Club Ballbusting II

Las chicas continúan estudiando en el instituto pero un lujurioso profesor convierte sus vidas en un infierno y harán algo al respecto. Femdom, Maledom, BDMS.

Primero unas cosillas, no he podido subir relatos en un tiempo pero ya está aquí una de sus sagas favoritas, de hecho he escrito este relato tomando en cuenta le petición de mis lectores y de uno en particular. Así que espero que lo disfrutes. La otra es que en la primera parte se cambiaron las edades de los personajes a causa de las normas de la página, en realidad las edades son 4 y 6 años menos. Ahora sí, el relato:

CLUB BALLBUSTING II

Luego de la tremenda paliza que Yoyo y sus huevos recibieron, las tres chicas confiaban en que le habrían convertido en un eunuco. Sin embargo, aunque tuvo que ser hospitalizado y paso un mes entero sin poder cerrar las piernas por lo hinchadas que sus bolas estaban, asombrosamente no las perdió. Él decidió cambiarse de colegio para no soportar la vergüenza luego de que toda la escuela lo viera desnudo y con sus testículos destrozados por unas chicas.

Los estudiantes no sabían en realidad qué era el club ballbusting, pero era algo que a los chicos les daba temor de saber y a las muchachas les resultaba un poco interesante. Solo 3 alumnas sabían que era aquella organización. Elena, y su amigas mayores Daniela y Gabriela estaban satisfechas con lograr que Yoyo abandonara la escuela aunque a Gabriela le dejó inconforme el que sus huevos hubieran sobrevivido.

Pero las dos chicas ahora tenían otro asunto de que preocuparse, su nefasto profesor de inglés. Se llamaba Jorge, estaba en sus treinta y tantos, un poco pasado de peso y con un aliento algo desagradable para sus alumnos y colegas del trabajo. Pero peor que su aliento era su actitud con sus estudiantes sobre todos con las chicas. Las acosaba todo el tiempo, haciendo chistes subidos de tono por los pasillos e incluso en medio de las clases.

Cuando una alumna no respondía bien o pronunciaba alguna palabra incorrecta, Jorge la ridiculizaba delante de todos, haciendo comentarios tan hirientes y desagradables como:

-¡No sé para qué sigues estudiando, harías mejor usando esas nalgas que tienes para ganarte la vida!-

A todos les molestaba mucho tener a aquel sujeto como profesor pero no se habían quejado pues temían que no fueran escuchadas por la dirección y el remedio fuera peor que la enfermedad.

Las calificaciones de Daniela y Gabriela eran bastante malas, siendo francos ellas no eran tan buenas estudiando como lo eran torturando las fábricas de bebes que colgaban del cuerpo de los chicos. Pero ahora se sumaba la actitud de este indeseable maestro que constantemente las estaba evaluando y casi siempre reprobándolas. Sus hojas de calificaciones estaban llenas de aprobados mínimos y suspensos.

Daniela había notado que Jorge se mostraba especialmente ensañado en ella y lo confirmo un día cuando al terminar la clase él la llamó diciéndole:

-Tus notas son las peores de la clases, si vuelves a suspender una evaluación tendrás que repetir el semestre.-

-Pero profe es que usted me hace muchos exámenes y son demasiados difíciles.-

-No tengo la culpa, ese es el programa para tu año, sé que eres tonta pero no puedo hacer nada por ti.-

Daniela se molestó con lo insolente y asqueroso que su profesor podía ser.

-Sin embargo…- Dijo él.-Hay algo que podría hacer si tu estas dispuesta.-

-¿Qué cosa?- Preguntó la chica.

-Si quieres puedo arreglar todas tus notas y no tendrás que preocuparte más de mi materia, pues te aprobaré el semestre completo.-

-¡¿En serio?!- Exclamó emocionada la adolescente

-Sí, lo haré por un precio.- Explico el maestro.

-¿Precio? ¿Esto… cuánto quiere? Mi mesada no es muy grande y…-

-No hablo de dinero idiota.- La interrumpió Jorge con desdén y mirando las maravillosas curvas de la chica.

-¿Entonces… usted quiere… placer?- Dijo la nalgona sonriéndole pícaramente.

-Vaya veo que no eres tan burra ¡Jajaja!- Carcajeo él con la boca hecha agua.

