Club de Cornudos, Putas y Alphas 13- Duquesa Fany
Mi nombre es Claudia y en esta serie narro como me transformé de una chica buena en una auténtica zorra sumisa. En esta décimo tercera entrega conozco a la Duquesa de Levante y su esclava para la subasta real.
Sonó el despertador y me desperté sobresaltada. Estaba teniendo una pesadilla en la que Taylor me rechazaba y expulsaba, y Jacobo hacía lo mismo. Para colmo mi familia veía mi video con el africano en internet. ¿Lo habría subido Taylor? No creo que fuese capaz… ¿Para qué? Era multimillonario y no ganaría nada. Y en caso de que lo haga, existen decenas de miles de vídeos me dije para intentar tranquilizarme aunque no era capaz de hacerlo del todo…
Cuando salí al salón, Taylor entró en la suite sudoroso, había salido a hacer deporte a primera hora. Qué cuerpazo tenía.
— ¿Qué tal has dormido, putita? — me preguntó con una sonrisa — dormirías relajada después de cómo te corriste ayer.
— Sí amo… la verdad que he dormido muy bien — contesté vergonzosa.
— No te olvides de que estás a prueba y de que no te voy a permitir ni un solo fallo más — me dijo devolviéndome a la realidad de nuestra relación.
— ¡No te volveré a fallar, amo, de verdad! — le contesté con decisión.
— Eso espero… — me contestó amenazante — Quiero que te pongas ese traje que te he dejado en el sofá, luego vendrán dos amigas a tomar algo.
Tras responderle afirmativamente Taylor fue a darse una ducha. Miré cual era el traje. Era de mucama francesa. La verdad que los tíos son tan previsibles… Pero he de decir que era muy sexy y me apetecía mucho gustarle a mi amo así que no me disgustaba la idea. Me fui a dar una ducha al otro baño y a prepararme para las amigas de Taylor (ojalá fuesen feas y gordas).
El traje incluía unas medias blancas que complementé con unos zapatos de tacón, un vestido de sirvienta ajustado en cintura con una falda pomposa y un generoso escote. Guantes y cofia finalizaban el clásico disfraz de sirvienta, más conocido como pornochacha. Pero lo cierto es que estaba muy sexy… Salí con ganas de que me viese Taylor.
— Estás muy guapa, esclava… — me dijo cuando me vió y se me erizó la piel — de rodillas — me ordenó. Obedecí mientras se sacaba su polla y me la metía en la boca.
Taylor comenzó a follarme la boca con dureza y me dio una arcada que no pude evitar. Lo cierto es que tenía la polla grande y yo no estaba acostumbrada a que me follasen así la boca. Recibí una bofetada por haberle interrumpido la mamada. La verdad es que era merecido, no era nadie para interrumpir su placer. Repitió el proceso siguiendo follándome la boca y me esforcé todo lo que pude para no interrumpirle más. Pero no fui capaz y me vino otra arcada. Los ojos me lloraban y levanté la cabeza para pedirle perdón.
— Perd… — PLAS. No pude terminar cuando me cayó otra bofetada en mi cara.
Lloré un poco de desesperación por no poder complacerle como se merece. Pero lejos de consolarme agarró mi cabeza y volvió a introducir su polla. Con los nervios recibí una tercera arcada que hizo perder un poco la paciencia a Taylor que puso mi cara contra el suelo, levantó mi falda y empezó a azotarme fuertemente el culo. Grité un poco del dolor, pero lo que me dolía más aún era no poder complacerle.
— Amo perdóname — le dije entre lágrimas desesperada por no cumplir algo tan sencillo — te prometo que aprenderé!! — grité. Sonó el timbre en ese momento interrumpiendo mi castigo.
— No volverás a chuparme la polla — me dijo enfadado mientras se dirigía a abrir.
Me quedé paralizada en el suelo con el rímel de los ojos corrido y lágrimas cayéndome de los ojos. Al ver que abría la puerta me intente adecentar e incorporarme pero las dos chicas que entraron me vieron así. Una de las chicas tenía el pelo rubio, los ojos verdes y la ted morena. Era muy guapa, aunque no era una belleza típica. Vestía un corto vestido verde de flores con un pronunciado escote. Era bastante bajita, tenía el culo respingón, la cara reonda y un buen pecho muy bien colocado. Estaría operada la zorra pensé, aunque más tarde me enteraría que no. Su nombre era Marta.
