Club de Cornudos, Putas y Machos 8- Enculada

Vuelvo a tener la polla de mi amo Jacobo en mi culo y me siento más suya que nunca. ¿Sabrá comportarse el cornudo como debe?

Seguí a Jacobo a cuatro patas mientras él tiraba de mi correa. Cuando entramos en la habitación escuchamos a Javi ladrar.

  • Joder… - dijo Jacobo con rabia y desesperación - no sé qué coño voy a hacer con vosotras. Alba, ven aquí ahora mismo. YA.

Alba apareció corriendo en la habitación.

  • Se me soltó un segundo la cadena de la boca pero me la volví a poner amo, fue sin querer, apenas duró dos segundos, yo… - una bofetada de Jacobo la interrumpió.

  • No hables… no vuelvas a hablar salvo que te pregunte algo. Arrodíllate y pon las manos a la espalda. Como las muevas de ahí no me volverás a ver. Estoy cansado ya de vosotras - dijo con tono de desesperación.

Alba obedeció y Jacobo metió la polla en su boca de forma violenta comenzando a follar su boca mientras la agarraba del pelo.

  • Quería presentaros a una persona importante en Shantom - nos recriminó - pero no vais a hacer otra cosa que hacerme quedar en ridículo con vuestro comportamiento - siguió mientras no cesaba de follarse la boca de Alba.
  • ¿Para esto invierto mi tiempo en vosotras dos? - le gritó a Alba mientras ella hacía verdaderos esfuerzos por no vomitar con cada embestida

Se había puesto roja como un tomate y le caían lágrimas del esfuerzo. En cualquier otra persona me habría dado muchísima lástima ver a alguien en ese estado pero a ella no. Sinceramente estaba deseando que moviese los brazos y volviese a fallar a Jacobo pero Alba se resistió.

Jacobo se dejó caer en la cama con su polla como una piedra. Sé que disfrutaba humillándonos por mucho que se quejara.

  • Chupádmela cerdas - dijo mientras respiraba hondo y se acomodaba recostándose en la cama. Nosotras nos arrodillamos ante su polla con las manos en la espalda- ¡¡cornudo tráeme una cerveza!! - le gritó a Javi que seguía en el salón.

Conseguí ser más rápida y me la metí en la boca y entonces Alba se lanzó a chuparle los testículos. Javi vino con la cerveza.

  • ¿Así te ha enseñado Claudia a servir a un macho superior? Trae una bandeja y un vaso joder… - le dijo con desprecio. Se estaba desesperando de verdad.

Yo seguía chupándole la polla. Me encantaba su polla. Le absorbía todo el glande haciendo presión y bajaba y subía variando los ritmos. Necesitaba darle placer por las veces que le habíamos fallado. Estaba disfrutando verdaderamente de esa polla. En una de las veces que subía hacia el glande Alba empujó de forma sutil mi cabeza y se metió la polla de Jacobo en la boca. Yo resignada bajé a comerle los huevos.

Mientras yo me había pasado el tiempo jugueteando con su glande y saboreándolo bien, ella le chupaba la polla metiéndosela hasta la campanilla. Despacio pero muy profundo. Jacobo le sonrió ante su actitud y yo me moría de celos. Me metí sus dos huevos en la boca de forma inconsciente para hacer algún tipo de sacrificio con él pero en seguida me sentí ridícula. Jacobo se dio cuenta de nuestra competitividad hasta mientras le chupábamos la polla.

  • Compartid, putas. No me hagáis enfadar más. Lo único que importa es vuestro amo, no vosotras.

Enseguida Alba se la sacó de la boca y las dos empezamos a lamer su dura polla una por cada lado. En ese momento llegó Javi con la bandeja. En ella traía una botella de cerveza echada en un vaso.

  • ¿Y tú por qué has tardado tanto, cornudo? - Le recriminó Jacobo. Me daba miedo que en algún momento Javi olvidase su papel de sumiso y le contestara mal a Jacobo. No sabría si sería capaz de defenderle, le amaba pero deseaba a Jacobo, mi cabeza estaba estaba hecha un lío.

  • Yo… - tartamudeó Javi - no conseguía echar la cerveza bien. Por los nervios, ya sabes.

  • No, no lo sé. Eres un pringado y Claudia debería de haberte entrenado en tu papel como le ordené, pero ya veo que no ha hecho nada contigo - se echó las manos a la cabeza desesperado. No entendía qué le ocurría - Joder, no estáis preparados y no hay más tiempo.

