Club SM. Tercera parte.

Sigue la historia

El martes madrugue, me tenía que organizar para visitar a Noelia en la Universidad y a Rosa, la hermana de Reina. De Noelia tenía su horario de clases de cuando la conocí y aprovecharía eso para visitarla a primera hora de la tarde justo antes de sus clases. En cuanto a Rosa tenía la ventaja de todo lo que me había informado Fran el día anterior. Por la mañana le haría la visita a Rosa al trabajo, una mercería.

Desayuné, me preparé para salir y me despedí hasta la noche de Lola. Como la mercería estaba a un cuarto de hora de caminata me puse a andar y así aclarar las ideas. Llegué antes de que abriera por lo que me acerqué a una tienda de segunda mano que estaba próxima. Allí estuve ojeando libros y cómics para matar el tiempo. Vi que tenían la colección completa de

Transmetropolitan

, la había leído hacía mucho tiempo pero quería releerla por lo que me pasaría por ella luego.

Cuando abrió Rosa la tienda, atendió rápido un par de señoras mayores que iban por unas fajas.  Yo me puse a ver conjuntos de ropa interior y algún camisón. Hubo alguno que me gustó para Lola. Cuando quedamos solos le dije la frase gatillo para que entrara en trance. Estuve informándome de sus gustos, sus relaciones, un poco de todo. Supe que Reina y ella vivían solas y llevaban la mercería entre las dos. No tenían familia directa por lo que eran las perfectas empleadas para nuestro club. Por cierto, Rosa tenía 26 años, no era tan delgada como su hermana, algo que me gustó. Tenía buenas tetas y culo, era algo baja comparada con Reina e incluso con Lola, pero pasaría del 1.60 por poco. Hice que cerrará la tienda, preparamos un letrero de se traspasa. Quería llevarla al club o casa para seguir con la hipnosis tranquilamente. Antes de irnos le pedí un desfile con alguna de su mercancía que me parecía perfecta para las chicas que había conocido ayer. Además quería tener un detalle con ellas, un regalo para hacerlas sentir especiales. Ella como sabía la talla de su hermana y la suya me sugirió un par de conjuntos, uno era de tanga con un sostén que dejaba ver los pezones, para Reina llevamos uno fucsia, y para ella otro negro. Estaba espectacular con ese conjunto, me dieron ganas de follármela allí mismo pero no quería perder tiempo. Después de él de tanga tenía otro de culote y una especie mini-top para el pecho que era muy sugerente, aquí los colores fueron blanco y rosa claro respectivamente. Para Lola escogí un par de camisones cortitos y muy transparentes, algún culote y tanga, en cuanto a sujetador le escogí alguno con el aparentaría tener las tetas más grandes. También escogí para Esther algunas cosas, unas bragas muy infantiles de las que tienen ositos, conejitos y otro tipo de dibujos infantiles, fue difícil para dar con la talla más o menos correcta pero lo conseguimos. Luego le indique unos pijamas cortitos pero también con detalles de princesitas... quería algo humillante para Esther.

Ahora nos faltaba algo para Elisabeth y Linda. Para ellas escogió Rosa que les podía sentar bien después de mi descripción de ellas. Mientras ella hacía eso yo estuve mirando unos bodis, algunos culotes, braguitas, tangas y sostenes que además de bonitos fuesen elegantes, de calidad. Tuvo que venir Rosa a ayudarme pero al final encontré varias cosas que me parecían perfectas para Olga.

Salimos y antes de dirigirnos a mi casa paramos a comprar la colección que había visto.

En casa comimos temprano y en coche me dirigí primero al club con Rosa para que Fran siguiese con lo que habíamos empezado. Yo tenía que ir a la Universidad para ver y empezar en serio la hipnosis con Noelia.