— Taylor por favor — dijo la otra chica ríendose — pero qué le haces al servicio.
Marta rió su gracia mientras yo seguía recomponiéndome. El nombre de la graciosilla era Fany. Era una chica alta, pelirroja con el pelo largo y liso, con la ted muy blanca, pecas y una cara dulce aniñada. Era delgada de cuerpo pero tenía un pecho enorme. Vestía una blusa y una minifalda vaquera. Terminé de adecentarme y levantarme y miré a Taylor para ver qué hacer.
— ¿No saludas, zorra? — continuaba enfadado.
— Sí, sí, claro, perdón — dije acercándome a Marta y Fany para darles dos besos. Cuando ya estaba inclinando mi cabeza para besarlas sentí un tirón del pelo por atrás que casi me tira.
— Los dos besos en los pies, PUTA — me dijo enfadado bajándome al suelo.
¿Cómo quería que lo adivinase? Me sentía mal. Impotente. Hiciese lo que hiciese fallaba. Me coloqué a cuatro patas y le besé los pies a Marta. Llevaba unas sandalias con cuña.
— Soy Marta — me dijo tras mis besos.
— Encantada, Ama Marta — le respondí desde mi posición de perrita.
— Uy no… Ama no — rió. Realmente soy una esclava como tú. Miré sorprendida, no lo parecía.
— Una gran esclava — completó Taylor — la esclava preferida del Duque y de la Duquesa de Levante y una de las 4 esclavas que irá a la Subasta Real de este año. Miré sorprendida a Taylor y al ver que estaba perdida volvió a explicármelo de nuevo.
— Jacobo me dijo que te habló de la estructura de Shantom. Una vez que los alpha pasan a dominantes y posteriormente a Amos, tienen por delante para ascender a la nobleza de Santom.
— Con el título de SEÑOR, al que aspira tu antiguo Amo, Jacobo, se les otorga una propiedad para reuniones y fiestas.
— Los BARONES son los responsables de Shantom en las ciudades pequeñas o en barrios de las grandes ciudades. El CONDE en cambio es la máxima autoridad en las grandes ciudades.
— Luego están los MARQUESES para coordinar el club en las comunidades autónomas. Éstos ya tienen responsabilidades económicas y deben de coordinar los diferentes eventos y fiestas que se realizan en cada comunidad para el reclutamiento y entrenamiento de las esclavas y esclavos.
— Por encima de éstos se encuentran los DUQUES que son los responsables de la estrategia de Shantom en cada una de las zonas del país. Como te dijeron en su día, en países extremadamente grandes como EEUU, entre el rango de DUQUE y de PRÍNCIPE tenemos a los Archiduques como es mi caso.
— Entre los cometidos de los DUQUES está el seleccionar a 4 esclavas y esclavos (una por zona, Norte, Centro, Levante y Sur) para la Fiesta Real del PRÍNCIPE que dirige el club en este caso en España.
— ¿Y para qué es la fiesta real, pregunté extrañada? — Taylor rió pero Fany le interrumpió.
— ¿A mí no me saludas, chacha? Me llamo Fany— me dijo con desprecio. Me apresuré a besarle los tacones.
— Encantada Fany — le dije levantando mi cabeza desde mi posición. En ese momento levantó su pierna metiéndome el tacón en mi boca y empujando mi cabeza hacia atrás. Caí al suelo de espaldas con el tacón metido en mi boca. Estaba inmóvil boca arriba viendo a Fany con su tacón en mi boca ¿Qué coño había pasado?
— Conociste a Fabio y Teresa hace poco, Duque y Duquesa del Territorio Centro — me dijo Taylor riéndose por la situación — Te presento a la Duquesa de Levante.
— Pegdóm Amma Fammmy… — respondí como pude.
— Creí que entrenabas mejor a tus esclavas, Taylor — le dijo Fany mirando a mi amo de forma desafiante.
