie para cambiar la canción otra vez, y esta vez busco el control remoto sobre el equipo. Yo seguía mirando mi polla y acariciándola con ganas cuando fugazmente me sentí observado, pero cuando voltee a verle él tenía la mirada puesta en otro lado, realmente no me estaba mirando. Al ver de espaldas a Paul note que tenía un culo muy grande (no gordo) solo, era un “superculo” inconscientemente me fui dando cuenta que lo que había visto hasta entonces me había gustado mucho.
Se volvió a sentar a mi lado en el sillón, evitando verme (creo) y siguió muy entretenido con su pipa, cuando de repente me dice
- Tienes la polla muy grande para tener 14, lo sabias
- ¿Qué?
- Tu polla es grande para tu edad.
- Dijiste que no la verías.
- Bueno es difícil no verla si la tienes así de grande – dijo entre risas drogadas – pero creo que no llega a ser más grande que la mía a tu edad – me alcanzo la pipa nuevamente.
- Puedes pararte de nuevo – no sé por qué dije eso, solo había una parte de ese cuerpo que tanto me estaba gustando que aún no había observado - Paul se paró muy rápido y se puso delante de mi dejando su polla como a 80 centímetros de donde yo estaba, era inevitable mirarla así que lo hice con todo el descaro que mi estado “high” me permitió.
- Así como la vez tiene 10 cm pero no puedes imaginarte lo que puede crecer – Realmente se veía muy grande para estar completamente muerta, pero sus palabras para mi significaban un reto, un reto enorme, un reto en el que yo no iba a perder.
- Has que se pare – yo estaba totalmente fuera de mí, tenía el deseo y la arrechura a flor de piel
- Lo siento, eso no va a pasar, yo solo me erecto para follar, y no tengo con quien follar aquí.
- Entonces no lo harás.
- Lo siento, eso no va a pasar, yo solo me erecto para follar, y no tengo con quien follar aquí – repitió, después de dos segundos de pausa de su parte en los que yo inventaba un argumento para que él haga lo que yo quería dijo: - y yo no me corro la paja – Eso tumbo mi último argumento válido, hacerlos la paja juntos.
- Bueno, yo te haré la paja (¡Que!, a penas sabia corrermela yo)
- Si tú quieres – dijo el como si no le importara y se terminó de estirar en el sofá dejando todo su cuerpo a mi merced.
Yo nunca había tocado a otro hombre, pero la curiosidad por ver esa verga que había sido presumida de ser muy grande me estaba matando así que estire mi mano y la cogí (la mano que tenía libre, en la otra estaba mi verga) estaba circuncidada igual que la mía, también era muy clarita y se notaba que se había recortado muy bien los vellos de toda esa zona. No sabía exactamente que sentía respecto a lo que estaba viviendo en ese momento, tal vez me gustaba - ¿Me darías algo de tomar por favor?
- Claro, ya vuelvo - Se levantó llevándose su verga con él ¿Qué estaba haciendo? ¿De qué se trataba este juego que yo había iniciado?
- Oye – Dijo cuando volvió a la habitación – No sabía que te gustaban los patas.
- No me gustan – apresure a responder. Solo tengo curiosidad.
- Esa curiosidad te puede costar muy caro, porque cuando el monstruo despierta hay q satisfacerlo y no es tan fácil lograrlo.
- A que te refieres.
- Nada olvídalo, saca tus propias conclusiones.
Este fue nuestro primer acercamiento, no quiero contarles las excusas que use para irme, porque 20 minutos luego estaba de camino a mi casa con una erección de burro adolescente que no se me iba a quitar ni con 3, ni con 4 pajas, sino con muchas más.
Tratare de subir a la brevedad mí primera vez, todas mis primeras veces de hecho. Espero que les haya parecido interesante esta historia por que las que vienen... puff! Se van a pajear a más no poder, lo prometo.