Claudia III
El primer anal de Claudia, con una espectadora inesperada.
Claudia III El primer anal de Claudia
Estaba muy cachonda mi sexo era un hervidero de excitación, mi culo era taladrado por ese artilugio de goma me escocia, fui al cuarto de baño me di una ducha de agua fría reprimiendo las ganas que tenia de satisfacerme Mi Señora madre me lo prohíbo mi sexo juvenil vibro cuando lo asee. Haciendo acopio de todas mis fuerzas termine de ducharme sin tocarme más de lo necesario. No me acostumbraba a tener el culo lleno; caminaba incomoda en mi habitación en el lecho encontré una de las tangas que mamá me compro también una franela de papá, sentí nostalgia.
No había pensado mucho en papá el ver esa vieja franela me asalto el remordimiento; me he acostado con mamá dos veces y en el futuro próximo pretendía seguir haciéndolo. Ya desde siempre fantaseé con mamá y papá incluso quería que fuera con papá mi primera experiencia con hombres, sacudí mi cabeza, no quería pensar en él me entristecía saber que ya no iba estar ahí para mí.
Baje a la cocina mamá estaba poniendo la mesa, ayuda a mamá a por la mesa. Amanda no llegaba aún. Mamá vestía con uno de sus vestidillos de casa de tirantes filos, con sus acostumbradas medias hasta el muslo, yo solo miraba sus suculentas piernas. Ahora entendí porque papá se enamoró de ella.
Mi paso era restrictivo aún no me acostumbraba al dildo en mi culo, pero el roce del artilugio en mi piel comenzaba a ser placentero, mi tanga se humedecía con cada paso las sensaciones en mi culo era placentera.
— Mamá ya llegué— Escuchamos a Amanda entrando en la casa. Estaba terminando de poner los platos en la mesa mientras Amanda a la cocina, ella pasa por mi lado, le brillaron los ojos, pero no me dijo nada.
Mamá que estaba poniendo la comida en la mesa la abrazo:
— Hola mi amor— Dijo. — Siéntate la cena está servida. —
Comimos pasta con queso mi favorita. Amanda pregunto:
— ¿Hablaste con Claudia? —
— Si, hija esta tarde aleccione a tu hermana, aun llega el castigo— Y sonriéndome termino — ¿No es así cariño? —
— Si Señora mami, es incómodo— Respondí sonriendo tal vez Amanda no comprendiera por la mirada que me dio.
— Sé que ella trata de robarme a mi novio— Dijo Amanda. — Siempre espiándome, siempre viéndonos cuando viene Eduardo, si se abriera más con los chicos… —
— No quiero robarme a tu estúpido novio— Le interrumpí.
— ¡Ah no! — Exclamo Amanda. — entonces ¿Por qué siempre nos espías? ¿Por qué te vestiste hoy como puta? — Pregunto.
No lo podía creer Amanda criticando mi atuendo solo me vestí así en casa y porque mi ama me lo pidió, también le grité:
— Tú cuestionando mi ropa, si tú eres la puta, siempre sales así yo solo lo use esta tarde y en casa. —
Amanda fue a replicarme y mamá la callo con una mirada y diciendo:
Amanda tranquilízate, Claudia no se vestirá de esa manera sin mi permiso. ¿Estás contenta? —
Miré a mamá sin dar créditos a lo que decía y ella sabiendo que iba a decir algo, por debajo de la mesa apretó mi muslo y me sorprendí al sentir una caricia suya en mi tanga. Continuamos la cena, mamá me acariciaba el muslo haciéndome exaltarme vez en cuando.
— Ya lo sabes, no te acerques a mi Eduardo, es mío, puedes tener a quien tú quieras hay muchos chicos lindos, pero no mi Eduardo— Dijo. Levantándose de la mesa. — Buenas noches— Se despidió.
Iba a comenzar con improperios mamá se levantó después de apretarme de nuevo el muslo, me ordeno viendo como Amanda se perdía escaleras arriba:
— Putilla limpia la cocina, te espero en la habitación ven después de que tu hermana se duerma. — Me beso metiendo su lengua en mi boca. Mi sexo hormigueo luego vi como salía de la cocina.