— No es mi esclava, pelirroja — le contestó frunciendo las cejas y cambiando su semblante — Estoy haciéndole un entrenamiento intensivo para ver si puede servirle a tu amigo Fabio para la Fiesta Real, es muy de su tipo. Pero no ha dejado de decepcionarme.
— ¿Para la Fiesta Real? — Fany soltó una carcajada mientras hundía más el tacón en mi boca — Pues sí que andan desesperados por la Zona Centro.
—¿No te han follado bien hoy, Fany? — le contestó Taylor cansado de sus juegos.
— La verdad es que no… — le dijo Fany sacando el tacón de mi boca y agarrando su camisa de forma juguetona — ¿Quieres intentarlo, tú? — le dijo de forma sensual.
Me quedé inmóvil en el suelo a raíz del susto viendo a la Duquesa Fany cómo tonteaba con mi nuevo amo.
— Ya hemos hablado de esto pelirroja… no voy a darte ese placer — le contesto Taylor.
— No tengas miedo… — le susurró Fany — sé lo que has oído de mí pero al final merece la pena. No lo prolongues más y disfrútame de una vez…
No entendía en es momento las palabras de Fany. Más tarde me enteraría que la llamaban la Viuda Negra. No porque matase a sus víctimas tras el sexo, pero sí porque las volvía completamente locas. Tenía fama de follar contigo una única vez en su vida. Dicen que era una diosa del sexo, que proporcionaba tanto placer que los tíos que follaban con ella que se volvían completamente locos por querer repetir. La negativa de Fany a repetir les volvía locos y consiguió convertir a muchos amos y amas en sus esclavos personales. Dicen que entró a Shantom hace poco más de un año como sumisa y ha ascendido a una velocidad de vértigo arrasando a su paso. El ascenso más rápido en Shantom España. La verdad que era extremadamente sexy. Una pelirroja con una cara tan dulce, unas tetas tan grandes y ese comportamiento sexy a la vez que “peligroso” por su negativa a repetir y dejarte enganchado era un coctel muy atractivo.
Taylor cogió por el cuello a Fany y la puso contra la pared. Notaba desde la distancia su excitación y su fuerza por resistirse a no follársela. Fany sonreía juguetona.
— Al menos juguemos con las esclavas… — dijo Fany — así pruebas a tu putita contra una esclava que va a ir a la subasta — me entró miedo al escuchar eso.
— No suena mal… — le contestó Taylor. Realmente sí que sonaba mal, pero sinceramente pienso que quería una excusa para evitar follarse a Fany sin quedar mal — esta noche las probamos.
— ¿Esta noche? — preguntó Fany decepcionada — Yo quería divertirme ahora... Pero bueno, acepto. Vamos a la discoteca Level y jugamos. Aviso para que nos metan en VIP — dijo mientras escribía por su móvil.
— Perfecto — contestó Taylor con mirada desafiante. Era mi última oportunidad para que Taylor no me echase y mis pesadillas se hiciesen realidad.
— Si pierdes no lloriquees vale? — Fany se ponía juguetona con Taylor — te dejaré comerme el coño como consolación — rió — ¿Dónde está el baño por cierto? Me estoy meando.
— Pues vete a mear a tu puta casa, Fany — contestó Taylor enfadado por tanto vacile de esa niñata. Fany soltó una carcajada.
— No me hace falta esperar, tranquilo… — le hizo un gesto a Marta y esta se puso a cuatro patas y gateó hacia ella.
Fany se puso un poco de cuclillas y se levantó algo la falta. Marta colocó su cabeza desde su posición a 4 patas y abrió la boca. No me podía creer lo que estaba viendo, le iba a mear a su esclava ahí en medio?
— ¿Qué coño haces? Me vas a manchar la puta habitación — le gritó Taylor.
— ¿Manchar? — contestó Fany a la vez que empezaba a mear — ¿Qué te crees que mi esclava es como la tuya? Si se le cae una gota hago que se la folle un perro — le contestó riéndose.
Me entró el pánico porque a Marta se le callese algo. Noté un poco su miedo tras la amenaza pero no perdía la concentración. Se tragó todo el pis de su ama sin derramar una gota.
