Claudia, comienzo de un amor

Con la excusa de un baile de disfraces, Claudia, se prepara para vivir una noche intensa con la persona que luego va a ser su amante.

CLAUDIA: COMIENZO DE UN AMOR

Después de mucho pensar, me decidí y por primera vez (no va a ser la última) les cuento una de mis historias.

Con la excusa de una fiesta de disfraces, le pedí a un amigo si me podía prestar la peluca de su esposa. Con todas las recomendaciones del caso para que se la cuide, ella me la prestó, era de color castaño claro y la vez que se la vi puesta le llegaba hasta los hombros.

Cuando la tuve en mis manos, una sola cosa ocupó mi mente… ¡esta noche tengo todo el tiempo para mi,… para probármela,… para vestirme… para sentir todas las sensaciones de verme en el espejo como una mujer.

En esa época vivía en la ciudad de Paraná, Entre Ríos. Aprovechando que mi familia había viajado a Bs As y me encontraba sola por unos días, no quería dejar pasar la oportunidad de vivir como Claudia todo el tiempo que fuese posible sin preocuparme en controlar la hora, porque alguien podía llegar… así que me dije: esta noche hay que vivirla.

Llegué del trabajo aproximadamente a las siete de la tarde, cuando comenzaba a anochecer, un cosquilleo continuo recorría mi espalda,… me sentía nerviosa,… todas las ansiedades invadían mi mente.

Comencé a preparar la ropa: conjunto de ropa interior color negro, medias y liguero negro, mini de jean, camisa negra, botas de taco también negras. Me di un largo baño de agua bien caliente para relajarme y depilé mis piernas. Antes de vestirme dedique el tiempo necesario para maquillarme, pinté mis ojos, pestañas, labios, me coloque la peluca y lentamente me fui vistiendo… las sensaciones iban creciendo con cada prenda que me ponía,… la excitación hacía vibrar todo mi cuerpo y… el climax total llegó cuando me paré frente al espejo para colocarme los aros.

Sí,… esa era yo,… los tacos hacían ver mi cola mas levantada, piernas bien torneadas, el relleno hacía que mis pechos se pronunciaran sin ser grotescos, el rojo de los labios incitaban al beso… Parecía una gata total.

Miré el reloj… ya eran casi las dos de la noche,…comencé a caminar por toda la casa. Prendí un cigarrillo… lo apagué,… me sentía nerviosa,… en realidad estaba ansiosa,… y ahora que? Volví a mirarme en el espejo,… me veía bien, hasta me veía atractiva. Y ahí vino la pregunta: como me verán otras personas?... Que sensación fuerte… la sola idea me hizo temblar… sería capaz?... y porque no? Miro nuevamente el reloj… dos y veinte… tenía que decidirme pronto… el tiempo vuela.

Me puse una campera, apagué todas las luces y me senté un momento para serenarme. Dos y treinta… me dije: "Es ahora o nunca".

Abrí la puerta muy lentamente, tratando de escuchar el ruido de la calle, ya que no quería cruzarme con ningún vecino. Me asomé mirando a ambos lados… la calle estaba desolada… di un par de pasos, cerré la puerta y comencé a caminar rápidamente… el corazón parecía querer salirse del pecho… un par de cuadras y ya me sentía más tranquila, comencé a absorber todas las sensaciones… el aire fresco recorría mis piernas,… el pelo acariciando mis mejillas,… el sonido de los tacos era como música en mis oídos. Di vuelta en la esquina… error dos muchachos venían de frente… ya era tarde para dar la vuelta… continué caminando… sentía el temblor de mis rodillas… "no te vayas a tropezar Claudia"…ya pasan… sentí sus ojos clavados en mi… se habrán dado cuenta?... No… todo estaba bien.

Llevaba caminando un rato… me había cruzado con varias personas haciéndome sentir cada vez más segura de mi misma. Cuando me di cuenta, estaba cerca de la terminal de micros y había perdido noción del tiempo… tres cuarenta… hora de volver. Siento pasos detrás mío, giro la cabeza y veo un muchachote de unos veintitrés a veintiséis años… incertidumbre:… "me apuro o lo dejo pasar… que pase… no puedo caminar muy ligero con los tacos…" En ese momento escucho que me dice:

¡Es tarde y no hay muchas luces en estas calles!… No te molesta que te acompañe?

Un frió intenso recorrió todo mi cuerpo… que hago?... Que le digo?. Se puso a mi lado y me miró con una sonrisa. Me sentía jugada por completo, no podía escaparme

Para donde vas?. Volvió a preguntar.

Contestá Claudia… decí algo… no podes quedarte muda, … y de pronto me escuche diciendo:

Solo salí a dar una vuelta… pero ya me estoy yendo.

No me parecía… te vi hace un rato cundo te crucé,… yo iba con un amigo. El se fue a su casa y entonces empecé a dar unas vueltas para ver si te podía llegar a encontrar. Creo que tuve suerte

Porque pensás que tuviste suerte?

Porque te pude encontrar. Me llamo Javier.