Llegué poco antes de la hora de sus clases. Vi que venía sola y la aborde para ver si me reconocía y la preparación del otro día para otra posible hipnosis era factible. Suelen funcionar pero siempre tengo la duda y prefiero ser precavido con esto. Antes de llegar el profesor para la clase ya estaba en trance. Hacer que faltará a clase ese día fue fácil. Fuimos al hotel en el que ya había estado con Esther. Empecé a preguntarle por su vida. Vivía con su madre, una mujer de 46 años, instructora en un gimnasio. Cuántas relaciones sexuales había tenido, eran pocas y con tres chicos. Luego de informarme de muchas cosas, tenía que ver a su madre para conseguir que no hubiera problemas con que trabajará en el club. Me informó que veía poco a su madre, por el horario de esta, al final intentaría verla el viernes noche o el sábado. Me presentaría como su nuevo novio en la cena del viernes o a la comida el sábado. Las mañanas de esa semana la recogería y llevaría al club, así podría estar con Rosa y ella, fortaleciendo la hipnosis.

Ahora que ya tenía planificada la semana quería comprobar su experiencia y ver ese cuerpo que había intuido la primera vez que la vi. Era castaña, de casi mi altura, le calculé fácil 1.72 sin zapatos. El pecho me había llamado la atención y no estaba equivocado, cuando empezó a desnudarse ya vi que no me había engañado por culpa de un sostén o algo por el estilo. Tenía unas tetas naturales de buen tamaño, firmes, sopesándolas y agarrándolas me dieron la impresión que así debieron ser las de Olga con esos años, tenía 19 años. Areolas oscuras y tirando a grandes pero sin exagerar. Tuve que acercarme y chuparlas antes de que siguiera desnudándose. Mientras chupaba un pezón, pellizcaba el otro. Con el calentón que estaba teniendo fui yo el que acabó por desnudarla del todo. Llevaba unos shorts no demasiado provocadores como los que se ven últimamente pero dejaban ver piernas tonificadas supuse que gracias al ejercicio con su madre. Y cuando quite esos pantaloncitos pude ver un tanga que transparentaba por la humedad que tenía y dejaba ver un triangulito de pelo muy bien cuidado por delante mientras que atrás se perdía de vista el hilo entre sus cachetes. Cuando le quite el tanga empecé a frotar su rajita con mis dedos. Cada vez se estaba mojando más y más. Su respiración y jadeos no dejaban lugar a dudas de su próximo orgasmo. Metí el dedo corazón y empecé a moverlo rápido. Ni un minuto tardó en correrse. Yo me desnude despacio mientras Noelia recuperaba el aliento. Me tumbe en la cama boca arriba y le dije que me la mamara, quería ver como lo hacía, empezó dando besitos a mi glande, para luego con la lengua hacer círculos por él. Después de un par de círculos de metió la cabeza en la boca y pasaba la lengua por abajo. Se la sacó y empezó a recorrer la longitud del tronco muy lentamente por un lado, la ensalivaba que daba gusto. Cuando llegó a los testículos se los metió en la boca, para luego hacer el recorrido hacia el glande por otro lado del tronco. No tenía la habilidad y práctica de Esther pero era buena, mejor que Lola teniendo menos experiencia. Le ponía ganas, y estaba saboreando mi polla despacio lo cual estaba agradeciendo para no terminar muy rápido. Cada vez que veía su cara haciéndome la mamada tenía que esforzarme mucho en no acabar en ese instante. Tuve que cerrar los ojos o mirar al techo pero luego de varios minutos recibiendo tanto placer acabé en su cara, el primer chorro le cayó sobre el pelo pero rápidamente metió la polla en la boca y el resto fueron directos a ella. Cuando termine de correrme, ella me enseñó su boca llena de mi esperma y se la tragó. Volvió a meter mi polla en su boca y terminó de sacarme lo último que podría haber quedado y la limpió hasta no dejar rastro. Me quedé sorprendido de su habilidad para haber tenido tan pocos amantes. Le pregunté el motivo y me dijo que tenía un consolador y practicaba con él lo que veía en vídeos porno de Internet que le ponían cachonda. Era una caja de sorpresas. Le pregunté si había entonces jugado con su consolador por el ano y si le gustaba, lo había intentado probar pero el consolador era grande y tenía miedo de hacerse daño o del dolor que le podía hacer. Tendría que estrenar ese culo tan bonito. Empecé a magrearle sus tetas con auténtica devoción, recorría sus areolas con mi lengua, mis labios se aferraban a su pezón para con una mano acariciar su sexo, sobre todo, jugaba con su clítoris. Iba alternando de teta cada poco tiempo y cuando volvía a estar a punto del orgasmo, baje a su coño. Quería saborearlo antes de follarla, empecé a recorrer con la lengua cada pliegue y zona de su sexo. Introduje mi lengua en su vagina para luego chupar y succionar el clítoris. Me agarró la cabeza, llegaba su segundo orgasmo de la tarde. Seguí dándole lametazos a su raja de arriba abajo hasta meter de nuevo mi lengua en su vagina. Estuve así hasta que ya tenía de nuevo la polla dura, ya no podía aguantar más y se la metí, lo hice despacio, quería sentir su humedad y calidez, pero lo que notaba era lo estrecha que estaba. Cuando la tuve dentro ahí empecé a moverme lento para durar más. Aumente el ritmo poco a poco, porque ya notaba que ella también se quería correr, llegó antes que yo al orgasmo pero con sus espasmos no pude aguantar y eyacule dentro. Fue uno de mis mejores polvos hasta ese momento.