Mi tanga estaba empapada, la tarea de lavar la vajilla y limpiar la cocina fue una placentera tortura el dildo en mi culo me rozaba enviaba sensaciones de placer por todo mi cuerpo, mientras estaba agachada esa cosa se me salía el dildo del culo, tuve que metérmelo nuevamente en el preciso momento Amanda entra en la cocina:
— ¿Qué haces? — Me pregunta
— Nada, digo terminado la cocina— Digo. Un rubor rosa se extiende por mis mejillas
— Solo bien por agua, ya sabes puta no te quiero cerca de mi novio— Dijo. El anterior rubor por vergüenza a ahora era de furia.
— Mira— Le dije. — Yo no te voy a quitar tu novio idiota, mis gustos estar en otros lados— Le termine. Viéndole descaradamente las piernas.
Lo que les haría a esos muslos pensé, mi cuca destilo más jugos que se escurrían por mis muslos, Amanda viéndome me dijo con mal talente:
— ¿Que me miras? — Ruborizada nuevamente le respondí:
— Nada. —
Amanda después de beber se di la vuelta y contoneándose al caminar salió de la cocina. Esta tan buena. En ese estado de excitación termine de asear la cocina. No sabía que me estaba pasando ya no era solo que me acostaba con mamá, sino que ahora solo pensaba en coños, tetas y culo; no hacia ni cinco minutos que estaba pensando en lamer los muslos de mi hermana, en hacerla mía, en someterla como mamá lo hacía conmigo.
Al terminar tuve que colocarme otra vez el artilugio en mi culo se me estaba saliendo. Ya no me molestaba en lo más mínimo es más la sensación de tener el culo lleno me excitaba. Al subir las escaleras las luces en el cuarto de Amanda estaban apagadas mi sexo hormigueo adelantándose a lo que me esperaba en el cuarto de mamá. En el cuarto de mamá ella estaba en la cama con la portátil sobre su regazo al verme cerro la portátil y me hizo señas para que entrara a la habitación mientras ella se reincorporaba en la cama y se sentaba al borde, ella me señala sus rodillas yo sabía ya lo que deseaba, recostándome en sus piernas mi culo quedo a su merced.
Sentí el primer azote me temblaron las piernas gemí, mamá fue imprimiendo fuerza con cada azote, también con cada azote acariciaba mis nalgas alternando los golpes y las caricias. Aun n me había desprendido de la escasa ropa que lleva. Mis fluidos vaginales empapaban la tanga y mi madre percibió la humedad
— ¡Serás zorra! Ya me estas encharcando las piernas— Exclamó mamá. Arreciando los azotes y sus fuerzas mis gemidos se convirtieron gritos el dolor en mi culo aumento como la cantidad de jugos en mi tanga y las piernas de mamá. Cuando llevaba al menos treintas azotes mamá detuvo su azotina.
— Ya me tienes las piernas perdidas zorra, ya te enteraras— Me dijo mientras levantaba del suelo una zapatilla plástica, y con ella reanudo con la azotina, dándome fuertes azotes.
Gemí el dolor empezó a escocerme de nuevo.
— Zorrilla, sácate la tanga— Me exigió mamá. Levantándome mi culo ardía. — Mira lo perdidas que me dejaste las medias y más pierna— Me señalo mamá.
Yo solo hice lo que me dijo seguidamente mamá me arranco la tanga de las manos y la olió.
Mis ojos brillaron mi madre me ordenó:
— ¡En mis rodillas! — Yo me volví a poner a recostar en sus rodillas. — Te vas a enterar te pondré tu tanga sucia en la boca para que no grite. Te castigaré por vestir como zorra y por dejar perdidas mis medias. —
Mamá metió la tanga hecha una bola en mi boca, acariciando mi culo lo besó y la emprendió de nuevo contra el con la zapatilla, comenzó con suaves azotes gemí con cada golpe y volví a humedecer sus medias, mamá volvió a imprimir fuerza a los azotes mi culo ardía y mi coño era un lago de jugos que escurrían por mis muslos y los suyos. Mi madre continúo azotándome hasta que mis nalgas estuvieron al rojo y las marcas de las suelas delas zapatillas estuvieron impresas en mis posaderas. Mi orgasmo hervía en mi sexo mi madre lo noto por el movimiento de mi cuerpo; los temblores de mis muslos a recibir cada azote mis pezones como piedras todo mi cuerpo era atravesado por el dolor y el pacer.