No podía creer lo que estaba escuchando… como sigue esto?... Se habrá dado cuenta?... no puedo dirigirme a mi casa… que hago?... mi mente trabajaba a mil… ¡ya sé!... le doy a entender que no soy una mujer biológica y seguro que pega la vuelta y se va.

Yo soy Claudia. Te agradezco… pero no sabes lo que estás diciendo.

Llegamos a la esquina y me detuve, no era conveniente seguir caminando hasta que no me lo saque de encima y se vaya. Pero a pesar de todo sentía cada vez más curiosidad, comencé a mirarlo más detenidamente, tenía casi mi estatura, aproximadamente 1,75, delgado, bien parecido… me está gustando… no podía creer lo que estaba pensando… quería sentirme seducida

Y?... me vas a contestar. Donde estás? – me preguntó

Perdón no te estaba escuchando, que me decías?

Ya me di cuenta. Te decía que me gustas.

Trágame tierra pensé. Me quedé mirándolo… estaba dura,… no me podía mover,… quería sacar las manos de los bolsillos de la campera pero no me podía mover. Vi que movía los labios,… me estaba hablando nuevamente pero no entendí que decía

Que? – Fue lo único que me salió.

El levantó las manos,… me sostuvo la cabeza y besó mis labios… se separó… me miró a los ojos y volvió a besarme. Todas mis defensas se cayeron,… cerré los ojos y abrí mis labios para dejar que su lengua se junte con la mía,… un intenso cosquilleo recorría todo mi cuerpo… me sentía en el aire… flotaba

Eso te estaba diciendo,… que me gustas y que te quería besar

Mi mente me decía: Aterriza Claudia, toca tierra esto no puede seguir,… juntá coraje y decí lo que haga falta para que esto termine de una vez.

Me gustaría invitarte a tomar algo. Me acompañarías?

Mirá Javier…tengo que aclararte algo – (sentía un nudo en la garganta, me faltaba el aire) – No todo es como vos pensás, no todo es como vos lo ves.

Es demasiado rápido, ya lo sé, recién nos conocemos… Esperá. A que te referís?

Es que no soy lo que vos crees. Yo no soy ella.

Estás queriendo decirme que en realidad no sos mujer?

Si.

Di la vuelta y empecé a caminar,… ya está dejé las cosas bien claras,… es hora de irme… Claudia es mejor desaparecer, al llegar a la esquina, miro hacia atrás y veo que Javier seguía parado en el mismo lugar. Sigo caminando… totalmente concentrada en mis pensamientos no escucho nada de lo que pasa a mi alrededor, siento los ratones todavía daban vuelta en mi cabeza,… que hermosa sensación,… sentir las caricias de sus labios sobre los míos... Que ganas de sentir sus brazos rodeando mi cintura.... Alguien me toma del brazo y me detiene… era él.

Esperá, no te vayas, me gustaría charlar con vos un rato.

Pero… entendiste lo que te dije recién?

Si, que no sos una mujer. Disculpame que haya tardado en reaccionar. Ya te entendí y no me interesa, y… si a vos no te molesta a mi tampoco. Además quería decirte que estás preciosa y vuelvo a insistir en acompañarte.

Estás seguro?...

Si. Que te parece si caminamos unas cuadras… yo vivo cerca y… si me acompañas a buscar el auto, podríamos dar una vuelta para conocernos un poco más.

Nuevamente mis pensamientos empezaron a correr, me quedé mirándolo embobada,… conque ganas me gustría escucharlo decir que me quiere hacer el amor… Ya estaba entregada, sólo atiné a decirle:

Está bien,… te acompaño.

Caminamos un rato en silencio, creo que los dos pensábamos lo mismo… me tomó de la cintura apoyando su mano en mi cadera, lo miré y le sonreí. Al llegar al auto me abrió la puerta y me senté, cuando lo puso en marcha me miró a los ojos… se arrimó a mi y me dio un suave beso en los labios. Dimos unas vueltas y se detuvo en un lugar tranquilo y solitario frente al río.

Mi pollerita, que ya era corta, al acomodarme en el asiento, se había subido aún más, dejando prácticamente todas mis piernas a la vista. No me molesté en acomodarla, es más, quería que el me viera,… estaba incitándolo y él se había dado cuenta.

Cruzó su brazo derecho por mi espalda y su mano izquierda la apoyó sobre mis muslos,… me arrimé más a él,… y nos fundimos en un beso largo y profundo. Así estuvimos un largo rato,… mi excitación llegaba al límite,… puse mi mano entre sus piernas y comencé a acariciarlo,… solo pensaba en entregarme por completo, quería ser poseída. Lentamente, sin dejar de besarnos, Javier bajó su pantalón, tomé su miembro con la mano y comencé a masturbarlo. Al separar su boca de la mía me miró a los ojos y entendiendo lo que yo deseaba,… con una leve presión sobre mi cabeza me fue llevando hasta que mis labios se posaron sobre su glánade. Primero fueron besos, después comencé a recorrerlo con la lengua … lo introduje por completo en mi boca y empecé a chupar como enloquecida,… subía y bajaba lo sacaba y volvía a chupar, y más me excitaba cuando lo escuchaba decir:

Siii, Asiii, Me encanta como me chupás. Me vas a hacer acabar en cualquier momento. Divina,… te quiero hacer mía. Siiiiiiii

Lo sentí palpitar cada vez más – y eso me volvía loca – me sostuvo fuertemente y en ese momento se descargó inundando mi boca,… lentamente sus jugos se deslizaron por mi garganta y tragué todo. Yo estaba totalmente zafada… quería más y más… me sentía insaciable. Tomándome con ambas manos la cara, me levanto y me dio el beso más tierno que me dieron en mi vida.