A Javi se le desvió la mirada hacia Alba y a mí jugueteando con la polla de Jacobo.

  • ¿Y ahora me miras la polla, cornudo? - le dijo Jacobo mientras le empujaba incorporándose.
  • No, no, yo… Las miré a ellas perdona…
  • Dos putas son demasiado para ti. Los cornudos tenéis totalmente prohibidos este tipo de espectáculos, están reservados para los machos de verdad. Lo entiendes, ¿no?
  • Sí… Me jode pero lo entiendo.
  • ¿Te jode? - Le dijo Jacobo rabioso mientras se levantaba - Ya está bien.

Fue al salón y cogió unas esposas, y las pinzas con la cadena que tenía Alba. Me cogió del pelo y me tiró en la cama esposándome las manos al cabecero. Me colocó las pinzas en mis pezones y me pidió que mordiese la cadena.

  • Cornudo extiende las manos ofrecreciéndome la bandeja - Javi se colocó como le ordenó Jacobo - Esta es vuestra última oportunidad, al próximo fallo os vais los dos a vuestra casa y no volveréis a saber de mí - En ese momento me dio un vuelco al estómago. Era lo que menos quería ahora mismo en el mundo, habíamos llegado tan lejos… Estaba tan cerca de mi vida soñada con Javi amándome y aceptando ser un cornudo obediente y Jacobo como amo y macho alpha que me daba placer.

  • Dime cornudo… ¿Tienes ganas de que le meta la polla a tu novia?

  • Muchas, Jacobo… Quiero que disfrute.
  • Para ti no soy Jacobo, soy el señor Navarro - dijo Jacobo metiéndome el glande.
  • Muchas señor Navarro, quiero que mi ama disfrute como se merece - le contestó Jacobo mirándome con dulzura.
  • Ya te dije antes que tu ama es MI PUTA y lo que más quiere ahora mi puta es mi placer. ¿Quién quieres que disfrute más, mi puta o yo? Y no me digas los dos - recalcó - Mi PUTA o YO.

Javi bajó la mirada avergonzado sin saber muy bien qué responder. Sabía la respuesta que tenía que dar pero no le hacía mucha gracia humillarse así.

  • Usted señor Navarro - le contestó mientras yo respiraba aliviada y Jacobo me metía de golpe su polla y yo daba un suspiro que me hacía perder la cadena.

Noté como a Jacobo le palpitaba una vena en el cuello al verme fallar otra vez. Me quitó las esposas y cogiéndome del pelo me puso a cuatro patas mirando hacia el espejo que había a los pies de la cama. Cogió la correa de perra que tenía puesta y tras volver a embestirme empezó a azotarme con mucha fuerza. Me dolía mucho pero intenté quejarme lo mínimo posible. Jacobo estaba fuera de sí.

  • Me vais… - azotes - a hacer… - azotes - quedar… azotes - como un idiota - azotes - que no sabe educar a unas putas!!! - ahí perdió aún más si cabe el control y me azotaba aún más fuerte. Yo ya no podía aguantar y grité mientras lloraba.

  • Basta por favor - le espetó Javi - hazme el daño a mí pero déjala por favor.

  • ¿Cómo dices? - dijo Jacobo separándose de mí y cogiéndo por el cuello a Javi tirándole al suelo la bandeja, rompiéndose el vaso y dejando toda la cerveza tirada.

  • Javi… No vuelvas a hablar o te dejaré - le grité entre lágrimas - ¡¡Te juro que te dejaré!! Recoge eso ahora mismo.

  • Sí ama - contestó Javi mientras iba a la cocina a por una escoba y una fregona. Alba seguía de rodillas con los brazos atrás y la vista perdida al frente. La verdad es que era la que menos estaba decepcionando a Jacobo - Por favor amo, sigue azotándome si es lo que quieres. Me dolía muchísimo el culo y me lo veía rojo y con alguna marca pero me daba igual. Sólo quería complacerle.

Jacobo acomodó su polla en mi culo mientras Javi llegaba y empezaba a barrer y a fregar lo que Jacobo había tirado.

  • Encúlate cerda - dijo mientras me volvía a azotar - no pude evitar quejarme. Me dolía el culo muchísimo de los azotes.