Nos duchamos, nos preparamos para salir del hotel, ya era algo tarde para ella. La lleve a su casa y me fui a la mía.

Cuando llegue Lola dormía, me acosté a su lado y dormimos. Me desperté con un golpe en el costado, Lola me había dado un codazo leve pero que me hizo levantar.

  • ¿Por qué no estabas ayer por la noche? Me interrogó.

  • Tenía que ir a la Universidad y me despiste de la hora.

  • Me tengo que ir. Me dijo mientras la veía marcharse por la puerta.

Me extrañó ese comportamiento, no creía que pudiese tener celos o fuese muy posesiva en nuestra relación y menos después de la tarde con Olga.

Desayuné rápido y un duchazo aún más rápido para quitarme el posible sudor de la noche. Tenía que recoger a Noelia e ir al club.

Cuando llegue al club estaban las chicas y Fran.  Marcos tenía cosas que hacer. Presente Noelia a todos, deje que Fran estuviese un rato a solas con ella mientras yo hacía lo mismo con Rosa. El día anterior me había quedado con las ganas de follarla. Fuimos a mi sala y allí empecé a besarla, esos labios carnosos eran una delicia besando con lo que imaginé que chupándola sería todavía mejor. Seguí besando y mordisqueando su cuello mientras mis manos se entretienen agarrando ese culo, cada mano en cada glúteo, como me gusta el tacto de un buen culo pensaba en ese momento. Ya me sobraba la ropa de los dos. Nos desnudamos, yo acabe rápido, antes de que ella pudiese quitar la ropa interior con lo que mientras se quitaba el sostén yo le bajé sus braguitas. Eran bonitas, sin ser nada especiales. Debajo tenía el sexo depilado, sólo había dejado un pequeño rectángulo de pelos cortos muy bien cuidados. La lleve a la cama mientras contemplaba su cuerpo. Areolas pequeñitas y pezones también pequeños, sus tetas eran de buen tamaño. Su cuerpo menudo pero con curvas me excitaba mucho. En la cama volví a besarla y le sobaba las tetas con mucha dedicación. Cuando baje para mamar de esas dos montañas de carne le metí la mano derecha en su sexo. Al principio frotaba tres dedos por la zona e intentaba encontrar su clítoris, este era grande, luego pase a introducir el dedo corazón, con lo mojada que estaba entró muy fácil. Seguía deleitándome con sus tetas en mi boca, chupaba de sus pezones como un bebé amamantándose de su madre. Con el dedo índice acariciaba su clítoris en círculos, arriba-abajo, derecha-izquierda. Cada vez jadeaba más y más fuerte, con las mismas introduje de golpe mi pene en su vagina. Esta tan húmeda y abierta que me resultó fácil. No tuve contemplación y empecé a embestirla de forma rápida y fuerte. Quería correrme tanto que ya no pensaba en ella, cuando me llegó el orgasmo no lo intenté controlar y se la metí hasta el fondo. Ella debió notar los espasmos o la leche dentro de ella que también consiguió correrse. No había estado mal. Los dos logramos pasar un buen rato. Ahora teníamos que volver con los otros y adaptar las chicas a sus condiciones de sumisas o amas. Nos metimos en la ducha y mientras enjabonaba su cuerpo le hice otro dedo. Esta vez me resultó fácil lograr darle un orgasmo, según pude comprobar por ella misma, su primer orgasmo solía tardar en conseguirlo pero luego de ese le venían los siguientes muy rápido.

