Clases practicas de educación sexual en Quito (1)

De cómo tres adolescentes asisten a clases practicas de sexo.

Clases practicas de educación sexual en Quito I

De cómo tres adolescentes asisten a clases practicas de sexo.

Quito 16-11-2006

Esta historia la cuento tal como sucedió, por eso es un poco larga y tan solo han cambiado los nombres de las personas involucradas.

Sucedió hace ya dos años, cuando en una reunión familiar mi esposa, sus dos hermanos, sus respectivas esposas y sus hijos planificábamos las vacaciones de fin de año escolar.

Todo seguía su curso normal, después de una cena abundante y ya planificada hasta el más mínimo detalle de las tan mentadas vacaciones familiares decidimos mandar a los chicos a dormir, mientras las tres parejas nos quedábamos en la sala compartiendo unas botellitas de vino, claro que le siguieron bebidas más espirituosas.

Como al día siguiente tenia que empezar un proyecto de ingeniería tome con bastante moderación el néctar del dios Baco, lo que traducido quiere decir que a las once y treinta de la noche todos los adultos, excepto yo, se encontraban bajo los efectos del alcohol.

Como era el único dispuesto y lo suficientemente cuerdo para salir a buscar hielo, me encamine al una tienda cercana, regrese por la puerta trasera de la casa que da a la cocina, para mi sorpresa me encontré allí a mi sobrina Patricia, una niña de 13 años linda a mas no poder, trigueña, flaquita, alta para su edad, he hija del hermano menor de mi esposa. Patricia en sus manos tenia un paño grande manchado de sangre, mi primera impresión fue que sucedió un accidente en la casa, al preguntarle que sucedió y por lo inesperado de encontrarme allí palideció, completamente nerviosa me contó que Belén su hermana mayor había tenido un accidente pero que no le contara a sus padres, que ellos no entenderían.

Me dirigí al segundo piso a la habitación de Belén, allí ella estaba en la cama, cubierta por una manta y llorando como una niña, a su lado Alejandro el hijo del hermano mayor de mi esposa, le sostenía la mano tratándola de consolarla.

Lo primero que hicieron al verme entrar fue pedirme que no le avisara a sus respectivos padres, yo en realidad que no sabia lo que sucedía, al pedirles que me dejen ver la herida se opusieron ya que era en una parte intima de Belén.

Recién allí se me aclaro el panorama, mientras los adultos bebíamos, en el segundo piso dos chicos de 16 años perdían la virginidad, ella sangro mucho y los chicos se asustaron, despertaron a Patricia, se asusto con lo que sucedía y lo único que pudo hacer fue ir a buscar mas paños para limpiar la sangre que en realidad era abundante.

Tomando en cuenta que los hermanitos de mi esposa no son lo que diríamos padres modernos, decidí mejor no contarles las travesuras de sus niños, ya que para ellos esto seria el acabose y para los chicos una fuente de estrés.

Le dije a los chicos lo que pensaba, y que tampoco le contaría a sus padres, pero que a cambio tendrían que dejarme ver la "herida" y luego hacer lo que les dijera para calamar el sangrado, a lo que ellos aceptaron.

Como primero fui al baño de la casa y traje dos tranquilizantes, uno hice que se tomara Belén y medio para Alejandro y Patricia, impedí que le dieran las aspirinas que habían conseguido ya que estas dificultarían la coagulación de la sangre, dificultando que dejara de sangrar.

Destape lentamente la manta que cubría a Belén, que lindas piernas la de esta chica, a sus 16 años bien torneadas, blancas y en medio de ellas un paño llenándose de sangre retire el paño y le pedí que abriera las piernas, con un poco de dolor lo logro, mientras los chicos me observaban con temor en sus ojos, le dije que para poder saber lo que sucedía tendría que manipular los labios mayores, como no dijeron nada lo hice, a pesar de la situación ya estaba erecto.

Abrí un poco los labios mayores y allí ante mis ojos un himen recién roto y un sangrado que se debía no ya al himen sino a que se el momento de la penetración el pene de Alejandro fue muy brusco y rompió tejido circundante a los labios menores.

Para romper la tensión les dije, Alejandro lo tienes como de burro por eso el sangrado.

Ellos se rieron, le di un nuevo paño a Belén y la cubrí con la manta, me fui a traer una pastilla par controlar la inflamación, se la di.