Dejando caer mamá me levanta diciéndome:
— De rodillas, mi mascota. — Me arrodille mientras, ella abría sus piernas el coño estaba ante mi brillante por los fluidos sus labios rosas estaban abierto su agujero destilaba un fuerte aroma que me embriago, mamá atrayéndome con su mano dijo:
— Come zorrilla que es lo que quieres. — enterré mi cara en su intimidad y con la lengua fui acariciando toda la raja materna. Mama comenzó a gemir y recostándose en la cama sus caderas empezaron un vaivén. Mi lengua exploraba todo su sexo, el mí era un charco de flujo que se escurría y en mi culo comenzó a remitir el ardor por la azotina.
Mi método de comer coño lamidas a lo largo de la raja, chupada de clítoris y lamida a lo largo de la raja para acabar saboreando en ojote materno. Mamá con cada lamida de culo temblaba y con cada chupada de clítoris arqueaba la espalda, en momento mamá me ordeno:
— Méteme un dedo en la raja, zorra y folláme con él. — Yo anonadada le comencé a follar y a chupar en serio en clítoris, en varias ocasiones tenía que acomodarme el dildo de mi culo que nunca dejo mi ano.
— Zorra más rápido, más rápido— jadeo mi madre. Y obedeciendo penetraba con mayor fuerza el coño de mamá. Estaba excitada follando a mamá, pero frustrada; hervía por correrme, se follada. No podía creer lo puta que era, ansiando que mamá me follara duro. Mama gemía sus caderas vibraban junto con sus muslos y su sexo con un jadeo que quedo en un suspiro me dijo:
— ¡Oh! Me corro, puta… — Vaciando todo su orgasmo en mi boca, y rostro lo bebí con ansias tratando de desperdiciar tal agua bendita. La cuca de mamá estaba roja. Ella quedo fuera de si por unos instantes que aproveché para volver a colocarme el dildo que estuvo a punto de caérseme.
— Ven a mi putilla— Me dijo mi madre.
Levantándome del suelo me acosté al lado de mamá, ella me beso en la boca su lengua bailo junto a la mía, rompiendo el beso mamá mordió el lóbulo de mi oreja mientras con sus manos acariciaba mis medianos senos sobre la franela vieja de papá, gemí con la caricia:
— ¡Oh que rico mami! — Mamá me apretó los pezones arquee la espalda el dildo del culo se me salió y choco con los muslos de mi madre.
— ¡Por Dios aun lo llevabas puesto! Lo que daría por que tu padre te viera la zorrilla que te has vuelto— Me dijo mamá volviendo a besarme. — A cuatro patas, zorrilla que esta noche te volverás mi zorra anal— me Ordeno mamá mientras salía de la cama al armario del que saco el arnés con polla y se lo colocaba.
Yo estaba expectante me volví para mirarla, ella venía hacia mi nuevamente se había desnudado completamente solo estaba con esa cosa colgando de su entrepierna era grande muy grande, claro con ese mismo me había desflorado, pero no creía que esa cosa entrara en mi culo. Mamá viendo mi cara de susto me tranquilo:
— Tranquila cariño, te va a gustar. — Acercándose me tomo y me volvió a besa su lengua hacia estragos en mi boca. — Te tenemos que quitar la franela de papá. — Me turbe en mi interior y ella se dio cuenta.
— Mi niña no te afanes además si papá estuviera aquí el seria quien haría los honores. — No podía creer lo que mamá decía abrí mucho los ojos. Mamá aprovechó el desconcierto me volvió a besar quitándome la franela de papá me dijo:
— Mi mascota a comer polla. — Tomándome de la cabeza me guio a la polla de plástico hiperrealista que estaba en su pubis, abriendo la boca mamá metió la mitad de la polla en ella y comenzó con una lenta follada.