Bajamos, aún no estaban ni Fran ni Noelia. Me acerqué a la barra a tomar algo y les ofrecí a las chicas un descanso tomando algo mientras esperábamos. Me acordé en esas de la "compra" del día anterior y les fui dando sus regalos, no eran gran cosa pero quería que se sintieran importantes. A Esther y Lola se los daría en privado y no sabía qué hacer con Olga. Era la que más y mejor mercancía recibiría por lo que decidí que subiera conmigo a mi sala. Le pedí que sólo bajara con una cantidad como la de las otras chicas. El resto se lo podía guardar yo ahí mismo o llevárselo más tarde. Se sorprendió mucho de mi amabilidad, accedió a que se lo guardara ahí. Cuando salimos nos encontramos a Fran y Noelia saliendo de su sala. Ahí me di cuenta que Noelia tampoco tenía regalo, se lo dije por bajo a Olga, por si le importaba compartir algo de lo suyo. Ella acepto de buen grado. Bajando con Fran le comenté lo de los regalos gracias al cierre de la mercería, le pareció bien.

Fran y yo empezamos a hablar que sería mejor Noelia de sumisa y quizá Rosa de ama. Por el carácter y forma de comportarse en la cama me pareció buena idea. Hablando de como de buenas estaban todas las chicas y sus espectaculares cuerpos. Para Fran el mejor cuerpo era el de Noelia o Esther. Yo le dije que el de Olga también tenía un algo que me resultaba sumamente excitante. El tío se empezó a reír y a meterse conmigo, de que ahora me iban las maduritas. Todo quedo en anécdota, porque además él era el más viejo de los presentes y lo sabía de sobra. Nos pusimos de acuerdo, en cómo seguir esa mañana y el resto de semana. Fran de encargaría de las sumisas, yo de las que fuesen amas. Y Marcos cuando estuviese pues ayudaría al que más lo necesitase.

Comimos en el club y llevé a Noelia a la universidad. Aproveché para ver a Esther, darle su regalo e ir al club porque no tenía clase. Por la tarde Fran y Marcos, que ya había llegado, estuvieron con las sumisas. Yo me lleve a Rosa, Olga y Linda a mi sala para tener más privacidad. Mientras Rosa y Olga practicaban, o mejor dicho, Olga enseñaba a Rosa como atar a alguien, pegar, … yo puse en trance a Linda. Quería que se sintiera fuerte, que su personalidad fuera más dominante, segura de sí misma. Cuando termine con Linda, cambiamos. Olga seguiría enseñando a Linda y yo volvería a hipnotizar a Rosa para fortalecer su personalidad dominante, que tenía ya de antes con su hermana Reina. Esto resultaba más fácil que no lo de la sumisión de Esther. Ya era tarde cuando terminamos esa primera tarde de práctica y entrenamiento.