-¿Y cuándo sería que quiere este pago, teacher?-

-Mañana mismo al terminar las clases, encuéntrate conmigo en el salón de profesores a las 5:00 pm y te advierto que si se lo dices a alguien lo negaré y dado que eres una pésima estudiante nadie te va a creer. Además que te lo cobraré y me tendrás que soportarme nuevamente todo el próximo semestre.- Amenazó el profesor.

-Tranquilo yo solo quiero terminar bien el curso, no es ningún problema para mi darle lo que pide.- Dijo la alumna sonrojada pero con tono seguro.

-Sabía que aceptarías… ¡Ah las zorras como tu son tan predecibles!- Bramó con alarde Jorge.

Luego de esto el maestro y ella tomaron cada uno su camino pensando en lo que ocurriría al día siguiente.

Al día siguiente ambos no se encontraron en todo el día pero el caliente profesor solo fantaseaba con todo lo que le haría a la apetitosa muchachona, y su pene estallaba en deseos de que llegarán las 5 de la tarde.

Llegó la hora y Jorge terminó su clase a otro salón. Como poseído ni siquiera dejo tarea ni perdió el tiempo atormentando a sus alumnos, salió a toda velocidad hacia el salón de profesores. Una vez allí no vio a Daniela así que pensó no habría llegado aún, entró pero para su sorpresa la puerta estaba abierta y dentro del salón estaba la chica con su largo y negro pelo suelto y los botones superiores de la camisa sueltos.

-¿Cómo entraste, te vio alguien?- Pregunto con sobresaltó.

-No, my master, la puerta estaba abierta y entré a esperarlo.- Respondió la chica.

-Ok Danielita, ahora ¿Por qué no te recuestas en ese buró de ahí.- Dijo el profesor señalando a un gran buró de caoba en el centro de la sala de profesores.

Daniela se acercó al buró pero antes de que pudiera voltearse hacia el profesor este la agarro por la espalda y la tiró de bruces sobre el mueble. La chica se sobresaltó e intentó incorpore pero Jorge se lo impidió manteniendo firmemente su mano sobre su nuca.

-¡Auch! ¡Me lástima! ¡Déjeme ir!- Dijo la chica.

-No, my dear, ahora es momento de que aprendas lo que es ser follada por un verdadero macho.- Dijo él indicándole que se quedará en esa posición.

Daniela no era virgen desde hacía un tiempo, pero tampoco había tenido mucho sexo en su vida, esta situación no era cómoda para ella, aunque pareciera lo contrario. El profesor inclinó su cabeza hacia el trasero de la chica, se agacho del todo y recorrió los enormes glúteos con sus manos por debajo de la falda de la chica hasta encontrar el elástico de sus bragas.

Jorge cerró sus puños y con un movimiento rápido despojo a Daniela de su ropa interior destruyendo la tanga azul que usaba ese día. La chica continuaba tendida sobre la mesa temerosa de todo aquello. El pedófilo contemplo babeando la hermosa vagina de la chica y pronto hundió su rostro en la ingle de su alumna. Lamiendo los apetitosos labios vaginales de la chica y con su nariz frotando la entrada del ano.

Daniela empezó a gemir al sentir la lengua de Jorge entrar y salir de su coño caliente, empezó a mojarse abundantemente y el profesor lamio con mayor velocidad. Sostuvo cada nalga con sus manos y las abrió como a un libro dando largas lamidas desde el clítoris de la chica hasta el recto. Daniela nunca había sentido un placer como aquel nunca antes y chillaba de placer al sentir la lengua de su maestro recorriendo su sexo.

Pero de pronto él se detuvo, saco un condón de su bolsillo y se deshizo de sus pantalones echándolos a un lado. Daniela miro con disimulo hacia a atrás y vio el pene del profesor totalmente erecto, el teacher no ere muy bien dotado en realidad, ni siquiera estar completamente rasurado en sus partes realzaba su tamaño. Daniela sabía q aunque hiciera unos buenos orales aquel pitillo no duraría mucho dentro de su ardiente vagina.

-Sea gentil, con my pussy.- Dijo la adolescente a su profesor.

-No querida por ahí no van los tiros… o la polla… jajaja.-Dijo socarronamente el tipejo.