Hice que en la cama de Belén también se acostar Patricia y le pedí a Alejandro que se fuera a dormir a la habitación de Patricia que yo me encargaría de todo, como los tranquilizantes hacían efecto Alejandro y Patricia aceptaron.

Le dije a Belén que cada 10 minutos vendría a controlar como estaba, a los 20 minutos el sangrado paro y 20 minutos después estaba dormida.

En la mañana todo fue normal, incluso Belén bajo a desayunar con la familia, con mi esposita nos dirigimos a nuestra casa, y pensé que todo terminaría allí.

Paso una semanas y el lunes por la tarde en mi casa estaba Alejandro quería preguntarme el porque Belén ya no quería acostarse con el, le explique que le diera tiempo que la experiencia no fue para ella de lo mas agradable, y le di un poco de información de métodos anticonceptivos.

El miércoles Patricia me visito, me contó que estaba un poco asustada con el incidente, la tranquilice le explique que la primera vez no tiene que ser de esa manera, le preste un libro de sexualidad con la condición que no se enteren sus padres sino me acusarían de corrupción de menores.

Jueves me visitaba Belén, ya mas tranquila pero con miedo ya que Alejandro la presionaba para hacerlo otra vez, le dije que conversaría con el.

En menos de dos semanas me había convertido en el doctor corazón de tres adolescentes.

En resumen quedamos en que se alejarían hasta el día del las vacaciones familiares, cosa que cumplieron y cuando empezaron las vacaciones parecía que se llevaba bien, no note nada raro en el mes que pasamos juntos y si paso algo yo no note nada sin embargo todos notaron que los chicos conversaban más conmigo que con sus propios padres.

En el primer día de inicio de clases Alejandro me esperaba a la entrad de mi casa, me contó que a pesar que no había insistido como quedamos, Belén no quería intimar y que tan solo en las vacaciones se dieron besos y un ligero manoseo, que tenia algunas dudas,

pensaba que se había enamorado de su prima, y que empezaba a sentirse deprimido, con muchos celos infundados, el mismo se daba cuenta que su temperamento de tranquilo hoy ya variaba mucho. . Lo tranquilice y quede en ver que podría hacer por el, que igual se necesitaba mas tiempo para ver los acontecimientos.

Dos semanas mas tarde, Belén me espero a la salida de mi trabajo, en camino a dejarla me contó que ella estaba confundida que pensaba también que se había enamorado de Alejandro pero le tenia mucho miedo al sexo, que Patricia le había prestado el libro que yo le preste a ella, y que nunca había sentido lo que se describía en el, tenia miedo al embrazo, y mucho mas a que se enteren sus padres, que por ser primos, en resumen que también estaba empezando a sentirse deprimida por todo esto y no encontraba salida a la situación . Igual le pedí que esperar un poco mas de tiempo que ya vería como podría ayudarla.

Paso un mes mas, incluso me llamaban en las noches y en verdad este par de adolescentes vivían un infierno, y por estar los dos en colegio religioso se acentuaba el cargo de conciencia.

Las notas parciales del colegio desencadeno todo, de muy buenos estudiantes los dos habían bajado tanto que sus padres me pidieron que en las tarde les diera clases particulares.

Así nos reunimos un miércoles en la tarde, los dos chicos muy nerviosos, pero se podía notar la atracción entre ellos, no se concentraban en sus deberes, decidí solucionar el problema de raíz, chicos les dije ustedes no pueden concentrarse en sus tareas por las ganas que se tienen y no pueden solucionar ustedes solos el problema por el miedo y la desinformación que les han causado sus papitos y el colegio. Por lo tanto chicos que les parece si hacen el amor frente a mi, yo les guió en todo, me aseguro que no salgan embrazados, que no se entere nadie con eso lograran ver si lo que sienten el uno por el otro es amor o solo atracción y por lo menos apagamos las ganas que se tiene a cambio y para que todos estemos contentos tienen que venir con todos los deberes hechos, yo solo los reviso y si están bien pasamos a lo que diríamos clases practicas de educación sexual.

Les doy hasta mañana para que lo piensen si vienen los dos esto es un trato sino les digo a sus papacitos que no puedo darles clases particulares.

A las tres en punto de la tarde del día siguiente los dos me esperaban a la salida del trabajo. Continuara…..