Le pedí a Fran que llamase un taxi amigo suyo para llevar a Esther a casa. Le di la dirección y el dinero por adelantado al taxista. Yo quería volver a casa temprano e intentar hablar con Lola de lo sucedido por la mañana. Por el camino recogí comida de un local conocido. Prepare la mesa para cenar los dos tranquilamente. Mientras esperaba fui colocando el regalo que no le había dado en la habitación. Nada más entrar en casa, intente que se sintiera lo más cómoda posible por lo que además del beso que nos dábamos habitualmente al vernos, quise disculparme por no haber estado ayer más atento con ella. No me dio tiempo a decirle nada, fue ella la que me reconoció que no se comportó muy bien por la mañana. Yo intentaba no forzar a Lola en nada más con la hipnosis pero de todas maneras no quería que fuese celosa, sobre todo porque llevaba dos días dándole placer a mujeres que no eran ella y para no tener problemas, sí provoque que no tuviera reparos con que me acostase con las chicas del club.

Cenamos y hablamos de todo lo que le había preocupado ayer cuando no estaba con ella. Solucionamos bastante bien el problema durante la cena y cuando vio el regalo se emocionó bastante. No quise engañarla, le conté que una de las chicas nuevas del club trabajo en una mercería y todas recibieron algún regalo, puede que no tantos como ella pero si alguno. Esa noche volvimos a hacer el amor y me prometió su culito para el viernes.

El jueves desperté antes que Lola. No era muy temprano por lo que hice un desayuno rápido para darme tiempo a buscar Noelia y llegar temprano al club. Estaba en ello cuando apareció Lola en uno de esos camisones nuevos, era más sensual si cabe con él puesto. Desayunamos y nos preparamos para salir cada uno a lo suyo.

Llegué algo más tarde a buscar a Noelia y luego al club. De todas maneras sólo estaba Fran, Olga y las hermanas Rosa y Reina vendrían un poco más tarde, por lo que comentó. Estábamos hablando cuando llegó Marcos con Elisabeth y Linda. Decidimos que mientras no llegaban las chicas que faltaban cada estuviera con cada una. Esta vez Marcos llevo a Noelia, Fran a Linda, yo a Elisabeth. Me sorprendió su sumisión, no sabía realmente si ya era antes así o habían conseguido eso a base de hipnosis. Me imaginé que sería un poco de todo. Su cuerpo atlético era bonito y con los retoques muy femenino. Me tenía un aire a Lola, puede que por su pelo moreno, o ser más o menos de su misma edad.  Estaba contemplando su cuerpo cuando recibí aviso de que entraba alguien al club. Tenían que ser las que faltaba. Le puse un collar y le ordene que me siguiese a cuatro patas. Fui a abrir la puerta porque me imaginaba que el resto pasaría. Entraron las chicas, no quisieron decirme de dónde venían pero era claro que algo tramaban. Deje a Olga y Rosa abajo. Reina vino conmigo y Elisabeth arriba. Pensé en disfrutar de las dos, para empezar les ordene que se besaran y fueran calentándose mutuamente. Reina se desnudó rápidamente, quería disfrutar de las caricias de la compañera. Les propuse un juego, la que consiguiera llevar antes a la compañera le daría la posibilidad de complacerme de primero y la que perdiese recibiría un castigo por parte de las chicas de abajo. Ellas decidieron hacer un 69 y ahí estaba yo contemplando el mejor espectáculo lésbico que había visto nunca, creo que las dos realmente disfrutaban saboreando el sexo de la compañera. Me estaba poniendo muy cachondo. Ya deseaba que se corriera alguna para poder joder. Alcanzó antes el orgasmo Reina, con lo que puse a Elisabeth boca arriba, hice que Reina de sentará en su cara mientras yo disfrutaba de su coño. De esta manera empecé a besar a Reina, y bajaba a chupar sus tetas. Elisabeth llegó rápido al orgasmo, por lo que cambie de postura a las chicas, donde estaba la de abajo de puso la de arriba y viceversa. Reina encadenaba orgasmo tras orgasmo o era uno interminable, ya no sabía distinguir. Con lo mojada que tenía la vagina me resultó fácil meterla de un golpe, y falta me hacía porque no podría darle muchas embestidas, me corrí muy rápido. Me limpiaron la polla a dúo, empezó Elisabeth pero rápidamente se unió Reina, estuvieron así un rato hasta que las mandé abajo. Quería descansar, que Reina recibiera su castigo y si podía poner en orden mis pensamientos.

