Clases particulares de sexo 5
Ahora la alumna soy yo
Me levanté antes de que sonará el despertador, no podía dormir más, no sabía si Martín había visto mi ultimo mensaje de chat.
Cuando mi esposo se fue a trabajar conecté la pc a internet y abrí mi msn. Estaba ansiosa, nerviosa, desea encontrar la confirmación. Por fin se abrió el cuadro de diálogo, me respondió:
“tengo clases de 10 a 12. Venite para las 12 que jugamos un rato”.
Estaba entusiasmada, pero no tenía que ponerme. Yo jugué al hockey todo mi secundario, tenía guardada la pollerita pero estaba pasada de moda y no tenía nada de tenis. Fui a un local de ropa deportiva, compré pollera, short y musculosa de tenis. Me encantó verme en el espejo del probador, me gustaba la figura que veía, mucho más estilizada que cuando jugaba hockey. La empleada me ofreció un corpiño deportivo, pero prefería usar el mío. El corpiño deportivo aplana las lolas y yo quería que me quedaran bien formadas, redondas y que se entrevieran cuando dejara los botones de mi remera de tenis desabrochada. Estuve por comprar raqueta, pelotitas, pero pensé que quizás no funcionara y gastaría dinero para nada. Pagué y se encaminé al club.
En el camino me interpelé a qué iba; qué quería hacer; qué podía pasar. Pensaba en no exponerme demasiado ni dañar mi imagen quedando como una calentona con un profe joven. Uno nunca sabe con quien se puede encontrar en el club o luego en la vida. Entonces volví sobre mis paseos a mi casa, mejor dejarlo era muy loco. Sabía que Martín me esperaba y no quería dejarlo plantado, debía ir. Pero era mucha locura. Terminé en el club. Llegué busqué las canchas de tenis. Estaban detrás del bar y los vestuarios. A medida que me acercaba lo veía más claro, acodado en el bar, rojo por el sol, traspirado.
Lo miré detalladamente. Zapatillas tenis, medias cortas, piernas velludas y esculpidas por el deporte. Short de tenis con una pelotita en el bolsillo. Torso desnudo, mojado por la traspiración, remera al hombro y tomando del pico agua mineral. Verlo ya me hizo suspirar. Si no hubiese estado el mozo cerca no se que hubiese hecho. Me acerqué, le di un beso en la mejilla casi su oreja, mientras suspiraba en su oído, rocé su pecho y me separé.
- profe, ¿estás lista para que te gane?
- ¿cómo sabes que voy a perder?. Además primero me quiero cambiar
- Los vestuarios están por ahí
- Ya vengo
- Te espero en la cancha 5
- Ok
Me cambie rápido. Até mi pelo con una cola alta. Y empecé a buscar a cancha 5. Quedaba lejos del bar, daba un poco de sombra ya que estaba entre dos paredones lo que la hacía más reservada.
Martín ya había sacado 3 raquetas para que eligiera cual quería usar. Tomé una y me dispuse a empezar. Tenía una estrategia pensada pero me falló.
- A calentar, me dijo Marti
- ¡¿qué?!
- Si, ¿no vas a calentar?, te vas a joder algo y yo me quedo sin profe que me prepare para el examen. ¿o me vas a dar clase acostada en tu cama?
- Perdón… vos te estas avivando rápido nene. Si me jodo me tomo licencia y estudias solo
- Dale déjate de dar vueltas a elongar. Vamos agarrate así el pie
Me fue diciendo como elongar, cuando tuve que doblarme y tocar el piso con las manos, al inclinarme vi mas de cerca su entrepierna, recordé su aroma, estaba en éxtasis. A voz de Martín se trajo a la realidad. * Bueno listo, elegí cancha. * Esa. Saco yo.
