Cocaina
Menos de un año, desde el inicio a su cruda realidad.
COCAINA
La barra de amigas estaban dispuestas a salir ese fin de semana, principio de las vacaciones de enero, como en veces anteriores la previa al ingreso al boliche la harían en una plaza para niños cerca de la casa de laura, las cervezas, el fernet y el tequila fueron llevados por Irene, que era la encargada puesto su madre (separada) le prestaba el auto con sus diecisiete años y en el transportaba la bebida, que guardaba en su dormitorio, reducto con entrada prohibida a cualquier ser (madre incluida) que no sea de la barra.
No les extrañó que en los bancos del fondo de la plaza, tres chicos (no tan chicos) estaban fumando paco desaforadamente, en otras veces vieron a los delivery de marihuana y coca, con sus motos y patinetas.
En un acto de cordura dejaron el auto guardado en casa de Irene, eran diez las del grupo después de tomar, ya con la pegada del tequila, alegres pintaron un poco las paredes de azul del depósito aledaño a la plaza y yendo para el centro tocando timbres y cantando a las tres de mañana iniciaron su noche, que ellas imaginaban triunfal.
Un conocido les ofreció un línea de cocaína gratis, Irene la acepto y todas sus amigas al verla eufórica y alegre también, bailando desaforadamente hasta las seis de la mañana, cantando y gritando aprovecharon para tocar cada timbre que se presentaba en su camino, recién a las seis de la tarde despertaron.
Esa noche también saldrían, puesto el lunes era feriado, la misma rutina del día anterior se repitió, en el boliche, la cocaína les salio dinero, la euforia repetida, hizo de la noche un descontrol alegre, ver bailar a esos cuerpos formados con el ímpetu de la juventud y el descontrol de la droga, era en si mismo un espectáculo.
Irene, Laura, Gabriela y Cristina, le pidieron más de ese polvo mágico querían seguir, en el estado de éxtasis y descontrol, pagando no hubo problemas.
Fue Irene la primera que sintió una depresión que trasuntaba su rostro, "el polvo blanco" la volvió eufórica, sus ahorros se esfumaban, Laura ;Gabriel y Cristina, solo aspiraban el fin de semana, no así ella, que estaba enredada totalmente en necesidades costosas, su cuerpo adelgazaba pero tenia sus formas, cuando el "amigo" le pidió sexo por droga ella accedió.
El adelanto la mantuvo, llego a la quinta indicada y si bien se dio cuenta lo que le esperaba, estaciono el recibimiento de unas chicas, lindas, muy delgadas, la hacían miembro de un grupo, ella necesitaba esas fuerzas y ahora no encontraba otra manera que vender su cuerpo.
Era Martes , "el amigo" le indico una pieza amplia con baño, le pidió que se desnudara, fue el quien acariciándola, la penetro en su poca trajinada vagina, no gozo, nada, fue entonces que "el amigo" le pidió que se soltara, se entregara, dejando que cada cliente haga y actué los orgasmos, penetrada nuevamente le enseño trucos, le pido que abriera bien sus piernas ( dejando relajada su hoyo) , que le mamara suavemente su pene, el asco de un principio, cedió al mostrarle una bolsita blanca, el sexo actuado y las lecciones recibidas, le permitieron recibir cuatro clientes esa tarde, cuando recibió la paga, mil pesos, no pudo dejar de preguntarle .
¿Cuándo vengo?
Con eso le alcanzaba para cubrir sus gastos, le sobraba,
Al llamarla el Jueves, ella presurosa, llegó a la hora, la quinta indicada era en Pilar, la pieza no era tan cómoda, pero, "el amigo" solo la beso, para pedirle que haga bien el trabajo.
Un lindo muchacho frente a ella, le pedía que primero lo mame, ella accedió, lamiendo su miembro y chapándolo hasta atragantarse, puso en estaca roja de sangre dentro de sus cavernas, listo para penetrar, ella abierta totalmente recibió su embates, sentir todo ese hermoso chorro la hizo acabar, pensó que era un mal negocio puesto que perdería fuerzas, al tercer cliente, recurrió a su provisión, necesitaba fuerza y sabia que un "toque" le vendría bárbaro.
Saltando en cuclillas con toda la euforia de la droga, termino con el último y octavo cliente, la paga de ese día fue mil quinientos pesos.
Un mes, con llamadas alternadas para ejercer el oficio, hasta que una depresión del viernes, le exigió el toque diario para ir a bailar, sus amigas, le decían lo flaca que estaba, el lunes recibió otro pedido de sexo, este sería a domicilio con un solo cliente la noche entera, en un hotel Internacional de la zona de Escobar, $ 2000,oo.
Todavía su cuerpo era llamativo, con un toque previo, su euforia y actual profesionalismo, dejaron satisfecho en este caso era un hombre mayor, que mamado, (quizás con viagra), la sacudió hasta acabar dos veces, al verse en el espejo sus pechos firmes sobre incipientes costillas marcadas, le hicieron recordar que no hacía dos meses de su iniciación con la cocaína.
A la mañana estaba sola, recibió una llamada de conserjería, que debería dejar la habitación a las doce, teniendo un sobre para ella.
En el sobre había $ 2000,00, una carta para ella y el amigo con dos palabras NEVER IRENE.
Se retiro de allí sabiendo que nunca más, la llamaría, "el amigo" la llamo a los cuatro días, su plata se acababa muy rápidamente, reunidos en un bar le que tenia un cliente a domicilio por $ 500,00, ella accedió, a la semana la invito a la quinta, le extraño encontrar caras nuevas, cuando termino el turno y recibió, quinientos, habiendo "pasado" seis energúmenos. Había bajado de categoría.
No le extraño cuando "el amigo" dijo que no había más trabajo para ella, puesto estaba muy delgada, fea, ojerosa, invendible.
Al verse en el espejo del baño, no podía contradecirlo, no le llamo la atención que en la mesa estaba el pago de la consumición y "el amigo" se retiraba en su auto nuevo.
Todavía tenia merca, para unos días, con las pocas neuronas sanas, habló con su madre, le contó lo sucedido, ella, solamente le dijo, que se fuera de la casa, ya tenía 19 años era mayor de edad y sabía que no hay cura para el daño de la cocaína, no tenia plata y era la vida que ella eligió.
Le regalo el auto, sabiendo lo que haría con él, perder una hija, es doloroso, cuidar un enfermo incurable lo es más. Cercada por la imposibilidad de soluciones, ¿quién puede criticar a esa madre?
De los diálogos con sus compañeras, había coleccionado teléfonos, fue Esther una de las primeras, que la invito a trabajar con ella en Constitución, quien la vio a solo nueve meses de su inicio, recuerda el tango que dice.
"flaca, fané, descangayada
Fané: estropeado, ajado