Empecé a meterme su polla a base de movimientos hacia delante y hacia atrás. La tenía lubricada por mis fluidos (estaba empapada de la excitación) pero aún así no tenía el culo lo suficientemente acostumbrado para metérmela de golpe.

  • Ni siquiera sabes encularte… - dijo con un azote más. No pude evitar que me fallaran los brazos al tener el culo dolorido. Jacobo me cogió del pelo tirando hacia él para que me volviese a levantar. Javi ya había terminado de recoger - tráeme otra cerveza, pringado - le ordenó al tiempo que empezaba a follarme el culo. No pude volver a evitarme muchísimo por la situación.

Javi tardó muchísimo menos esta vez y vino apurado acercando la bandeja a Jacobo. Jacobo cogió la cerveza sin mirarle y se puso a beber mientras me daba por el culo. Me encantaba la estampa, hacia tiempo que había empezado a gemir con fuerza; mi novio sometiéndose ante mi macho y él dándome por el culo a cuatro patas mientras me agarraba de la correa. Sentí que iba a correrme dentro de poco.

  • Amo… ¿Tengo permiso para correrme? - le pregunté inocentemente.
  • ¿Tú qué crees, perrita? - me dijo tras darme otro azote con rabia que me hizo volver a ceder los brazos debido a lo dolorido que lo tenía.
  • Que NO amo, no sé por qué he preguntado perdona. Una perra que te ha fallado como yo no se merece correrse. Gracias, amo por darme por el culo y disfrutar de mi cuerpo, gracias - intenté humillarme para paliar el fallo. Si lo llego a pensar sabía que no debía de haberlo preguntado pero en ese momento no me regía bien la cabeza, estaba agotada, dolorida y excitada por todo lo que estaba ocurriendo.

Jacobo siguió envistiéndome y a Javi le empezaban a cansar los brazos de sostener la bandeja pero se le notaba que hacía esfuerzos por mantenerla. Qué rico era… Queriendo satisfacer también a mi macho. En ese momento sentí que me iba a correr. Tuve que ceder los brazos y morder la colcha para no correrme, pero en ese momento Jacobo me volvió a tirar del pelo incorporándome.

  • Por favor amo! - le supliqué - para o me corro…
  • ¿Me das órdenes? Ni se te ocurra cerda - sus humillaciones sólo hacían aumentar mis ganas de correrme. No podía, no podía aguantar, sentía que me iba a correr y grité fuerte para intentar pararlo. Jacobo seguía follándome cada vez más fuerte mientras yo gritaba para intentar desahogarme pero no iba a aguantar…
  • Azótame, azótame, azótame!!!! - grité como una loca - por favor azotameeeeeeee - recibí un fuerte azote. Y luego otro y otro y otro. El dolor que sentía de tener el culo tan dañado hizo que frenase mi orgasmo.

En ese momento sentí como Jacobo se corría mientras me seguía azotando una vez con cada mano. Sentí su semen llenándome el culo y eso me llenó de felicidad. Caí rendida en la cama.

  • Muy bien cornudo - dijo cogiendo su cerveza para beber. Me había olvidado de Javi pero ahí seguía sosteniendo la bandeja. Sonreí al verle así. Le amaba.
  • Muy bien putita Alba - dijo dándole unas palmadas en la cabeza. Me celó que la llamase así y le diese esas palmadas. A mí ni siquiera me miró. Me entristecí mucho y no podía parar de mirarle a cuatro patas como estaba.

  • Mañana iremos a ver a una de los 5 hombres más importantes de los 100.000 que estamos en Shantom en España. - Nos dijo Jacobo mientras se vestía.

  • ¿Tanta gente pertenecía a Shantom? - pensé.

  • Espero que ninguno de los tres me falléis. Todo lo que hemos hecho ha sido para prepararos para el día de mañana. Putita Alba, avisa al idiota de tu novio.

  • ¿Los tres? - pensé preocupada - ¿Jacobo también? Iba a tener que prepararle bien esta noche, aunque hoy se había comportado como un gran perrito faldero.
  • Mañana os recojo a las 10am. Poneos la ropa que os he dejado en el salón. En el coche os contaré todo lo que necesitáis saber. Y espero… - nos miró a Alba y a mí. Yo seguía a cuatro patas atenta sus palabras - que mañana me demostréis lo putas en lo que os he convertido y me pueda sentir orgulloso de vosotras.

Sonreí y asentí enérgicamente mientras me caía una lágrima al saber que podía hacerle feliz.