Sabía que si sacaba yo al menos le pegaría una vez a la pelota. Saqué, pasó la red rozando pero de ahí en más no paso la red. Martín se reía. Yo me esforzaba pero era un desastre. * Martu ¿conoces un profe de tenis?. Esto así es un robo me vas a ganar siempre…
Apenas hice la pregunta Martín corrió saltó la red y se e acerco, muy pegado. Estábamos agitados, mas por la risa que por la actividad física * Martín B… profesor, especialista es entrenar profesoras de filosofía- se presentó
Nos reímos mucho, deseaba besarlo pero no me anime * Vení. vamos a la cancha de frontón, contra la pared te va a resultar más fácil
Detrás de esa cancha estaba la cancha de frontón, justo al final de club. Empezamos a pelotear y algo mejor me iba, me explicó algunas cosas pero ante mi torpeza se me acercó, se puso detrás de mí, tomó mi mano derecha, en la que tenía la raqueta, apoyó su cuerpo y me mostró el movimiento. Sentía que me desvanecía, Martin volvió a mostrar el movimiento y suspiré. Él hablaba de su pasión, el tenis, yo disfrutaba de su cuerpo.
- Ahora vos sola, ¿a ver como es?. Me soltó y besó mi cuello
- Pará, ¿qué haces?. Nos pueden ver
- Tranquila, acá hoy no viene nadie y menos a la una de la tarde con este calor
- Por favor no me vuelvas a besar acá, no quiero que tengas problemas
- Entonces, te puedo abrazar, coger pero no besar
- ¿porqué no?. Al instante aclaré: Es solo una pregunta retórica no espero nada ni quiero nada
- Ufaaaa, fijo haciendo pucherito, es decir, haciendo trompita con la boca
- No me hagas pucherito porque ni así te beso
Jugamos un rato mas en silencio pero el calor era insoportable. Sugerí dejarlo ahí. Fuimos al bar, estaba vacio. Martín tomó las bebidas de la heladera y nos sentamos a mirar como regaban las canchas. De repente una mezcla de calor y frío se metía debajo de mi pollera. Era la mano de mi profe de tenis, tenía la mano calurosa pero por partes fría por haber agarrado la botella de agua.
- Acá no Martu
- ¿Dónde entonces?
- No se, pero acá no
- ( se me acerca al oído) Viniste acá, me calentaste mucho y no puedo ni siquiera rozarte…
- Realmente fue mala idea, es muy peligroso
- Peligroso sería que termine en mi short y no en vos
- Mart…
- Salgamos
- Me tengo que cambiar, no voy a salir a la calle así
- Tengo el auto en el estacionamiento. Vamos a algún lado
- Es peligroso
Me tomo la mano y me llevo al auto. Subimos. Nos abrochamos el cinturón de seguridad. No hablábamos, se escuchaba nuestra respiración acelerada.
- MArtu déjame en casa, no hagamos locuras. Tengo miedo
Se dio vuelta para mirar y se detuvo a mirarme.
- Verde!, arrancá
- Quisiera que mi pija fuera cinturón de seguridad para estar ahí ahora, dijo
Me miré tenía el cinturón metido en mi seno, marcando mis dos tetas. Imaginar su pija ahí me estremeció. Me aflojé, acaricié su mano, le pedí perdón por mis nervios, le dije que quería besarlo pero no podía allí. Estacionó donde hubo un espacio, se inclinó y me comió la boca, estábamos más excitados que nunca, yo ya casi no podía respirar. Me rozó la entrepierna.
- Vamos a un telo- propuso él
- Vamos a casa, a un telo no. Me da miedo
- Cambiemos, dale.
- Martu ya esto es mucho para mí, para mi moral. Me casé casi virgen. Lo había hecho solo una vez con mi marido antes de casarnos. Me casé para ser fiel toda la vida. Me enseñaron que el sexo en demasía es para putas. Que las damas tienen sexo con sus esposos de manera “pura” . Imagínate que esto que me pasa con vos está fuera de todo eso.
- Entonces estás arrepentida
- No, estoy asustada. Te llevo 10 años, me propuse que fuera sexo cada tanto para enseñarte y hoy me aparezco en el club porque la idea de extrañarte me superó. Estoy en problemas
- Yo no te voy a traer problemas. Me encantas, me volvés loco pero sé que sos casada y ahora entiendo porque nunca te hicieron el…
- Si, por eso
- Está bien, vamos a tu casa pero un día quiero que vayamos a un hotel. Ya busqué unos y quiero que vayamos a unos que vi.
- Yo vi en internet unos, para mi aniversario
- ¿y?
- Y nada. Los vi. No fuimos, a él le cuesta ir
- Me podés decir que haces con un tipo así, porque no entiendo como sos tan fogosa y él no te disfruta
- Me disfruta, lo disfruto somos así, o yo era también así. No se ya no entiendo nada.