Felé el mástil de goma poco a poca mamá comenzó a hundir aquella cosa más profundo en mi boca, ella me tomo del pelo y me folló fuerte la boca sosteniéndome cuando el dildo estaba todo en mi boca, sentía arcadas, pero mamá no me daba tregua. Mi mano fue directo a mi cuca esta era un mar de flujos.
Mamá se percató y sacando el dildo de mi boca me dio golpecitos en mis mejillas:
— Ya estas otra vez tocándote, bueno— Dijo mientras me acomodaba otra vez mi culo a su disposición, se agacho y abriéndome los cachetes me paso la lengua desde mi raja hasta mi ano. Fui sublime volver a sentir su caricia en mi coño y ano.
— Tan lindo se le ve a la niña el culito rojo— dijo lamiendo mi ano a profundidad, ella hacia circulo con su lengua en mi ojote, y mi mano volvió a mi sexo, mamá me azoto el culo otra vez.
— ¡Es que solo quieres tocarte! — exclamo. — Ya te tocaras todo lo que quieras puta—Me dijo poniendo la punta del dildo en la entrada del culo, deslizando poco a poco el pene de goma comenzó a follarme. Mi ano ardió al sentir como aquel grosor de goma se iba abriendo paso en mi culo. Gemí:
— Mami duele, mami. —
— Tranquila ya pasara el dolor— Me dijo. Mientras metía y sacaba el dildo de mi culo gemía el dolo me atravesaba el culo como un puñal al rojo vivo. Mamá no ceso de embestirme con cada envestida hundía más en artilugio en mí, mi culo se dilataba más mis lágrimas corrieron por mis mejillas, con una embestida más fuerte y profunda sentía el pubis de mi madre en mis nalgas ya estaba toda esa cosa en mi interior.
Mamá me tomo del pelo y me levanto para besarme en la boca, su lengua volvió a danzar en ella, después me beso el cuello y comenzó con otra lenta follada.
— Te amo mi niña— Me dijo. — ¿Quieres ser mi puta anal esta noche? — pregunto.
— Si— Dije. Aunque claro sentía que me destrozaba el culo con eso dentro.
— Tócate putilla, tócate todo lo que quieras— Me instruyó mamá mientras que me llevaba una mano a mi cuca, me sorprendí lo mojada que estaba. Increíble sentía un ardor en el culo y mi fluyo corría en abundancia de mi coño.
Mamá aun tomándome del pelo y con una mano en mi cadera me empezó a follar con suavidad. No sabía que pensar mi coño hormigueaba con cada envestido aun con el dolor en mi culo, mi clítoris estaba inflamado al tocármelo me arquee de espalda y poco a poco el dolor fue desapareciendo como dijo mi madre, al igual que con el pug el roce se fue volviendo placentero, pero creo que lo que me puso a mil fue que al ver hacia atrás el movimiento de mi madre descubrí a Amanda desde la puerta viéndonos a mi madre y a mi follando, y no solo eso la mi zorra se estaba tocando sobre la pijama, solo pude lanzarle un beso i guiñarle un ojo.
Ella a notarse descubierta desapareció.
— Mami tenemos público— le comenté. Mamá me beso nuevamente y sosteniéndome ahora de las caderas si empezó a follarme como dios manda, sus embestidas eran fuertes rápidas y profundas ya no tenía caso reprimirme y mis jadeos se hicieron más audibles el dolor en el culo había desaparecido y lo único que sentía era un placer completo, el orgasmo comenzó a formarse en mi coño y en mi culo no lo podía creer, comencé a gritar:
— Mami me vengo mami. —
Mamá me azoto el culo diciéndome:
— ¿Te quieres correr? Solo las putas muy sucias se correr cuando se les folla el culo, ¿Eres una puta anal? ¿Eres la puta anal come coños de mamá? —
— Si, mami quiero ser tu puta anal come coños— Dije mientras acompañaba las embestidas de mamá con movimientos de mi culo. Mi orgasmo me atravesó gemí:
— Me corro mami, me corro. — Mamá me sostuvo para no desplomarme en la cama con suavidad me recostó quedando apoyada sobre mi pecho ella siguió con las embestidas en mi culo.
