Claudia
Una experiencia que me marco para siempre, me dio mi primera vez pero me quito a mi prima.
Estaba de vacaciones en la casa de mi abuela paterna, el la cd. de México, de esto hace ya 7 años, en ese entonces tenia 14 y mi relación con mi familia era muy buena, era de esos chavos bien portados que no rompen un plato y tenia la confianza de todos en la casa, incluyendo a mi tío, que es un tipo estricto y autoritario que no permite la entrada de hombres en la parte alta de su casa ya que solo vive con mi tía, mis primas y mi abuela.
Yo tengo el derecho de entrar a todos lados de la casa, pero en ese entonces era tan amplio ese derecho que yo dormía con mi prima claudia, de 19 años en su cama.
Para ese entonces mi deseo sexual ya estaba a mil y aprovechaba cualquier ocasión para meterme en el cuarto de cualquiera de mis primas para buscar su ropa interior y olerla y pajearme todo el día, aunque prefería la ropa de mi prima Lucy, de 23 años, porque ella notaba que ella dejaba las tangas mas mojadas que mi prima claudia y además su cuarto siempre olía a cigarro pues ella fuma mucho y eso me daba la oportunidad de fumar también
Yo me llevaba muy bien con claudia, nos acostábamos a ver tele, ella boca abajo sobre la cama y yo apoyaba mi pecho sobre la curva que hace el fin de su espalda y el inicio de sus majestuosas nalgas que decoraba con tangas que te quitaban el aliento.
Cuando ella se movía sin avisar provocaba que yo también me moviera, entonces yo le reclamaba y le decía que no lo hiciera, ella repetía el movimiento y yo, como castigo, le mordía las nalgas, al principio sobre la ropa, pero cuando se ponía pantalones que pudiera deslizar fácilmente, como pans o shorts, se los bajaba y le mordía las nalgas solo cubiertas por ese triangulito de tela que tenia puesto y de los cuales tenia gran variedad de distintos colores y texturas.
Una noche, ella tuvo una discusión con mi tío que se pudo escuchar por toda la casa y se fue a su cuarto desde temprano, muy enojada; yo aun me quede con mi tía platicando de no se que tontería, considere el tiempo necesario para que ella se cambiase de ropa y subí para ver que le pasaba; me dijo que no quería hablar al respecto, que nos durmiéramos y que mañana me contaba lo que había pasado; le pregunte si quería dormir sola, ella extendió su mano, tomo mi brazo y se rodeo con el quedando rostro con rostro; "hasta mañana" le dije y la bese en la mejilla, "hasta mañana" me contesto y me beso de igual forma; volví a besarla solo que ahora mas cerca de la comisura de sus labios, ella me respondió acercándose mas a mis labios y me beso de nuevo.
Al tercer beso quedamos boca con boca, sin hacer ningún movimiento durante unos 5 segundos, de pronto ella saco su lengua y recorrió mis labios .¡¡¡wow!!! que sensación.
Abrí la boca y ella me empezó a besar como nunca me había besado ninguna chica de la escuela ni del barrio.
Seguimos besándonos durante unos 3 minutos, ella se movía algo extraño, de lo que no me daba cuenta era de que ella se estaba desnudando mientras me besaba, por eso los movimientos raros.
No sabia muy bien que hacer, lo único que sabía era que mi pene ya estaba a reventar y tenía unas ganas enormes de besarla de los pies a la cabeza y lo hice.
Me levante, le tome sus pies y si dejar de verla comencé a lamer esos pies que siempre me habían gustado y que ahora eran todo míos.
Continué besándole los pies y fui recorriendo sus pantorrillas muy bien torneadas y muy blancas, sin un solo bello y con un olor a crema que me encantaba, hasta que llegue a sus carnosos muslos, los mordí, los succione, los lamí y note en ellos un sabor y un olor igual al de sus tangas ¡¡¡mi prima estaba totalmente mojada de sus jugos y deseosa de pene en su nidito!!!
Ella se dio media vuelta y me dijo en voz baja "castígame", entendí lo que quería e inicie una serie de mordidas por todas sus nalgas de un color rosado hermoso hasta que voltio a su posición original y, sujetándome de la cabeza como si quisiera meterme dentro ella me dirigió hacia su cuevita y no me soltó.
Comencé por lamer alrededor de sus labios vaginales, era un sabor delicioso que a la fecha me encanta y que creo que fue hay donde me nació el gusto.
"Metemela; quiero saber que se siente" me dijo, no sabia que mi prima fiera virgen, la tome de la cintura, me rodeo con sus piernas y sin miramientos, de una sola embestida, la llene. No hice ningún movimiento, ella abrió tanto los ojos que creí que se le iban a desorbitar; y me atrajo hacia ella con las piernas; el mete-saca se hizo mas rápido cada instante, ella se levantaba y arqueaba la espalda dejando caer su cabello largo y café castaño hacia atrás y gimiendo y diciendo mi nombre entre dientes.
"¿Esto esta bien?" me pregunto, "¿no estamos haciendo algo malo?"
Continuaba con el mete y saca mientras le acariciaba sus pezones negros y con una aureola grande y su cintura breve que mas de alguno hubiera deseado besar y abrazar.
"No se" le dije "y la verdad no me importa", "¿te gusta, lo estas disfrutando?" ahora fui yo quien le pregunto y ella no atino a mas que mover la cabeza de forma afirmativa, cerrar los ojos y morderse el labio inferior