Daniela apenas entendía lo que iba a pasar cuando sintió como algo se adentraba en ella pero no en su chocho húmedo sino un poco más arriba y era bastante doloroso. La chica intento resistirse pero Jorge la tomo del pelo y dejo caer su cuerpo sobre la chica, aplastándola sobre el escritorio.

-¡¡Aaahhh!!¿¿Qué haces maldito??¡¡Nooo!!- Gritaba la chica sintiendo como sus entrañas eran desgarradas.

-¡Oh, sí! ¡He soñado con meter todo mi chorizo en este culote durante mucho tiempo!-

-¡Basta!- Dijo ella.

-No puedo parar ahora beby, debo soltar toda mi carga aquí adentro de tu culito.-

Los ojos café de Daniela se llenaron de lágrimas al tiempo que gritaba de dolor, incluso aquí pene de pequeño diámetro era doloroso en un ano virgen. El profesor la embestía con fuerza tomándola de sus caderas y calvando su miembro a los profundo de aquel culo.

Las frias nalgas de la chica se sentían muy bien al chocar con su panza y a los pocos segundos Jorge empezó a gemir como un mono en celo al sentir como estaba a punto de acabar. Daniela solo rezaba para que terminara aquel infierno y entonces se produjo la eyaculación del asqueroso docente.

Este gimió largo rato y luego término jadeando de placer mientras sacaba su polla semiflácida del interior de Daniela, el condón estaba recubierto de jugos y sangre, pues había logrado desgarrar el ano de la chica al tomar su virginidad por aquella vía.

-¡Ufff! Nunca había tenido una corrida como esa y mira que he roto anos vírgenes de otras putillas como tú…-Se jactó el hombre.

-Nosotras preferimos romper otras cosas.- Dijo una voz a las espaldas de Jorge pero antes de poder hacer nada sintió como sus testículos eran vilmente aplastados por una fuerza descomunal de la cual no pudo ver el origen.

-¡Vamos Dani!- Dijo la voz y en ese instante, la adolorida Daniela se volteó, y de frente al aturdido profesor alzó con toda la ira del planeta su rodilla derecha contra los desprotegidos genitales de Jorge.-

-¡¡Toma esto maldito gordo pedófilo!!- Dijo la chica antes de darle otros dos ultra potentes rodillazos que lo dejaron totalmente fuera de combate, cayendo al suelo desmayado.

-¿Por qué mierda tardaste tanto en aparecer? ¿Viste lo que este cerdo me hizo?- Recriminó Daniela a Gabriela.

-Creo que te lo merecías por inventar todo este plan tan ridículo. Creo que no eres normal- Respondió su amiga.

-¡Tú eres la subnormal que deja a una amiga ser violada analmente! ¡Vamos ayúdame!- Dijo Daniela echa una furia.

Jorge despertó poco después y no sabía bien como había sido todo, al intentar levantarse notó que sus brazos y su piernas no se movían. Estaba atado al escritorio de caoba donde hacía unos instantes había penetrado por atrás a su alumna, recostado sobre esté.

-Eres como una enorme montaña de mierda puesto sobre el buró, sabes mister George.- Dijo Gabriela parada junto al desnudo profesor.

-Pesas como media tonelada, asqueroso marrano.-Aseveró Daniela que se colocaba entre las piernas abiertas de su profesor.

-¡Suéltenme inmediatamente!- Chirrió Jorge intentando en vano deshacer los nudos que las expertas en bondage habían tensado.

Daniela se trepó en el escritorio y se arrastró a gatas sobre el cuerpo del maestro, que la miraba con temor. Una vez estuvo junto a su cara le dijo al oído:

-Me has roto el culo gordo maricón, lo estaba guardando para un chico especial, me has quitado ese momento de mi vida… pero no te angusties pronto yo te romperé otra cosa y te quitaré mucho más.-

Daniela se sentó con su coño aun descubierto sobre el pecho de Jorge y empezó a abofetearlo con ira, el se retorcía pero la chica era implacable, luego cerro su puño y le rompió la nariz de un puñetazo. La cara del profesor ahora era más repugnante de lo normal.

Las chicas tomaron posiciones nuevamente entre las piernas de Jorge, él las amenazaba con palabras asquerosas como las que solía usar pero ellas lo ignoraban. Entre los gordos muslos del maestro reposaban unos testículos un poco inflamados pero en perfecto estado. Ambas se inclinaron hacia ellos y los besaron una cada huevo, esto le gustó al hombre pero lo que pasó luego ya no tanto.