— Descansa un poco mi zorrilla esta noche era larga— me auguro mamá. Yo tenía mi cuerpo flojo la polla fue saliendo de mi culo, mamá al sacarla toda dijo:
— Que lindo el ojote de mi zorra bien abierto. — seguidamente me la metió en mi cuca me entro toda de una vez grite:
— ¡Ah! —
— ¡Calla zorra que tu hermana nos va a oír! —Dijo mamá.
— Ella ya nos espió y la muy zorra se estaba tocando— Le conteste a mamá. Mientras ella comenzaba a follarme de nuevo pero esta vez me mi coño era quien recibía las embestidas la polla entraba y salía de mi sexo con facilidad, yo movía mis caderas al ritmo de la follada esta tan excitada que me ti un dedo dentro de mi culo que ya se había cerrado nuevamente, el dedo entro si dificultad.
— Que putilla ¿A qué te gusto? — Pregunto mamá, sus embestidas ganaron velocidad, mi cuca escurría flujo por mis piernas que recogía para llevarlo a mi ano.
— ¡Oh mami! Que rico si más duro mami rómpeme la cuca con polla plástica— gemía. Mamá incrementaba la follada y yo hacía lo única que podía y querida hacer me volvía a correr. Vacíe mi corrida el flujo caída piernas abajo hasta el colchón de la cama.
Mamá saco la polla de mi cuca, y la volvió a enterrar en mi culo este se abrió grite:
— ¡Ahhh! —
— Si puta grita gime, esta noche serás mi puta de tras agujeros— Dijo mi madre. Mientras volvía a follarme. Su follada comenzó lenta casi imperceptible, imprimiendo fuerza con el movimiento de caderas.
— ¡Oh mami! Sí que rico, folláme— Gemí mi culo se dilataba y mi coño se mojaba nuevamente, todo el tiempo estuve recostada sobre mis senos y cara, en este momento mamá me reincorpora tomándome del pelo, me dolió un poco la lengua de mi madre empezó a recorrer la mitad de mi espalda hasta mi cuello y después violó mi boca que con gusto la recibió mi lengua en esta oportunidad profanó su boca.
— ¡Ah! — Gimió mamá antes de decirme.
— Zorrilla te amo. —
Que mamá fuera dulce a la vez que agresiva me ponía por las nubes.
— Yo también— le respondí cayendo otra vez sobre mis manos.
— Mami sí que rico soy tu puta mami— Gemí me volví para ver el rostro de mi madre sus ojos brillaron ella me lanzo un beso. Desvié mi mirada a la puerta allí estaba la puta de Amanda otra vez viéndonos follar ahora estaba en pelotas metiéndose los dedos en el coño. La muy puta se masturbaba viéndonos, me imagine follando la como mamá me follaba a mí.
— Mami que rico, mami bésame de nuevo— Suplique. Ella halándome del cabello me llevo a su boca me beso y le dije a l oído:
— Tenemos otra vez espectadora. —
A mamá le brillaron los ojos.
— ¿Y a esa zorrita tuya que le haría? —
— Entregártela mami, entregártela para que la conviertas en una puta come coños— Le dije. La excitación extra de estar siendo espiada por la zorra de Amanda provoco mi inminente orgasmo y vi que Amanda también se corría como la puta que es.
— Mami me vuelvo a correr, mami— Gemí mientras mis jugos volvían a salir de mi totona. Caí sobre la cama y mi madre conmigo la polla plástica continuaba alojada en mi culo mamá me beso la cabeza.
—Te quiero mi putilla— Me dijo. Saco la polla de mi ano que volvió estar abierto. Yo estaba completa. — Claudia entonces tienes que entregarme a tu hermana espía. —
— Si mi señora. — Mamá se levantó de la cama se desprendió del strap-on y se metió al lavabo.
Yo no podía creer esto mamá me había desvirgado todos mis agujeros me había hecho una mujer y una gran zorra y me gustaba. Me quedaba el asunto de Amanda la tetas y eso que me había dicho mamá que si mi padre viviera hubiera sido el quien me hubiese desflorado…….