A la media hora sentí que alguien llamaba a la puerta. Fui a abrir la puerta, Olga se encontraba delante de mí, paso dentro y mientras cerraba nos empezamos a besar. Quería recompensarme por ser bueno con ella, si podía hacer algo por mí.  Le pedí un masaje sino le importaba y me tumbe en la cama boca abajo. Ella se puso a dármelo, era buena en ello, empezó por cuello y hombros. Siguió por la espalda. Me hacía falta algo así. Cuando terminó nos volvimos a besar, deseaba hacerla mía.

Quería devolver el favor del masaje. Le pregunté si tenía alguna idea. Me sonrió y dijo que si me apetecía comerle el coño. Por supuesto, que quería comérselo, estaba deseándolo. Sin más dilación empecé a desnudarla, me estaba volviendo loco cada vez que veía ese cuerpo. Mientras bajaba sus braguitas ya hizo que empezase a darle besos a su sexo. No se cuánto tiempo estaría dándole besos, lamiendo, saboreando los jugos que emanaban de su vagina. Sólo podía pensar que eso era lo más próximo que estaría del cielo. De repente ella me cogió la cabeza y me hizo subir para poder basarnos de nuevo. Mientras estábamos en ello agarró mi falo para introducírselo, me había equivocado, ahora si estaba flotando en una nube con su vagina apretando mi pene y sus labios junto a los míos, jugando con nuestras lenguas de vez en cuando. Estaba en la gloria, hizo que me pusiera boca arriba y empezó a cabalgarme al ritmo que ella quería, cuando noté que me venía la avise, ella me pedía que aguantará un poco, aguante muy poco más y eyacule. Siguió cabalgándome y a los pocos segundos ella también llegó a su orgasmo. Nos duchamos y ella me dio a escoger que ropa interior ponerse del regalo. Escogí un tanga y sujetador a juego que le quedaron muy bien. Terminamos de vestirnos y como era tarde había que comer.

Luego Fran se ofreció a llevar a Noelia y buscar a Esther, así hicimos. Seguimos Marcos y yo con el resto de las chicas. Las sumisas con él, las demás conmigo. Por la noche antes de irnos, Fran me comentó que había visto a la madre de Noelia y que era toda m.q.m.f. en toda regla. Yo no tenía la cabeza para esas cosas ahora. Me marché a casa para ver a Lola y hablar con ella. Preparé una tabla de quesos y fiambre de cena, cuando llego siempre se olvidaba todo, ver su sonrisa era quitarte todas preocupaciones de golpe. Hablamos de todo un poco y le comenté que el día siguiente no estaría para la cena. Esa noche volvimos a hacer el amor. Después de todo el tute del día necesitaba descansar.

El viernes cuando desperté ya se había marchado Lola. Tanta hipnosis y sexo me estaba agotando. Tenía que bajar el ritmo en alguna de las dos cosas o en las dos. Avise a Fran por si podía ir él a por Noelia mientras terminaba de prepararme para ir al club. No hubo problema, al final llegamos todos al mismo tiempo al club.

La mañana de ese día cambiamos, yo me dediqué a las sumisas mientras Marcos se centraba en las amas. Fran fue alternando y ayudándonos a los dos.