Gabriela impactó con su puño cerrado las pelotas de su profesor con extrema fuerza.

-¡Ogggg!- Contuvo el potente grito Jorge.

-¡Aaahhh!- Chillo cuando Daniela hizo lo mismo que su compañera.

-¡Basta deténganse ahora mismo!- Ordenó en vano él.

Ambas adolescentes con fuego en sus miradas iniciaron una muy coordinada tanda de puñetazos al paquete genital de su enemigo. Uno detrás de otro los puñetazos iban destruyendo y deformando el par de huevos y pronto las amenazas se convirtieron en suplicas y ruegos para que pararan.

Aquel hombre maduro rogó entre llanto a las dos adolescentes para que se detuvieran pero para ellas solo existía el inmenso placer de enrojecer e hinchar más y más aquel par de pelotas que ya mostraban un aspecto lamentable.

Luego de 3 minutos ininterrumpidos de puñetazos, ellas cubiertas de sudor se tomaron un descanso. Daniela rebuscó en un estante y sacó una carpeta diciendo.

-Mira lo que tengo aquí, son nuestras notas, esas por las que me obligaste a hacer esto.-Dijo mirando a Jorge.

-¿Cuántos exámenes nos ha suspendido este maldito?-Preguntó Gabriela.

-A mí 10 y a ti 8, todo está aquí.-

-Bueno creo que podemos devolverte el favor piece of shit (pedazo de mierda).- Dijo la tetona.

Gabriela tría consigo un paquete de bandas elásticas y decidió que por cada nota de reprobada que tuvieran pondrían una banda elástica alrededor del escroto del profesor. Asi que entre las dos llenaron a los pobres huevos de ligaduras de caucho que cortaron más y más la circulación de sangra hacia los huevos.

Jorge gritaba de dolor y pánico al ser sometidos sus amados huevos a semejante castigo.

-Creo que ya estas bolas no sirven para nada Daniela.-Dijo Gabriela.

-Así es, se están poniendo muy negras, estoy segura de que esta vez si lo hemos conseguido pero para estar seguras elige una y has lo que ya sabes.-

-¡Awww! ¡Muchas gracias Dani, se las ganas que tenías de hacer esto tú, no te preocupes te dejaré el otro!-Dijo Gabriela subiendo al escritorio y agarrado el testículo izquierdo de Jorge entre sus dedos, mirándolo fijamente con sus hermosos ojos verdes le sonreía al mismo tiempo que iba haciendo más presión sobre el aislado huevo.

El maestro se resistió otra vez pero ya todo era inútil. Poco a poco Gabriela se sentía muy cachonda mientras aumentaba la presión sobre le testículo que no tenía a donde huir y de repente, el ovalado órgano se abrió en dos y entre las manos de la chica solo quedo un bulto gelatinoso.

-¡¡¡AAAAAAAAAA!!!- Grito a todo pulmón el profesor al sentir su nuez ser cascada por las manos de Gabriela.

-Mmmmm…. ¡Oh… si… si… yaaaaa!- Exclamo Gabriela al alcanzar el orgasmo que le produjo la sensación de una joya de hombre siendo licuada por sus dedos, unida a los gritos de dolor de este. Sus bragas y sus muslos se llenaron de líquido vaginal y ella gozó como hacía rato no lo hacía.

-Bien amiga, disfrútalo porque ahora todo acabará, creo que no hay mejor final que este…- Dijo Daniela sosteniendo un enorme diccionario de inglés en sus brazos.

-Este tiene una encantadora cubierta dura Jorge. You are going to love this! - Dijo la chica alzando el grueso libro sobre su cabeza y golpeando el último de los testículos Del desafortunado profesor. Un estruendoso sonido marco el fin de sus días como hombre cuando el diccionario de su propia materia hizo papilla su huevo derecho.

Antes de que el maestro perdiera completamente la conciencia. Las chicas le señalaron la cámara que lo había estado grabando todo, desde su penetración anal a una menor de edad hasta la grandiosa perdida de sus testículos a manos de la misma, en caso de que el intentara algo contra ellas, le darían el video a la policía y ya fuera por fraude, corrupción de menores o porque todos supieran que era un eunuco, su vida estaría completamente arruinada.

Todo gracias a las chicas del Club Ballbusting.