— Muchas gracias ama, por permitirme beber tu pis, es un honor — le dijo Marta mientras permanecía a cuatro patas tras tragarse toda su meada.
Estaba anonadada por lo que acababa de presenciar. ¿Y esa era la esclava contra la que tenía que competir? No había forma de hacerlo, mi amo me iba a expulsar para siempre. Miré a Taylor y sentí que estaba pensando lo mismo que yo. Tenía rabia por dentro.
— Ya nos vamos tranquilo — le dijo Fany dándole un pico a Taylor.
A mí me elevó un poco el tacón para besárselo. Hice lo propio y le di las gracias. Sinceramente no sé por qué pero me salió así. Intuyo que después de tal demostración de poder me sentí muy sumisa ante ella.
En cuanto se cerró la puerta Taylor me cogió de los pelos furioso y me llevó al baño.
— Me has dejado en ridiculo PUTA — me dijo metiéndome la cabeza en el WC
— Perdón AMO, perdón — le supliqué — solo quiero servirte, de verdad ayúdame.
— Pues sirves MAL, cerda — dijo volviendo a meter mi cabeza hasta el fondo mojándomela entera.
Realmente no entendía lo que había hecho mal. Estaba pagando conmigo su frustración con esa puta de Fany.
Taylor manteniéndome en esa posición levantó mi falda y me arrancó el tanga. Sin esperar me metió la polla de golpe. Lo cierto es que entró sin dificultad porque estaba completamente empapada ante tal humillación hacia mi amo…
— Serás cerda estás empapada… — dijo enfadado al sentir que podía no ser un castigo y cambió su polla de agujero metiéndomela por el culo.
La humillación era extrema. Vestida de sirvienta, con la cabeza metida en el WC hasta el fondo. Agarrada al borde del WC para evitar hundirme en el fondo con cada embestida. Y ahora con la polla de mi amo en mi culo. Me sentía fatal por estar excitada en esta situación. Me moría de excitación y de pena a la vez por estar en esa situación. Por primera vez tenía ganas de llorar y de correrme al mismo tiempo.
— Esto es para lo que sirves, PUTA — me dijo follándome el culo. Cuando se dio cuenta de que me estaba sujetando con las manos me las puso a la espalda, como si me las esposase. En ese momento ya no tenía sujeción y mi cabeza entraba y salía del agua del WC.
— No muevas las manos de tu espalda — me ordenó. Parecía una orden sencilla pero era extremadamente difícil porque los reflejos hacían querer agarrarme. Me esforcé al extremo para no fallar antes de tiempo. Sentía mucha impotencia. No pude evitar llorar. Aunque estuviese extremadamente excitada me sentía una auténtica basura.
— ¡Por… favor… amo…! — le supliqué entre embestida y embestida entre lágrimas.
— ESTE ES TU LUGAR — me contestó con rabia y excitación. Le sentí extremadamente excitado y eso me llenó de felicidad. Me sentía como una basura pero eso era lo que necesitaba mi amo en ese momento.
— ¡Gra-cias A-AMO! — le grité entre embestidas. En ese momento sentí como mi amo se corría en mi culo. Sentí cómo obtenía muchísimo placer. Prácticamente gimió al correrse. Eso me hizo completamente feliz.
Mi amo sacó la polla de mi culo pero yo no me moví. Permanecí con la cabeza metida en el WC y las manos en mi espalda como si estuviesen esposadas. Notaba su semen dentro de mi culo. Taylor rió de orgullo al ver mi reacción.
— MUY — dijo dándome un azote — BIEN — otro azote — PUTITA — me sentí orgullosa por sus palabras.
Sentí cómo se levantaba y se iba. Apagó la luz del baño. Yo no sabía qué hacer. Por ganas me habría tocado hasta correrme sin sacar la cabeza de ese WC. Pero no me correspondía eso ahora. Sentí simplemente que debía de quedarme así. Era ridículo lo sé. Pero no me importaba. Era lo que me merecía. Mi lugar. Estaba tremendamente feliz por el placer que le había dado a mi amo y por no haberle fallado otra vez.