Coco y playa (I:Evander)

¿qué puede pasar si se quedan 20 adolescentes en un hotel barra libre a la orilla de la playa, solos por una semana?

Hola a todos, esta vez les traigo historias de mi excursión fin de carrera…

Ya había pasado un mes desde que terminamos materias, faltaban 2 meses para la graduación. Por eso para despedir la carrera, un grupo de amigos habíamos decidido hacer un plan tipo excursión (8 días, 7 noches en un hotel barra libre a la orilla de la playa), relajarnos y mirar cuales podían ser los nuevos planes futuros.

Al final, después de mucho organizar la cuestión terminamos confirmando 20 personas, todos tenían entre 23 y 25 excepto yo, que era una de las menores con los 20 recién cumplidos, en general durante la carrera siempre fuimos un grupo muy unido, obvio no éramos amigos todos de todos, pero nos llevábamos relativamente bien sin mucho lío.

Sin embargo, a una semana del viaje, me tomó por sorpresa los mensajes que empezaron a llegar al WhatsApp, jajaja es muy divertido ver como el cierre de ciclos hace aflorar sentimientos de último minuto. De un día para otro tenía mensajes de 3 chicos diciéndome cosas tipo:

  • “me gustas mucho”

  • “que ganas de verte ese cuerpo”

  • “rico hacerlo en el mar”

  • “te animas a una aventura?”

Y yo solo pensaba en porque no me lo habían dicho durante estos 5 años que estudiamos juntos, pero tampoco me disgustaba mucho pensar en tener la agenda ocupada para esa semana, al contrario, la hacía más interesante, entretenida y apetecible.

La semana fue de spa y relax total, depilación completa (lo más importante), manicure, pedicure y mascarillas para resistir el sol y el agua salada, que entre lo uno y lo otro, se pasó tan rápido que apenas alcancé a organizar las cosas de afán ese domingo en la noche.

Desde la espera en el aeropuerto, ya se podía sentir a las hormonas hacer lo suyo, en el aire había una sensible tensión, todos estaban tan diferentes, sin más el vuelo pasó sin mayor contratiempo, aunque varios nos bebimos uno que otro trago (jajaja como para entrar en ambiente).

Repartimos las alcobas por grupos de 4 personas, y desde ahí se hicieron evidentes los intereses de varios al elegir sus roomies, mientras tanto yo armé combo con mis amigas que eran la compañía fija, ya los otros tendrían su chance, pero antes tenían que decidirse a hablarme de frente…de verdad.

Los primeros días fueron de lo más tranquilos, estuvimos de fiesta, tour por la isla, visitas al acuario, al museo y buceo, la verdad es que me lo estaba pasando muy bien, pero también las ganas que se empezaban a acumular y agolpar en mi vientre me iban poniendo inquieta.

Fue entonces esa noche, que todos decidieron ir al bar, mientras yo me sentía tan cansada que preferí quedarme en la alcoba, ya me estaba quedando dormida cuando un sonido me sobresaltó y al abrir los ojos vi a Evander de pie al lado de mi cama.

  • Hola linda

  • ¿Cómo entraste?

  • Tu amiga me prestó la llave

  • Ya veo… ¿Por qué no estás con ellos en el bar?

  • Preferí venir a verte

Agradecí tanto que la luz estuviera apagada, porque su presencia y actitud me tenían sonrojada y nerviosa, no entendía del todo que estaba pasando, así que resolví contestar un tajante “ok”, a lo que su respuesta fue levantarme la sabana y acostarse encima mío, por lo que el roce de su miembro duro contra mi pelvis me sacó un gemido y el aprovechó para comerme la boca, sentía su lengua jugar con la mía, recorrerme toda, sacándome suspiros.

Era delicioso como todo fluía tan bien, aunque iba rápido no quería cambiar nada, la verdad es que estaba super caliente como para pensar en charlas y antesalas, además me gustaba como se sentía su calidez cubriéndome, y mientras estaba absorta disfrutando de sus besos cálidos, húmedos, con aliento a whiskey que por alguna razón me excitaba aun más, no me di cuenta del momento en que metió su mano entre mi panty, y di un pequeño respingo al sentir sus dedos dentro de mi, seguido de un gemido de ambos pleno de satisfacción.

  • Que húmeda y apretada estás

  • ¿Te gusta?

  • ¿Me quieres dentro?

  • Te quiero todo

Como pudo me bajo la pijama hasta las rodillas para luego hacer lo mismo con sus bermudas, se inclinó a darme un par de lengüetazos apenas para comprobar mi humedad y relamerse en el sabor de mi coño, para luego abrirme de piernas, dejando caer mi pijama con el panty y así entrar en mi de una sola estocada sin mucho cuidado hasta el fondo… “Aaaaaah! Que rico” … en definitiva la antesala no era necesaria, estaba lista para recibir completo ese miembro grueso y caliente, desde que lo sentí entrar a la alcoba.

Gemía desenfrenada por la fuerza y velocidad con la que me embestía, clavando mis uñas en sus hombros, rasguñando su espalda, aferrándome a su cuello y abrazando con mis piernas su cadera, mientras aprovechaba para recorrerlo y apretar con fuerza sus nalgas, y así poder tener un contacto más profundo, más cercano, tan perfecto.

El mordisqueaba mis pezones, mientras me abrazaba con fuerza por el torso, así de vez en cuando me dejaba entre gemidos uno que otro de esos deliciosos besos sabor a whiskey, para luego subir a mi oído y susurrar mi nombre, mordisquear mi lóbulo y finalmente lamer mi cuello para reposar su frente contra mi hombro, aprovechando para enredar mis dedos en su cabello y gemirle pasito y despacito al oído y encenderlo más (si se podía), mientras lo sentía acelerar el ritmo para luego enderezarse, apretar con sus manos mis muslos y llenarme de su leche, llegando así juntos a un satisfactorio orgasmo.

Me incorporé un poco y mientras se acompasaba mi respiración tomé con mis manos su barbilla y lo acerqué un poco a mi, dejándole un beso tierno y delicado.

  • Gracias por alegrarme la noche, ahora si podré dormir bien

  • Llevaba tiempo esperando por esto, que rica estás. Descansa

Me recosté de nuevo, mientras lo veía vestirse… Evander era un chico delgado, no muy alto, pero con un cuerpo bien trabajado, me encantaba su carita de “niño bueno” y su voz… cuando terminó, me arropó con la sabana, y me dejo un beso suave en los labios, sonrió y se fue.

Bueno, hasta aquí esta primera aventura, las demás ya se les iré contando.