Quiero sentirte adentro mío,… quiero ser tuya,… quiero que me hagas sentir mujer

Javier se subió el pantalón puso el auto en marcha y se dirigió a un hotel. Me apreté contra él, apoyé mi cabeza sobre su hombre y sin pensarlo, cerré los ojos y me dejé llevar.

Entramos al alojamiento,… me abrazó por la espalda presionando su pelvis contra mi cola,… me empecé a mover buscando excitarlo. No tardé mucho en sentir como iba creciendo su pene. Bajó sus manos,… me acariciaba las piernas y la cola,… la pollera ya la tenía en la cintura. Me dí vuelta y me senté en la cama,… solté su cinturón, bajé el cierre dejando caer el pantalón, bajé su calzoncillo y ahora si pude verlo por completo, lo tomé con ambas manos y nuevamente comencé a chuparlo, cuando lo sentí palpitar en mi boca lo dejé. Me saque la pollera y tomé la típica posición de perrita. Ahora si había llegado el momento de sentirme totalmente realizada.

Javier bajó la tanga dejando mi cola a su entera disposición. Con toda dulzura me fue acariciando, sus labios recorrían mis nalgas… un escalofrío de placer recorrió todo mi cuerpo cuando su lengua comenzó a presionar mi agujerito,… a medida que me lamía, empezó a penetrarme con un dedo,… despacio, lentamente empezó un mete y saca,… yo movía las caderas hacia atrás acompañando el movimiento,… un segundo dedo empezó a presionar buscando dilatar mi ano,… de mi boca solo salían gemidos de placer:

Por favor,… ponémela ahora,… no aguanto más,… Quiero tenerla toda dentro mío.

Me tomó de las nalgas abriéndome, apoyó la cabeza de su pija en mi orificio y empezó a presionar, lentamente se fue abriendo camino, descargas eléctricas me recorrían por completo,… se detuvo un momento para permitir que me amoldara a él,… nuevamente volví a mover mis caderas buscando sentirlo entrar por completo,… su vientre ya chocaba contra mi cola,… un suspiro profundo escapó de mi boca y el movimiento se fue acelerando cada vez más,… las palabras de Javier me excitaban aún más

Siii,… me gusta sentirte bien apretadita,… te gusta?,… esto es lo que querías?

Siii,… Mmhh,… Aahhh,… esto es lo que quería,… Asiii me gustaaa!!!

Cada vez que nos encontremos, cada vez que me llames, te quiero tener así,… te quiero hacer mi mujer,… mi putita

Siiii,… soy tu putita,… tu esclava,… cada vez que me llames me vas a tener. ¡¡¡Por favor,… esto es una locura…!!!! Seguí!!!!, dame toda tu leche,… quiero sentirte acabar dentro mio,… Aaaahhhhhoooorrraaaa!!!!

Me dejé caer sobre la cama y Javier arriba mío,… estábamos rendidos,… su respiración agitada en mi oído,… su boca mordiendo suavemente el lóbulo de mi oreja. Comenzó a sacar su pija,… yo lo apretaba tratando de retenerlo un rato más,… se acostó a mi lado boca arriba,… besé sus labios y me recosté sobre su pecho,… había gozado y me sentía plena, contenida,…no quería que la noche se termine. Me estaba enamorando???

Cuando ya amanecía me dejó en la puerta de mi casa,… le explique que nadie de mi familia sabía cuales eran en realidad mis sentimientos y que no iba a ser muy fácil volver a encontrarnos como esta noche.

Pasaron unos días, y una mañana, cuando salgo de casa, me encuentro con Javier,… me sentí incómoda que me viera vestida así (de hombre). Me dio un papel y me dijo que lo lea, que piense y que lo llame al teléfono que había anotado y se fue. Mientras caminaba, no me dabas las manos para desplegar el papel:

Claudia: alquilé un departamento de un ambiente (es para estudiantes), es chiquito pero cómodo, me gustaría que me llames y me digas que también te gustaría que nos volvamos a ver, dejé un lugar en el placard para que puedas tener tu ropa. Tengo una copia de la llave para vos. Un beso Javier

Como podrán imaginar, muchas fueron las tardes y las noches que pasamos juntos, viviendo como una verdadera pareja,… conociéndonos y disfrutando cada vez más nuestros momentos juntos en que yo volvía a ser Claudia, para dejar aflorar nuestros deseos y nuestras fantasías sexuales.