- Hagamos un trato: apruebo y nos fugamos a un hotel para parejas que vi que tiene de todo y festejamos. ¿qué me decís?
- Vemos..
- ¿Eso es si o no?
- Es vemos, no se. Me encantaría animarme
Llegamos a casa, bajamos rápido. Al cerrar la puerta no estábamos besando, abrazando, manoseando. No sacamos la ropa rápidamente. Me comió las tetas. Estábamos muy traspirados. Cuando me empieza a tocar la vagina me doy cuenta que necesito ir al baño. Me separo le explico y voy al baño. Cuando aprieto el botón del agua, Martín abre la puerta: “me debes bañarnos juntos”. Lo beso, me doy vuelta para abrir el agua, me toma de la cintura y empieza a rozarme con su pelvis, yo suspiro, empiezo a menearme, me inclino hacia atrás, me pego a su cuerpo, y acaricio su cabeza. su pija me golpetea la cola. Martu me besa el cuello, me mordisquea. Entró a la ducha, él me sigue, nos besamos frente a frente mientras nos recorre el agua tibia. Cada centímetro de su piel que se toca con mi piel me excita. Me inclino para agacharme a tomar agua de su pija, voy lamiendo el agua de su cuerpo, al llegar a su pelvis, me toma de los hombros, me endereza, se arrodilla. Coloca mi pierna derecha sobre su hombre y comienza a beber de mi conchita, me lame, me chupa. Creí derretirme de placer. Fue inevitable, llego mi primer orgasmo. Al incorporarse, lo besé, besé mi flujo vaginal. Me di vuelta, me apoyé sobre las canillas de la pared saqué cola ofreciendocela y con vos de gata le pedí que me penetrara.
Me envistió la vagina, sus huevos golpeaban mi clítoris. Cada golpe tenía efecto sopapa, mis tetas bailaban. Me hacía volar ese golpeteo de los huevos, que aumentaba por el ruido del agua. Martín gemía, cada vez cogía mejor. Me agarro de los pezones, y comenzó a estimularlos, me pasaba la lengua por el cuello, sentí que estaba con eyacular, meti mis dedos en mi clítoris y me pajié. Su leche generó aun mas excitación en mi vagina, los chorros me golpeaban de una manera especial, al instante acabé yo. Nos aplastamos contra la pared, exhaustos, con pija y concha aun fundidas.
Me giro me beso, nos enjabonamos, conversamos. Le dije que había mejorado mucho en su sexo oral. Me contó que había buscado en internet como perfeccionarlo y que estaba investigando mas.
Salimos del baño envueltos en toallas, voy a la cocina a buscar algo para tomar y suena el teléfono:
- Hola
- Amor, cómo estas?
- Hola gordo… (puse cara de espanto)
- Ya salí de la oficina
- ¿ya saliste?
- Amor son las 5 y te voy a buscar para llevarte al médico. ¿te olvidaste?
- ¿las 5?. Si lo recordé pero me olvidé de decirte que llamo la secretaria para decirme que se cancela la consulta porque el doctor tiene un parto.
- ¿y cuando tenemos la cita?. Yo quiero tener un hijo ahora no de viejo
- Mañana me dan el nuevo turno
- A bueno, entonces voy para casa.
- Nooo. Empecé a hacerle seña a Martín que se fuera, pero él se tocaba el miembro porque no entendía lo que decía
- Como no?
- necesito que vayas a la universidad y me busques unas carpetas que me dejó el Lic. Perez. Ahora por mensaje te explico. No manejes hablando te van a multar
- Dale, voy yendo. Pensá que querés comer, cocino yo, el postre lo pones vos
- Te espero, besos
Corté y creo que Martín entendió algo.
- ¿Tenías medico?
- Sí
- ¿te olvidaste?
- Si
- ¿ibas al ginecólogo?
- Si
- ¿estas bien?
- Si, era solo control. Te tenés que ir. Mi marido viene en camino
Se vistió rápido. Y se fue.
Mi esposo cocinó y quiso coger, pero "me dormí "apenas toqué la almohada, bueno eso le hice creer, estaba exhausta. Solo quería dormir recordando el agua cayéndonos, y el ruido del golpeteo de los huevos de mi alumnito sobre mi clítoris muy mojado por el agua y la excitación