Por la tarde fui a llevar a Noelia, y mandé en taxi a Esther al club. Quería la tarde para comprar algún regalo para mi "suegra" y empezar con buen pie. Así seguramente me fuese más fácil lograr hipnotizarla, estando relajadas suelen ser más influenciables las personas.

Como no tenía ni idea de sus gustos, me decante por una orquídea y una botella de licor. Noelia me dejo las llaves del piso con lo que me acerqué a él para dejar los regalos. Allí vi algunas fotos de ambas, lo que me había dicho Fran era cierto, la madre salía muy guapa en las fotos, y sin saber de cuando eran las fotos parecía mucho más joven de lo que realmente era.

A la hora acordada recogí a Noelia y fuimos a esperar a su madre al trabajo. Allí nos presentamos, Sandra, morena, tanto de pelo como de piel, supuse de solárium. Ojos castaños, cuerpo trabajado en el gimnasio y tetas parecidas a las de la hija, puede que algo más pequeñas o porque no estaban tan firmes. Tenía pensado invitarlas a cenar por ahí. Me dijeron ir a una pulpería cercana, me pareció muy buena idea. Al entrar con esas dos mujeres fui el centro de atención. Por lo que nos situamos en una zona más apartada.

Estuvimos hablando toda la cena, fue una conversación distendida, madre e hija se llevaban muy bien, como amigas diría yo. Luego nos fuimos a su casa y allí le entregue los obsequios. La madre se alegró de los detalles y quiso probar el licor. Trajo vasos de chupito y entre chupito va, chupito viene empecé a inducir la hipnosis. Cuando acabamos, o mejor dicho acabaron la botella, lleve a Noelia a la cama que ya no se mantenía en pie y seguí con Sandra para terminar de hipnotizarla. Estuve bastante rato porque aunque no había tomado muchos chupitos, un par si llevaba en el cuerpo, no suelo conseguir hipnotizar bien con alcohol en el cuerpo. Al final logre sacar mucha información de las dos, de su trabajo, que le diera permiso voluntariamente a la hija para trabajar en el club, además le pedí que el sábado por la tarde me esperará para ir llevarla al club. Me pareció que Fran me lo agradecería. Me acosté con Noelia después de desnudar a su madre y dejarla en su cama.  Tenía marcas del bronceado pero no tanto como había supuesto. Sus areolas eran medianas coronadas con unos pezones con piercing.  Su sexo estaba rasurado por completo, su cuerpo podría pasar perfectamente por una treintañera.

Al día siguiente, fui el primero en levantarme y preparé el desayuno para los tres. Desperté a mi suegra para que le diese tiempo a desayunar e ir a trabajar por la mañana. Cuando se fue después de darme las gracias, fui a despertar a Noelia. Paso un rato hasta que estuvo bien despierta y preparada para irnos, arrancamos para el club. Ya estaban todos allí. La mañana paso como el resto de la semana, sólo que al estar Esther y Lola pues había que estar más pendiente de ellas, sobre todo de Lola.

Por la tarde fui a buscar a Sandra para darle la sorpresa a Fran. Cuando me vio aparecer con ella ya se le puso una sonrisa de oreja a oreja, ni el joker. Sabía que tenía la fantasía de montárselo con madre e hija en plan los vídeos de Internet, yo nunca la había tenido hasta que conocí a Sandra, pero ahora me daba morbo. Esa tarde dejamos a Fran con las dos. Pasamos todo el finde en el club. Estuvimos preparando todo para la apertura del martes.


Esta primera historia sé que no está bien narrada y se podía sacar más provecho de personajes y hacer la historia más amena/morbosa pero entre que lo hago por móvil en mis ratos libres de curro pues a veces me descuelgo del ritmo. Gracias por los comentarios y las valoraciones. Espero que les haya gustado un poco el relato al menos y que los siguientes sean mejores.